viernes, 9 de octubre de 2009

El saldo educativo


Daniel Cortés Vargas
El Universal/9 de octubre de 2009

El tercer Informe de Gobierno se vio acompañado esta vez de un mensaje político centrado en un diagnóstico crítico de la difícil situación por la que atraviesa el país en casi todos los órdenes. El presidente Felipe Calderón Hinojosa planteó en dicho mensaje la urgencia de llevar a cabo por lo menos 10 cambios de fondo, uno de ellos en la educación. A continuación se presenta un examen general de los apartados dedicados al sector educativo en ambos documentos.
El mensaje político confirmó, como tradicionalmente se ha hecho, el papel central de la educación para superar los problemas del país, así como la importancia de brindarle atención oportuna a sus problemáticas más apremiantes. Asimismo, destacó la necesidad de alcanzar una educación de calidad para lograr un verdadero cambio de fondo de cara a un mundo más competitivo, pero acotando que nada se logrará si no se cuenta con finanzas fuertes. Si se concede que efectivamente la propuesta económica que el Presidente envió al Congreso hace unas semanas va a fortalecer las finanzas del país, por lo señalado en el discurso, se estaría frente a la oportunidad de que la educación sea revalorada sin reservas con una significativa asignación presupuestal. Sin embargo, existen ya algunas muestras de que las cosas no se presentarán de esta manera; tan sólo en el caso de las universidades públicas podría haber, de acuerdo con la ANUIES, hasta 6.2% de recorte real en el presupuesto de egresos 2010.
La gran ausente en el mensaje político fue la ciencia. Se olvidó que la planta científica y tecnológica de muchos países ha sido y sigue siendo condición y detonante de su desarrollo, más aún en tiempos de crisis. Para acentuar este descuido, que no parece gratuito, en el informe escrito se estima para 2009 un gasto federal en ciencia de sólo 0.46% del PIB, porcentaje ínfimo, ya que no debiera ser inferior a 1% del PIB, como lo establece desde el año 2004 la Ley de Ciencia y Tecnología. A esto se puede sumar la falta de oportunidades para que los jóvenes que terminan sus posgrados en el país o en el extranjero se integren a la planta productiva.
Este año el informe escrito tuvo como hilo conductor las acciones compensatorias de atención a la infraestructura física de los centros escolares. Además, en varios de sus apartados se hace referencia a la Alianza por la Calidad de la Educación —pacto más político que educativo entre el gobierno federal y el SNTE—, que más allá de ser considerada como el marco de inscripción de algunos programas, no presenta hasta ahora resultados palpables; de la educación media superior se destaca el apuntalamiento efectivo del nivel; en educación superior se subraya lo realizado a través de los programas de fortalecimiento institucional; mientras que los programas principales de inicios de sexenio, como Escuela de Tiempo Completo, Escuela Siempre Abierta y Escuela Segura, aparecen esta vez con una descripción escueta, señalándose que sigue en aumento la atención a alumnos y sus recursos asignados.
El informe escrito habla también de un mayor gasto real en educación (2.7% superior al del año anterior), y especialmente del gasto anual por alumno para todos los niveles, pero si se consulta el Panorama de la Educación 2009 de la OCDE, es posible observar que de sus 30 países miembros, México tiene el último lugar en gasto anual por alumno para educación preescolar, el penúltimo para educación primaria, el último para educación secundaria, el penúltimo para educación media superior, y el lugar 27 para educación superior. Resulta claro el manejo discursivo de muchas de las cifras contenidas en el informe, el cual, sin hacer referencia al impacto real que puede tener el gasto en cada área de atención, esgrime que los recursos destinados a educación produjeron resultados satisfactorios.
Después de tres años de gobierno, una verdadera política de Estado para educación sigue ausente. Existe en su lugar un conjunto de medidas que buscan paliar asuntos focalizados, sobre los que se siguen concentrando los programas gubernamentales, así como algunas reformas cuya pertinencia y errores las tornan cuestionables, como la Reforma Integral de la Educación Básica, sobre las cuales ni el mensaje político ni el informe escrito ofrecen una versión creíble de que efectivamente los esfuerzos aplicados en ellas, en cualquier caso, son suficientes.
http://www.observatorio.org/
Observatorio Ciudadano de la Educación

Masivo homenaje en Bolivia a Ernesto Che Guevara; participa el presidente Evo Morales

Miles de personas marcharon hacia La Higuera al cumplirse 42 años de su asesinato

Rosa Rojas
La Jornada/9 de octubre de 2009

Cochabamba, 8 de octubre. El presidente boliviano, Evo Morales Ayma, participó esta tarde en Vallegrande, 850 kilómetros al sudeste de La Paz, en los actos de sentido homenaje al cumplirse los 42 años de la muerte del legendario guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara.
Se estima que unas 3 mil personas, entre los que destacaban delegados al V Encuentro Social Alternativo 2009, marcharon este día hacia el poblado de La Higuera, donde el Che murió asesinado el 9 de octubre de 1967, un día después de ser capturado por el ejército boliviano.
En la peregrinación había asistentes al foro junto con pobladores de Vallegrande y comunidades aledañas, además de colaboradores cubanos de la salud, la educación y trabajadores sociales comunitarios.
Morales recibió las conclusiones del Encuentro Social Alternativo que se inició el martes y en el que participan líderes latinoamericanos que analizaron la problemática social, económica y política continental, para que a su vez los haga llegar a los jefes de Estado de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), que se reunirán en esta ciudad el 16 y 17 de este mes.
Durante el foro, el mandatario destacó que ha llegado el momento de “cerrar las venas abiertas de América Latina”, al citar al escritor uruguayo Eduardo Galeano y una de sus obras más famosas sobre la situación histórica de la región.
A su vez, las fuerzas armadas del país homenajearon en el gran cuartel de Miraflores, en la sede de gobierno, a los 59 militares caídos en el combate a la guerrilla en 1967.
En el acto castrense, el general Enrique Alvan Cejas recordó que el propio comandante guerrillero dijo “nunca pensé que el ejército de Bolivia nos diera tanto trabajo, cómo nos persiguieron esos soldados, no descansaron ni de día ni de noche hasta derrotarnos”.? Esas palabras, agregó, “valen más que mil harapos”, ya que provienen de una figura legendaria que combatió en Sierra Maestra, en el Congo, en el Líbano y “sufrió una terrible y amarga derrota en suelo boliviano al empuje de nuestros valerosos soldados, oficiales, suboficiales y sargentos”.?
Apuntó que para las fuerzas armadas, “esos señores de la guerra revolucionaria de la década de 1960 no interpretaron la rica historia del ejército boliviano que forjó la patria, que combatió en el norte, en el sur, este y oeste del territorio nacional”, según reportó la estatal Agencia Boliviana de Información.
En tanto, el reconocido intelectual Boaventura de Sousa Santos aseveró que el pensamiento crítico occidental no necesita “una teoría de vanguardia, necesitamos una teoría de retaguardia, o sea una teoría que valore lo que los movimientos sociales están haciendo” en países como Bolivia, Ecuador o Venezuela, al participar en la V Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales.
En su conferencia magistral la víspera, ante el presidente Morales, en este evento organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), señaló que las bases para la refundación del Estado son “desmercantilizar, democratizar y descolonizar”.
Al hablar del contexto en el que vive el continente americano, planteó que en este momento coexisten en el continente “las luchas más avanzadas y ofensivas con las luchas más retrasadas y defensivas, en las primeras el Estado es parte de la solución, en la segundas el Estado es parte del problema”.
Entre las primeras mencionó “el constitucionalismo transformador de Bolivia y Ecuador, la revolución bolivariana, el moderno nacionalismo en el control de los recursos naturales, la plurinacionalidad”, que son, dijo, luchas ofensivas.
Pero, dijo, “hay luchas retrasadas, de defensa, como la lucha contra la criminalización de la protesta; centenares de líderes indígenas y campesinos han ido a prisión en el Perú, en Chile, en Argentina” acusados de ser “terroristas” cuando su crimen es bloquear carreteras para no permitir que las multinacionales entren en sus territorios.
Destacó además la criminalización contra el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra en Brasil, los intentos en Brasil por transformarlo en una organización “terrorista”, el paramilitarismo, el golpismo hondureño y la lucha contra él, además del control de los medios “que nos obliga a luchas defensivas ante este nuevo poder de oposición que es el más claro poder de oposición ante todas las transformaciones progresistas”, no solamente en el continente sino en África y en India.
Otro contexto, apuntó De Sousa, en el continente hay en este momento una doble guerra de oposición, “dos violentas negaciones de la democracia liberal en América Latina”, dijo citando al pensador peruano Mariátegui: el comunismo, podemos decir también el socialismo por un lado y el fascismo por otro lado, “lo que está pasando hoy es que de alguna manera estas negaciones están luchando dentro del marco democrático”.
Aseveró que por un lado el socialismo intenta avanzar a través de formas de radicalización de la democracia, lo que podemos llamar una demo-diversidad, que por ejemplo en Bolivia está en la Constitución, no con una forma de democracia sino tres: representativa, participativa y comunitaria, y otras formas como la democracia del acceso a la tierra, la democracia del acceso a la renta de los recursos naturales, una democracia intercultural.
El socialismo, señaló, entra por esa vertiente pero el fascismo intenta también penetrar, “es un fascismo nuevo, es un fascismo fragmentario” que a veces es estatal y a veces público-privado, el paramilitarismo, y el control de los medios, y por eso hay una dualidad de poderes, uno que lucha por el socialismo pero también la negación fascista dentro de la lucha democrática.
Manifestó que en el continente hay un debate civilizatorio abierto y una imposibilidad de “hablar en la lengua colonial” de esta realidad, por lo que se hace necesario utilizar nuevos conceptos para cambiar, por ejemplo, la dualidad que existe entre hablar de recursos naturales por un lado y de la pachamama –madre tierra– por el otro, Estado-nación de un lado y pueblos y nacionalidades del otro, desarrollo global de un lado y suma qamaña –buen vivir– del otro, o sociedad civil-derechos colectivos…
Concluyó que “esto no es un choque de civilizaciones, es una lucha por un encuentro finalmente más igual, una diferencia igual, en camino de una interculturalidad que esa sí va a cambiar las relaciones de producción”.

