Carlos Reyes
La educación superior sigue siendo reflejo de la vida nacional. Lo que pasa en sus instituciones impacta a la sociedad. Y viceversa. La ambivalencia entre sociedad e instituciones de educación superior, sigue estando vigente.
El país necesita a estas últimas para su desarrollo. La UNAM sigue siendo la conciencia crítica de la nación. El IPN y la UAM, son baluartes indiscutibles de la ciencia y la academia de excelencia. En los estados, las universidades públicas figuran como instituciones axiales en la vida política, social y cultural.
Lo que pasa en todas ellas, afecta la vida pública. Sus sacudimientos provocan tolvaneras.
En el 2009, vivirán en un escenario especial. Como colectivo, advierten que se trata de condiciones extremadamente inciertas e impredecibles.
Esa imagen es la que construyen en su imaginario y en su realidad las instituciones de educación superior para este 2009. No se engañan.
En ese tablero —en el que tendrá mucho que ver la atingencia, la precisión y la oportunidad para sacar ventaja de las circunstancias— se moverán las instituciones, los organismos y los personajes allegados a la enseñanza superior, a la ciencia y la tecnología.
Todos saben que se trata de un ambiente enrarecido por la crisis económica de alcance mundial y sus repercusiones en el escenario local. Y todos saben, también, que vienen cambios de mando, de rumbo y de perspectiva para encarar los retos inherentes.
La educación superior y el sistema educativo en general no estarán exentos de recibir los impactos y las adecuaciones pertinentes para darle buen cauce al panorama financiero.
Es justo ahí donde actores y protagonistas tendrán que reforzar y refrendar sus capacidades de liderazgo, de negociación, de operación y de entendimiento para ofrecer los mejores resultados por encima de cualquier impedimento que vaya más allá del plano educativo.
Serán éstos los responsables de dar la cara por sus instituciones, organismos o dependencias ante los embates de los meses siguientes. Una responsabilidad que entraña poner en marcha de estrategias, proyectos y alternativas que no hagan perder el rumbo hasta ahora definido.
Otros más dejarán sus cargos luego de haber confrontado las emociones de una serie de vivencias, y los desafíos, logros y vicisitudes, propias de una gestión rectoral. Se van luego de periodos al frente de instituciones que dejan muy bien ubicadas en el contexto nacional por sus innegables estándares de calidad.
Indiscutible es también el papel que éstos desempeñaron para alcanzar una serie de metas en cada una de las universidades e instituciones a su cargo, lo que les valió, en la mayoría de los casos, el aval de sus comunidades para estar al frente durante más de un periodo.
Por ello, tanto instituciones como protagonistas recibirán mucha de la atención en este 2009, ante la expectativa que da el cuestionar e indagar cómo y hacia dónde se van a mover en este vago y aleatorio año, el cual ha arrancado con muchas interrogantes que tendrán que resolverse con el discurrir de los días.
Asimismo, las universidades que adicionan a esta realidad inexorable, sus pulsiones particulares, son fácilmente identificables.
El país necesita a estas últimas para su desarrollo. La UNAM sigue siendo la conciencia crítica de la nación. El IPN y la UAM, son baluartes indiscutibles de la ciencia y la academia de excelencia. En los estados, las universidades públicas figuran como instituciones axiales en la vida política, social y cultural.
Lo que pasa en todas ellas, afecta la vida pública. Sus sacudimientos provocan tolvaneras.
En el 2009, vivirán en un escenario especial. Como colectivo, advierten que se trata de condiciones extremadamente inciertas e impredecibles.
Esa imagen es la que construyen en su imaginario y en su realidad las instituciones de educación superior para este 2009. No se engañan.
En ese tablero —en el que tendrá mucho que ver la atingencia, la precisión y la oportunidad para sacar ventaja de las circunstancias— se moverán las instituciones, los organismos y los personajes allegados a la enseñanza superior, a la ciencia y la tecnología.
Todos saben que se trata de un ambiente enrarecido por la crisis económica de alcance mundial y sus repercusiones en el escenario local. Y todos saben, también, que vienen cambios de mando, de rumbo y de perspectiva para encarar los retos inherentes.
La educación superior y el sistema educativo en general no estarán exentos de recibir los impactos y las adecuaciones pertinentes para darle buen cauce al panorama financiero.
Es justo ahí donde actores y protagonistas tendrán que reforzar y refrendar sus capacidades de liderazgo, de negociación, de operación y de entendimiento para ofrecer los mejores resultados por encima de cualquier impedimento que vaya más allá del plano educativo.
