Nuevamente la asamblea del sindicato académico STAUS ha decidido prorrogar la fecha del estallido (o no) de la huelga. Las banderas rojinegras que aun ondean son las del STEUS, de manera que los trabajadores manuales y administrativos de la Universidad de Sonora seguirán contando con el apoyo solidario de los académicos y afrontarán la nula disposición al diálogo que ha manifestado su contraparte administrativa, debido al argumento que ha repetido hasta el cansancio el rector en los medios de comunicación: no hay nada más que ofrecer.
Sin embargo, los aires de intolerancia arrecian desde las trincheras informativas donde el rector de la universidad libra su batalla mediática contra los trabajadores sindicalistas: van y vienen comentarios oficiosos de parte de comunicadores proclives a la autoridad, se sigue alentando la desesperación de ciertos grupos de estudiantes mediante verdaderos llamados al rompimiento de la huelga, los cuales no han prosperado, y en cambio hay llamados para que el rector se siente a la mesa de las negociaciones y afronte, personalmente, este problema.
Circulan notas sobre el supuesto enriquecimiento del rector Pedro Ortega, con señalamientos que no viene al caso reproducir, pero que permiten advertir la absoluta necesidad de hablar de frente y aclarar la situación financiera de la institución y, sobre todo, la disposición de las autoridades de gestionar los recursos necesarios para la solución del conflicto.
Sin embargo, los aires de intolerancia arrecian desde las trincheras informativas donde el rector de la universidad libra su batalla mediática contra los trabajadores sindicalistas: van y vienen comentarios oficiosos de parte de comunicadores proclives a la autoridad, se sigue alentando la desesperación de ciertos grupos de estudiantes mediante verdaderos llamados al rompimiento de la huelga, los cuales no han prosperado, y en cambio hay llamados para que el rector se siente a la mesa de las negociaciones y afronte, personalmente, este problema.
Circulan notas sobre el supuesto enriquecimiento del rector Pedro Ortega, con señalamientos que no viene al caso reproducir, pero que permiten advertir la absoluta necesidad de hablar de frente y aclarar la situación financiera de la institución y, sobre todo, la disposición de las autoridades de gestionar los recursos necesarios para la solución del conflicto.
Queda claro que existe la necesidad de transparentar absolutamente la posición financiera de la universidad, del manejo de los recursos señalando su monto, origen y destino, más allá de toda duda, a fin de salir al paso de especulaciones que solamente perjudican la imagen institucional, independientemente de la verdad o no de las imputaciones sobre manejos financieros irregulares o no del todo justificados. Cabe recordar que el segundo período de Pedro Ortega en la rectoría está por concluir, así que debe rendir cuentas claras y a tiempo, para que el próximo rector inicie su gestión sin asuntos por aclarar correspondientes a la administración que termina.
Por otra parte, si el actual rector ha hecho alarde de la capacidad de gestión que ha tenido su administración, sería bastante bueno corroborarlo en el caso de los recursos que el sindicalismo universitario reclama en su pliego petitorio, y dar pasos firmes hacia el levantamiento de la huelga y la reanudación de las actividades universitarias. O ¿cree usted que solamente puede gestionar recursos para dar empleo a las compañías constructoras dentro del campus universitario? ¿Valdrá más un estacionamiento multinivel (que no lo tiene la ciudad de Hermosillo) que la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores universitarios?
Los integrantes del sindicato de trabajadores académicos de la universidad (STAUS), han considerado que la prórroga sigue siendo una buena estrategia, habida cuenta la posibilidad de que las autoridades administrativas de la institución se pongan las pilas y hagan el esfuerzo institucional que se espera de ellas, por parte de la sociedad en general, de los padres de familia, de los estudiantes y desde luego de los trabajadores involucrados, en el sentido de realizar las gestiones que sean necesarias para dar satisfacción a las demandas de los trabajadores.
En este sentido, no estaría de más la organización de una marcha estudiantil, de padres de familia, encabezada por el rector y acompañado de los dirigentes sindicales, hacia la Secretaría de Hacienda, la SEP, el Palacio de Gobierno, pidiendo enérgicamente el apoyo necesario para dar salida al actual conflicto. ¿Estará dispuesto el rector Pedro Ortega a encabezar marchas y mítines, ruedas de prensa, volanteos, en demanda de un mayor presupuesto universitario? Si lo hace, pasaría a la historia de las luchas universitarias como un rector ejemplar, que supo responder del lado de los trabajadores y los estudiantes a un problema central: la falta de recursos para la educación superior. ¿Veremos?
Por otra parte, si el actual rector ha hecho alarde de la capacidad de gestión que ha tenido su administración, sería bastante bueno corroborarlo en el caso de los recursos que el sindicalismo universitario reclama en su pliego petitorio, y dar pasos firmes hacia el levantamiento de la huelga y la reanudación de las actividades universitarias. O ¿cree usted que solamente puede gestionar recursos para dar empleo a las compañías constructoras dentro del campus universitario? ¿Valdrá más un estacionamiento multinivel (que no lo tiene la ciudad de Hermosillo) que la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores universitarios?
Los integrantes del sindicato de trabajadores académicos de la universidad (STAUS), han considerado que la prórroga sigue siendo una buena estrategia, habida cuenta la posibilidad de que las autoridades administrativas de la institución se pongan las pilas y hagan el esfuerzo institucional que se espera de ellas, por parte de la sociedad en general, de los padres de familia, de los estudiantes y desde luego de los trabajadores involucrados, en el sentido de realizar las gestiones que sean necesarias para dar satisfacción a las demandas de los trabajadores.
En este sentido, no estaría de más la organización de una marcha estudiantil, de padres de familia, encabezada por el rector y acompañado de los dirigentes sindicales, hacia la Secretaría de Hacienda, la SEP, el Palacio de Gobierno, pidiendo enérgicamente el apoyo necesario para dar salida al actual conflicto. ¿Estará dispuesto el rector Pedro Ortega a encabezar marchas y mítines, ruedas de prensa, volanteos, en demanda de un mayor presupuesto universitario? Si lo hace, pasaría a la historia de las luchas universitarias como un rector ejemplar, que supo responder del lado de los trabajadores y los estudiantes a un problema central: la falta de recursos para la educación superior. ¿Veremos?
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