La escritura como forma de vida


Javier Aranda Luna
La Jornada/9 de octubre de 2009

Herta Müller se preguntaba en el texto La muerte, la cárcel o los niños”, publicado en 1988, por qué al dictador Nicolás Ceausescu le interesaba el crecimiento acelerado de la población. Por qué sólo permitía abortar a mujeres con más de cinco hijos o mayores de 45 años. Por qué Ceausescu se hacía llamar “el padre de todos los niños”, como se les recordaba, todos los días, a los pequeños en las escuelas rumanas.
¿Cuál era el sentido de multiplicar la población en un país miserable? ¿Por qué esta locura? ¿Por la proximidad de una guerra? No, nos dice Müller: porque la vida precaria es un requisito previo para tener una gran población de sujetos y no una pequeña nación de ciudadanos. Para ella la pobreza, la miseria, es un instrumento al servicio de la opresión, similar al espionaje y al analfabetismo funcional en un régimen totalitario. Sólo así pudo entender por qué el interés del dictador por aumentar la tasa de natalidad, que sólo en un año, a raíz de la prohibición del aborto en 1966, pasó de 14 a 27 por ciento.
En estos días en los que las leyes que penalizan el aborto se multiplican en los estados de nuestro país (ya van 16); días en que un PRI “laico”, “liberal”, miembro de la Internacional Socialista y dirigido por una mujer que se ha dicho cercana a las causas de las mujeres, pacta con los sectores neofascistas del PAN para penalizar el aborto, convendría acercarse a las novelas de Herta Müller, premio Nobel de Literatura 2009.
Convendría porque la escritora rumano-alemana describe muy bien la vida menuda de una dictadura de “izquierda” que, por paradójico que parezca, es la vida a la que aparentemente aspira el PAN si nos atenemos a su constante lucha contra los derechos de la mujer.
Müller no es una escritora de denuncia: es una autora que no puede evitar, ni quiere, que la vida vivida impregne sus páginas. Eso ocurre, sin duda, en sus relatos de En tierras bajas y El hombre es un gran faisán en el mundo. Libros que no son autobiográficos en sentido estricto, pero la vida de opresión padecida por la escritora bajo la dictadura rumana tensa sus páginas.
Müller ha dicho que ella aprendió a vivir en la escritura y en los libros, y que el genio que existe en los cuentos, novelas y poemas de los grandes autores nos permite ver, en historias distintas a la nuestra, las emociones que atraviesan nuestros días y delinean el perfil de nuestro rostro.
Son terriblemente verdaderas, sin embargo, las viñetas periodísticas que ofreció Müller de la dictadura de Ceausescu en el referido texto de 1988: mujeres sometidas a revisiones ginecológicas obligatorias, abortos clandestinos de alto riesgo, espías en los hospitales, falta de una educación sexual, prohibición de anticonceptivos, la multiplicación de orfanatos que servirían para formar cuadros para los servicios de inteligencia, maestros obligados a enseñar a su alumnos que es un gran honor ser madre bajo cualquier circunstancia, doctores premiados por mantener embarazos aunque se tratara de seres con malformaciones.
Para Müller la escritura es una forma de vida, un recurso para ampliarla. Si los dictadores caribeños de García Márquez le ayudaron a ella a entender la dictadura que vivió en Rumania, tal vez la terrible vida que permea en sus relatos y en sus textos periodísticos nos permita reconocer la que afanosamente algunos políticos intentan, al parecer, imponer en nuestro país.

Quema de libros

Gabriela Rodríguez
La Jornada/9 de octubre de 2009

Muy peligrosas señales aparecen estos días en nuestro medio. Las decisiones sobre el presupuesto y la reforma fiscal serán determinantes y, como no creo que se escuche a López Obrador en cuanto a su recomendación para quitar la mitad del salario a los altos funcionarios y subir los impuestos a los más ricos, hoy está en riesgo la calidad de la nutrición, la educación y la salud del resto de los ciudadanos de este decadente país. Además, quisiera llamar la atención sobre dos actos paralelos muy preocupantes: el nombramiento de un enemigo de los derechos humanos de las mujeres al frente de la Procuraduría General de la República, y la quema de libros en Guanajuato.
El nombramiento de Arturo Chávez Chávez como procurador general de la República es una burla a la ciudadanía, a las mujeres y a los mecanismos nacionales e internacionales de protección a los derechos humanos.
Chávez fue procurador y subprocurador de Chihuahua durante el mayor auge de casos de feminicidios en Ciudad Juárez, por tanto tenía la responsabilidad constitucional y legal de investigar, perseguir y consignar a los presuntos responsables de los asesinatos de mujeres. Se trata de quien optó por entorpecer las investigaciones por conducto de sus funcionarios de enlace con la CNDH, como señalaron las organizaciones feministas y de derechos humanos del país, y por lo cual la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y la Organización de las Naciones Unidas emitieron recomendaciones pidiendo desde su remoción hasta su enjuiciamiento por desacato. Pero, lejos muy lejos de actuar en el marco del derecho, Felipe Calderón lo propuso para el puesto y no sólo él, sino que todos los senadores y las senadoras del PAN, del PRI y del PVEM, presentes en la sesión del pasado 24 de septiembre, votaron en favor de su nombramiento porque valoraron que “cumple los requisitos de elegibilidad exigidos en la Constitución”. En este caso, las izquierdas estuvieron a la altura de las circunstancias: todas y todos los senadores del PRD, de Convergencia y del PT votaron en contra. Destacan los argumentos de Pablo Gómez, quien explicó que no cubre el requisito de persona de gran prestigio exigido, no garantiza independencia respecto de las órdenes presidenciales, y que durante su gestión se torturó a los detenidos.
Hasta hoy está visto que la perspectiva de derechos humanos y de género, sólo en el caso de las izquierdas, es más que un discurso entre legisladores y gobernantes y ha sido una política pública, muy evidente en las últimas tres administraciones de la ciudad de México. El género es una perspectiva que no perdona las desigualdades sociales, de ahí su fuerza para los proyectos alternativos de nación. También por ello las derechas han ido erosionando su presencia en diferentes instancias, en las reformas constitucionales “anti-aborto”, en las políticas de salud, en los programas educativos. Los nuevos libros de primaria acaban de dar un paso atrás de gravedad al respecto.
Dos personajes particularmente conservadores y antigénero hoy forman parte de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la nueva Cámara de Diputados: Reyes Tamez Guerra y Paz Gutiérrez Prieto de Fernández Cueto. Cuando el primero fue secretario de Educación se hizo necesario cabildear para evitar que desaparecieran los contenidos de educación sexual en los libros de texto. En cuanto a la señora de Fernández Cueto, ella es autora de un texto paralelo de Ciencias I, publicado el año pasado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el cual la ignorancia llega al grado de abordar la categoría de género como sinónimo de “complementariedad sexual”, entre otras afirmaciones moralinas y anticientíficas.
En estos días corría el rumor de que la nueva diputada pretende dirigir el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género en la misma Cámara, con lo cual el centro transformaría su misión para contribuir al atraso de las mujeres. Pero ella no ha ganado todas las batallas, y como este año su libro ya no se va a distribuir por conducto de la SEP ante la impugnación de las organizaciones, ahora en Guanajuato les dio por quemar los libros oficiales que se basan en el conocimiento científico.
La quema de libros de educación sexual es el peor de los signos. El pasado 4 de octubre la señora regidora de León, Hortencia Orozco Tejada, junto con afiliadas de la Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida (Cofavi), así como la presidenta de Suma tu Voz, Lourdes Cázares, deshojaron ejemplares de libros de biología del primer grado de secundaria de la SEP, los cuales arrojaron a una tina de metal y les prendieron fuego.
“¡Cuánto ha avanzado el mundo: en la Edad Media me habrían quemado a mí!”, exclamó Sigmund Freud, al enterarse que habían quemado sus obras. Es un acto represor emblemático: Diocleciano quemó los libros de alquimia en el año 292; textos “paganos” se destruyeron en el año 367 para integrar el Nuevo Testamento; en México la Inquisición quemó manuscritos mayas; los nazis quemaron libros de autores judíos en 1933; miles de libros de política se quemaron en Chile en 1986, bajo las órdenes de Pinochet. Y no olvidamos la quema de los discos de John Lennon, después de que declaró en 1966 que Los Beatles “eran más populares que Jesucristo”. Tal como escribió el destacado escritor alemán Heinrich Heine en 1821: “Ahí donde se queman libros se acaba quemando también a seres humanos”.
gabriela.afluentes@gmail.com

