martes, 30 de junio de 2009

Calderón contra el abismo ateo

Jesús Silva-Herzog Márquez

A la mitad del camino sigue sin estar clara la estrategia del gobierno federal en su guerra contra el narcotráfico. Resulta también evidente que la administración no se ha tomado en serio la reforma institucional y que el nuevo modelo de enjuciamiento penal carece de promotores dentro del gobierno. Lo que se clarifica es la filosofía presidencial: la moral detrás de la guerra. En distintas piezas oratorias, Felipe Calderón ha expuesto las razones de su cruzada. Son ofensivas y preocupantes.
A principios de este año, el jefe de un Estado laico describió al país que representa como la tierra de una virgen y un santo. En aquella ocasión, el presidente mexicano abrazó integralmente la cosmovisión más conservadora y dogmática de la iglesia católica para sermonear a un país que, al desviarse de la senda natural, pagaba un castigo terrible. La familia tradicional fue retratada por el presidente como la única semilla posible de la moral. Su quiebra provocaba una estela de desgracias. Elogiándose como miembro de una familia ejemplar, declaró que la práctica del divorcio esparcía la deshonestidad y la violencia. Los infieles que rompen el pacto indisoluble destrozan la decencia, la armonía y la justicia. El presidente Calderón exhibió entonces una desconocida y peligrosa secta del crimen organizado: los narcodivorciados.
Ahora Felipe Calderón continúa su disertación moral sobre el crimen. Ha sugerido que el ateísmo está en la raíz de la delincuencia. El origen de nuestros males está en la pérdida de la fe, en lo que él llama “el desconocimiento de dios.”
En el día internacional contra las drogas, el presidente se adelantó a dictaminar las causas de la muerte de un cantante. Antes de que las autoridades y los peritos se pronunciaran sobre las causas que provocaron la muerte de Michael Jackson, el presidente lo condenó como suicida. Terrible castigo eterno estará recibiendo el vicioso. A juicio del presidente mexicano, Michael Jackson se suicidó porque consumía drogas. El veredicto presidencial fue veloz. Para el reproche moral basta el dictamen del prejuicio. Nuestro piadoso presidente se adelantó para decir que el muerto buscó su muerte por lo que, supongo, la merece.
El sermón presidencial prosiguió: las drogas proliferan porque el mundo ha perdido la fe. Si la juventud creyera, no caería. La juventud está siendo carcomida desde dentro. No solamente la corroe la falta de oportunidades, sino la falta de sentido. Más allá de los aprietos económicos, la incredulidad. Estas fueron las palabras de Felipe Calderón: “Una juventud que por sus condiciones sociales, familiares, educativas, por falta de oportunidades, tienen pocos asideros trascendentes que tienen poco que creer, que no creen en la familia, que no tuvieron; que no creen en la economía o en la escuela, que no creen en Dios porque no lo conocen.” Nótense los acentos del presidente. Creer, creer, creer, creer. La creencia como basamento de la moral; la incredulidad como fermento del crimen; la ausencia de fe como fuente del mal. Sigue el presidente: “Esta falta de asideros trascendentales hace, precisamente, un caldo de cultivo para quienes usan y abusan ese vacío espiritual y existencial de nuestro tiempo.”
En el discurso del presidente de mi país me descubro en la raíz del crimen. No me había percatado de que mi incapacidad para creer en el personaje omnipotente, ese creador de mares, volcanes, batracios y constelaciones; ese supremo definidor de vicios y virtudes que tiene la llave de la salvación y la condena eterna me convertía en enemigo de la moral y de la justicia. No sabía que mi ateísmo me convertía en cómplice de sicarios. No me había dado cuenta que mi escepticismo fuera tan pernicioso. Lo confieso: no me dicen nada las nubes de la trascendencia y, a diferencia del presidente Calderón, no tengo el gusto de “conocer” a dios. Me doy cuenta de que, a ojos del presidente de mi país no soy, simplemente, un ateo: soy un charco para la germinación del vicio. Si la guerra de Calderón contra el crimen organizado va—como debería--a la raíz del problema, entiendo que debe de ir contra mí, contra lo que mi “falta de asidero trascendental” significa para la juventud.
Eso es lo que sucede cuando se pierde la balsa común de la laicidad. La prédica sectaria agrede a quien no comparte el dogma. El presidente de mi país me ha declarado la guerra.

Políticos nulos

Arturo Barba
Milenio/30 de junio de 2009

A la hora de emitir el voto el próximo 5 de julio vale la pena tomar en cuenta los resultados de dos reportes presentados la semana pasada por el Foro Económico Mundial (FEM): el de Competitividad de México y el de Tecnologías de la Información 2008–2009.
En ellos se muestra que México ha retrocedido a pasos agigantados en diversos indicadores que tienen que ver con la competitividad de una nación, ubicándolo en el lugar 60 de entre 134 países, cuando en el año 2000 ocupaba el sitio 32.
En menos de una década, se retrocedieron 28 puestos ¡todo un récord que nunca antes había registrado el FEM!
Pero los gobiernos mexicanos (en todos los niveles y de todos los partidos) han demostrado que se puede ser aún peor: en cuanto a eficiencia del mercado laboral estamos en el lugar 110; en eficiencia de las instituciones, en el 97; en educación superior, en el 74; en innovación, en el 90; en salud y educación básica, en el 65; en desarrollo tecnológico, en el 71; y en tecnologías de la información, en el 67.
En vez de avanzar vamos retrocediendo hasta quedar por atrás de países más pobres como Perú, Barbados, Chile, Trinidad y Tobago y Colombia, entre muchos otros.
En los aspectos más importantes para el bienestar y el crecimiento de nuestra nación, como la educación, la ciencia, la tecnología, e innovación, se acumulan los rezagos, defectos y, por lo tanto, los desafíos son aún mayores.
Pero los políticos mexicanos no están a la altura ni tienen la preparación para enfrentarlos y, en realidad, dudo que ni siquiera les interese. Durante la campaña electoral ninguno de los que buscan ser diputados, alcaldes o gobernadores, se comprometió a enfrentar estos retos ni presentó estrategias políticas para mejorar esos indicadores.
Lo único que les interesa son sus beneficios personales, los de su partido o de los poderes fácticos que representan. Sólo hubo estridencias, distribución de favores y compra de votos.
El desempeño de la clase política ha sido claramente reprobado por el Foro Económico Mundial y por indicadores de otros organismos internacionales como la OCDE o la UNESCO. Esa clase que en cada proceso electoral gasta enormes recursos económicos y que cada año recorta los presupuestos a la ciencia, la cultura y las universidades.
Por ello, el próximo domingo en vez de optar por el “menos peor” prefiero anular mi voto. En estos temas sí han demostrado ser todos iguales: políticos nulos.
Aunque dicen: hay peores.
http://www.sapiensideas.com/
abanav@gmail.com

Manual para votar

León Krauze
Milenio/30 de junio de 2009

La democracia no es cosa fácil. Tratar de elegir al candidato o al partido que nos represente resulta, y más en un país como el nuestro, una labor titánica. A diferencia de lo que ocurre en otras —aunque no muchas— democracias, dudo que sean muchos los votantes en México que hoy puedan exponer las banderas políticas que enarbolará el candidato o el partido por el que planean votar. Me temo que son aún menos los que podrían aclarar lo que significa ser, digamos, panista o perredista. Aun así, la dificultad de nuestro proceso democrático no exime al votante. Al contrario: lo obliga a votar. A continuación, un simple manual para votar de manera informada el 5 de julio.
1. Elija sus prioridades e investigue. El primer paso para un ciudadano activo políticamente hablando es priorizar. Puede ser que usted, lector, sea un pequeño o mediano empresario y le importen antes que nada los incentivos que, en tiempos de crisis, le ofrezca el gobierno. O es posible que su preocupación sea la educación. Quizá incluso sus preocupaciones sean estrictamente sociales, como la defensa del aborto. Lo que más me preocupa a mí, por ejemplo, es la reelección municipal legislativa, la disminución del número de legisladores y la reconsideración seria de una reforma fiscal. Los tres asuntos me parecen indispensables si México pretende seguir creciendo como democracia y, mas importante todavía, como actor competente en la atribulada economía mundial. Después de elegir sus prioridades, tiene usted la obligación de investigar qué partido comparte sus preocupaciones y pretende plantear soluciones una vez en el poder. ¿Dónde averiguarlo? Primero, ármese de paciencia. Después, recurra a la oficina de campaña de su candidato, si puede, consulte la plataforma del partido en internet o a sitios como Lupa Ciudadana o Central Electoral. Le aseguro que encontrará coincidencias y divergencias con su propia manera de pensar. Encontrará, en suma, una opción.
2. Asuma que votar por un partido es, también, avalar una manera de gobernar y pensar. El votante informado no sólo vota por propuestas específicas; también lo hace sabiendo que los partidos defienden causas que trascienden la coyuntura. Así, quien elige al PAN avala, en gran medida, una visión de conservadurismo social. Tengo muchos amigos que comprenden que a México le hacen falta reformas estructurales como las que ha propuesto el gobierno calderonista pero que jamás podrían, tras un examen de conciencia, votar por un partido ligado a una agenda social conservadora. Conozco a otros que simpatizan con la izquierda pero que nunca votarán de nuevo por un partido que contiene una fracción rijosa que considera la toma de tribunas como un arma legítima. Algunos más creen que el PRI ha sabido, en efecto, gobernar en años recientes pero jamás avalarían a un partido que no ha sido autocrítico con su deuda histórica. En muchos casos, el contraste entre las propuestas que nos gustan y la ideología que nos disgusta puede resultar en un trago amargo. Pero no hay de otra: en la democracia, sólo los fanáticos concuerdan en todo con los partidos.
3. Escoja y vote. Vaya a la casilla y, con todas las armas en la mano, elija a un candidato. Hágalo convencido e, incluso, entusiasmado. Recuerde que este acto, que valía para nada en México hasta hace menos de 15 años, hoy es sagrado.
4. Prepárese para exigir. Una vez que salga de la casilla, haga una lista de las razones por las que escogió a quien escogió. Anote los compromisos de campaña del partido y el candidato. Recuerde por qué le convencieron y cuáles son los resultados que, como votante, pretende obtener una vez que su nuevo legislador comience a recibir el sueldo que usted le paga. Si algo no le gusta, moléstelo: llámele a la oficina, escríbale a su correo, ármele un comité vecinal. Vuélvase lo que todo ciudadano debe ser: el fiscal constante del político al que emplea.

23 razones para anular

Denise Dresser
Revista Proceso

Porque:

1. Los votos convencionales construirán gobiernos estatales, ayuntamientos, Congresos locales, Jefaturas Delegacionales, Asamblea Legislativa y una Cámara de Diputados que no tendrán el menor incentivo para rendir cuentas.

2. Los votos nulos cuentan como mecanismo de protesta, sobre todo si se levanta una encuesta de salida –como ha sugerido Federico Reyes Heroles– en la cual se puedan enlistar los motivos de la insatisfacción.

3. Los sufragios cuentan desde hace muy poco, en efecto, pero esa no es razón suficiente para argumentar que el sistema electoral no puede ser mejorado usando la anulación como forma de presión. Sin duda, es mejor que los votos cuenten, porque en el pasado no era así, pero sería mejor aún que lograran producir una representación real que actualmente no existe y que la anulación busca impulsar.