Serán éstos los responsables de dar la cara por sus instituciones, organismos o dependencias ante los embates de los meses siguientes. Una responsabilidad que entraña poner en marcha de estrategias, proyectos y alternativas que no hagan perder el rumbo hasta ahora definido.
Otros más dejarán sus cargos luego de haber confrontado las emociones de una serie de vivencias, y los desafíos, logros y vicisitudes, propias de una gestión rectoral. Se van luego de periodos al frente de instituciones que dejan muy bien ubicadas en el contexto nacional por sus innegables estándares de calidad.
Indiscutible es también el papel que éstos desempeñaron para alcanzar una serie de metas en cada una de las universidades e instituciones a su cargo, lo que les valió, en la mayoría de los casos, el aval de sus comunidades para estar al frente durante más de un periodo.
Por ello, tanto instituciones como protagonistas recibirán mucha de la atención en este 2009, ante la expectativa que da el cuestionar e indagar cómo y hacia dónde se van a mover en este vago y aleatorio año, el cual ha arrancado con muchas interrogantes que tendrán que resolverse con el discurrir de los días.
Asimismo, las universidades que adicionan a esta realidad inexorable, sus pulsiones particulares, son fácilmente identificables.
Los primeros movimientos rectorales
Por lo pronto, el tablero comenzó a moverse muy temprano en este 2009. Raúl Iturralde Olvera, rector de la Universidad Autónoma de Querétaro, en el primero de los movimientos, reacomodos, ajustes y ratificaciones que se esperan para este año, fue avalado para continuar hasta 2012 al frente de la institución.
En Sesión Extraordinaria del Consejo Universitario, la Comisión Electoral tomó la decisión para un trienio más, luego de reunir 82.14 por ciento de las preferencias de la comunidad universitaria, es decir 46 votos de los 56 posibles.
Promete, Iturralde Olvera, consolidar, a través de su proyecto, el crecimiento y la calidad académica de la institución.
El cambio que viene, en el calendario rectoral, corresponde a Miguel Ángel Aguayo López, rector de la Universidad de Colima, quien el último día de este mes concluye su gestión al frente de dicha institución.
Por el momento, se discute cuál puede ser la mejor opción para la universidad de ese estado y se habla de varios candidatos, pero será en los próximos días cuando se defina cuál es la ruta que habrán de seguir en esa casa de estudios.
En Sesión Extraordinaria del Consejo Universitario, la Comisión Electoral tomó la decisión para un trienio más, luego de reunir 82.14 por ciento de las preferencias de la comunidad universitaria, es decir 46 votos de los 56 posibles.
Promete, Iturralde Olvera, consolidar, a través de su proyecto, el crecimiento y la calidad académica de la institución.
El cambio que viene, en el calendario rectoral, corresponde a Miguel Ángel Aguayo López, rector de la Universidad de Colima, quien el último día de este mes concluye su gestión al frente de dicha institución.
Por el momento, se discute cuál puede ser la mejor opción para la universidad de ese estado y se habla de varios candidatos, pero será en los próximos días cuando se defina cuál es la ruta que habrán de seguir en esa casa de estudios.
El cambio en la UAEM
Para mayo, José Martínez Vilchis dejará su lugar al frente de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Figura importante en el contexto de la educación superior y asistente asiduo a foros de discusión en torno al futuro de la enseñanza profesional en el país, el rector de esa institución habrá cumplido con creces su mandato.
“La universidad pública es una poderosa herramienta de redención social, porque recibe a estudiantes de la más diversa condición económica”, dijo Martínez Vilchis al tomar protesta como rector de la UAM hace cinco años.
Hoy, el doctor en Administración Pública por la UNAM y quien fuera director de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAEM y secretario administrativo de esa institución, deja a esta casa de estudios como una de las mejores en cuanto a programas acreditados y a calidad de su proyecto académico.
Martínez Vilchis ha sido siempre un convencido de que el potencial de la educación en el conocimiento científico es la única base sólida y probada por medio de la cual se alcanza el desarrollo y en ese sentido fue una de las líneas, la de la investigación, la que más apoyó durante su gestión.
Asimismo, el rector de la UAEM, trabajó en áreas como la ampliación de la matrícula, a través de la educación continua, a distancia y presencial y en el acercamiento con la iniciativa privada para contrarrestar el desempleo en el estado y a su vez interesarlos en las tareas de investigación aplicada.
“La universidad pública es una poderosa herramienta de redención social, porque recibe a estudiantes de la más diversa condición económica”, dijo Martínez Vilchis al tomar protesta como rector de la UAM hace cinco años.