Nobel de la Paz para Barack Obama


Redacción
BBC Mundo/9 de octubre de 2009

En el anuncio, realizado en Oslo, Noruega, se indicó que se le entregaba el premio a Obama por sus "extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos".
Según un funcionario de la Casa Blanca, el presidente dijo que estaba honrado y aceptaba con humildad el galardón.
En el anuncio oficial también se indicó que "el comité le prestó especial importancia a la visión y a los esfuerzos de Obama para que haya un mundo sin armas nucleares. Como presidente, Obama ha creado un nuevo clima para la política internacional. La diplomacia multilateral ha recuperado su posición central, con énfasis en el papel que las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales pueden desempeñar".
El presidente del comité que entrega el premio, Thorbjoern Jagland, dijo que gracias a las iniciativas de Obama, "Estados Unidos está jugando un rol más constructivo al momento de enfrentar los grandes retos climáticos que enfrenta el mundo (...). Sólo en muy raras ocasiones una persona como Obama captura la atención del mundo y le da a la gente esperanzas de un futuro mejor".
Y agregó: "Su diplomacia está fundada en el concepto de que aquellos que lideran el mundo lo deben hacer basándose en los valores y actitudes que son compartidos por la mayoría de los pobladores del planeta".
Reacciones
En principio, el premio a Obama ha sido recibido con beneplácito por parte de diferentes figuras internacionales.
En Sudáfrica, el ex presidente Nelson Mandela y el arzobispo Desmond Tutu -ambos ganadores del Nobel de la Paz en el pasado- urgieron al mandatario estadounidense a continuar promoviendo la paz.
Por su parte, el ex mandatario soviético Mijail Gorbachov dijo que la presidencia de Obama ha generado "esperanza". El presidente afgano, Hamid Karzai, expresó su aprecio por lo que llamó "creación de relaciones internacionales amistosas" de Obama.
Por su parte, un asesor de Mahmoud Ahmadonejad, presidente de Irán, dijo que el galardón debería impulsar a Obama a trabajar para poner fin a la injusticia.
Barack Obama nació en Hawai, Estados Unidos, en 1961. Está casado con Michelle Obama y tiene dos hijas, Malia y Sasha, de 10 y 7 años. Asumió la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de este año.
Mandatario y Nobel
Barack Obama se convierte en el primer mandatario estadounidense en ganar el premio desde que Jimmy Carter lo obtuviera en 2002. En 2007 lo ganó el ex vicepresidente de EE.UU., Al Gore.
En el pasado también lo han ganado Theodore Roosevelt (1906) y Woodrow Wilson (1919).
El ganador es seleccionado por un comité de cinco personas. Los Nobel, que van acompañados de una medalla de oro y un premio en metálico de US$1.400.000, serán entregados el próximo 10 de diciembre en una ceremonia especial en Suecia.

Webometrics

Roberto Rodríguez Gómez

El próximo 16 de octubre el doctor Isidro Auguillo, director del proyecto Webometrics, auspiciado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, invitado por la Dirección General de Evaluación Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (DGEI), estará en México para dictar la conferencia “Ranking Web: su impacto en la UNAM y otras universidades mexicanas.”
En la actualidad, el Webometrics, cuyo nombre oficial es Ranking Mundial de Universidades en la Red, es reconocido como uno de los tres rankings universitarios de mayor influencia internacional. Los otros dos son el World Universities Ranking, publicado por Times Higher Education y QS Quacquarelli Symonds, y el Academic Rankig of World Universities, a cargo de la Escuela de Postgrado en Educación de la Universidad Universidad Jiao Tong, Shanghai. A diferencia de éstos, cuyas mediciones y ponderaciones recaen en la producción universitaria de investigación, el Webometrics jerarquiza la visibilidad de las universidades, y otras instituciones productoras de conocimiento, en la red pública world wide web.
Como tal, el proyecto fue desarrollado por el Laboratorio de Cibermetría hace más de diez años, en 1997-1998. No obstante, su foco de atención original era el desarrollo de indicadores cibermétricos de ciencia y tecnología en el ámbito europeo, objetivo a partir del cual se deseaba reconocer el peso específico de la producción científica y tecnológica española en el contexto de Europa. Inicialmente la metodología propuesta por el laboratorio cibermétrico del Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC), transformado en 2007 en Instituto de Estudios Documentales sobre Ciencia y Tecnología, consistía en la extracción de datos cuantitativos de las “sedes web” de universidades y centros de investigación y desarrollo tecnológico.
La metodología cubría entonces varias etapas: la identificación de sitios web relevantes, selección y codificación de las sedes, cuantificación automatizada y elaboración de base de datos. Con esa información, una vez ajustado el modelo, se produjeron las primeras tablas comparativas. La solución sobre la marcha de los múltiples problemas que enfrentaba el diseño, en especial los constantes cambios de dominios, subdominios y estructuras de los sitios web, así como las transformaciones en las plataformas y formatos para la publicación de documentos electrónicos, fueron dando estabilidad y confiabilidad al proceso.
En 2003, los investigadores del laboratorio reportaban: “dadas las continuas transformaciones que a programación web se refieren, trastocando y limitando así los resultados y la capacidad de este software, se hace preciso encontrar técnicas o software que soporten la cuantificación independiente del lenguaje en que las sedes estén construidas” (Natalia Arroyo y Víctor Pareja, “Metodología para la obtención de datos con fines cibermétricos”, III Taller de Indicadores Bibliométricos, Madrid, 3 al 5 de marzo).
En 2004 se lanzó la primera edición de resultados en forma de ranking de universidades, aunque fue a partir del año siguiente en que el proyecto comenzó a ganar popularidad internacional. En un artículo publicado en 2006, el autor del ranking, Isidro Aguillo, explicaba: “el ranking Web presenta dos importantes puntos fuertes: La presencia en la Web de una institución refleja mejor que otros parámetros el conjunto de las misiones de las universidades (docencia, investigación, tercera misión) y es mucho más fácil de describir (…) También resulta importante la posibilidad de incorporar al Ranking no solo a las World Class Universities, sino a un gran número de instituciones de países en vías de desarrollo” (Isidro F. Aguillo, “Sobre rankings y webs”, Forinf@, núm. 32).
También en 2006, en la revista digital unam.mx, se publicó el artículo de Aguillo “Evaluación de la presencia de la UNAM y otras universidades mexicanas”, En este texto, además de presentarse un análisis comparativo de los resultados de las universidades del país entre sí y con respecto a las instituciones académicas líderes según los resultados del Webometrics, se concluía “Los resultados preliminares muestran que la Web académica mexicana en general, y las sedes de la UNAM en particular, deben progresar con más ímpetu en la dirección citada.”
De entonces a la fecha varias universidades mexicanas han conseguido posiciones en la clasificación. De manera destacada la UNAM, pero con presencia en la región latinoamericana varias otras universidades. En el cuadro anexo se especifican los resultados de los diez primeros lugares para instituciones de México.
A los interesados en esta forma de medición, sus pormenores técnicos, y las perspectivas del proyecto español de cibermetría, se les recomienda la conferencia de Aguillo. Para informes e inscripciones véase la página: www.dgei.unam.mx. Postdata: la admisión es gratuita, pero el cupo limitado.
Publicado en Campus Milenio 340, 08 de octubre de 2009

Sabe Dios qué angustia te acompañó...


Clara Scherer
Excélsior/9 de octubre de 2009

Este verso de Alfonsina Storni está bordado en mi memoria, con el recuerdo de Mercedes Sosa. Esa mujer fuerte me ha acompañado con su voz en muchos momentos difíciles de mi vida y, aparte de la tristeza por su muerte, que me hace pensar en flores, su estar en el mundo me hizo reflexionar en las diputadas que lograron la candidatura por la cuota de género y, ahora, han renunciado para dejar en su lugar a hombres.
Me hice la pregunta que se hace sor Juana, ¿quién es más de culpar, la que peca por la paga o el que paga por pecar? Y entre la fortaleza de Mercedes, las angustias que imagino en las diputadas de triste memoria y los partidos traidores a su palabra, éstos son los que quedan más mal parados. ¿Para qué legislar cuotas, si van a darles la vuelta? Lo peor, ¿cómo presumir de Estado de derecho, si ellos son quienes ponen las reglas para no cumplirlas?
Qué dolores viejos calló tu voz, y en voz de Mercedes, esa frase tiene sentido. Ella sabía de la tristeza de una mesa sin pan; de las agobiantes madrugadas en las que no hay tiempo para ver salir el sol, porque hay que arar los campos; de las camas de polvo donde duermen incómodos los años mozos. ¿Las diputadas renunciantes? No, yo no sé si en ellas hay algún dolor viejo o nuevo. Lo que no se ve es capacidad para alzar la voz.
Y una voz antigua de viento y de sal puede que les susurre, a esos partidos, a esas mujeres, a esos hombres que en la vida de los seres humanos, la dignidad se muestra al sostener la palabra empeñada, al ser capaces de cumplir los compromisos, al saber valorar la justicia que implica equilibrar la presencia femenina en la vida pública de los países.
Te requiebra el alma y la está llevando a ese pasaje de la soledad de la conciencia y de la conciencia de la soledad. ¿Cómo decir “soy diputado porque tu tía renunció a su lugar”? O “mira, niña, la vida de las mujeres es puro sacrificio y no podemos hacer nada, porque otras, como yo, dejamos pasar la oportunidad” o “vota por mi partido, aunque nunca cumple, como has visto que hace con las mujeres”.
Y te vas hacia allá como en sueños, cada día más fuerte, cada vez más valiente, cada instante más luminosa, porque sostuviste tu palabra, porque cantaste a la vida, porque fuiste capaz de mirar por la justicia, a pesar de que tus discos fueran prohibidos, y que en 1978, en un concierto en La Plata, fuiste detenida en el escenario. Fuiste cantora porque debías. Cantabas siempre, con fundamento: “A quien doy las cuerdas de mi guitarra, para que no suenen tristes a la hora de mi adiós”.
Por caminos de algas y de coral no la llevaron cinco sirenitas, sino más de 35 amigas y amigos, que entonaron, junto con ella, canciones a la vida, al amor, a los pájaros, a Violeta, hasta al Ángel de la bicicleta. Pero nadie como ella para entonar aquello de: Sólo le pido a Dios/ que el engaño no me sea indiferente/ si un traidor puede más que unos cuantos,/ que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
claschca@prodigy.net.mx