4. Existen diferentes opciones, pero las diferencias ideológicas entre los partidos –a la hora de gobernar– suelen sucumbir ante la presión de los poderes fácticos, como ocurrió con la Ley Televisa, la ley de “acciones colectivas”, la iniciativa para aumentar las multas que puede cobrar la Comisión Federal de Competencia, la reforma energética que dejó sin tocar al sindicato de Pemex y tantas más.

5. Es una falacia que los partidos se diferencien notablemente a la hora de llegar al poder, sobre todo cuando la priización –el clientelismo, el corporativismo y la impunidad– afecta a todos.

6. Resulta una elaboración intelectual insostenible argumentar que la democracia electoral mexicana merece ser defendida sin las modificaciones sustanciales que aseguren la representación y la rendición de cuentas.

7. La derivación política de esa construcción intelectual recuerda a los discursos priistas en defensa de la “democracia a la mexicana”, que se reducía a la simple rotación de élites dentro del PRI. Ahora otros partidos participan en la rotación y el mecanismo se ha vuelto más competitivo, pero la falta de representación real, fundacional, persiste debido a la inexistencia de la reelección.

8. La anulación cuenta como un instrumento válido para sacudir, presionar, exigir, y empujar a la profundización democrática que los partidos tanto resisten.

9. La anulación y el voto independiente son formas de participación que se diferencian de la abstención.

10. La anulación se alimenta del humor público ante la persistencia de una democracia mal armada que funciona muy bien para sus partidos, pero que funciona muy mal para sus ciudadanos.

11. El voto nulo tendrá tantas vertientes y pulsiones como el voto “normal”; habrá quienes anularán su voto para exigir las candidaturas ciudadanas y quienes votarán por el PRI en busca de “agua y paz”, la promesa difusa de Fausto Zapata en el Distrito Federal.

12. El voto nulo expresará –en efecto– hartazgo, desencanto y malestar: el primer paso para diagnosticar lo que le falta a la democracia mexicana e impulsar los cambios indispensables.

13. El movimiento nacional en favor del voto nulo sin duda necesita articular una plataforma mínima de demandas consensuadas, que traduzcan el agravio en propuesta. Pero el agravio existe y es legítimo; basta con ver la última encuesta del periódico Reforma, en la cual el 79% de los encuestados cree que los partidos actúan siguiendo sus propios intereses. Sólo el 12% piensa que vigilan los intereses de los ciudadanos que representan.

14. Los padres y las madres del voto nulo sin duda tienen en común eso: malestar. Ese malestar que es componente fundamental de la democracia participativa, en la cual los ciudadanos se organizan para componer algo que no funciona o exigir derechos que han sido negados. Subestimar ese malestar es no entender la realidad del país.

15. Votar construye la punta del iceberg civilizatorio, pero anular el voto también lo hace. Constituye un acto de deliberación tan válido como el voto tradicional, y representa una forma de participación política pacífica, ciudadana, que bien encauzada puede contribuir a ampliar las libertades conquistadas durante las últimas décadas.

16. El mundo de la representación real aún no se logra en un país que no ata a los legisladores a las demandas y preocupaciones de los ciudadanos. Es cierto, hay más pluralidad política, pero eso no es suficiente. Y no queda claro que los ciudadanos puedan mejorar la democracia mexicana tan sólo votando, ya que las demandas pendientes son ignoradas por los partidos una vez que llegan al poder.

17. El voto ha sido un instrumento inmejorable para ampliar el ejercicio de las libertades. Pero no es el único instrumento. La política no puede ni debe depender exclusivamente de la votación por o la participación en un partido, aunque Felipe Calderón y otros crean que es así. Las democracias funcionales se nutren de muchas fuentes de participación que buscan precisamente obligar a los partidos a hacer suyas demandas que de otra manera ignorarían.

18. Y sí, los que llaman a anular el voto tendrán que organizarse más allá del 5 de julio, pero eso no significa que deberán hacerlo en un partido. Quienes sugieren eso demuestran una visión demasiado estrecha sobre el funcionamiento de la democracia.

19. El voto nulo tiene el tufo del desprecio, no a la política como actividad en sí, ya que el movimiento está haciendo política al convocar y organizar como lo hace. Lo que el voto nulo critica es la forma prevaleciente de hacer política partidista en México hoy.

20. El voto nulo no implica un acto de abandono de la plaza; de hecho, busca ocuparla en nombre de una ciudadanía a la cual se le han negado derechos que forman parte de las democracias exitosas del mundo; derechos como la capacidad de sancionar a un diputado y removerlo del poder; como las candidaturas ciudadanas, el plebiscito, el referéndum, y la revocación del mandato, entre otros.

21. Los preocupados por la vida política del país están obligados a generar diagnósticos y propuestas de reformas, fórmulas de organización, agendas que graviten sobre la toma de decisiones, mecanismos de rendición de cuentas. El problema es que los primeros en asumir esa responsabilidad deberían ser los partidos, pero no lo hacen. No tienen el menor incentivo para modificar la situación política actual. Y, precisamente por ello, el voto nulo está intentando crear una trama civil que eleve la presencia de las organizaciones y las propuestas que emergen de la sociedad.

22. Los propios partidos han incorporado a sus listas a ciudadanos no afiliados a ellos, pero eso no basta para modificar el andamiaje institucional, ni para permitir las candidaturas ciudadanas independientes que podrían airear al sistema.

23. Porque, como escribe Milan Kundera, “todo lo que es puede no ser”. Y ojalá lleguemos al momento en que lo que es deje de ser. Espero que un día nos encontremos con partidos obligados a representar ciudadanos, elecciones que sirvan para algo más que rotar élites o familiares, un Congreso plural que no se doblegue ante los poderes fácticos en cada negociación legislativa, una división de poderes real, y súmele usted…

Ahora bien, si usted quiere tachar la boleta en favor de un candidato en vez de anular su voto o de votar por “Esperanza Marchita”, hágalo. Está en su derecho. Piense, sin embargo, en que probablemente jamás volverá a ver al diputado por el cual votó porque –en este sistema democrático trunco y parcial– usted no le importa. Él o ella dirá que lo representa cuando en realidad no podrá hacerlo.

Deporte y alimentación

Ana Gabriela Guevara
Crónica de Hoy/30 de junio de 2009

Cuidar la alimentación, abandonar malos hábitos y disponer de tiempo libre para uno mismo son algunos de los propósitos que nos planteamos al comienzo de cada año, lamentablemente a mediados de éste, nos damos cuenta de que no lo hemos conseguido.

Una forma de lograr estos propósitos es haciendo ejercicio. Ya que no sólo nos ayuda a tener condición física, a garantizar un buen tono muscular y al mantenimiento de los huesos, sino que además es una excelente forma de prevenir enfermedades, y si al hábito del ejercicio le sumamos una alimentación sana y equilibrada, los resultados son todavía más benéficos: en el peso, en la tensión arterial, en el nivel de colesterol y niveles de azúcar en la sangre. Así mismo, la combinación de deporte y una dieta saludable nos ayuda a lograr esa sensación de bienestar y a eliminar la tensión y el estrés.

Para lograrlo, te recomiendo especialmente deportes que permiten aumentar progresivamente la intensidad y ejercitar grandes grupos de músculos durante al menos una hora como caminar, nadar, correr, hacer aerobics, andar en bicicleta, etc., el hecho de que en ejercicios de este tipo se quemen reservas de grasa a modo de combustible explica lo ventajoso que su práctica habitual resulta para la salud.

Pero cuando realizamos una actividad física, hemos de aumentar el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono (cereales: arroz, maíz, galletas, pan, pastas papas, legumbres, frutas, etc.), ya que de agotarse las reservas, se produce un estado de fatiga y desfallecimiento que reduce al mínimo la intensidad del ejercicio e, incluso, te obliga a parar. Por otro lado, también hemos de mantener una hidratación adecuada, ya que si estamos deshidratados nuestro rendimiento físico disminuye significativamente. Si el ejercicio que vas a hacer dura menos de una hora, no es necesario beber líquido, pero si el esfuerzo se prolonga por más tiempo, te aconsejo tomar por lo menos un litro de agua durante el tiempo que dure este.

“Somos lo que comemos”. Esta frase tiene una relevancia especial en los deportistas, ya que su composición corporal, determinada en gran medida por su alimentación y entrenamiento, es definitiva a la hora de realizar su actividad de forma satisfactoria. La cantidad de proteínas, grasas y azúcares de reserva corporal se puede amoldar con el entrenamiento integral.

No importa el deporte que practiques, en todos los deportes, la alimentación juega un papel muy importante para poder conseguir tus metas. Es importante conocer el rol de la alimentación y la nutrición; mientras que alimentarse es una función cerebral compleja que integra aspectos físicos, psicológicos, culturales y sociales, la nutrición es el conjunto de procesos que se dan en el organismo para gestionar los nutrientes (vitaminas, proteínas, minerales, etc.) que obtenemos a través de los alimentos.

Lo que debes recordar, es que la alimentación marca la diferencia entre diferentes individuos en una misma prueba. Si mantienes un equilibrio nutricional puedes optimizar tu entrenamiento y así obtener una mejor actuación en tu próxima competencia, en la cual te deseo éxito y un triunfo que refleje el esfuerzo de tu entrenamiento y el resultado de tu alimentación.

