Humberto Muñoz García*
El simpoisum “Adolescentes y juventud: de hoy al mañana” se llevó a cabo la semana pasada en la UNAM. El encuentro fue organizado por la Facultad de Psicología y por la Coordinación de la Investigación Científica. Durante dos días se examinaron los problemas de los jóvenes, que hoy aparecen intensamente en todo el orbe.
En África y América Latina, los jóvenes padecen un alto desempleo que, en efecto, no es privativo de estas dos zonas del mundo. Lo que es específico, tal vez, sea la vulnerabilidad en la cual se encuentran, lo cual vale la pena conocer y debatir para resolver problemas como éste.
Porque en muchos países de estas dos regiones, incluido el nuestro, no es difícil ligar la falta de oportunidades con hechos de violencia que afectan a los jóvenes.
En México, a los jóvenes los matan o los expulsan del territorio, y la intensidad del fenómeno es de tal magnitud que ha comenzado a surgir un movimiento en la sociedad civil, una vez más, cuya consigna es que se detenga la violencia en el país.
Para quienes creen que el problema radica en que los jóvenes son jóvenes, es prudente decirles que el problema no son ellos, sino la condición en la cual la sociedad los ha puesto.
En este marco tan complicado, los asistentes al Simposium tuvimos la oportunidad de escuchar la conferencia magistral dictada por el doctor Rodolfo Tuirán Gutiérrez, titulada “Los jóvenes mexicanos: Situación actual y desafíos futuros”. Por su importancia y por el carácter académico que le imprimió el subsecretario a su presentación (él es investigador), resaltaré algunas de las ideas y resultados que me llamaron la atención, los cuales valen la pena comentar y difundir a un público más amplio.
Respecto de la dinámica demográfica, mostró el cambio en la estructura de la población, que ha pasado de tener una forma piramidal a una morfología más abultada en el tramo de edad (12 a 29 años) que abarca a los jóvenes, lo cual se ha llamado el bono demográfico.
Entre 1980 y 2010, los jóvenes pasaron de 23.8 a 35.8 millones. Este dato es ilustrativo de la presión que el cambio demográfico le ha hecho a la estructura de oportunidades en la sociedad. “Nunca ha habido tantos jóvenes como ahora”, remarcó el ponente, y nunca ha habido tan pocas oportunidades para ellos.
El número de jóvenes empezará a caer en 2015. Por ello, en los próximos cuatro años, el país necesitará resolver muchos problemas educativos y de empleo para que los jóvenes, y con ellos la nación, puedan ir adelante. Arreglar el país para el cambio generacional será el principal desafío del próximo gobierno.
La situación de México no deja lugar a dudas sobre las desigualdades a las cuales se enfrentan los jóvenes. A la universidad asisten sólo 19 por ciento de jóvenes provenientes de los cuatro deciles de menor ingreso, comparado con 37 por ciento (casi el doble) de los que provienen de los dos deciles con más alto ingreso. Y sólo tres de cada diez jóvenes de la edad correspondiente están matriculados en una institución de educación superior.
Así pues, aquí hay un problema de distribución de la escolaridad que el subsecretario dejó claro en su conferencia. El otro, es que los jóvenes que trabajan (45 por ciento) reciben muy bajos salarios (menos de dos salarios mínimos).
Hace años, cuando el doctor Tuirán fue secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Población (Conapo), le leí un texto en el cual llamaba la atención sobre la magnitud tan grande que habían adquirido los jóvenes que no estudian ni trabajan.
Recientemente, el rector de la Universidad Nacional, el doctor José Narro Robles, fue quien, con todo el respaldo académico del Seminario de Investigación en Juventud de la UNAM, enfocó y advirtió la delicadeza del asunto de los ninis. No pasó por alto que, en los editoriales de Campus, se han publicado resultados de investigación acerca de este grupo. En uno de ellos, por ejemplo, se registró que los ninis son, en su mayoría, mujeres.
En la ponencia que presentó el doctor Tuirán se develan más rasgos de los ninis. En Chiapas, Michoacán y Tabasco, el peso de estos jóvenes en el total alcanza a 1 de cada 4, aproximadamente. La mayoría de este grupo en la república (6/10) ha tenido alguna experiencia laboral previa. Sólo una fracción (14 por ciento) de quienes han o no trabajado, declararon estar disponibles para entrar a una ocupación, y en 60 por ciento de los casos los ninis son personas pobres.
La conferencia fue abundante en ideas e información, y de ella se deriva que entre los ninis hay una población, los más vulnerables, que merece ser atendida por las políticas públicas. Es importante para la sociedad y el gobierno que la UNAM, en voz de su rector, hiciera referencia al problema.
En la parte final de su exposición, el doctor Tuirán hizo una serie de señalamientos. Uno de ellos fue acerca de la necesidad de ampliar la cobertura de educación superior, para lo cual manejó cuatro escenarios y los costos que cada uno de ellos implicaría. Pero, finalmente, hay un acuerdo entre lo dicho por el subsecretario y lo que hemos señalado los universitarios, encabezados por el doctor Narro, para que en México se haga un esfuerzo extraordinario, de tal forma que la meta en 2019-2020 sea llegar a una cobertura de 50 por ciento.
Me parece, a título personal, que hay coincidencias claras entre lo dicho por el doctor Tuirán en su ponencia y algunos lineamientos declarados por el rector Narro Robles: hacer una política de Estado para la educación superior, y dar financiamiento adecuado a las necesidades de las instituciones educativas (que, según entiendo, la UNAM y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES, han sugerido sea multianual).
Lo más interesante fue que el subsecretario llamó a establecer un nuevo contrato educacional. Es deseable que todos los rectores y las fuerzas que actúan en la educación superior prestaran atención a lo señalado, para que entre todos empujemos la idea. La presencia del subsecretario en la UNAM cobraría un mayor sentido para el porvenir inmediato de los jóvenes.
* UNAM. Seminario de Educación Superior, IIS. Profesor FCPS.
recillas@servidor.unam
Tomado de: http://www.campusmilenio.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=224:tuiran-en-la-unam&catid=39:opinion&Itemid=142
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