jueves, 8 de octubre de 2009

No tenemos estadistas

Miguel Carbonell
El Universal/8 de octubre de 2009

Haga la prueba el lector con el dirigente político que tenga más a mano, ya sea un diputado, un senador, un secretario de Estado o un simple presidente municipal: pregúntele dónde estaremos ubicados —dentro de su área de responsabilidad— dentro de 20 años. Le apuesto doble contra sencillo a que 99% de nuestros gobernantes no podrán ofrecer ninguna respuesta con fundamento: no tienen ni la menor idea de dónde podría o debería ir el país ni tampoco del rumbo que corresponde a su ámbito particular de actuación.
Sus problemas son otros: los pequeños pleitos de cada día, la respuesta para el editorial de hoy o el de ayer, la reunión de hace una hora, la que tendrá lugar en la tarde, la grilla con el partido, el halago al líder, la búsqueda de la siguiente chamba o al menos de la siguiente quincena. Nada más. No son capaces de elevar la mirada, aislarse por un momento de la cotidianidad que los atenaza e intentar ver el país desde arriba, desde donde solamente lo pueden ver los estadistas. No los tenemos, no existen entre nosotros esa clase de políticos. No hemos conocido a los grandes timoneles que deberían haber guiado nuestra transición democrática y que ahora deberían estar al mando de nuestro proceso de consolidación.
Por eso el país navega sin rumbo; cada año descubrimos nuestras grandes fallas fiscales e intentamos reinventar el sistema tributario: un año baja el Impuesto Sobre la Renta y al siguiente sube, un año aplicamos impuestos al consumo y luego los desechamos. El país sigue a la deriva mientras nuestros diputados creen que es posible reinventarlo por medio de una varita mágica, como si no hubiera habido nada antes de ellos ni fuera a haberlo después.
Son hombres y mujeres que no han sabido, no sabrán y nunca podrán estar a la altura de los tiempos que les ha tocado vivir. Ni uno de ellos tiene la mitad de visión de mediano y largo plazo que tuvieron en su momento personajes como Winston Churchill, Jacques Delors, Felipe González, François Miterrand, Bill Clinton, Fernando H. Cardoso o Ricardo Lagos, por citar algunos ejemplos evidentes.
Y lo peor es que, además de no ser estadistas, tampoco son buenos gestores de la cotidianidad. No pueden resolver los grandes problemas porque no alcanzan ni siquiera a verlos, pero tampoco arreglan los pequeños porque superan ampliamente sus capacidades de gestión e intermediación. Son malos políticos y malos gestores.
Por si lo anterior fuera poco, ni siquiera son buenos para suscitar esperanzas, para crear ilusiones de renovación y superación, para hablarles a todos los mexicanos y unirlos en alguna causa común. Si uno compara los discursos del presidente Obama o de Nicolas Sarkozy (o incluso de Michelle Bachelet o de Lula Da Silva, para citar un par de casos de nuestro subcontinente) con los de nuestros “héroes locales”, casi dan ganas de llorar. Son pésimos oradores, vagos en sus ideas, inclementes con la sintaxis, con tropezones en el campo de la pronunciación y planos en la entonación. No convencen a nadie. Los oye uno en la tele o en la radio y dan ganas de apagarle o de cambiar de estación.
Pero su mediocridad absoluta, su escaso nivel intelectual, su propensión reiterada a la mentira y su oscuridad discursiva no obstaculizan en modo alguno su altanería y su soberbia: sienten que están prestando grandes servicios a la patria y que nosotros, como si fuéramos hijos agradecidos, deberíamos cuidarlos hasta el fin de sus días y reconocerles todo lo que hicieron por nosotros.
Una cosa es cierta: o nos deshacemos pronto de ellos y ponemos a los mejores mexicanos al mando, o nunca abandonaremos el estado de absoluta postración en el que nos encontramos. Y en esto no hay atajos ni renuncias voluntarias. Cada quien debe jugar su papel.
http://www.miguelcarbonell.com/
Investigador del IIJ-UNAM

Los énfasis de las ultraderechas

Octavio Rodríguez Araujo
La Jornada/8 de octubre de 2009

No quisiera parecer exagerado, pero es mi convicción que las ultraderechas, que parecían fuera de foco hace todavía 20 años, se han fortalecido y han aumentado su beligerancia en el mundo y en México en particular. Ahora son más evidentes, digámoslo así.
Las ultraderechas, como bien se sabe, no son iguales que las derechas, aunque tengan puntos de contacto y de coincidencia. Las principales características de las primeras son su intolerancia y la defensa intransigente de sus valores, a menudo influidos por las iglesias más conservadoras y por ideologías que nutrieron a los movimientos fascistas de diferente grado en los años 20 a 45 del siglo pasado. Las ultraderechas de ahora no son iguales a las que precedieron y provocaron la Segunda Guerra Mundial: las de ahora, sin ir más lejos, son antiestatistas, las de antes eran estatistas y buscaron, con diferentes matices, que el caudillo (también duce o führer) estuviera por encima del Estado o que éste fuera un instrumento de aquél en una confusión difícil de resolver teóricamente. Hitler fue el caso más extremo de lo anterior.
Las ultraderechas de ahora no son estatistas, pero aspiran a influir y, en su caso, a modificar el papel del Estado en las sociedades contemporáneas con la idea de convertirlo en una entidad subordinada a sus valores “morales” y religiosos. Y esto es válido para sociedades mayoritariamente cristianas y para las musulmanas que solemos denominar fundamentalistas (ambas), entre otras razones porque quieren terminar con la separación Iglesia-Estado y que este último deje de ser laico.
En el pasado el énfasis se puso en la economía y en la negación de la democracia (producto del liberalismo, en una ecuación que decía que el liberalismo era contrario al estatismo); hoy el acento se ha puesto en la lucha contra el aborto, los homosexuales, el feminismo, el sexo que no sea exclusivo para la reproducción de los seres humanos (de preferencia sin mencionarlo), el tabaco y el alcohol, la anticoncepción en cualquiera de sus formas, la tolerancia religiosa y la multiculturalidad. En Europa, Estados Unidos y algunos estados musulmanes se expresan diferentes formas de racismo-religiosidad en contra de quienes no son cristianos y blancos, en un caso, y en contra de quienes no son musulmanes, en otro.
La adopción de valores religiosos es la que mejor les ha redituado para convencer a amplios sectores de población. Así, en varios países de Europa, para no hablar de Estados Unidos después del 11 de septiembre, las ultraderechas no dicen que están en contra del color de quienes discriminan, sino que su cultura y prácticas religiosas no son compatibles con las de la mayoría cristiana y caucásica. En Estados Unidos los grupos de odio racial, que crecieron en número durante el largo gobierno de Bush junior, se han recrudecido con Obama en el gobierno de ese país, pues de ninguna manera aceptan que un afrodescendiente, aunque sea mulato, dirija sus destinos. En la mayor parte de América Latina y el Caribe el racismo no les queda, pues tendrían que actuar contra ellos mismos dado que el mestizaje es muy extendido, pero sí usan los valores religiosos como arma de convencimiento y de penetración.
México no sólo no es excepción, sino que aquí la ultraderecha es tal vez más beligerante que en otros países de la región. En un lúcido artículo (honor a quien honor merece): “Gómez Morín, el PAN y la Iglesia católica” (Nexos, del mes pasado), Lujambio destacó la diferencia histórica e ideológica entre la ACJM (Asociación Católica de la Juventud Mexicana) y la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC, ya desaparecida). Esta última era plural y tolerante, y a ella pertenecieron algunos de los más destacados panistas más o menos liberales que ya han sido derrotados y desplazados por los pragmáticos empresariales y por la ultraderecha yunquista y acejotamera. La ACJM junto con El Yunque y la ya antigua, pero vigente Unión Nacional de Padres de Familia son las que dominan entre las filas de las ultraderechas mexicanas y las que promueven todos los movimientos reivindicativos de los valores más conservadores de la Iglesia católica vaticana. Aunque son adversarios históricos, muchas de las reivindicaciones morales de contenido religioso de los católicos son defendidas con la misma belicosidad, sobre todo en Estados Unidos, por los cristianos fundamentalistas bíblicos, también fanáticos e intolerantes (los creacionistas, por ejemplo).
Todos estos grupos, que no deben ser desdeñados, han abandonado la discusión relativa al estatismo y al liberalismo como factores económicos y políticos, para concentrarse en valores despojados de contenidos ideológico-clasistas. Me explico mejor: los viejos debates que, por lo menos en teoría, tenían que ver con posiciones de clase y que hoy por hoy sólo asumen los marxistas y algunas corrientes de la teología de la liberación y ciertos grupos de evangélicos y episcopales liberales, han sido dejados de lado por las ultraderechas para poner el énfasis en valores desposeídos de todo tipo de connotación clasista, es decir, que puedan ser aceptados por campesinos, obreros, clases medias bajas o ricos y muy ricos igual sean, como suelen ser estos últimos, opusdeístas o legionarios de Cristo. Son estas ultraderechas las que censuran y queman libros de biología, las que reprueban en las escuelas novelas como Aura, de Fuentes, las que hacen manifestaciones contra el aborto, los homosexuales y el feminismo, las que se suman con entusiasmo a las leyes antitabaco y que más adelante lo harán contra el alcohol como bebida, las que quieren abolir la separación Estado-Iglesia, las que demandan que la Unión de Padres de Familia tenga injerencia en los planes de estudio de todas las escuelas, incluyendo las públicas, las que están en contra del condón y de las píldoras anticonceptivas, las que destruyen obras de arte con desnudos, las que, en fin, están en contra de la pluralidad en todas sus manifestaciones y de la coexistencia cultural y religiosa. Ésta es su nueva estrategia y les está dando resultado para tener cada vez más poder.