Mi voto por el PRD

Ricardo Raphael
El Universal/29 de junio de 2009

El próximo domingo voy a acudir a las urnas. El enfado que traigo con la política de mi país no me lleva tan lejos como para dudarlo. Tengo asumido que, a diferencia de otros tiempos, hoy mi voluntad influye en la conformación de los poderes públicos.
No peco, sin embargo, de ingenuidad. Sé que mi voto no obrará en dirección precisa de mis preferencias, ni dará por resultado una configuración tan plural y democrática como quisieran mis convicciones. Con todo, iré a sufragar.
Una vez tomada esa decisión, se abre frente a mí la abismal pregunta. Como ocurre con la gran mayoría de los mexicanos, no me satisface ninguna de las opciones. De ahí que por un momento me haya dejado atraer por la propuesta de anular mi voto.
Estoy convencido de que es un acto tan democrático como elegir entre partidos. No obstante, recientemente han germinado en mí cuatro argumentos que me alejaron del círculo anulista:
1. Es una sobresimplificación afirmar que todos los partidos en México son iguales. Basta un poco de rigor analítico para concluir que, durante la legislatura que está a punto de terminar, las fuerzas representadas en la Cámara Baja se comportaron de manera desigual.
De los procesos de negociación para la reforma electoral, la fiscal o la energética surge la evidencia para valorar que las posiciones de salida y las preocupaciones de cada partido no fueron nunca las mismas. Llegaron a conclusiones comunes, pero tal cosa sucedió después de haber atravesado controversias que por momentos parecieron insalvables.
2. Advierten los anulistas que todos los partidos están sometidos a las mismas fuerzas impuestas al Estado mexicano por los poderes fácticos. Si bien es cierto que nuestros representantes populares son fácilmente manipulables por actores vinculados, por ejemplo, a la industria de las telecomunicaciones, a los grandes agentes corporativos y sindicales y, en general, a las energías oligopólicas y concentradoras de nuestra economía, también lo es que tales intereses no se expresan de manera idéntica dentro de las varias fuerzas políticas.
La gran mayoría de los poderes fácticos se encuentran vinculados con el Partido Acción Nacional y con el Partido Revolucionario Institucional. El Partido de la Revolución Democrática tiene otros defectos y vicios pero no juegan en él ni los intereses de las televisoras, ni los relacionados con Carlos Slim, ni los de Elba Esther Gordillo, o los del sindicato de Pemex.
Puede decirse, en contraste, que el PRD está capturado por tribus detestables y autoritarias, por Bejarano y su parentela, por clientelas urbanas viles y corruptas. No obstante, la razón y la inteligencia merecen comparaciones sensatas. La distancia entre las huestes que alimentan al PRD y los poderes reales que nutren a los otros dos partidos se parece a la existente entre nuestro planeta y los aros de Saturno. Las primeras son eso, tribus. Los segundos son verdaderos imperios.
3. Quienes encabezan la propuesta del voto nulo tienen en mejor estima a la clase política mexicana que yo. Están convencidos de que un margen alto de anulistas (10%) llevará a que los representantes populares tomen finalmente conciencia de su descrédito y se decidan, después de los comicios, a reformar el sistema de representación. Desde mi punto de vista, ni 10%, 20% o 30% de los votos nulos lograrían mover a nuestros políticos del Olimpo donde ellos mismos se han colocado.
4. El último y más definitivo de los argumentos para no anular mi voto me lo ofreció esta semana el senador Manlio Fabio Beltrones en un artículo suyo publicado por el periódico Reforma. Ahí propuso este líder senatorial una iniciativa para disminuir en 100 escaños la representación proporcional de la Cámara de Diputados.
Se trata de una propuesta que ya antes hubiera defendido el PAN. Ambos partidos se han dado cita para cerrar la representación política en el país con el objeto de edificar, fatalmente, un sistema bipartidista. Sin representación proporcional, tanto PRD como el resto de los partidos menores desaparecerían vertiginosamente.
Son muchas las razones por las que el PRD no se merecería recibir mi voto en estos comicios: el desaseo institucional interno, la deslealtad democrática de AMLO, la pésima estrategia de campaña, la corrupción y el clientelismo, la falta de transparencia y la opacidad.
Sin embargo, no estoy dispuesto a contribuir con mi sufragio a una mayor concentración del poder alrededor de dos grandes coaliciones conservadoras, y sus muy cuestionables aliados. Prefiero ver a la izquierda electoral haciendo contrapeso, que participar en su desaparición anulando mi sufragio. Por esta razón, el próximo 5 de julio emitiré mi voto para diputados federales a favor del PRD.
Analista político

Las enseñanzas de la influenza

Rosaura Ruiz y Ricardo Noguera
El Universal/29 de junio de 2009

Según el imaginario de nuestras autoridades el brote de influenza AH1N1 (mezcla de influenza aviar, porcina y humana) se esperaba surgiera en otras latitudes, por lo que “nos había tomado desprevenidos”, pero que aún así se había dado una manejo eficaz del problema. Detrás del mito siempre hay relictos de incomprensión de los fenómenos naturales. La epidemia de influenza en nuestro país ha dado muestra de ello y ha dejado al descubierto toda una serie de carencias.
En primer lugar, la influenza puso en evidencia la falta de una cultura científica, expresada en la suposición de que el brote pandémico del virus surgiría en una región lejana del país. Ignorancia científica, porque el aumento en la letalidad de los virus ocurre por mutaciones o recombinaciones de su material genético y esos procesos evolutivos han ocurrido y pueden ocurrir en cualquier región del planeta y quizá en los momentos más inesperados, por lo que cualquier nación tiene la obligación de estar preparada.
En segundo lugar, se evidenció la ineficiencia de los sistemas de salud nacional y locales, que si en verdad funcionaran como un sistema tendrían mayor coordinación y comunicación entre las instancias que los constituyen y también con las instituciones de investigación del país. Esa coordinación no se dio. Los datos para México indican que fue el país con el índice más alto de mortalidad de infectados, pero aún no se explican las causas.
En tercer lugar, dejó entrever el miedo colectivo generado por el mal manejo de la información, que fluyó de actores con una deficiente cultura científica a receptores en su mayoría carentes de ella.
Por otro lado, la influenza dejó en evidencia el atraso de nuestro país y la magnitud de nuestra dependencia con el extranjero en cuestiones de ciencia y tecnología, en particular en lo que se refiere a la producción de medicamentos y vacunas, así como en la capacidad de identificación del tipo de virus que estaba provocando la epidemia (por cierto, con un poco de coordinación y de apoyo a los grupos especializados, hoy ya es posible en México identificarlos, se tiene la preparación y la tecnología para hacerlo en poco tiempo).
Esta vez fue como un ensayo, tuvimos suerte, pero tenemos que estar preparados para la siguiente, es posible que como ha ocurrido en la historia de las epidemias de influenza (en especial la terrible de 1918) el virus pueda retornar con igual o mayor letalidad. No olvidemos que en la temporada de invierno se presentan casos de influenza provocados por diversos virus, los llamados estacionales, que acompañados de una variante de AH1N1 u otro, podrían generar nuevamente una epidemia. Necesitamos tener dosis suficientes de antivirales (hay que apoyar a quienes los están produciendo en México como es el caso del Instituto de Biotecnología de la UNAM, además de adquirir los que hagan falta) y lo mismo con las vacunas. No podemos darnos el lujo de equivocarnos, pues se trata de vidas humanas.
Una de las fallas más grandes que exhibió la epidemia fue la poca importancia que el gobierno le da a la ciencia. Se puede incluso hablar de un menosprecio a la investigación científica, tecnológica y por supuesto a la humanística, claramente visible en los escasos recursos que se le asignan (0.33% del PIB), aún cuando tenemos como país el compromiso de asignar como mínimo 1% del PIB.
En un ejercicio de autocrítica debemos reconocer las deficiencias que tenemos y aprender las lecciones que estos eventos dejan. Tenemos la oportunidad de prepararnos para cualquier epidemia, pues hemos aprendido la importancia de la difusión y enseñanza de conocimientos científicos, éticos y médicos y en consecuencia tenemos la obligación de sentar las bases para desarrollar una sólida cultura científica que vaya desde los niños, y en general a los ciudadanos, hasta las clases dirigentes.
Hemos re-aprendido comportamientos básicos de cuidados a la salud que se habían perdido en la cotidianidad, hábitos tan sencillos como lavarse las manos con frecuencia y comer alimentos preparados con normas de higiene. Hemos aprendido que los gastos en investigación científica y desarrollo tecnológico no son lujos, sino una necesidad que nos permite resolver problemas prioritarios; hemos aprendido también que depender de la ciencia y la tecnología del extranjero cuesta mucho más caro que destinar recursos a nuestras universidades y demás centros de investigación; que necesitamos un sistema eficiente de salud pública con entidades que trabajen coordinadamente entre sí y con los centros de investigación del país, que no deje la vida de un ser humano en manos de la suerte y la casualidad.
Ante la falta de una preparación adecuada para enfrentar la epidemia, las medidas extremas que se tomaron fueron correctas, pero no dejemos que el atraso regule la historia de nuestras vidas y el desarrollo del país. El costo en vidas, pérdida de empleos y recursos económicos no debe repetirse.

Usos y costumbres de la bola

Guillermo Sheridan
El Universal/30 de junio de 2009

La exhibición de musculatura del Movimiento Antorcha Campesina, propiedad privada del señor Aquiles Córdova, que pagó 4 millones de pesos para llenar el Estadio Azteca con 120 mil afiliados, incluyendo a varios gobernadores a quienes les exigió ser “cabrones”, obliga a pensar en la bola.
En estos días aciagos, la bola (afectuoso apodo que damos en México a la grasa que mueve el engranaje social) es una acogedora alternativa para hospedar inconcientes colectivos en favor de conciencias individuales. No hay líder que valga que no exhiba bola ante lo que —no sin lástima— llamaremos “autoridad competente”, con el objeto de fastidiar a un rival, conseguir un favorcito, apresurar un negocito o por equis causa (que es la causa más frecuente).
En todo caso, y sea con el propósito humanista que sea, acudir ante autoridad competente tiene que hacerse en bola. Desde los líderes de los partidos que exigen una investigación hasta las últimas consecuencias hasta el de la Unión Recreacional Anfibia “Hijos de Padierna”, que demanda el monopolio de venta de devedé pornopirata en las trajineras de Xochimilco, se sobreentiende que sin bola su causa no es ni meritoria ni digna de atención.
La autoridad competente cuenta con un aparato que calcula la cantidad de bola aglomerada ante su puerta o en céntrica avenida. El aparato indica la cantidad de presión que contiene dicha bola y por tanto la urgencia o no de ponerse a sus apreciables órdenes.
Una vez expedido el certificado de licitud de bola, se toman decisiones: a bola descomunal, trámite ipso facto favorable; a bola mediana, trámite lento y de dudoso resultado; a bolita, se le da oportunidad que regrese mañana, corregida y aumentada.
La bola sirve para propiciar la ley o, por lo menos, acelerar su arbitrariedad. La autoridad competente privilegiará a la bola sobre los particulares sin bola. Un ciudadano tiene derechos, pero si además es bola, su derecho incluye el de saltarse los derechos de los sin bola. La idea es que toda acción en bola trae incluida una legalidad instantánea, justificación moral anexa, intocabilidad e impunidad vitalicia (mientras sea bola). Por principio, una bola no puede estar equivocada. Una república instantánea compuesta por un variable número de dictadores al servicio de un Líder Supremo, todos con un fuero extraordinario otorgado por una ley, no escrita, en 1968.
El instinto de lo multitudinario, proporcional a la inseguridad individual, se potencia exponencialmente en movimientos, sindicatos, uniones, colectivos, gremios, partidos, fracciones, sectas.
En México nunca hubo “temor a ser tocado”, como calculó Canetti, sino, acaso, temor a no serlo lo suficiente.
De ahí engorda el Líder, pues la bola precisa de una cara que la defina, que le aporte un lema, una causa de fácil digestión y, desde luego, seguridad, agua y drenaje. El Líder, por su parte, será recompensado de muchas maneras: un jacuzzi y un tigre de bengala privado. Pero, sobre todo, como dijo Benjamin Disraeli famosamente, tendrá a un pueblo al cual seguir pues, qué, ¿acaso no es su líder?