Hoy, el doctor en Administración Pública por la UNAM y quien fuera director de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAEM y secretario administrativo de esa institución, deja a esta casa de estudios como una de las mejores en cuanto a programas acreditados y a calidad de su proyecto académico.
Martínez Vilchis ha sido siempre un convencido de que el potencial de la educación en el conocimiento científico es la única base sólida y probada por medio de la cual se alcanza el desarrollo y en ese sentido fue una de las líneas, la de la investigación, la que más apoyó durante su gestión.
Asimismo, el rector de la UAEM, trabajó en áreas como la ampliación de la matrícula, a través de la educación continua, a distancia y presencial y en el acercamiento con la iniciativa privada para contrarrestar el desempleo en el estado y a su vez interesarlos en las tareas de investigación aplicada.
Termina Ortega en la UniSon
Otro que se va, después de dos periodos al frente de la Universidad de Sonora, es Pedro Ortega Romero. Desde su llegada al frente de la UniSon, se comprometió con la búsqueda de alternativas que le permitieran a la institución avanzar en las exigencias que impone la modernización y el desarrollo actual.
“Nuestra sociedad nos obliga a enfrentar con imaginación el reto de calidad y excelencia a fin de que la universidad continúe jugando un primer papel en el ámbito de la educación pública”, puntualizó en 2001, cuando inició su primer periodo como rector.
Y en esa dirección se movió los años siguientes hasta alcanzar que el 100 por ciento de sus programas académicos sean reconocidos por su calidad, razón que le valió repetir un periodo más como cabeza de la universidad sonorense.
El también doctor en Ciencias del Mar en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM y ex subdirector y director de investigación y director de Posgrado y vicerrector de la Unidad Regional Centro de la UniSon, de donde llegó a la rectoría, cuatro años después, en 2005, logró el beneplácito de la comunidad universitaria y fue electo de nuevo.
En aquel entonces, Ortega Romero hizo un llamado a cerrar filas para consolidar los logros en la UniSon y hoy deja a la institución como una de las mejores a nivel nacional, tal y como lo confirman los indicadores.
“Nuestra sociedad nos obliga a enfrentar con imaginación el reto de calidad y excelencia a fin de que la universidad continúe jugando un primer papel en el ámbito de la educación pública”, puntualizó en 2001, cuando inició su primer periodo como rector.
Y en esa dirección se movió los años siguientes hasta alcanzar que el 100 por ciento de sus programas académicos sean reconocidos por su calidad, razón que le valió repetir un periodo más como cabeza de la universidad sonorense.
El también doctor en Ciencias del Mar en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM y ex subdirector y director de investigación y director de Posgrado y vicerrector de la Unidad Regional Centro de la UniSon, de donde llegó a la rectoría, cuatro años después, en 2005, logró el beneplácito de la comunidad universitaria y fue electo de nuevo.
En aquel entonces, Ortega Romero hizo un llamado a cerrar filas para consolidar los logros en la UniSon y hoy deja a la institución como una de las mejores a nivel nacional, tal y como lo confirman los indicadores.
Por el refrendo
Uno de lo argumentos más fuertes a su favor que tiene Raúl Arias Lovillo, rector de la Universidad Veracruzana, es el avance consistente y firme que ha tenido esta institución en las cifras de calidad académica que ha logrado en los últimos años.
Para finales de agosto, Arias Lovillo tendrá la oportunidad de permanecer en el cargo para un periodo de cuatro años más si así lo decide la Junta de Gobierno de esa institución y si así lo avala la comunidad universitaria.
Aunque la UV aún no alcanza los elevados indicadores que exige el Consorcio de Universidades Mexicanas, donde se aglutinan las mejores instituciones en cuanto a calidad de sus programas y cuerpos académicos, la labor del rector de esa institución ha ido en esa dirección, superando ya el 80 por ciento, lo cual no se tenía antes.
Con un fuerte arraigo en la UV, Arias Lovillo es uno de los rectores más carismáticos y apreciados por su comunidad. Egresado en Economía por la UV, con maestría en la misma especialidad en el CIDE y doctorado en Economía Internacional y Desarrollo Económico en la Universidad de Barcelona, Arias Lovillo ha impulsado, desde su llegada y con el apoyo de profesores y estudiantes, en diálogo y coordinación con los sectores sociales y políticos del estado, la operación de una universidad pública de excelencia, elevar su calidad académica y cumplir con pertinencia y eficacia su compromiso con la sociedad.
El plan de trabajo 2005-2009 tiene como eje rector la excelencia educativa, haciendo énfasis en la calidad de la investigación científica hecha en la UV, lo cual ha sido otro de los renglones que le puede dar la oportunidad de aspirar a permanecer en la universidad hasta 2013.