Acometida contra el SME

Arturo Alcalde Justiniani
La Jornada/8 de octubre de 2009

En la desbocada acometida del gobierno federal contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se han utilizado todos los recursos. En primer lugar, mezclar un diferendo interno del gremio vinculado con la conocida toma de nota, con la situación de la empresa y su contratación colectiva; y en segundo término, implementar una campaña en contra de los trabajadores y sindicatos del país, como si todos fueran de la misma calaña. Para ello, el gobierno se ha apoyado de algunas plumas, televisoras y vergonzosos desplegados, varios de ellos suscritos por personajes de reputación muy dudosa, que buscan generar encono contra los trabajadores del país, particularmente de los electricistas a partir de verdades a medias, aprovechando la legítima irritación del público usuario por las limitaciones del servicio eléctrico, pretendiendo convencernos de que todos los males de Luz y Fuerza del Centro provienen de la conducta de sus trabajadores, evadiendo la propia responsabilidad gubernamental. En este conflicto, resulta esencial poner cada tema en su lugar para no ser parte de este linchamiento: el papel que de acuerdo con nuestras leyes corresponde a la autoridad laboral registradora, la solución del diferendo interno del gremio en un entorno de autonomía y democracia, y la necesidad de que la empresa cumpla con las exigencias propias del servicio público que presta.
La toma de nota, en la particular interpretación del gobierno, es un claro vestigio del sistema corporativo priísta que hemos sufrido muchos años. Mediante ésta, el gobierno se abroga el derecho de controlar a los trabajadores y decidir desde el nacimiento mismo de los sindicatos, hasta la autorización periódica de sus directivas. Cuando se trata de un simple procedimiento administrativo en que el papel de la autoridad es de simple fedatario.
Los panistas, siendo oposición, propusieron la supresión de la toma de nota, así lo acreditan sus proyectos de ley y el posicionamiento de sus fracciones parlamentarias. El propio Vicente Fox, días antes de su elección, el 7 de junio de 2000, suscribió públicamente un compromiso ante organizaciones y personalidades de la sociedad civil, en su octavo y noveno apartado protestó “eliminar el trámite de registro y de la toma de nota ante la autoridad laboral y establecer el registro público de sindicatos y contratos colectivos. El organismo encargado de dicho registro será público y autónomo del Poder Ejecutivo”. Por lo visto, estos reclamos se han quedado en el cajón mientras han sido gobierno; probablemente cuando dejen de serlo lo reivindicarán de nuevo: ésa es la historia de nuestro país.
Los actos de la autoridad deben someterse a las normas vigentes. Conforme a la Constitución, la Ley Federal del Trabajo y el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo vigente en nuestro país, con una jerarquía incluso superior a la ley mencionada, los sindicatos no requieren de autorización previa de la autoridad para funcionar, y ésta debe abstenerse de toda intervención que tienda a entorpecer su ejercicio legal (artículo 382 de la ley y 3.2 del Convenio 87). También es ilegal suspender administrativamente su personalidad impidiéndoles el cumplimiento de su objeto, ya que se deja en estado de indefensión a sus miembros (artículo 370 de la ley laboral y 4 del Convenio 87). En el caso del SME, esta suspensión se actualiza al limitarle el cumplimiento de sus tareas desde hace más de dos meses, negarles la disposición de su patrimonio con la intervención de sus cuentas, sostener la tesis de que carece de representantes legales y rechazar de manera absoluta la toma de nota. Para muestra un botón: conforme al artículo 375 de la ley en la materia, la autoridad registradora tenía tres días para contestar la toma de nota y se ha dilatado más de dos meses, confundiendo el plazo que la ley establece para el registro de un sindicato, al que corresponde a la toma de nota de una directiva. Para dimensionar el daño que se hace al gremio, podríamos proyectarlo a otro tipo de personas morales. Imagínese los estragos que se harían a la Ford o Televisa si no pudieran acreditar su personalidad jurídica, ni defender sus intereses por periodos prolongados, pondrían el grito en el cielo. Quienes aplauden estos actos autoritarios deberían valorar que más tarde podrían ser víctimas de los mismos.
Es claro que existe un diferendo interno en el SME. La pequeña diferencia de votos en el amplio universo de sus trabajadores da cuenta de ello. Como en cualquier organización democrática debe respetarse la voluntad mayoritaria. Si viviéramos un verdadero estado de derecho, la solución sería muy simple: los inconformes van con el juez y si hay signos de duda en la elección, se convoca a una nueva consulta. En el nuestro, no existe ese árbitro imparcial. Corresponde al sindicato resolver por la vía democrática esta controversia, debiendo existir la apertura suficiente de ambas partes para admitir este ejercicio democrático con el fin de sacar la pelota de la cancha del patrón-gobierno. La añeja tradición democrática de este gremio es suficiente para entender que el reclamo de autonomía es consustancial con el respeto a la voluntad mayoritaria y su acreditamiento fehaciente.
Por lo que se refiere a Luz y Fuerza del Centro, la operación eficiente de la misma es una necesidad insoslayable. Se trata de un servicio público fundamental que obliga a una operación y administración eficiente y transparente, sujeta a condiciones de trabajo sustentables tanto para el personal de base como de confianza, conforme a una política racional de financiamiento. Este proceso es propio de la negociación colectiva, en consecuencia corresponde a la administración y trabajadores afrontarlo y tomar las medidas que sean necesarias para tal fin. La propia ley otorga los medios para ello. Valga repetirlo: este tema no debe mezclarse con el conflicto gremial que los trabajadores y sólo ellos deben resolver para bien propio, del sindicalismo tan acosado en este tiempo y del propio país.

