martes, 30 de junio de 2009

Crean en Aguascalientes sistema público de enseñanza de “elite”

Karina Avilés
La Jornada/29 de junio de 2009

Aguascalientes. 28 de junio. Concebido como un proyecto de “elite” o de “estudiantes de alto rendimiento”, el gobierno panista local creó cinco escuelas públicas, a las que asisten 2 mil niños, quienes además de cursar el sistema oficial toman clases de chino, futbol o aprenden el arte del toreo. En contraste, los casi 247 mil niños restantes del estado (99.1 por ciento) carecen de acceso a la educación de “excelencia”.
La autoridad estatal invirtió 30 millones de pesos en dichos planteles, lo que contrasta con los 500 mil pesos que en promedio destina por escuela el gobierno federal para rehabilitar los espacios escolares, o los 150 mil pesos que cuestan en promedio las escuelas rurales a las que acuden los niños más pobres del país.
Para la investigadora Guadalupe Ruiz, del Departamento de Educación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, lo ideal sería que todas las escuelas públicas contaran con las condiciones óptimas tanto de infraestructura como de calidad, como se pretende en estos espacios escolares.
Sin embargo, añade, “desde cierta perspectiva, este modelo no es equitativo porque no se brindan a todos los alumnos condiciones equiparables”, y se vuelve “elitista” al no tomar en cuenta que la calidad también debe integrar la equidad.
De un total de mil 429 planteles públicos de enseñanza básica en la entidad, el proyecto, denominado Escuelas de especialidad, consta de cinco centros: la Escuela secundaria de las artes y el toreo (EAT); la primaria y secundaria de futbol; la primaria de idiomas –cuyo enfoque es el chino–, y la de atletismo y basquetbol.
Todas ellas se enmarcan en el programa del gobierno federal Escuelas de tiempo completo y, según el director del sector del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), José Manuel Trujillo, si elitismo es “considerar a alumnos de alto rendimiento”, entonces es un programa de elite, pero no en relación con las clases sociales, pues la escuela de atletismo atiende a población de escasos recursos.
En el mismo sentido, el director general del IEA, Óscar Ponce, asegura que los alumnos tienen las mismas oportunidades y no se consideran condiciones económicas.
La selección
Para entrar aquí, cuenta el maestro Jorge Delgado, también se toman en cuenta las características físicas: “tienen que ser delgados”, y otro rasgo distintivo es que sean “serios y con ganas de superarse”. Dice que no hay examen de admisión y que el ingreso responde, además, a que “fue una decisión de los padres de familia”.
Pero sobre todo, el perfil que se busca es que los estudiantes tengan afición por el toreo o por las bellas artes. Así que en el ciclo escolar que está por terminar, 20 alumnos fueron los afortunados. De ellos, seis son mujeres y 14 hombres, entre ellos José Juan, apodado Gitanillo; Jennifer García, Jenny, y José María Pastor, éste último, hijo del director de la EAT, el ex matador César Pastor.
En lo que forma parte del Complejo Ferrocarrilero Tres Centurias se ubica la Escuela de la Artes y de Danza –edificadas en naves del que fue uno de los centros de operaciones ferroviarias más importantes del país–; ahí, los alumnos cuentan con amplios espacios al aire libre, salones con duela donde toman clases de danza y expresión dramática vinculada con la tauromaquia, y salas de cómputo de primer nivel.
Mientras concluyen los trabajos de remodelación de una de las naves contiguas de la EAT, con inversión de unos 8 millones de pesos, los estudiantes toman clases en la Escuela de Danza.
La EAT ya rindió sus primeros matadores en ciernes: Juan Antonio Camacho, de 14 años, mejor conocido en los ruedos como El Callao, recientemente se llevó la tarde en la Monumental de Zacatecas.
Apenas se abrieron las puertas de toriles, el novillo salió enfurecido hacia El Callao, quien ya lo esperaba a mitad de plaza con las rodillas sobre la arena y el capote en las dos manos. El animal de 350 kilos embistió la manta roja una vez y otra, lo que hizo levantarse de su asiento y aplaudir al respetable. Con la muleta, se mostró firme con los derechazos y con arte en los desplantes. Al final: el indulto de aquel Platerillo de Torrecillas.
Pero no todo han sido éxitos. Hace como dos meses, recuerda El Callao, lo embistió un novillo. El director de la EAT, César Pastor, explica que los alumnos sólo salen a torear bajo la responsabilidad de los padres.
En este sentido, enfatiza que el objetivo de la escuela no es hacer toreros, sino fomentar la “semilla cultural” de una de las tradiciones más arraigadas en la entidad.
Los alumnos estudian la currícula normal y, además, se les enseña pintura, escultura, música, danza, expresión dramática y literaria, así como historia y técnica del toreo. Por ello, indica, es el único modelo mundial donde por primera vez se funde la educación integral de un sistema público con las artes de la tauromaquia.
La idea surgió, según José Manuel Trujillo, no sólo por la trayectoria de la fiesta brava sino porque se detectó que había niños aficionados.
Los futuros hablantes
Otra de las novedades de estas escuelas de especialidad es la primaria Pedro García Rojas, donde se enseña el idioma más hablado del mundo. Aquí los beneficiados de este ciclo escolar fueron 40 niños y la pretensión es extender el programa a cuatro grupos para el año escolar que comienza en agosto próximo.
Bajo la idea del gobierno local de que hay que prepararse para atender de manera “eficiente los mercados”, por lo cual se han establecido alianzas para atraer capital chino, se han impulsado acuerdos en el tema educativo.
Para poner en marcha la escuela con especialidad en idiomas, de los 439 maestros de inglés en el estado, sólo se capacitó a 12 para que pudieran transmitir a sus alumnos palabras y estructuras de esta lengua.
Los alumnos cuentan ahora con materiales en chino y un sofware para computadora que, por medio de dibujos, les muestra la escritura logográfica y la pronunciación. Durante las clases, el objetivo es enseñar de inglés a chino y evitar el español. Los menores cantan una canción en el idioma –después confesarían que la aprendieron recientemente para demostrar que sí saben–, pero Jonathan Uriel señala que sólo sabe decir “hola” y “adiós”.
Directo al Milán
En estas instalaciones con cancha de futbol de pasto sintético, vestidores, regaderas, laboratorios de cómputo, personal especializado en deporte, doctores y nutriólogos, quienes revisan el buen desempeño de los alumnos, y donde se ofrece un menú especial a los estudiantes, Juan de Dios Aldair Flores, el número 3 del equipo, se mira en 10 años en el equipo del Milán.
No habla por hablar. El italiano Luca Tony, considerado uno de los mejores delanteros del mundo, le dijo que “jugaba muy padre, que tenía mucha potencia con el balón y mucha técnica”. El año pasado, Juan de Dios viajó a Italia para participar en un campamento en el que convivió con los jugadores del Milán y participó en un torneo.
La directora de la Escuela de Futbol, María Antonieta Morales Shaadi, dice que sus alumnos son tan buenos que ya no los quieren en los torneos porque ganan todos, mientras que el director general del Instituto del Deporte, Alfredo Morales Shaadi –hermano de la primera–, considera que éste es un proyecto que debería reproducirse en el país.
Sin embargo, la investigadora Guadalupe Ruiz indica que el modelo de este conjunto de escuelas es difícil que trascienda porque, con el escaso presupuesto del que dispone la escuela pública mexicana, “es bastante utópico pensar que un esquema así se pueda extender, lo cual no quita que sería lo deseable”.

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