Para finales de agosto, Arias Lovillo tendrá la oportunidad de permanecer en el cargo para un periodo de cuatro años más si así lo decide la Junta de Gobierno de esa institución y si así lo avala la comunidad universitaria.
Aunque la UV aún no alcanza los elevados indicadores que exige el Consorcio de Universidades Mexicanas, donde se aglutinan las mejores instituciones en cuanto a calidad de sus programas y cuerpos académicos, la labor del rector de esa institución ha ido en esa dirección, superando ya el 80 por ciento, lo cual no se tenía antes.
Con un fuerte arraigo en la UV, Arias Lovillo es uno de los rectores más carismáticos y apreciados por su comunidad. Egresado en Economía por la UV, con maestría en la misma especialidad en el CIDE y doctorado en Economía Internacional y Desarrollo Económico en la Universidad de Barcelona, Arias Lovillo ha impulsado, desde su llegada y con el apoyo de profesores y estudiantes, en diálogo y coordinación con los sectores sociales y políticos del estado, la operación de una universidad pública de excelencia, elevar su calidad académica y cumplir con pertinencia y eficacia su compromiso con la sociedad.
El plan de trabajo 2005-2009 tiene como eje rector la excelencia educativa, haciendo énfasis en la calidad de la investigación científica hecha en la UV, lo cual ha sido otro de los renglones que le puede dar la oportunidad de aspirar a permanecer en la universidad hasta 2013.
A repetir
Sin aspavientos y sin adelantar vísperas, Enrique Agüera Ibáñez, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), adelantó recientemente que hará un intenso trabajo en la institución a su cargo hasta el último momento, es decir hasta el 2 de octubre cuando, por reglamento, concluye su periodo.
Sin embargo, Agüera Ibáñez es firme candidato a ocupar la rectoría cuatro años más, luego de entregar buenas cuentas y de mantener a la BUAP dentro del círculo de las mejores instituciones, tal y como lo marcan los estatutos del Consejo Mexicano de Universidades Mexicanas (Cumex).
Sobre su posible reelección como rector de la BUAP, Agüera Ibáñez puntualizó que en este momento su compromiso es servir a la institución. “Me quedan unos meses y hasta el último momento serviré con la misma pasión, con más entrega, porque ya queda poco tiempo”, dijo.
Y en ese poco tiempo estima entregar proyectos como la Gran Biblioteca Central y el Centro de Autoacceso en la Facultad de Lenguas, los cuales tienen que ver con la visión planteada al rendir protesta, en 2005, como rector de la BUAP: reforma académica, internacionalización, calidad, transparencia, rendición de cuentas y relación renovada con la sociedad.
Cuatro años después, o cinco, si se cuenta el año que despachó como rector interino de la institución poblana, Agüera Ibáñez apunta hacia un nuevo periodo para dar continuidad a su plan de trabajo.
Sin embargo, Agüera Ibáñez es firme candidato a ocupar la rectoría cuatro años más, luego de entregar buenas cuentas y de mantener a la BUAP dentro del círculo de las mejores instituciones, tal y como lo marcan los estatutos del Consejo Mexicano de Universidades Mexicanas (Cumex).
Sobre su posible reelección como rector de la BUAP, Agüera Ibáñez puntualizó que en este momento su compromiso es servir a la institución. “Me quedan unos meses y hasta el último momento serviré con la misma pasión, con más entrega, porque ya queda poco tiempo”, dijo.
Y en ese poco tiempo estima entregar proyectos como la Gran Biblioteca Central y el Centro de Autoacceso en la Facultad de Lenguas, los cuales tienen que ver con la visión planteada al rendir protesta, en 2005, como rector de la BUAP: reforma académica, internacionalización, calidad, transparencia, rendición de cuentas y relación renovada con la sociedad.
Cuatro años después, o cinco, si se cuenta el año que despachó como rector interino de la institución poblana, Agüera Ibáñez apunta hacia un nuevo periodo para dar continuidad a su plan de trabajo.
En noviembre es la UAM
Arribó con la consigna de posicionar a la institución como una de las más sólidas a nivel nacional y en el área metropolitana, y hoy, a cuatro años de distancia, José Lema Labadie habrá de dejar el cargo tras un trabajo arduo que no estuvo exento de los sinsabores de los conflictos sindicales.
Pese a ello, el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) pudo sacar adelante a la institución y no dejó que este tipo de elementos externos a la vida académica tuviera repercusiones más allá de lo irreparables que pudieron haber sido por la cerrazón que, en su momento, mostraron los trabajadores.