Por la anulación

Alberto Aziz Nassif
El Universal/30 de junio de 2009

El próximo domingo es la cita electoral. Cuando se aprobó la reforma electoral en 2007, el cambio constitucional abrió un nuevo espacio en el escenario político del país: después de la conflictiva sucesión presidencial de 2006, los partidos modificaron la relación entre el dinero y la política. Sin embargo, muy pronto empezamos a ver a los políticos en nuevos arreglos con las televisoras. También se esfumaron las expectativas de que el Congreso cumpliera con su obligación de hacer una nueva ley de radio y televisión, dado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación había declarado inconstitucional, en su sus núcleos centrales, a la ley aprobada en 2006. De igual forma, el modelo de la reforma continuó con millones de spots que no posibilitaron el debate.
Las promesas de una reforma del Estado se esfumaron pronto, porque sólo se hicieron cambios en materia electoral; lo demás quedó pendiente para mejores tiempos: el federalismo, el bienestar social, la justicia, la relación entre poderes, etcétera.
El recuerdo de las últimas elecciones intermedias, en 2003, nos remite a unos comicios con un alto nivel de abstencionismo (seis de cada 10 no fueron a votar) y con un costo económico gigantesco (esas elecciones intermedias fueron más costosas que las presidenciales del 2000). De 2003 recordamos un enorme gasto público en spots, propuestas vacías y escasa participación ciudadana. ¿Qué ha cambiado seis años después?
En estos años tuvimos: la experiencia de una severa polarización en 2006; la reforma electoral, con un nuevo modelo de medios, que no ha dejado de ser quebrantado por los actores; el poder de las televisoras cada vez más denso; el IFE convertido en un árbitro hiperactivo. Pero quizá uno de los puntos más relevantes en esta comparación sea la repetición de una spotización de la política y la ausencia de debates sobre las agendas legislativas. Eso no ha cambiado.
La diferencia respecto a 2003 es que antes las campañas se hacían mediante la compra de espacios en los medios y ahora se hacen en los tiempos del Estado; antes se compraba hasta donde alcanzaran los recursos públicos y privados, con dinero limpio o con dinero sucio, y ahora se tienen los tiempos oficiales y los tiempos arreglados, los spots abiertos y los spots encubiertos, “infomerciales” o esquemas de “publicidad integrada”, o hasta la trampa de publicitar a partidos en revistas del corazón; entrevistas y reportajes de los políticos consentidos de las televisoras, por ser sus apuestas políticas y sus clientes. Ahora tenemos casos como el de Peña Nieto en el estado de México, una figura que ha construido su imagen a partir de su presencia en la televisión. Así como el Partido Verde, que defiende a los tucanes y pide la pena de muerte para los humanos. Pero lo más grave de este partido es que en esta ocasión ha sido colonizado por las televisoras y, por ejemplo, a través de esas siglas, Televisa tendrá una bancada en el Congreso de la Unión, como lo reporta el análisis que se ha hecho de sus listas de candidatos plurinominales (Proceso número 1704).
En 2003 hubo un elevado abstencionismo, y ahora en 2009 todas las encuestas reportan que se volverá a repetir el fenómeno, incluso de forma agravada. Algo no están haciendo bien en los partidos políticos que no logran convocar a más ciudadanos a las urnas. Pero lo que no tuvimos en 2003 fue el movimiento por la anulación del voto; esa es la novedad de estos comicios. Sin este movimiento del voto en blanco esta elección hubiera sido un proceso completamente vacío, sin contenidos, plagado de spots y propaganda sucia. Habrá que reconocerle al movimiento del voto nulo que logró establecer un debate amplio sobre la baja calidad de nuestra democracia. Incluso si ya no se logra mayor cosa después del 5 de julio, o si no se expresa de forma importante esta anulación en las urnas, la discusión nutrió una campaña sin contenidos y llena de inercias.
Pero vayamos más lejos. También habrá que reconocerle a este movimiento que logró actualizar una agenda de cambios necesarios en las instituciones. El voto nulo llamó la atención de la clase política, a pesar de que ha sido fuertemente descalificado. Una de las principales críticas que se le hacen es que integra agendas revueltas e incluso contradictorias, pero lo mismo sucede en el espacio de los que van a ir a votar por algún partido: las agendas son contradictorias. De cualquier forma, después del 5 de julio será difícil para el Congreso, pero no imposible, dar la espalda a demandas como la reelección, la rendición de cuentas de los partidos, la disminución del financiamiento público de los partidos, las reglas de gobernabilidad para construir mayorías, una nueva ley de radio y televisión, y otras más.
¿Por quién votar? El PAN se colgó de una cuestionada política de seguridad de Calderón; el PRI que sigue con hábitos y olores del pasado; el PRD está desfigurado por su ruptura interna y los partidos chicos son siglas y negocios. Por todo lo anterior, considero que hoy la mejor estrategia para expresar mi descontento y demandar las reformas que necesita nuestra vulnerada democracia es el voto en blanco. Por eso anularé mi voto el próximo 5 de julio.
Investigador del CIESAS

Enfrentan normalistas pobreza y “guerra de baja intensidad”

Laura Poy Solano
La Jornada/29 de junio de 2009

Normalistas rurales denunciaron que en las zonas de mayor marginación y pobreza del país cada vez hay menos maestros, no sólo por la falta de personal capacitado, sino por las condiciones de violencia e inseguridad que padecen, pues “caciques, narcotraficantes y explotadores de bosques y tierras son los primeros en ponernos en la mira”.
En la sierra o las regiones de montaña, agregaron, “son muy pocos los profesores que llegan, y menos todavía los que deciden quedarse y no ir de comunidad en comunidad porque las condiciones son muy difíciles”.
Alumnos de las normales de Ayotzinapa, Guerrero; Amilcingo, Morelos, y Saucillo, Chihuahua; afiliadas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) –que agrupa a las 15 escuelas rurales del país– afirmaron que enfrentan una “guerra de baja intensidad”.
En las poblaciones, indicaron, el maestro normalista “no sólo enseña a leer y escribir; también orienta y organiza a la comunidad, y ante una creciente abandono de los derechos del campesino, esta tarea es cada vez más peligrosa”.
Sumidas en el abandono económico y el deterioro de infraestructura, las normales que subsisten en Campeche, Chihuahua, Durango, Aguascalientes, Guerrero, Jalisco, estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas enfrentan un acelerado proceso de reducción en su matrícula, con lo que “en los hechos se elimina el derecho de los más pobres a recibir educación, pues en las comunidades hay adolescentes de 14 años que no saben leer ni escribir”, afirman.
Por ello, anunciaron que ante la negativa de las autoridades federales y estatales a atender sus demandas para garantizar mejores condiciones en los internados, aulas y espacios deportivos de las normales rurales del país, y frenar el avance de la privatización de la educación pública, la FECSM “no va a quedarse cruzada de brazos ni vamos a permitir que desaparezcan las escuelas rurales, a pesar de todo el empuje que le quieren dar a la Alianza por la Calidad de la Educación, y sus Planes Estatales de Fortalecimiento a la Educación Normal”.
En las normales rurales, afirmaron, “sabemos que estamos en la mira del Ejército y los cuerpos represores en los estados, pero eso no ha impedido que nos movilicemos, y si no se cumplen los acuerdos pactados, como el caso de la normal de Mactumactzá, Chiapas, donde desde hace tres años el gobierno estatal nos prometió la reapertura del internado, vamos por nuevas acciones de protesta”.
Los estudiantes aseguraron que las condiciones de deterioro y abandono no se limitan a las normales, sino también ocurren en planteles multigrado y comunitarios, donde “acuden la mayoría de niños que viven en condiciones de pobreza y en zonas muy alejadas”.
En las prácticas profesionales, indicaron, “llegamos a comunidades donde ni siquiera hay escuela ni aula de carrizos, y a veces hasta nos toca dar clase en pleno rayo del sol, lo que hace injustificable que la Secretaría de Educación Pública afirme que no se necesitan ni más escuelas ni maestros rurales, porque ya no hay niños”.

Crean en Aguascalientes sistema público de enseñanza de “elite”

Karina Avilés
La Jornada/29 de junio de 2009

Aguascalientes. 28 de junio. Concebido como un proyecto de “elite” o de “estudiantes de alto rendimiento”, el gobierno panista local creó cinco escuelas públicas, a las que asisten 2 mil niños, quienes además de cursar el sistema oficial toman clases de chino, futbol o aprenden el arte del toreo. En contraste, los casi 247 mil niños restantes del estado (99.1 por ciento) carecen de acceso a la educación de “excelencia”.
La autoridad estatal invirtió 30 millones de pesos en dichos planteles, lo que contrasta con los 500 mil pesos que en promedio destina por escuela el gobierno federal para rehabilitar los espacios escolares, o los 150 mil pesos que cuestan en promedio las escuelas rurales a las que acuden los niños más pobres del país.
Para la investigadora Guadalupe Ruiz, del Departamento de Educación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, lo ideal sería que todas las escuelas públicas contaran con las condiciones óptimas tanto de infraestructura como de calidad, como se pretende en estos espacios escolares.
Sin embargo, añade, “desde cierta perspectiva, este modelo no es equitativo porque no se brindan a todos los alumnos condiciones equiparables”, y se vuelve “elitista” al no tomar en cuenta que la calidad también debe integrar la equidad.
De un total de mil 429 planteles públicos de enseñanza básica en la entidad, el proyecto, denominado Escuelas de especialidad, consta de cinco centros: la Escuela secundaria de las artes y el toreo (EAT); la primaria y secundaria de futbol; la primaria de idiomas –cuyo enfoque es el chino–, y la de atletismo y basquetbol.
Todas ellas se enmarcan en el programa del gobierno federal Escuelas de tiempo completo y, según el director del sector del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), José Manuel Trujillo, si elitismo es “considerar a alumnos de alto rendimiento”, entonces es un programa de elite, pero no en relación con las clases sociales, pues la escuela de atletismo atiende a población de escasos recursos.
En el mismo sentido, el director general del IEA, Óscar Ponce, asegura que los alumnos tienen las mismas oportunidades y no se consideran condiciones económicas.
La selección
Para entrar aquí, cuenta el maestro Jorge Delgado, también se toman en cuenta las características físicas: “tienen que ser delgados”, y otro rasgo distintivo es que sean “serios y con ganas de superarse”. Dice que no hay examen de admisión y que el ingreso responde, además, a que “fue una decisión de los padres de familia”.
Pero sobre todo, el perfil que se busca es que los estudiantes tengan afición por el toreo o por las bellas artes. Así que en el ciclo escolar que está por terminar, 20 alumnos fueron los afortunados. De ellos, seis son mujeres y 14 hombres, entre ellos José Juan, apodado Gitanillo; Jennifer García, Jenny, y José María Pastor, éste último, hijo del director de la EAT, el ex matador César Pastor.
En lo que forma parte del Complejo Ferrocarrilero Tres Centurias se ubica la Escuela de la Artes y de Danza –edificadas en naves del que fue uno de los centros de operaciones ferroviarias más importantes del país–; ahí, los alumnos cuentan con amplios espacios al aire libre, salones con duela donde toman clases de danza y expresión dramática vinculada con la tauromaquia, y salas de cómputo de primer nivel.
Mientras concluyen los trabajos de remodelación de una de las naves contiguas de la EAT, con inversión de unos 8 millones de pesos, los estudiantes toman clases en la Escuela de Danza.
La EAT ya rindió sus primeros matadores en ciernes: Juan Antonio Camacho, de 14 años, mejor conocido en los ruedos como El Callao, recientemente se llevó la tarde en la Monumental de Zacatecas.
Apenas se abrieron las puertas de toriles, el novillo salió enfurecido hacia El Callao, quien ya lo esperaba a mitad de plaza con las rodillas sobre la arena y el capote en las dos manos. El animal de 350 kilos embistió la manta roja una vez y otra, lo que hizo levantarse de su asiento y aplaudir al respetable. Con la muleta, se mostró firme con los derechazos y con arte en los desplantes. Al final: el indulto de aquel Platerillo de Torrecillas.
Pero no todo han sido éxitos. Hace como dos meses, recuerda El Callao, lo embistió un novillo. El director de la EAT, César Pastor, explica que los alumnos sólo salen a torear bajo la responsabilidad de los padres.
En este sentido, enfatiza que el objetivo de la escuela no es hacer toreros, sino fomentar la “semilla cultural” de una de las tradiciones más arraigadas en la entidad.
Los alumnos estudian la currícula normal y, además, se les enseña pintura, escultura, música, danza, expresión dramática y literaria, así como historia y técnica del toreo. Por ello, indica, es el único modelo mundial donde por primera vez se funde la educación integral de un sistema público con las artes de la tauromaquia.
La idea surgió, según José Manuel Trujillo, no sólo por la trayectoria de la fiesta brava sino porque se detectó que había niños aficionados.
Los futuros hablantes
Otra de las novedades de estas escuelas de especialidad es la primaria Pedro García Rojas, donde se enseña el idioma más hablado del mundo. Aquí los beneficiados de este ciclo escolar fueron 40 niños y la pretensión es extender el programa a cuatro grupos para el año escolar que comienza en agosto próximo.
Bajo la idea del gobierno local de que hay que prepararse para atender de manera “eficiente los mercados”, por lo cual se han establecido alianzas para atraer capital chino, se han impulsado acuerdos en el tema educativo.
Para poner en marcha la escuela con especialidad en idiomas, de los 439 maestros de inglés en el estado, sólo se capacitó a 12 para que pudieran transmitir a sus alumnos palabras y estructuras de esta lengua.
Los alumnos cuentan ahora con materiales en chino y un sofware para computadora que, por medio de dibujos, les muestra la escritura logográfica y la pronunciación. Durante las clases, el objetivo es enseñar de inglés a chino y evitar el español. Los menores cantan una canción en el idioma –después confesarían que la aprendieron recientemente para demostrar que sí saben–, pero Jonathan Uriel señala que sólo sabe decir “hola” y “adiós”.
Directo al Milán
En estas instalaciones con cancha de futbol de pasto sintético, vestidores, regaderas, laboratorios de cómputo, personal especializado en deporte, doctores y nutriólogos, quienes revisan el buen desempeño de los alumnos, y donde se ofrece un menú especial a los estudiantes, Juan de Dios Aldair Flores, el número 3 del equipo, se mira en 10 años en el equipo del Milán.
No habla por hablar. El italiano Luca Tony, considerado uno de los mejores delanteros del mundo, le dijo que “jugaba muy padre, que tenía mucha potencia con el balón y mucha técnica”. El año pasado, Juan de Dios viajó a Italia para participar en un campamento en el que convivió con los jugadores del Milán y participó en un torneo.
La directora de la Escuela de Futbol, María Antonieta Morales Shaadi, dice que sus alumnos son tan buenos que ya no los quieren en los torneos porque ganan todos, mientras que el director general del Instituto del Deporte, Alfredo Morales Shaadi –hermano de la primera–, considera que éste es un proyecto que debería reproducirse en el país.
Sin embargo, la investigadora Guadalupe Ruiz indica que el modelo de este conjunto de escuelas es difícil que trascienda porque, con el escaso presupuesto del que dispone la escuela pública mexicana, “es bastante utópico pensar que un esquema así se pueda extender, lo cual no quita que sería lo deseable”.