UNAM, entre las 200 mejores, por quinto año consecutivo

Emir Olivares Alonso
La Jornada/8 de octubre de 2009

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se situó como la única institución de educación superior de América Latina entre las mejores 200 a escala internacional, de acuerdo con la clasificación anual 2009 realizada por el diario británico The Times, al obtener el lugar 190. Además, se colocó como la segunda mejor de Iberoamérica, sólo después de la Universidad de Barcelona, que aparece en el sitio 171.
En el listado 2009 del rotativo, 10 instituciones educativas que el año pasado estuvieron entre las 200 primeras ya no aparecieron en éste, como las universidades de Sao Paulo, Brasil, y la de Buenos Aires, Argentina, que en 2008 se colocaron en los sitios 196 y 197, respectivamente.
La medición evaluó a más de 17 mil instituciones de educación superior en todo el mundo. En 2008 la máxima casa de estudios del país ocupó la posición 150. En la clasificación desglosada la UNAM se ubicó en el lugar 99 en ciencias de la vida y biomedicina, 133 en ciencias naturales, 146 en humanidades y artes, 160 en ingeniería y tecnología informática, y 188 en ciencias sociales.
Para obtener los resultados de la clasificación –realizada por Quacquarelli & Symonds, empresa privada inglesa– se aplica “una metodología subjetiva” a partir de evaluaciones de miles de académicos y empleadores, la proporción de profesores y estudiantes, el número de citas científicas comparado con el total de académicos y la presencia de alumnos y profesores provenientes del entorno internacional.
El secretario general de la universidad nacional, Sergio Alcocer, manifestó que es un orgullo para la institución mantenerse por quinto año consecutivo entre las mejores 200 universidades del orbe. Sin embargo, consideró que “es preocupante” que ninguna otra institución de nivel superior del país figure en el listado.
“Esto es un nuevo llamado a fortalecer el apoyo a la educación superior. Los países que se mantienen y escalan en estas mediciones son los que impulsan la inversión en educación e investigación; los que tienen un objetivo y una política muy claros de la importancia de la academia, inclusive desde la formación básica, para su desarrollo, lo que en México no se ha logrado”, destacó el funcionario.
Especialistas universitarios destacaron que los datos de la clasificación anual de la publicación inglesa revelan que las universidades que se hallan en los primeros sitios de la clasificación o que logran escalar posiciones son las instituciones de naciones que hacen una alta inversión en educación superior, con políticas definidas de internacionalización y que dan importantes apoyos a la educación terciaria y a la investigación científica. Por ello sostuvieron que el hecho de que la UNAM sea considerada entre las 200 mejores universidades del mundo “resulta meritoria”.
Los datos del reporte internacional asientan que sólo 12 universidades mantuvieron el mismo lugar que el año pasado, en tanto que la Universidad de Bergen, Noruega, escaló 83 posiciones en este periodo. De las 200 mejores instituciones, 109 son de naciones de habla inglesa como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Las casas de estudio que obtuvieron los cinco primeros lugares en la clasificación de The Times para 2009 están encabezadas, al igual que el año pasado, por Harvard; la inglesa Cambridge escaló una categoría con respecto de 2008 y se colocó segunda; Yale, Estados Unidos, bajó una y es la tercera; University College London subió tres sitios y se sitúo en el cuarto sitio, en tanto que The Imperial College, de Londres, mejoró su postura obteniendo un sitio mejor, el quinto.

SME: conflicto intrasindical o con el gobierno

Humberto Musacchio
Excélsior/8 de octubre de 2009

Una y otra vez, el Sindicato Mexicano de Electricistas ha resistido los intentos de quienes pretenden destruirlo. Pese a las inevitables diferencias internas, al caudillismo de algunos dirigentes o los errores y debilidades de otros, el hecho es que el SME ha sido una organización de ejemplar vida democrática, un conglomerado solidario con las luchas de su clase y participante en grandes movilizaciones sociales.
La feroz embestida del secretario “del Trabajo” contra el sindicato electricista es un caso de cínico intervencionismo. Se dice que en la más reciente elección de mesa directiva ocurrieron tantas irregularidades que no es posible “otorgar” la toma de nota, trámite que de ser un derecho de los sindicatos ha pasado a convertirse en una prerrogativa de las autoridades, que en ningún momento han mostrado el mismo celo para negarse a reconocer al sindicalismo charro ni a los líderes patronales de los sindicatos blancos, lo que se explica porque este gobierno está descalificado para expedir certificados de legitimidad.
Este mismo gobierno no ha movido un solo dedo para desenmascarar a los administradores de membretes seudosindicales que en connivencia con empresarios poco escrupulosos afilian a los trabajadores de miles de empresas sin que éstos se enteren de tal afiliación, pese a que se les descuentan puntualmente las cuotas que van a los bolsillos de los vivales dedicados a vender protección.
En tales condiciones, sería de suprema ingenuidad creer que el señor Javier Lozano actúa movido por el respeto a la ley y la vida interna de los sindicatos. Es exactamente lo contrario. Él nunca se ha preocupado porque exista democracia en las organizaciones de los trabajadores. Sus intereses son muy otros, y lo comprueba su turbia intervención en el asunto del señor Zhenli Ye Gon, quien mencionó que un tal Javier Alarcón le había sacado dinero para la campaña presidencial del PAN de 2006 y Javier Lozano Alarcón consideró que el saco era de su medida y se lo puso.
Por supuesto, los empeños del gobierno federal cuentan, como siempre, con el coro de ingenuos y chayoteros que reclaman al SME por la baja productividad de la empresa, por la obsolescencia de las instalaciones o porque cerca de la tercera parte de los usuarios no pagan por el servicio. Al respecto, decía don Manuel Bravo Jiménez, director del Centro Nacional de Productividad, que es responsabilidad de la patronal, no de los obreros, optimizar el rendimiento de los factores de la producción. Igualmente, toca a la empresa, no a sus trabajadores, aplicar los mejores sistemas de mantenimiento, comercialización y cobranza.
Se acusa también a los integrantes del SME de ganar más que otros trabajadores y de tener prestaciones superiores a las de otros sindicatos. Sí, pero nada de eso ha sido un regalo ni está fuera del marco legal. Tanto la Constitución como la Ley Federal de Trabajo reconocen el derecho de los trabajadores a organizarse en sindicatos que pugnen por mejorar sus condiciones laborales. Pero es obvio que la campaña contra el SME no tiene sustento legal. Es una renovada intentona para destruir a una ejemplar agrupación obrera. Por eso mismo, para ganar la batalla de la opinión pública, las partes bien podrían convocar a nuevas elecciones vigiladas por representantes de sindicatos amigos para quitar pretextos a esas autoridades a las que urge destruir al SME para abrirle la puerta a la privatización eléctrica, que a fin de cuentas es el móvil de esta sucia campaña.
hum_mus@hotmail.com

Recuerdos del 68

Fernando Serrano Migallón
Excélsior/8 de octubre de 2009

En 1968, tenía 19 años: fui una parte mínima del protagonismo que jugamos todos. El 68 empezó en 1966, primero lo de Morelia y lo de Durango; luego, lo del rector Chávez. A partir de julio de 1968, el movimiento comenzó a manifestarse. No estuve en los pleitos de La Ciudadela ni en el de la Ochoterena y la Voca 5; me enteré, como todos, por las noticias que corrían, subterráneas pero fieles. El 30 de julio, Barros Sierra, que nunca sabré si fue el mejor rector que tuvo la UNAM, pero sí uno de los más valientes, izó la bandera nacional a media asta, para protestar por el allanamiento de las preparatorias y las detenciones de los estudiantes. Díaz Ordaz respondió con lo de su mano tendida y las pintas respondieron: “A la mano tendida, la prueba de la parafina”. Nació el CNH, como un interlocutor que el poder consideró una amenaza. Hablaban de diálogo y traíamos encima a la policía; se conminaba a los padres a que no nos dejaran salir a la calle; veían un comité comunista en el CNH, que más plural no podía ser.
Así comenzó la fiesta: casi todos los estudiantes participamos en alguna brigada; llegabas a un lugar público y en tres minutos denunciabas la represión, repartías los volantes y salías corriendo antes de que interviniera la policía. No encuentro qué motivó la ira de Díaz Ordaz contra un pliego petitorio que no buscaba derrocar al gobierno o frenar las Olimpiadas. Era un movimiento social, amplio, pero con limitaciones, dirigido por clasemedieros urbanos principalmente circunscritos a la Ciudad de México.
La fiesta terminó después de que izaron la bandera rojinegra y entraron las tanquetas en el Zócalo, hubo muertos y heridos; el Ejército se apostó alrededor de la Ciudad Universitaria y de Zacatenco. En septiembre, so pretexto de que insultábamos y ofendíamos, la represión subió de tono. Respondimos con La Marcha del Silencio: 250 mil personas caminamos sin pronunciar palabra. Esa resistencia muda rompió la poca tolerancia del gobierno: cinco días después, el Ejército tomó la Ciudad Universitaria. Barros Sierra encabezó una manifestación en la que la autoridad universitaria respaldó al CNH. Un pobre diputado ignorante atacó al rector; al presentar éste su renuncia, la Junta de Gobierno de la Universidad la rechazó y le pidió que se quedara. Para octubre, el movimiento estaba golpeado, con gran parte de sus líderes detenidos o desaparecidos y la capacidad de respuesta profundamente minada.
El mitin del 2 de octubre tuvo un carácter de verbena popular: había sido convocado desde el 27 de septiembre con la Universidad ocupada por el Ejército, en la Plaza de las Tres Culturas, considerada ya sede del movimiento y, además, justo un día antes se había reabierto la Ciudad Universitaria. Esa tarde predominaban los estudiantes, pero había familias completas, vecinos de la unidad, obreros y empleados, que mostraban el verdadero rostro del 68, el de una sociedad que se felicitaba por su toma de la libertad y su derecho, por su voz recientemente estrenada, la de los ciudadanos; un rostro que, pese a todo, sonreía y esperaba; un rostro que políticos ambiciosos y cortos de vista desfiguraron a balazos, golpes, torturas y detenciones, y sellaron con sangre su propio destino y el de su sistema ya entonces caduco.
fserranomigallon@yahoo.com.mx