Miembro del personal académico de la UAM desde 1980, ex rector de la Unidad Iztapalapa, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores cumple en noviembre de este año su encargo al frente de la universidad.
Un encargo por demás brillante que transita mediante los ejes que él mismo, al tomar posesión, perfiló: rendición de cuentas y el desarrollo de las áreas sustantivas de su quehacer como la docencia, investigación, difusión y preservación de la cultura.
Hoy la UAM se ha recuperado de los golpes propios del sindicalismo y de un presupuesto que año con año ha castigado las aspiraciones académicas de la institución. Su oferta académica es pertinente y su calidad no ha desmerecido, logros que deben atribuírsele en gran medida a Lema Labadie.
Pese a ello, el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) pudo sacar adelante a la institución y no dejó que este tipo de elementos externos a la vida académica tuviera repercusiones más allá de lo irreparables que pudieron haber sido por la cerrazón que, en su momento, mostraron los trabajadores.
Miembro del personal académico de la UAM desde 1980, ex rector de la Unidad Iztapalapa, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores cumple en noviembre de este año su encargo al frente de la universidad.
Un encargo por demás brillante que transita mediante los ejes que él mismo, al tomar posesión, perfiló: rendición de cuentas y el desarrollo de las áreas sustantivas de su quehacer como la docencia, investigación, difusión y preservación de la cultura.
Hoy la UAM se ha recuperado de los golpes propios del sindicalismo y de un presupuesto que año con año ha castigado las aspiraciones académicas de la institución. Su oferta académica es pertinente y su calidad no ha desmerecido, logros que deben atribuírsele en gran medida a Lema Labadie.
Oxígeno en la UAS
Donde habrá sucesión rectoral también, en junio, es en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), donde Héctor Melesio Cuén deja el cargo, luego de una serie de polémicos cambios, acuerdos y diferendos, apoyos y reclamos de diversos sectores de la comunidad universitaria.
El actual rector caminó en sentido contrario del proyecto histórico de la comunidad, gestionó la institución con un estilo grosero, autoritario, deshaciéndose de sus enemigos sin clemencia ni respeto a la ley. Promovió en el Congreso local una reforma regresiva a la Ley Orgánica, con lo cual se eliminó todo filo democrático a la institución, y para ello contó con el apoyo y el aplauso de la clase política local más primitiva y conservadora; de forma inédita, al menos desde 1966, uno de los más conspicuos representantes de los grupos adinerados de Sinaloa, llegó a lamentar, por el rector Cuén, que no hubiera reelección.
Una mercadotecnia abusiva y cara con la que se han manejado los logros superfluos de la administración de la UAS, no ha impedido que se advierta la descarada carga de simulación de su gestión. “Somos grandes somos UAS” reza uno de los eslóganes chabacanos de este rector narcisista, quien ha contado con el intermitente y a veces inexplicable apoyo de la federación y del gobierno local.
Una oposición interna disminuida y socavada por la represión del rector, ha logrado sacar a flote las acciones ilegales e intimidatorias que ya señalan que Cuén trascenderá como el rector que canceló la crítica en la UAS.
Por la manera corrupta y autoritaria como está controlando el proceso sucesorio, se dice que este rector de la UAS llegó con modos corruptos y se irá con modos peores.
Por ende, el recambio en la UAS no es cosa menor, ya que de ello depende el futuro de esta institución a corto plazo, y más cuando se avizora un horizonte limitado en materia presupuestal para las universidades públicas.
El actual rector caminó en sentido contrario del proyecto histórico de la comunidad, gestionó la institución con un estilo grosero, autoritario, deshaciéndose de sus enemigos sin clemencia ni respeto a la ley. Promovió en el Congreso local una reforma regresiva a la Ley Orgánica, con lo cual se eliminó todo filo democrático a la institución, y para ello contó con el apoyo y el aplauso de la clase política local más primitiva y conservadora; de forma inédita, al menos desde 1966, uno de los más conspicuos representantes de los grupos adinerados de Sinaloa, llegó a lamentar, por el rector Cuén, que no hubiera reelección.
Una mercadotecnia abusiva y cara con la que se han manejado los logros superfluos de la administración de la UAS, no ha impedido que se advierta la descarada carga de simulación de su gestión. “Somos grandes somos UAS” reza uno de los eslóganes chabacanos de este rector narcisista, quien ha contado con el intermitente y a veces inexplicable apoyo de la federación y del gobierno local.
Una oposición interna disminuida y socavada por la represión del rector, ha logrado sacar a flote las acciones ilegales e intimidatorias que ya señalan que Cuén trascenderá como el rector que canceló la crítica en la UAS.