Nulidad conformista

John M. Ackerman
La Jornada/29 de junio de 2009

Nadie sabe para quién trabaja. Los anulistas” de izquierda que buscan un cambio de raíz en la injusticia, corrupción y desigualdad del país verán que después del 5 de julio sus votos serán utilizados, en el mejor de los casos, para apoyar la realización de cambios institucionales superficiales o, en el peor escenario, para fortalecer agendas profundamente contrarias al interés público.
Si lo que se busca es sacudir el sistema político y obligar a los representantes populares a tomar en cuenta propuestas verdaderamente ciudadanas y progresistas, la mejor acción sería votar en contra de los dos partidos que han controlado el gobierno federal desde hace casi un siglo: el PRI y el PAN. También habría que decir “no” a los partidos patrimonialistas, como el Partido Verde, el Partido Social Demócrata y el Partido Nueva Alianza, que más parecen negocios familiares que “entidades de interés público”.
El Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y Convergencia evidentemente quedan muy lejos de la pureza, pero no por ello dejan de ser importantes vehículos con los que la ciudadanía cuenta para impulsar una transformación estructural del país.
Los líderes, organizaciones y propuestas del emergente movimiento del voto nulo no inspiran mayor confianza que los dirigentes y propuestas de los partidos políticos. Indiscutiblemente, ni Jesús Ortega, Andrés Manuel López Obrador ni Dante Delgado son unos santos. Ninguno de los tres nació ayer en política y todos están rodeados de numerosas figuras de dudosa trayectoria. Pero los intelectuales y las organizaciones que encabezan el movimiento por la anulación del voto tampoco son puros y, hay que decirlo, también tienen muchos amigos incómodos.
Las propuestas que han surgido del movimiento anulista no son particularmente innovadoras: relección legislativa, candidaturas independientes, reducción del tamaño de la Cámara de Diputados, disminución del financiamiento público para los partidos políticos, etcétera. Ninguna de estas propuestas contiene las semillas de una transformación radical en la forma de hacer política, y algunas incluso podrían implicar graves retrocesos.
Se dice, por ejemplo, que la relección legislativa fortalecería la rendición de cuentas de los legisladores porque tendrían que someterse al juicio ciudadano al final de sus mandatos. Sin embargo, la experiencia con la relección en Estados Unidos demuestra que este mecanismo más bien fortalece la influencia de los poderes fácticos sobre los legisladores, quienes los necesitan para financiar sus interminables campañas políticas.
La relección también abona a la creación de una clase política aún menos mutable que la nuestra, ya que permite la repetición ad infinitum de políticos profesionales en el mismo cargo.
La apertura a las candidaturas independientes tampoco garantizaría el acceso al poder de ciudadanos realmente autónomos. El desenlace más probable sería que solamente aquellos “ciudadanos” que contaran con grandes cantidades de dinero tendrían la posibilidad de ganar puestos de elección popular. Se abriría así la puerta a la elección de aún más diputados y senadores patrocinados por las principales televisoras y los poderes fácticos del país.
También existe la clara posibilidad de la cooptación del movimiento anulista por posiciones profundamente conservadoras. Ya Alejandro Martí y Jaime Sánchez Susarrey han anunciado sus intenciones de aprovechar el descontento ciudadano expresado en la anulación del voto para impulsar la derogación de la prohibición de la compra de propaganda electoral en la radio y la televisión. Por mucho que Denise Dresser, Sergio Aguayo y José Antonio Crespo se esfuercen por imprimir un sello progresista a los votos nulos, no hay duda de que las grandes televisoras presentarán estos votos como la expresión de un rotundo respaldo ciudadano a su causa.
En principio, existen importantes semejanzas entre el discurso de algunos anulistas y los posicionamientos de López Obrador. Ambos movimientos rechazan la clase política del país y exigen mayor rendición de cuentas de los gobernantes. Ambos esfuerzos buscan revindicar la voz de la sociedad y reincorporar los excluidos al sistema político.
La gran diferencia es que López Obrador habla en lenguaje claro ante plazas públicas llenas de los ciudadanos más marginados del país, mientras los anulistas se comunican por medio de blogs y publican columnas en diarios de circulación nacional. No hay, desde luego, ningún problema con la existencia de un movimiento “clasemediero” urbano apoyado por periodistas e intelectuales. Al contrario, habría que celebrar su existencia y esperar que rinda frutos positivos.
Sin embargo, un movimiento con tan poco arraigo social no tiene posibilidades de provocar la profunda transformación política que dice perseguir y que necesita el país. Si se busca enviar una clara señal de rechazo a la actual conducción política del país, lo mejor que se puede hacer es votar por alguno de los partidos de izquierda. De lo contrario, pronto podríamos encontrarnos con un bipartidismo conformista y una gran masa de ciudadanos anulados e incapaces de promover cambios políticos y sociales de fondo.
http://www.johnackerman.blogspot.com/

El regreso de Dios

Hermann Bellinghausen
La Jornada/29 de junio de 2009

Qué pronto nos hemos acostumbrado los mexicanos a que el presidente de la República pronuncie el nombre de Dios en vano. Digo en vano, porque resulta inútil cada vez que lo hace. ¿Qué no era ilegal, además? Como predicador al menos, nadie lo toma en serio, ni siquiera sus creyentes”, que los tiene, sobre todo en el PAN.
La expedita conclusión forense presidencial de que por su vida disipada a Michael Jackson lo castigó Diosito, debería preocuparnos. Su aparente ingenuidad lo muestra irresponsable. Pero más grave es la naturalidad y normalidad con que Dios (y no cualquiera, el católico, poderosísimo, en términos materiales, y extraterritorial, como ninguno) aparece en las alocuciones y acciones de los nuevos funcionarios nacionales y estatales.
La verdad, yo sí extraño a Benito Juárez. Con él las cosas quedaron claras y así se mantuvieron sus buenos 130 años. No es nostalgia del PRI. Como si no fueran nuestras la guerra contra Francia y la Revolución de 1910, donde Dios poco tuvo que ver. ¿Y cuánto falta para que el precandidato “favorito” del tricolor se nos case por la iglesia en el canal de las Estrellas?
Dios sólo protagonizó aquí una guerra moderna, la Cristera, la más tonta que hemos tenido. La única que los neogobiernos consideran propia, y en vez de héroes gestionan santos. Vicente Fox trataba al Papa de Roma como compadre, iba a misa como a una conferencia de prensa, quería casarse en Catedral con su novia de campaña y soltaba el “Dios mediante” a la menor provocación. El retroceso ya estaba ahí, aunque sonara a chiste. No tanto: la jerarquía católica, con sus Onésimos y sus Norbertos, se había metido “en la política”, o sea, en todo lo que no es de su incumbencia.
En su hipertrofia de poder, el presidente Carlos Salinas de Gortari reconoció al Vaticano como Estado, creyéndose muy “moderno”. Y retrocedimos un siglo. México fue vanguardia mundial en ese aspecto de la salud mental pública y el buen gobierno: la separación Estado-Iglesia. Lo seguiría siendo, si las leyes no hubieran involucionado. La circunstancia laica beneficiaba la educación, los servicios médicos, las finanzas públicas, la reforma agraria. La aplicación de justicia, por abusiva y represora que fuera, no llegaba disparando bendiciones y agua bendita.
El problema no consiste en ser ateo o no. Cada quien lo suyo (la libertad de cultos del ateo Juárez), sino en usar la “fe” como pretexto ético, retórica política y legislación suprahumana. Que es lo que hacen Felipe Calderón, su esposa, sus familiares y correligionarios, quienes, por cierto, resultan ser “el gobierno”. En nombre de Dios podrían criminalizar cualquier conducta individual (eso fue la Inquisición), en negación del pensamiento racional y la justicia escencial. Ganas no les faltan.
Pero basta ver el mundo. Los millares de muertes que han causado las religiones en años recientes. (Habrá quien diga que eso pasa siempre). La combinación Estado-religión es funesta. Ahí tenemos Irán e Israel como ejemplo. Una nación tan “creyente” como Estados Unidos nos acaba de recetar ocho años de terror bajo la prédica de George W. Bush y sus acólitos, cuando literalmente incendiaron países enteros en nombre de su Dios (el que asoma su ojo en los billetes de dólar). Y esas llamas no se han extinguido.
Acá estábamos mejor sin el indebido matrimonio entre el gobierno y la religión. A este empeoramiento cívico se debe agregar la hipocresía de los discursos “creyentes” de los funcionarios. Si el pecado está en meterse droga, ellos no cantan mal las rancheras, que no se hagan. Ya lo ubicaron en el sexo “fuera del matrimonio” bajo sus diversas manifestaciones adúlteras, homosexuales o paganas. En el aborto de las mujeres dueñas de sí mismas, y en las violadas, para acabarla de fregar. De allí, sin mucho trámite, el pecado aflorará, según ellos, en las protestas y resistencias sociales, por lo demás en justificado aumento.
Siempre hemos sido pecadores los mexicanos, eso que ni qué. Y muchos, ateos gracias a Dios, como decía Salvador Novo. Eso no representaba un problema con la policía o los Poderes de la Unión. Dios nos coja confesados, su regreso al gobierno no augura nada bueno para nuestras libertades.