miércoles, 7 de octubre de 2009

Política, derecho y economía

Lorenzo Córdova Vianello
El Universal/7 de octubre de 2009

La democracia constitucional es la versión más acabada del Estado moderno. De acuerdo con la acepción más generalizada, se trata de un arreglo político-institucional fundado en los equilibrios de los poderes (públicos y privados) a partir de un conjunto de reglas constitucionalizadas (en primer lugar, el reconocimiento y la garantía de los derechos individuales), que por ello resultan obligatorias para todos, y en el cual las decisiones políticas suponen un procedimiento incluyente, participativo y fundado en la regla de la mayoría.
Lo anterior supone que la política y el derecho se encuentran en una relación muy estrecha, en la que la primera puede fluir únicamente a través de las vías legales establecidas y no puede ir más allá de determinadas reglas. El paradigma de este tipo de régimen supone que ningún poder, ni siquiera el órgano primordial de las democracias: el parlamento o asamblea representativa, puede ir más allá de los límites que le impone el derecho, en primer lugar, el respeto de los derechos humanos que están, precisamente, reconocidos (y por ello garantizados) en las constituciones.
Pero los límites que se imponen al poder en las democracias constitucionales no se restringen sólo a la esfera de lo público o de lo político, es decir, de los órganos del Estado, sino que alcanzan también a los poderes privados.
Pensar que el derecho sólo tiene por objeto el restringir la actuación del Estado, para proteger a los individuos frente a sus eventuales excesos, es tener una visión sumamente limitada de la función que las reglas jurídicas juegan en el contexto social moderno. El derecho también sirve para protegernos frente a los demás particulares —algunos de ellos hoy casi tan poderosos como el Estado mismo.
En ese sentido, pensar que la esfera privada por excelencia, la economía, puede estar exenta de ciertas reglas de comportamiento que protejan a los individuos frente a los excesos que en ese ámbito pueden cometer los poderes privados, esto es, pensar que la autocontención y la buena fe pueden imperar en ese contexto, es simple y sencillamente irracional y suicida.
Solamente una visión liberal radical puede suponer que la economía puede funcionar sin reglas predeterminadas y que condicionen la actuación de los actores que se desempeñan en ese ámbito. El problema reside, entonces, en hasta dónde es lícito y conveniente que se regule esa actividad social. Como sabemos, en la última década y media han venido prevaleciendo las tesis neoliberales que plantearon una retirada casi absoluta del Estado (entiéndase de la política y del derecho) de la esfera económica.
Los resultados de esa apuesta están a la vista de todos; y ante la catástrofe global que esas políticas de dejar las “manos libres” a los actores-poderes que actúan en la economía, es indispensable repensar qué cosa falló en el modelo prevalentemente adoptado. Una clave de lectura para entender lo ocurrido y tratar de poner remedio es entender precisamente el esquema que la democracia constitucional plantea como los códigos para la convivencia pacífica de la sociedad: que la regulación de todos los poderes tiene como objeto la protección de los derechos fundamentales de todos los individuos, incluidos los derechos sociales que pretenden crear condiciones que permitan que todos las personas vean satisfechas sus necesidades e intereses vitales.
Por lo que hace a la economía, lo anterior impone inevitablemente dos cosas, al menos: por un lado, acotar la gran concentración de poder económico de manera que se garantice que las grandes corporaciones no lesionen los derechos de las personas y, por otra parte, revisar del modelo económico, así como regular la actividad económica para procurar una distribución de la riqueza que permita que todos gocen de condiciones de vida dignas en lo fundamental.
No hacer lo anterior nos conducirá, tarde o temprano, por una vía en la que la convivencia pacífica de las sociedades no podrá ser garantizada ni por el derecho ni por la política.
Investigador y profesor de la UNAM

Desarrollo humano en México

Magdy Martínez Solimán
El Universal/7 de octubre de 2009

El desarrollo humano ha sido definido como la fase superior del desarrollo, la combinación entre progreso económico y social, libertad individual y prosperidad colectiva. Es una aspiración, y para alcanzarla hay que medir. Sólo se cuenta lo que cuenta. El índice de desarrollo humano brinda los números del bienestar relativo y de los rezagos. El informe ofrece su relato de las vidas detrás de las cifras. Y esas vidas, en el mundo y en México, son muy diferentes en calidad y en libertad, porque el mundo es desigual, como lo es México también.
El Informe de Desarrollo Humano 2009 anota que mientras 50 países retrocedían, México ha ganado un puesto. Se debe esta subida a mayores ingresos promedio y a una mejora en la alfabetización de los adultos. México está 10 puestos por encima de su promedio en esperanza de vida y 20 por encima en desnutrición de menores de cinco años. Pero el país acumula rezagos en igualdad de género y en esperanza de vida, así como en alfabetización de adultas o escolarización de las niñas, y también en la representación política de las mujeres.
Hace escasos días tuve ocasión de pronunciarme en contra de que las candidatas electas diputadas cedan sus espacios políticos a suplentes varones, algo que no contribuirá a mejorar la consideración de las mexicanas sobre la política. México, a pesar de un crecimiento moderado, ha venido progresando en la disminución de la desigualdad y el rescate de millones de la pobreza, hasta que se produjo el impacto de las crisis. Volviendo un poco la vista atrás, desde 1980 el país ha transitado de un desarrollo humano medio, a consolidarse entre el 25% de las naciones con un desarrollo humano alto.
Todos los informes sobre el desarrollo humano tienen un enfoque especial. El de este año es la movilidad humana, que como sus asentamientos son la historia de nuestra especie. El informe rompe esquemas y pone en tela de juicio muchos estereotipos. Uno que esperamos enterrar es aquel según el cual los migrantes tienen efectos negativos sobre los trabajadores locales con habilidades similares. Los migrantes ni quitan empleos ni bajan salarios. Aumentan el producto económico de la zona adonde llegan y dan más de lo que reciben. Es en tiempos de recesión cuando las reacciones se tornan más complejas. Una crisis de empleo es muy desfavorable para los migrantes, ya que su perfil es el más vulnerable a la recesión. Datos del mes pasado en mi país, España, apuntan a 18% de desempleo y a 30% de paro entre los extranjeros. Desde el PNUD hemos recomendado que se dé la oportunidad de buscar empleo tras un despido, y en su caso, se garantice un retorno digno y sin atropellos. Y hablando de atropellos, debemos erradicar los inmensos peligros para las mujeres. Ellas son la mitad de los migrantes, remiten una parte más generosa de sus ingresos a sus familias que los migrantes varones, pero sufren más abusos y riesgos. México tiene un especial deber de cuidado respecto del fenómeno de la trata, un deber que se está esforzando en honrar con políticas de vigilancia y asistencia en su frontera sur, bajo el liderazgo del gobernador de Chiapas, tratando de hacer de la zona sur una frontera amiga y de lucha contra la pobreza, incluyendo los Objetivos de Desarrollo del Milenio en la Constitución del estado.
Recomendamos en el informe que más trabajadores puedan emigrar, si lo desean; recomendamos proteger a los trabajadores migrantes con cualificaciones para el trabajo manual, ya que son más vulnerables en la emigración que estudiantes y profesionales; exigimos proteger los derechos de los emigrados, sus hijos e hijas, sus familias y su cultura. Demandamos que las condiciones laborales sean de este siglo, que haya derecho a sindicación, que no se discrimine ni explote con salarios de hambre y horarios de vergüenza. Los migrantes con sida deben ser atendidos, no deportados. Reconocemos que al fin y a la postre, la mejor política migratoria es el desarrollo local.
No podríamos abordar el tema de las migraciones en México sin indicar que entre este país y Estados Unidos se da el flujo migratorio bilateral más importante del mundo. Premiar con la regularización a los migrantes que se la ganen con su esfuerzo y buen hacer parece ser la única política razonable. La migración no es un problema de seguridad, sino una política pública que debe ser pactada. Si bien hay sombras, hay también buenas noticias: se aplauden las políticas migratorias de Filipinas, Nueva Zelanda, Suecia, Canadá, Australia, Tailandia, España o del Reino Unido, entre otras, porque avanzan en la protección de derechos y de la dignidad humana.
Representante residente del PNUD en México