Por la manera corrupta y autoritaria como está controlando el proceso sucesorio, se dice que este rector de la UAS llegó con modos corruptos y se irá con modos peores.
Por ende, el recambio en la UAS no es cosa menor, ya que de ello depende el futuro de esta institución a corto plazo, y más cuando se avizora un horizonte limitado en materia presupuestal para las universidades públicas.
La hora del IPN
Dejará su cargo a fin de años uno de los verdaderos líderes de la educación superior pública del país. En su momento, el nombramiento de José Enrique Villa Rivera como Director General del Instituto Politécnico Nacional fue una señal bien vista a buenas luces. Se trataba de un hombre cercano y conocedor a la realidad guinda y blanca de esa institución, luego de haber ocupado varios cargos en ese centro educativo.
Con una preparación sólida, amplios conocimientos administrativos, académicos, de vinculación con los sectores productivos, de servicios, educativo y social, el sinaloense arribó a la dirección del IPN con la consigna de mantener el liderazgo del Politécnico en la educación tecnológica al ofrecer resultados en materia de investigación científica y tecnológica, al acreditar la calidad de sus programas académicos y al concretar soluciones a los grandes problemas nacionales.
Y tres años más tarde, producto de los logros obtenidos en materia de cobertura, calidad académica, profesionalización del profesorado, investigación, difusión de la cultura, vinculación y otras áreas, el Presidente de la República lo ratificó en el cargo para un periodo más, el cual concluye el 11 de diciembre.
Tocó a Villa Rivera el festejo de los 70 años de la fundación del IPN y fue una fecha oportuna para dar cuenta del posicionamiento que ha logrado el instituto en los últimos años.
No obstante, como el mismo Villa Rivera lo reconoció en su momento, “paradójicamente pareciera que, cuando más se materializa este avance, se identifica con mayor claridad lo que falta por hacer, los obstáculos por vencer, y los desafíos por superar”.
Y ahí ahora el reto para quien lo sustituya: darle continuidad a una labor que logró, basado en cifras y estadísticas sólidas, resultados concretos.
Con una preparación sólida, amplios conocimientos administrativos, académicos, de vinculación con los sectores productivos, de servicios, educativo y social, el sinaloense arribó a la dirección del IPN con la consigna de mantener el liderazgo del Politécnico en la educación tecnológica al ofrecer resultados en materia de investigación científica y tecnológica, al acreditar la calidad de sus programas académicos y al concretar soluciones a los grandes problemas nacionales.
Y tres años más tarde, producto de los logros obtenidos en materia de cobertura, calidad académica, profesionalización del profesorado, investigación, difusión de la cultura, vinculación y otras áreas, el Presidente de la República lo ratificó en el cargo para un periodo más, el cual concluye el 11 de diciembre.
Tocó a Villa Rivera el festejo de los 70 años de la fundación del IPN y fue una fecha oportuna para dar cuenta del posicionamiento que ha logrado el instituto en los últimos años.
No obstante, como el mismo Villa Rivera lo reconoció en su momento, “paradójicamente pareciera que, cuando más se materializa este avance, se identifica con mayor claridad lo que falta por hacer, los obstáculos por vencer, y los desafíos por superar”.
Y ahí ahora el reto para quien lo sustituya: darle continuidad a una labor que logró, basado en cifras y estadísticas sólidas, resultados concretos.
La responsabilidad desde 2004
Con la responsabilidad de encabezar una de las instituciones más grandes del país, José Antonio González Treviño, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), se mantuvo en el cargo desde 2004.
González Treviño se comprometió desde un inicio con un arquetipo de universidad socialmente pertinente, indiscutiblemente competitiva y realmente justa por su cobertura, equidad y calidad.
Y en esa línea, el rector de la UANL se mantuvo firme en la idea de que la universidad deberá ser reconocida por los resultados de un proceso de evaluación externa permanente y por presentar cuentas claras de su manejo adecuado y transparente a la sociedad a la que se debe y a quien sirve, rubros, ambos, de los que fue impulsor denodado.
González Treviño entregará una universidad que ha cumplido recientemente sus 85 años de vida y con una vitalidad que está inscrita en los estándares de calidad que no pueden discutirse por ningún motivo y en un proceso de internacionalización en el que ha transitado la UANL de manera considerable.
Por lo pronto, como parte de sus últimas acciones al frente de la UANL, el rector de la institución plantea continuar con sus planes de crecimiento en infraestructura y nuevas carreras, así como el ejercicio de 3 mil 800 millones de pesos, tanto del gobierno estatal y federal, todo en la línea propuesta en el proyecto de trabajo de la universidad.
