sábado, 29 de marzo de 2008

Luego de 30 años

Ayer me encontré a una amiga que desde hace 30 años no la veia. Un gusto enorme pudimos compartir, por el solo hecho de seguir ambos habitando este planeta llamado tierra. Pronto tendremos un tiempo para hacer un repaso de nuestras biografías. No cabe duda, los amigos son un hermoso tesoro que tenemos que acumular y acrecentar a lo largo de nuestra existencia. Gracias María Elena, por haberme dado la oportunidad de volver a ver tu inocente sonrisa.

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