Andrómeda está más cerca

José Blanco
La Jornada/30 de junio de 2009

Debo reconocer que en su reciente visita a México Ángel Gurría puso sobre la mesa del secretario de Educación una aserción del tamaño de una catedral: el desarrollo comienza en el aula”, dijo.
Las cotas que se están alcanzando en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), hoy metas de varias naciones, nos quedan a años luz. No hay palabras exageradas para describir nuestro atraso educativo. El espacio entre lo que está alcanzándose en algunos países, especialmente en la educación superior, y lo que tenemos en México, se amplía sin pausa.
Somos como un escarabajo que dificultosamente alza pata por pata para avanzar, mientras vemos cómo desaparece frente a nuestros ojos un guepardo que, debido a que sus garras no son retráctiles, es el felino más veloz que existe.
Tengo entre mis testigos al presidente Calderón, a quien el Foro Económico Mundial acaba de presentarle, la semana pasada, The Mexico competitiveness. Report 2009. Pero, después de conocer el estremecedor drama que los argumentos y lo datos duros del reporte configuran, nada ocurrirá. Peor aún, lo que tenemos a la vista son las descomunales tijeras de Carstens.
La competitividad depende de diversos factores, pero en el caso de México el reporte se ha centrado en su zona, por la que pasó un tsunami y dejó un destrozo inenarrable: la educación.
Son conocidos, refiere el reporte, algunos de los datos educativos exiguos de México: sus problemas de cobertura: sus bajas tasas de matrícula escolar, el hecho de que de cada 100 alumnos que ingresan a la escuela primaria, 68 completan la educación básica obligatoria (la secundaria), sólo 35 terminan el bachillerato, y únicamente 8.5 por ciento de la población mayor de 18 años alcanzó una licenciatura (2003).
En la década 1997-2006, México aumentó en 11.3 por ciento la población de 25-64 años que alcanzó educación superior. Polonia lo hizo en 75 por ciento, Corea y Austria en más de 66 por ciento, Portugal en más de 62…
¿Qué hizo México con sus adultos jóvenes? En la misma década la población de 25-34 años con educación superior aumentó 11 por ciento (menos que en los adultos mayores). En Polonia creció 172.2 por ciento; en Italia, 92; en Turquía, 76; en Portugal 74; en Corea 71 por ciento… ¿Por qué hacemos esto? Mala pregunta. No es un propósito; simplemente no planeamos nada nacional, y luego nos enteramos de algo que ocurrió que nadie se propuso.
El asunto es mucho más grave: la investigación económica más reciente ha demostrado que el desempeño más efectivo en el desarrollo proviene de las habilidades cognitivas reales de la sociedad, algo distinto de su nivel de escolaridad. Se trata de la calidad de la educación.
Pero, espere, la investigación ha ido más a fondo: no es nada más la calidad media lo importante, lo es más todavía el segmento de más alto nivel de esa calidad. Es claro: en la sociedad del conocimiento es en ese segmento en el que se genera la innovación. La innovación amplia, permanente, en todos los frentes posibles, es la piedra de toque profunda del desarrollo.
El reporte se sirve de la prueba PISA como indicador. El enfoque de PISA está hecho para el mundo de hoy. No pregunta qué es lo que sabe de matemáticas un joven que está terminando su educación obligatoria. Explora qué es lo que un joven de 15 años hace frente a un problema que PISA le presenta, para el cual debe usar las herramientas de la matemática. Es decir, explora si este joven sabe pensar. Cuando nos asomamos al terreno mexicano desde esta exploración, nos hallamos azorados frente a lo que dejó el tsunami: un tiradero maloliente, que rima bien con SNTE, en la educación básica en primer lugar.
PISA normaliza sus “calificaciones” asignando 500 puntos al promedio de “calificación” obtenido por los jóvenes de los países miembros de la OCDE. El reporte es adecuadamente exigente para el mundo de hoy, y ya no se detiene en la miseria de que el promedio mexicano es de 405 puntos, muy por debajo del promedio de la OCDE, y mucho más abajo aún de los 540 puntos del promedio de Corea.
Se ha centrado en lo que el reporte llama advanced international benchmarks (las cotas de referencia internacionales avanzadas), referidas en este caso a quienes tienen las mayores habilidades cognitivas de pensamiento: enfrentar un problema dado, examinarlo, buscar y hallar la forma óptima de solucionarlo: saber pensar. Se le ha asignado a esta capacidad un mínimo de 625 puntos. En Corea, 18.2 por ciento de sus alumnos de 15 años superan esa marca, y un número notable de ellos supera los 900 puntos. En Estados Unidos, 6.5 por ciento la alcanzan, y en México 0.29 por ciento, 62 veces inferior a Corea. Nuestra capacidad potencial de innovación, puede decirse, es nula.
Tenemos tres problemas en orden progresivo de dificultad: 1) el más sencillo, alcanzar la cobertura media actual de educación superior de la OCDE; estamos a la mitad del camino, nos llevará décadas. 2) Mucho más difícil: la calidad; los indicadores PISA son demoledores; cæteris paribus, nos llevará aún más tiempo. 3) Alcanzar una masa crítica mínima, dotada con las cotas de referencia más avanzadas…, está más allá de Andrómeda.

El Dios de Calderón

Pedro Miguel
La Jornada/30 de junio de 2009

Por deducción obligada, Felipe Calderón tiene un Altísimo que le informa, antes de que se conozcan los resultados de la autopsia respectiva, la causa precisa de la muerte de Michael Jackson. Ese Dios no considera pecado que su siervo gobernante formule, desde su investidura, juicios inoportunos y de mal gusto sobre el cantante difunto. Es mucho más severo, en cambio, con quienes no creen en Él: éstos fallecen por sobredosis o, cuando menos, se ven condenados a sobrellevar una existencia lastrada por las adicciones. Primer corolario: los ateos son drogadictos por necesidad.
Posiblemente el Dios de Calderón ame el saqueo nacional, la legislación de letra chiquita, la tortura, las desapariciones forzosas y los baños de sangre en nombre de la cruzada contra las drogas; tolere funcionarios omisos a los que les importa un bledo el destino de la gente en tiempos de crisis, el nivel de los educandos del sistema de enseñanza pública, la falta de medicamentos e insumos de curación en los hospitales del Estado, la corrupción flagrante en sus narices, la privatización de todo lo imaginable, la utilización de los programas sociales y de los procedimientos judiciales para conseguir votos azules, que es el color del Cielo.
Es probable que Elba Esther Gordillo, Mario Marín, Ulises Ruiz, Joaquín Gamboa Pascoe y Carlos Romero Deschamps sean gratos a los ojos de ese Altísimo, quien tendría además, entre sus elegidos, a una corte de favoritos poseedores de la facultad de hacerse millonarios mediante contratos y concesiones de Pemex (aunque se arruine la paraestatal), de guarderías (aunque se incendien y se mueran los niños), de frecuencias radiales y televisivas (aunque subviertan a las instituciones), de suministros variados, de cárceles, de lo que ellos gusten.
Bienaventurados los caciques, los logreros y los incondicionales, porque de ellos será el reino de los negocios.
Cabe suponer que el Dios de Calderón ama los lujos que facilita el poder, es tolerante ante las trampas legaloides, perdona a quienes ofenden al pueblo con la exhibición de bienes suntuarios y el ocultamiento de subejercicios presupuestales; que su Señor voltea la mirada ante la mentira (un par de Credos le bastarán para disculpar el “tesorito de aguas profundas”) y ve con buenos ojos la injuria, el lodo, la descalificación y el fraude, siempre y cuando estas prácticas arrojen resultados electorales apreciables, es decir, de 0.56 por ciento en adelante.
Todo indica que el Dios de Calderón detesta el verbo, pero adora la maniobra palaciega; que protege a los policías y soldados violadores y es implacable con los activistas sociales; que se enfurece ante el aborto, pero le es grata la miseria infantil que quita los pecados del mundo; que odia las artes, pero le encanta la televisión comercial; que desprecia las leyes humanas, pero exige alabanzas al estado de derecho.
La insensibilidad, la arrogancia, la codicia, la mendacidad, la mediocridad, el autoritarismo, la prevaricación y la intolerancia: he aquí toda una propuesta de virtudes teologales para el Siglo XXI o, cuando menos, para el bicentenario. Urge una reforma constitucional –que los asesores dictaminen rápido la vía más conveniente: un periodo extraordinario o un concilio– para formalizarla y asegurar su cumplimiento obligatorio. Ah, y no se les olvide amarrar con los opositores sumisos una adición al Código Penal para aplicar el delito de herejía a esos que critiquen a Nuestro Señor o que, para referirse a Él, usen términos como electorero, corto de miras, entreguista, tramposo, intolerante, soberbio, menor, o la expresión “del todo prescindible”.
navegaciones@yahoo.com

Se busca vicerrector en la Unison...


Dicen que ya algunos y algunas andan preparando sus papers, ya saben, eso de los curriculums y programas de trabajo, además de ir reclutando a los amigas y amigos para que se apunten en la auscultación.
Por lo pronto, aquí les presentamos la respectiva convocatoria que manda a circular en el campus de la URC, el Rector de la Unison, Heriberto Grijalva:


Hermosillo, Sonora, a 29 de Junio de 2009.