González Treviño se comprometió desde un inicio con un arquetipo de universidad socialmente pertinente, indiscutiblemente competitiva y realmente justa por su cobertura, equidad y calidad.
Y en esa línea, el rector de la UANL se mantuvo firme en la idea de que la universidad deberá ser reconocida por los resultados de un proceso de evaluación externa permanente y por presentar cuentas claras de su manejo adecuado y transparente a la sociedad a la que se debe y a quien sirve, rubros, ambos, de los que fue impulsor denodado.
González Treviño entregará una universidad que ha cumplido recientemente sus 85 años de vida y con una vitalidad que está inscrita en los estándares de calidad que no pueden discutirse por ningún motivo y en un proceso de internacionalización en el que ha transitado la UANL de manera considerable.
Por lo pronto, como parte de sus últimas acciones al frente de la UANL, el rector de la institución plantea continuar con sus planes de crecimiento en infraestructura y nuevas carreras, así como el ejercicio de 3 mil 800 millones de pesos, tanto del gobierno estatal y federal, todo en la línea propuesta en el proyecto de trabajo de la universidad.
La ANUIES también elegirá
Rafael López Castañares, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), será otro de los personajes centrales en este 2009.
El ex rector de la UAEM aspira a un periodo más al frente del organismo y, de lograrlo, se compromete a mantener el diálogo y la interlocución que tanto ha beneficiado a las universidades en temas como el gasto y las políticas de educación superior.
Ahí estará su desafió, en mantener la unidad entre las instituciones, y más en un año que luce complicado y nada terso para los quehaceres y proyectos de las universidades. Nada fácil, como tampoco lo fue la encomienda con la cual arribó a la secretaría general: fortalecer las negociaciones de la institución con los tres poderes de la Unión; mantener la autonomía ante la política partidista y de gobierno, y elaborar una propuesta en materia de educación superior, ciencia y tecnología, que la asociación presentará a los candidatos presidenciales de 2006.
En todos los rubros, luego de cuatro años, están los documentos y los resultados que avalan que López Castañares sacó adelante la nave y ahora, con la mira en un segundo mandato, los retos serán otros y los cuales, desde ahora pasan por la defensa de la educación pública ante los vaivenes políticos y el nada fácil entorno de 2012.
El ex rector de la UAEM aspira a un periodo más al frente del organismo y, de lograrlo, se compromete a mantener el diálogo y la interlocución que tanto ha beneficiado a las universidades en temas como el gasto y las políticas de educación superior.
Ahí estará su desafió, en mantener la unidad entre las instituciones, y más en un año que luce complicado y nada terso para los quehaceres y proyectos de las universidades. Nada fácil, como tampoco lo fue la encomienda con la cual arribó a la secretaría general: fortalecer las negociaciones de la institución con los tres poderes de la Unión; mantener la autonomía ante la política partidista y de gobierno, y elaborar una propuesta en materia de educación superior, ciencia y tecnología, que la asociación presentará a los candidatos presidenciales de 2006.
En todos los rubros, luego de cuatro años, están los documentos y los resultados que avalan que López Castañares sacó adelante la nave y ahora, con la mira en un segundo mandato, los retos serán otros y los cuales, desde ahora pasan por la defensa de la educación pública ante los vaivenes políticos y el nada fácil entorno de 2012.
La UNAM confirma liderazgo
La UNAM camina con paso seguro y firme. Será protagonista su rector aunque no lo desee. Lo que haga José Narro Robles es seguido con atención y respeto. O sea, es inevitable que los ojos de la sociedad mexicana se dirijan también este año en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la figura del rector de esa casa de estudios.
Será este 2009, seguramente, un año para seguir en trabajando intramuros. Para grandes acciones internas y de sentido común pero de profundo sentido académico, como todas las transformaciones que se hicieron en el 2008 en la infraestructura del bachillerato de la UNAM.
Es un hecho que se mantendrá un ritmo académico marcado por el crecimiento, la atención a los problemas añejos y a los proyectos institucionales de una comunidad que, en efecto, tiene una confianza enorme en el rector.
Narro Robles sabe muy bien que encabeza a la institución de educación superior más importante del país. Por eso su perspectiva de corto, mediano y largo plazo no tiene equívocos: está puesta en la construcción de un proyecto de largo aliento para el desarrollo nacional y para beneficio de la comunidad universitaria.
Además, el ex director de la Facultad de Medicina deberá estar preparado para actuar, si así lo exigen los tiempos, a cualquier intento de reajuste presupuestal que pueda sacudir directamente a la educación superior pública, dada su condición de líder de las instituciones públicas del país.