A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
UNIDAD REGIONAL CENTRO
HERMOSILLO, SONORA


Mi nombramiento como Rector de la Universidad de Sonora para el período 2009-2013, motivó mi renuncia al cargo de Vicerrector de la Unidad Regional Centro a partir del día 16 de Junio de 2009. Esta situación nos obliga a iniciar el procedimiento para nombrar Vicerrector para un nuevo período de cuatro años. Para cumplir con esta responsabilidad y en atención a lo dispuesto en los artículos 25, Fracción VI de la Ley Orgánica y 23, Fracción V del Estatuto General de la Universidad de Sonora, esta Rectoría emite la presente CONVOCATORIA para auscultar la opinión de la comunidad universitaria de la Unidad Regional Centro, con el propósito de integrar la terna correspondiente y conforme a las siguientes


B A S E S


1. Se convoca a todos los miembros del personal académico, administrativo y estudiantes de la Unidad Regional Centro a participar por medio de sus representantes en Cuerpos Académicos, Academias, Órganos Colegiados, Directores de División, Jefes de Departamento, Sociedades de Alumnos, Agrupaciones Estudiantiles e individualmente, en la auscultación dentro del proceso de nombramiento de Vicerrector para el periodo 2009-2013.

2. Se abre el período de auscultación los días 6, 7 y 8 de julio del año en curso. Quienes deseen ser entrevistados para externar su opinión acerca de las necesidades y perspectivas de la Unidad, así como las características de quienes consideren idóneos para ocupar dicho puesto, podrán solicitarlo durante los días del 30 de junio al 3 de julio, y el lunes 6, en las oficinas de Rectoría, donde se les indicará día y hora para la entrevista respectiva.


ATENTAMENTE
“EL SABER DE MIS HIJOS HARÁ MI GRANDEZA”


DR. HERIBERTO GRIJALVA MONTEVERDE
RECTOR

La perspectiva hermosillense

Leopoldo Santos Ramírez
Dossier Político/29 de junio de 2009

Las movilizaciones en solidaridad con los padres de los niños muertos y heridos en la Guardería ABC de Hermosillo han tenido la virtud de romper con la apatía que caracterizó la vida de los hermosillenses por más de cuarenta años. En estos años solamente la izquierda y los universitarios, los yaquis y algunos sectores de usuarios emprendieron marchas en protesta por uno u otro motivo. Una de las que contó con un buen contingente fue la organizada con motivo del desafuero de López Obrador en el año 2005 y entonces desfilaron sectores de movimientos democráticos con un objetivo preciso, destruir la trampa del desafuero que priístas y panistas le habían tendido al que posteriormente sería candidato del PRD.
Pero entonces, como en el resto de las marchas de protesta contra los efectos de las políticas neoliberales, los objetivos políticos y los enemigos resultaban demasiado claros para confundirse por qué se luchaba. Sin embargo, éstas eran luchas circunscritas a un solo sector de actores democráticos o de izquierda que se movilizaban mientras el resto de la sociedad permanecía como testigo. El movimiento de los padres, al contrario, está atrayendo el interés de una buena parte de la sociedad que realiza protestas masivas y que espera resultados gratificantes a su esfuerzo, y en donde los objetivos y los pronunciamientos políticos aparecen tímidamente y con poca claridad.

El esfuerzo de la clase gobernante por no "politizar" el movimiento ha rendido frutos hasta ahora, primero porque los padres mismos comparten la ideología de no partidizar su lucha sino que también son reluctantes a cualquier signo de politización. No obstante esto, la politización, -entendida como la conciencia de los intereses de la mayoría y la búsqueda de soluciones políticas- empieza a aparecer, y los objetivos de una investigación objetiva y el castigo a los culpables va tomando forma en algunas figuras públicas y en la de los empresarios que tenían la subrogación del IMSS.

Pero la politización empieza a aparecer también en la necesidad de realizar demandas jurídicas que garanticen la asistencia y protección social a las familias afectadas directamente, y en la necesidad de elaborar leyes y reglamentos para las guarderías, sacándolas del control privado de la subrogación y con el objetivo que todas las unidades subrogadas regresen al control del Estado mexicano, de tal manera que éste garantice la seguridad de los niños. Esos objetivos tan fáciles de enunciar, llevarlos a cabo en la práctica será una tarea difícil que requiere de una organización social pertinente para tal efecto. Creo que en este punto los vanguardistas del movimiento deben actuar rápido para constituirse en una agrupación legal que implique la atención y la defensa a una serie de problemas concretos como el seguimiento de las gestiones para la atención a los sobrevivientes y a los dolientes y la defensa de los derechos humanos de una sociedad conservadora que todavía se niega a entrar en este tema. Digo que se debe actuar rápido porque después del 5 de julio, sea cual fuere el resultado de las elecciones éste se marcará hacia la derecha, y por obvias razones el interés de los poderes federales y estatales será el de deshacerse de la mayoría de los compromisos que la tragedia les impone.

Es decir, a los vanguardistas del movimiento debe quedarles claro que si no consolidan una organización específica de voluntarios en auxilio de las consecuencias de la tragedia, la solidaridad social que hoy se ha manifestado puede diluirse en un contexto postelectoral. En la medida en la que los padres se adentren en las gestiones por lograr protección estatal para las secuencias de la tragedia, en esa misma medida se darán cuenta de la necesidad de politizar el movimiento.

En el contingente del mitin de la plaza Emiliana de Zubeldía resultó significativa la presencia de una comisión de los mineros de Cananea que entablaron un diálogo con los padres y familiares de los infantes fallecidos. Resultó significativo porque quienes alertaron primero sobre medidas de seguridad fueron los cananenses, y entoces se prestaron oídos sordos y ojos ciegos a sus advertencias, y son incluso satanizados por demandar medidas de seguridad en las minas. Ahora, la tragedia de nuestros niños pone en primer orden del día la necesidad de revisar las condiciones de seguridad en los lugares, maquilas incluidas, en donde la clase obrera realiza sus labores a veces sin protección.

De allí que el tema de la seguridad sea un asunto de sindicatos, de patrones y del resto de la sociedad. No es solamente un asunto de "cultura de seguridad", sino que es un asunto de políticas públicas que deben emanar desde el Estado mismo.

Fiesta y luto

Arturo Soto Munguía
Dossier Político/29 de junio de 2009

I

Crece. La rabia crece. La ira crece. La impotencia se desborda en la plaza Emiliana de Zubeldía, como se desborda el llanto de los que en silencio van andando, marchando, sollozando, rezando.
En Hermosillo, los únicos que siguen riendo son los candidatos a lo que sea, del partido que sea. Ríen desde los postes, desde los espectaculares, en las pantallas electrónicas, en los desplegados de prensa.Son los únicos que ríen, porque la ciudad está llorando.
El sábado anterior preguntamos de qué se ríen. Hoy lo sabemos. Festejan el Top Ten del insulto: ignorante, arrogante, pandilla de atracadores…
Los motivos de su risa no tienen nada qué ver con los motivos de la marcha del Movimiento 5 de junio.
Su risa es ajena al dolor de los que marchan y por eso, cuando se pregunten -como alguna vez se preguntó el genocida George Bush- ¿Por qué nos odian?, pueden acudir por la respuesta a la Plaza Emiliana de Zubeldía, donde la memoria social hermosillense se está escribiendo. Ahora mismo.
II
Tamm… …Tammm… …Tamm… El Güero del Acordeón, como lo conocimos en los tiempos de la crónica urbana aderezada con percusiones, golpea el tambor.
El Colas marca el ritmo con las batacas, lento, espaciado. Fúnebres suenan los redobles. Sonoros en medio del silencio. Tristes como los ojos de los que marchan y suman miles.
El Colas quisiera hacer bailar a la gente, porque eso le sale muy bien. Pero hoy la hace llorar desde el repiqueteo con que marca el ritmo fúnebre de los tambores que marchan. Avanzan. Caminan. Suenan y se meten en los oídos como algo que no se quiere oír.
Al frente va Ximena y su sonrisa inolvidable, imperecedera. Sus ojos luminosos abren el camino y están ahí para que no se olviden, como van en la espalda de su padre, indelebles en el tatuaje aún hinchado y casi sangrante.
Va también Xiuan, montado en una tortuga feliz, como era.
Va Yeyé: “Por ti hasta la vida, te lo juro”, sentencia la madre en la pancarta que dice su nombre.
Va Andrés en el llanto contenido de su madre y de su padre, que se abrazan en la primera fila de la marcha.
Va Julián, superhéroe, ‘flaquito precioso TQM’.
Va Juan Israel, que quiere estar con sus papitos.
Van todos. Casi todos los que murieron en el incendio de la guardería ABC.
Van en imágenes. Viajan en globos rosas y azules con sus nombres que flotan sobre la camioneta que también marcha.
48 nombres que jamás debieron ser escritos con el pulso tembloroso de quien los extraña tanto.
Ni con la voz de la abuela que se quiebra con sólo articular un monosílabo. La que acompaña a los pequeños que llegaron desde Phoenix para pasar lista de presente en esa generación que aprende sus primeros pasos y sus primeras letras marchando por la justicia.
En Sonora, la corrupción mata a los niños. En Sonora, la corrupción y la impunidad matan a los niños, y por los niños que pueden ser los nuestros, por eso es que marchamos.
Marchan también las figuras colosales de los muchachos y muchachas que desde lo alto atisban con la mirada dura. Ni por asomo una sonrisa. Las quijadas van trabadas. Los ojos de acero. El corazón estrujado desde lo alto de sus zancos, desde sus alas angelicales y los rostros maquillados y callados y su boca amordazada.
‘Justicia. Asesinos a la cárcel’, dice una pancarta.
También marcha Santiaguito, que está en el cielo y está en la tierra.
En la tierra marcha al frente y en las calles de Hermosillo dice “No te olvidaremos”.
En el cielo, está mirando hacia abajo, viendo a su padre que sí lo conoce bien y por eso dice que en estos momentos Santiaguito se está asomando entre las nubes y diciéndole a sus amiguitos: “Aquel que está allá abajo es mi papá… ¡Y no se va a dejar de ningún pendejo!”.
III
Puntuales, salen a las seis y poco. Es sábado y el cielo está encapotado. Triste. Por eso en la calle, los hombres se quitan el sombrero y bajan la mirada. Por eso las mujeres abrazan a sus novios y esposos.