Será este 2009, seguramente, un año para seguir en trabajando intramuros. Para grandes acciones internas y de sentido común pero de profundo sentido académico, como todas las transformaciones que se hicieron en el 2008 en la infraestructura del bachillerato de la UNAM.
Es un hecho que se mantendrá un ritmo académico marcado por el crecimiento, la atención a los problemas añejos y a los proyectos institucionales de una comunidad que, en efecto, tiene una confianza enorme en el rector.
Narro Robles sabe muy bien que encabeza a la institución de educación superior más importante del país. Por eso su perspectiva de corto, mediano y largo plazo no tiene equívocos: está puesta en la construcción de un proyecto de largo aliento para el desarrollo nacional y para beneficio de la comunidad universitaria.
Además, el ex director de la Facultad de Medicina deberá estar preparado para actuar, si así lo exigen los tiempos, a cualquier intento de reajuste presupuestal que pueda sacudir directamente a la educación superior pública, dada su condición de líder de las instituciones públicas del país.
La SEP, pieza clave
Este año para la Secretaría de Educación Pública no será sencillo. Se abre una serie de disyuntivas y frentes en los cuales la dependencia tendrá que tejer fino, preciso y conveniente para sacar adelante todos los proyectos que en todos los niveles, no sólo en la enseñanza superior, se avecinan.
En principio, Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación, secundada por los subsecretarios de Educación Superior, Rodolfo Tuirán; y de Educación Media Superior, Miguel Székely, tendrán que sumar fuerzas para consolidar reformas de gran envergadura como la del bachillerato obligatorio, el saneamiento de las finanzas universitarias, el sistema nacional de evaluación, entre otros temas.
Aunado a ello, deberán ser ellos la primera línea de golpeo al momento de discutir y defender el presupuesto educativo, el cual pende de alfileres ante las variaciones impuestas por la situación económica que prevalece desde hace unos meses.
El diseño de alternativas adecuadas que frenen y detengan, en la medida de lo posible, los efectos negativos de la crisis en la educación superior serán responsabilidad en gran parte de estos funcionarios y a los cuales las universidades deben acercarse para trabajar de manera conjunta.
En principio, Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación, secundada por los subsecretarios de Educación Superior, Rodolfo Tuirán; y de Educación Media Superior, Miguel Székely, tendrán que sumar fuerzas para consolidar reformas de gran envergadura como la del bachillerato obligatorio, el saneamiento de las finanzas universitarias, el sistema nacional de evaluación, entre otros temas.
Aunado a ello, deberán ser ellos la primera línea de golpeo al momento de discutir y defender el presupuesto educativo, el cual pende de alfileres ante las variaciones impuestas por la situación económica que prevalece desde hace unos meses.
El diseño de alternativas adecuadas que frenen y detengan, en la medida de lo posible, los efectos negativos de la crisis en la educación superior serán responsabilidad en gran parte de estos funcionarios y a los cuales las universidades deben acercarse para trabajar de manera conjunta.
La ciencia y la investigación
Finalmente, y no por ello menos importante, Juan Carlos Romero Hicks, Director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), será otro de los hombres a seguir. La estrategia que siga este organismo de cara a las complicaciones financieras será de suma importancia para los científicos e investigadores del país.
A finales de 2008 se dio el anuncio de un recorte a las becas para cursar posgrados en el extranjero, pero hace unos días el Instituto Federal Electoral anunció la entrega de recursos extraordinarios, producto de las multas a partidos políticos, al Conacyt.
De cómo se administren y se asignen esos recursos depende en mucho el futuro de la ciencia, la tecnología y la investigación en el país y en eso tendrá mucho que ver Romero Hicks.
Y de cómo se comporte el organismo estarán atentas las universidades e instituciones de educación superior del país. Ahí se genera gran parte de la investigación hecha en el país y ahí es donde deben estar las prioridades en ciencia y tecnología.
A finales de 2008 se dio el anuncio de un recorte a las becas para cursar posgrados en el extranjero, pero hace unos días el Instituto Federal Electoral anunció la entrega de recursos extraordinarios, producto de las multas a partidos políticos, al Conacyt.
De cómo se administren y se asignen esos recursos depende en mucho el futuro de la ciencia, la tecnología y la investigación en el país y en eso tendrá mucho que ver Romero Hicks.
Y de cómo se comporte el organismo estarán atentas las universidades e instituciones de educación superior del país. Ahí se genera gran parte de la investigación hecha en el país y ahí es donde deben estar las prioridades en ciencia y tecnología.
Tomado de: http://www.campusmilenio.com.mx/
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