Por eso las madres estrujan a sus pequeños contra su pecho con la compulsión de la madre que no quiere que le quiten a su retoño.
Por eso hay mucha gente en las banquetas del bulevar Luis Encinas, saludando la marcha, resistiendo el llanto, aguantando las ganas de gritar y mentar madres y decir ‘estamos con ustedes porque mañana podemos ser nosotros’.
La marcha va, como diría Víctor Jara, con el alma llena de banderas.
También de lonas, mantas y pancartas que desde un silencio que aturde dicen: “Yo soy culpable por confiar mi hijo a corruptos”. “IMSS: No protejas impunes”. “No olvidemos”. “Cómo vivir sin ti, preciosa”. “Nada ni nadie por encima de la ley”, dicen, como doloroso sarcasmo; como un llanto que se ríe.
Como una mentada de madre que se agolpa en el pecho y amenaza con romper el aire.
Tummmm… …Tummmm… Tummmm…. … Suenan los tambores, fúnebremente acompasados.
Truena el cielo cuando llegan a la calle Matamoros para entrar al centro de la ciudad. Son miles y miles que en silencio marchan.
Pero el silencio pesa. Inflama. Se agiganta y parece que algo va a estallar en cualquier momento.Mucha gente deja la banqueta y se suma a la marcha. No están solos, dicen, y se suman.
Y avanzan. En silencio avanzan. Con el corazón encogido, con los ojos de agua, con la boca seca, con el grito que se les hace un nudo en la garganta, avanzan.
Con su silencio dicen: ‘Justicia’.
Dicen ‘Amor’. Dicen, con su silencio de miles: ‘No están solos’.
IV
6:30. Sábado.
Tarde gris del Hermosillo lastimado.
Matamoros y Colosio, esquina donde esperan cientos de personas que al incorporarse a la marcha son una sola, recuperando para las calles el carácter de espacio púbico. El único donde se escribe la historia. Algo tiene esta marcha que la vuelve poderosa. No son los diez, once, doce o no sé cuántos miles que caminan. No es eso.
Quizás sea la implacable, la devastadora ternura de Joselin Valentina, que está sentada en los peldaños de una escalera, con el cabello recogido en dos colitas que nacen como diminutas palmeras tropicales.Quizá sea la mirada feliz e inocente que doblega al más macho o la sonrisa que jamás se volverá a ver, a menos que sea la que sus familiares sostienen en una lona donde también se lee: Nació 08-05-07 – Murió 05-06-09.
Con esa imagen, se incorporan, también, y con el rostro divertido y tierno de Joselin vuelven más poderosa la marcha, que en silencio avanza y en silencio suma y en silencio le mienta la madre a los asesinos.
Porque, ¿se han fijado? Los padres, cuando aluden a sus hijos no dicen ‘se murió’. Dicen: “me lo mataron”.
Otros que marchan son los periodistas. Van ahí también, en silencio con sus cámaras, micrófonos, libretas, teléfonos, con todo lo que les permita documentar y ser parte de esta jornada que hace historia en Hermosillo.
Es el despertar de una sociedad civil que llenó la plaza y tomó la calle por su cuenta. Los periodistas van, también, estremecidos en el redoble fúnebre de los tambores y el silencio angustiante de los miles que caminan con los ojos llenos de agua y las mandíbulas apretadas.
Por cuarta vez, Radio Bemba transmite en vivo, urbi et orbi. Desde la calle para todo el mundo reproduce el ruido de los pasos, la voz del silencio que en ocasiones, como es el caso, nos dice a todos: ‘No están solos’.
La calle Serdán es un río ruidoso y por lo tanto, algo lleva.
Ahí, otro muerto memorable se aparece. Mario Benedetti dice, desde una manta: “Hay odios que ennoblecen”. Y con ello les responde a los que desde la impunidad refrigerada de su oficina, se les hace fácil decretar que el dolor no se convierta en odio.
Hay odios que ennoblecen, canta, recita, musita, llora Benedetti desde el horror de la dictadura que le tocó vivir para que otros no lo viviéramos.
Y ennoblecidos, los padres y familiares de los niños muertos y de los que viviendo mueren en los hospitales para quemados, van, avanzan, con el alma adolorida y valiente para decir como dijo Roberto Zavala, “no nos vamos a dejar de ningún pendejo”.
V
Son Horas de Junio y la poesía aparece en yaqui y en todos los idiomas y dialectos. Hay un encuentro de escritores en Hermosillo y algunos dejaron el auditorio para sumarse al silencio que ensordece.
Caminan también, abajo y arriba de la tierra, dejando que sus musas caigan de rodillas al paso de tanta gente tan silenciosa y tan poderosa.
Hay 48 flechas aztecas clavadas en el corazón de los poderosos.
Al tomar el bulevar Encinas, para ir a Palacio de Gobierno, Laura Fernanda no aguantó. Se durmió con sus tan poquitos dos años de vida. Su papá tiene una cola en el cabello y la abanica en la carreola, mientras camina, con otros miles detrás de ellos, que como ellos, no saben que hay miles delante de ellos.
VI
La marcha avanza silenciosa y poderosa. Va acumulando el sentimiento. Los sentimientos que se mezclan sobre la calle, al lado del frío edificio de gobierno sin gobernante, porque dicen, cada vez que hay una marcha por los niños muertos, se va a Obregón, su ciudad natal.
“Ya son 48, ¿vas a esperar por más, hijo de la chingada?”, dice una pancarta, cuando pasa por las puertas de Palacio.
En Palacio hay dolientes de otros niños muertos. Víctor Abdiel es uno de ellos, víctima de la negligencia médica en el Hospital Chávez. “Es necesario hacer un alto. El gobierno no hace caso a las marchas silenciosas”, gritan sus padres.
La marcha se detiene. El silencio se rompe. “¡Justicia! ¡Justicia!, comienzan a corear todos. ¡Que renuncie! ¡Que renuncie!, vuelve a sonar la proclama en la sede del gobierno del estado de Sonora.
“Aquí está uno más del sexenio de Bours”, grita otro padre, que exhibe las crudas fotografías de su hijo descuartizado en un hospital.
“Son chingaderas”, grita. Y se queja de que algunos conductores de Telemax, la televisora gubernamental, los ha llamado ‘buitres’ por denunciar las negligencias médicas que les arrebataron a sus hijos.
Hay un momento de confusión. Un instante en que el silencio se rompe en Palacio de Gobierno y miles de voces se estremecen en un grito: “¡Que renuncie-que renuncie!”.
VII
A las 7:26, la marcha toma de nuevo el Luis Encinas rumbo a la Plaza Emiliana de Zubeldía.
Ahí va don Miguel Acedo, con un lazo negro en el brazo, sobre el bíceps flaco bajo su camisa blanca y sus 74 años. Es de los organizadores de la marcha y ha mantenido el paso como el mejor.
-Tiene buena condición, le digo.
-Qué madre, ya me he aventado cuatro, me responde. Y las que faltan, agrega con una sonrisa.
El río de gente se desborda rumbo a la plaza. Los carriles en un solo sentido son insuficientes, así que se abren y la gente toma toda la calle. Y avanza.
Nunca, antes, los hermosillenses tomaron los ocho carriles que unos toman como parámetros de progreso, y otros toman como el espacio público para decir que el progreso no debe ser a costa de la vida de sus hijos.
VIII
Laura Fernanda ya despertó. Se bajó de la carreola y camina de la mano de su padre.
Si a las seis de la tarde la Emiliana de Zubeldía era pequeña, a las ocho de la noche estaba reventando de gente. Ahí se rompe el silencio.
Cristina García es su nombre, pero es igual al nombre de muchos más que ahora lloran a sus hijos.Ella es madre de una bebé que no murió en el incendio, pero la niña carga con las complicaciones de quien estuvo a punto de morir entre los gases tóxicos del material prohibido que se quemó en la guardería.
Estamos escribiendo la historia, para que si se repite, no sea porque nosotros nos hicimos a un lado, le digo a la muchacha que se acerca a preguntarme que si qué hago.
Le digo que no me mire a mí. Que mire allá, donde una madre carga con el peso de explicarle a su niña cada día, que debe separarse de ella, porque tiene que irse a trabajar.
IX
La plaza está oscura. Huele a cera quemada. Huele a lo que no quiero oler pero estoy ahí, junto a miles que aquí están, para decir algo. Para romper el silencio.
Las palabras de la madre calan hondo, porque le habla a miles de personas como si le hablara a su pequeña, sobreviviente del incendio, pero que difícilmente sobrevivirá el olvido:
“Perdón, mi amor, porque yo te prometí que nadie te lastimaría y te fallé. Perdóname mi amor”.
“Si ustedes nos dejan solos, ¿con qué voz vamos a pedir justicia?”, pregunta desde el templete Cristina García, la madre de la niña que aún se ahoga, quién sabe si recordando el humo.
Y la plaza tiembla con un grito: “¡No están solos! ¡No están solos!”.
La plaza está oscura, porque el alumbrado público se cortó esa noche, pero no hace falta. Más oscuros están los corazones de otros.
¿De cuáles otros?, surge la pregunta. Y una pancarta responde: “Niños ABC, en el corazón de unos, en la conciencia de otros”.
X
“Ustedes conocían a Ximena”, dice Raúl Álvarez, su padre, “porque durante todo este tiempo estuvimos pidiendo un milagro. Ella duró dos semanas con muerte cerebral y luchó contra la muerte.

Ella nos enseñó sobre la lucha”.
Ximena fue la muerte 48 del incendio en la guardería ABC. Para la estadística oficial ella es una muerta más. Para su padre es el amor que llevará tatuado en la espalda, toda la vida.
Roberto Zavala está tranquilo. Su voz serena. Habla de Santiaguito, su hijo. De sus encantos y sus travesuras y la luminosidad que inundaba su casa cuando manejaba en reversa el Tonka corriendo de un lado a otro.
Porque le gustaba correr, al Santiaguito, de un lado a otro de la casa.
Se los presento, dice: a los policías que impidieron el rescate de más niños. A los bomberos que llegaron tarde. A los que firmaron permisos para que operara la guardería. A los dueños de la guardería, que recibían dos mil quinientos pesos al mes. Se los presento al gobernador y a la PGR; al juez que liberó a los detenidos con una fianza pagada con el fondo creado por el gobierno estatal para las víctimas.
Se los presento. Y ya que lo conocen les pregunto: ¿Ustedes creen que somos unos pendejos? Si esto queda impune, entonces sí seremos unos pendejos, gritó, en medio de la plaza.
Y aprovechando que Benedetti andaba por ahí, casi lo cita cuando dijo que entre el gobernador y él hay algo personal. Le recordó a Bours que en una entrevista al diario Milenio, el gobernador declaró que algunas personas se le habían acercado para manipularlo.
No señor. Las únicas personas que se han acercado para eso, son las que usted mandó. Las que le dijeron que en el cielo, Santiago estaba triste porque yo estaba enojado.
Pero ustedes no conocen a Santiago. Yo sí. Y yo sé que en el cielo, Santiago está viendo para abajo y diciéndole a sus amigos: “Aquel pinche loco que está allá es mi papá. Y no se va a dejar de ningún pendejo”.
Los testimonios siguen. El silencio de la marcha se acabó. La voz de los padres inunda la plaza con un reclamo de justicia y muchas ganas de documentar la historia de una tragedia que se pudo evitar, pero la mezquindad y la ambición de los gobiernos no quisieron, porque pudo más la ambición de los gobernantes.
Alí Primera resucita desde algún lugar bajo la tierra venezolana, y canta, como siempre ha cantado, como seguirá cantando mientras sigan muriendo niños inocentes, víctimas de la mezquindad, la ambición y el blindaje que dan las cuentas bancarias millonarias.
Alí Primera canta, pre moderno y arcaico. Desfasado. No cabe en el Hermosillo, en el Sonora de progreso, desarrollo, modernidad y marketing.
Pero canta en el corazón de una sociedad herida que no sabe mucho de eso. Que no discute ideologías ni partidos.
Canta en el corazón de los padres a los que les han matado a sus hijos y eso, no conoce linderos.
En la plaza, en la voz de un poeta colombiano que vino a las horas de junio en Hermosillo, Alí Primera canta: ‘no basta rezar/hacen falta muchas cosas para conseguir la paz...’.
Canta Pancho Jaime, también, pero dice que no se puede cantar con un nudo en la garganta.
Cae la noche en la plaza. Jornada intensa y dolorosa. Convocatoria a volver a estar, como estaremos, el próximo sábado, sin falta.
Por los niños que murieron. Por los que no han muerto. Por los que merecen vivir, ahí estaremos.