Había una vez un país

Arnoldo Kraus
La Jornada/7 de octubre de 2009

Había una vez un país llamado México. Un país vecino de Estados Unidos y de Guatemala. Una nación donde el surrealismo de otras épocas se achica ante el México de hoy. El México de Felipe Calderón y de los tres partidos políticos que desgobiernan de norte a sur, del oeste al este y de la tierra al cielo. Había un país llamado México que sigue llamándose México, pero que cada vez se desteje más.
¿Recuerdan la vieja anécdota de lo que le sucedió a André Breton, uno de los fundadores del surrealismo, cuando estuvo en México? Nunca he comprobado si lo que ahora reproduzco fue verdad o no, pero la fuerza de la repetición y la certeza de que Juanito y el presidente Calderón son México, son suficientes razones para creer en la veracidad de la anécdota.
Cuando Breton visitó nuestro país en 1937 fue invitado a pasear a Xochimilco. Asombrado por la belleza del lugar y por la destreza de los artesanos que hacían sillas con madera y cuerda, dibujó, en un papel, una silla. El diseño de Breton enfocó a la silla de perfil, de tal forma que sólo se veían tres patas, las de adelante y una de las de atrás; una de las patas traseras no se veía por la perspectiva del dibujo.
–¿Podría hacerme esta silla? –pidió André al artesano.
–Encantado –respondió el maestro–. Tendré lista su silla cuando regrese de la excursión.
Inmensa fue la sorpresa del autor de Los vasos comunicantes cuando regresó: la silla estaba terminada. El artesano había copiado fielmente el respaldo, el asiento, el grosor de las cuerdas, las curvas de las patas y los colores sugeridos por el comprador. Para no desvirtuar la realidad reprodujo el dibujo punto por punto; se apegó al diseño y no lo modificó. El resultado fue sorprendente: sólo hizo tres patas. Dice la leyenda que Breton se quedó atónito y contento: el surrealismo, montado en tres patas mexicanas, era un tema inacabado. Tenía razón. En el surrealismo mexicano de 2009, que ya no es antirracional sino racional, ahora son los indígenas de Oaxaca y Puebla los que envían remesas a Estados Unidos.
Todos sabemos en México de la heroicidad de los indocumentados que emigran a Estados Unidos y a Canadá con tal de nutrir a sus familias e impedir que mueran por el desdén y los hurtos de la mayoría de nuestros políticos. Ni siquiera Vicente Fox en sus peores momentos, o Felipe Calderón en sus mejores destellos, lo ignoran: los migrantes son nuestra pena y nuestros héroes. Lo que sin embargo nadie esperaba es que la realidad se reinventase o se surrealice: desde hace cuatro meses los familiares de los migrantes oaxaqueños y poblanos les han empezado a mandar dinero a Estados Unidos. La palabra surrealice es un término inexistente, pero aplicable al gobierno de Calderón. Ahora las remesas han invertido su dirección: el dinero viaja de las zonas serranas de Puebla y Oaxaca hacia Estados Unidos. Las razones son obvias y dolorosas.
En una nota firmada por Susana González G., publicada en La Jornada el pasado 4 de octubre, Martín Zuvire, director del sistema de microbancos rurales de la Asociación de Uniones de Crédito del Sector Rural, manifestó que “en lugar de recibir remesas, familias que habitan en zonas de alta marginación están enviando dinero a sus parientes en Estados Unidos, que han quedado desempleados, para ayudarlos a sortear la crisis económica y evitar así que retornen a México”.
Desde hace cuatro meses algunas familias de migrantes les mandan entre 3 mil y 6 mil pesos mensuales con tal de que no regresen. Regresar implicaría pagar al contrabandista de seres humanos –pollero de acuerdo con el Diccionario de las infamias del ser humano– una cantidad similar a la erogada cuando cruzaron ilegalmente la frontera. Implicaría también perder la esperanza de que el familiar se emplee nuevamente, así como la imposibilidad de ofrecerle trabajo en su tierra natal. De acuerdo con Zuvire, en esas zonas “… las familias han vivido en ‘crisis permanente’, por lo que están mucho más entrenadas para resistir la actual recesión”.
Me repito: en México todos sabemos de la heroicidad de los indocumentados que emigran a Estados Unidos y Canadá con tal de nutrir a sus familias. Lo que no sabíamos es que las políticas neoliberales, y las torpezas ad nauseam de los gobiernos mexicanos, se encargarían de revivir la antirracionalidad del surrealismo. La inversión de las rutas del flujo de dinero entre México y Estados Unidos es un capítulo inédito del surrealice del presidente Calderón y compañía.
Es una pena que Breton haya muerto. Es una pena que el presidente Calderón no lo pueda invitar a Xochimilco. Es un escándalo que familias que viven en “crisis permanente” envíen dinero de las zonas marginadas de Puebla y Oaxaca a los migrantes mexicanos porque Calderón no quiera financiar a nuestros polleros. Y es una pena que se sigan fabricando sillas de tres patas en Los Pinos.

Declaración de Veracruz

Carlos Ornelas
Excélsior/7 de octubre de 2009

Varios investigadores de la política educativa señalan que la educación es una arena de conflicto. Los actores políticos avanzan ideas, argumentos ideológicos y propuestas políticas con el fin de influir en las decisiones. En el mundo democrático esas pugnas son civilizadas, los actores y sus mociones pretenden lograr avances y enriquecer la educación. Aunque en todas partes hay excluidos, al menos esos grupos tiene voceros y se hacen escuchar.
En el México de hoy, el SNTE y la burocracia de la SEP han monopolizado las decisiones políticas. Cierto, otros actores —legisladores, autoridades estatales, organizaciones civiles— hablan y quieren participar, pero los monopolizadores los ignoran.
Uno de los grupos organizados que reclaman participación se manifestó en Boca del Río, Veracruz, del 22 al 25 de septiembre. Los académicos agrupados en el Consejo Mexicano de Investigación Educativa y otros asistentes a su X Congreso Nacional, lanzaron la Declaración de Veracruz, un documento diplomático, pero claro. Los investigadores se asumen como actores —los expertos— y apelan a la sociedad. El motivo de su manifiesto es claro: quieren abrir la política educativa a otros actores.
Los investigadores resumen sus reclamos en cinco puntos.
El primer punto es una crítica al gobierno. Ellos manifiestan preocupación por la reducción del financiamiento federal a la educación pública en este año y la que se anticipa para 2010. Arguyen: “Cuesta mucho reponer aquello que no hicimos cuando era necesario”. Y rematan con: “Como nación, nos cuesta más lo que perdemos de futuro que el discutible ahorro inmediato”.
El segundo punto va al centro de la Alianza por la Calidad de la Educación. Los firmantes se proclaman democráticos, mas también se preocupan por la eficacia del sistema; exigen que se escuche a los actores del proceso: maestros, estudiantes y sus familias, autoridades educativas de los estados y los especialistas en educación. Además apuntan la anomalía: “La interlocución real del gobierno se ha concentrado con la dirección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Distintos grupos científicos han manifestado que sus opiniones y críticas fundamentadas fueron desoídas en el momento de la toma de decisiones. Otros sectores han señalado el carácter simulado o carente de confiabilidad técnica de las consultas y pruebas piloto que se usan para justificar la política en marcha”.
Los investigadores invocan a la sensatez del gobierno: “Llamamos a las autoridades educativas federales a reconsiderar honestamente las acciones que han llevado a la práctica”. Luego ofrecen una alternativa. “Les pedimos que la suspendan y que inicien un nuevo proceso que aproveche los avances de las ciencias vinculadas con la educación y la experiencia acumulada por múltiples actores de la educación y que aliente procesos de reflexión y discusión que son indispensables”.
El tercer punto juzga las prácticas de evaluación. Ellos manifiestan inconformidad ante el uso irreflexivo de pruebas estandarizadas que pretenden medir el conocimiento y la competencia de los estudiantes que utilizan los resultados para clasificar y seleccionar los alumnos. Piensan que la evaluación es necesaria, aunque, para que sea útil, debe captar la variedad de los atributos de los estudiantes.
En el cuarto punto, los investigadores critican a las autoridades por dejar que proliferen las “escuelas patito”. Ellos proponen una norma “más estricta que asegure procesos formativos de calidad y ambientes favorables para el aprendizaje”.
El último punto demanda la inclusión de los investigadores en el diseño de la política: “La investigación educativa en nuestro país presenta resultados cada vez más numerosos, mejor distribuidos regionalmente y que tienden hacia una mejor calidad... quisiéramos que este esfuerzo sea aprovechado en el diseño de políticas públicas, en la construcción de instrumentos de evaluación, en el ejercicio de las acciones educativas”.
Dudo que este gobierno les preste oídos, la alianza política entre el presidente Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo parece sólida y me da la impresión de que no les interesa escuchar a nadie de fuera de sus círculos, menos aún a las voces críticas.
La Declaración de Veracruz es una siembra para el futuro.
Retazos
En mi entrega de la semana pasada cometí el error de no mencionar los apellidos de Romualdo López Zárate, presidente del Comie. Le ofrezco disculpas a él, a los lectores y al periódico.
Carlos.Ornelas10@gmail.com

martes, 6 de octubre de 2009

Atento recado a nuevos diputados

José Blanco
La Jornada/6 de octubre de 2009

Me dirijo especialmente a los miembros de la comisión de educación y de la de presupuesto de la 61 Legislatura. El futuro inmediato de las universidades públicas está en sus manos, y como en el caso de los miembros de esa misma comisión, pero de la 60 Legislatura, pueden enmendar las gansadas presupuestales que la Secretaría de Hacienda ha cometido por no saber qué son y cuál es, al menos, la historia reciente de esas instituciones.
El 27 de septiembre pasado Reforma publicó en primera plana una nota que dice: “La SEP canaliza miles de millones de pesos a las universidades públicas del país sin conocer su destino y sin que se pida rendición de cuentas. Además de los presupuestos anuales… la Cámara de Diputados ha aprobado un acumulado de 16 mil 612.8 millones de pesos en seis fondos de apoyo para atender distintas problemáticas que enfrentan”.
Decía además: “… según las evaluaciones de desempeño hechas por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), estos seis fondos no cuentan con evaluaciones externas y carecen de seguimiento, además de que se desconoce el impacto que han tenido”.
Habrá que enterar a Hacienda y recordar a los señores diputados que las universidades, en todas las encuestas de credibilidad hechas en este país en años recientes, ocupan el lugar número uno. Pero no sólo eso: para 2009 el segundo Índice de transparencia de las universidades públicas señala que el último año “las universidades estatales han mejorado notablemente la presentación de sus estados financieros y de los subsidios federales”.
Los señores diputados deben saber que el Coneval, de acuerdo con sus propios documentos, nada tiene que ver con la educación superior: “Los esfuerzos (de Coneval) se enfocan a diseñar una institución que tenga la capacidad técnica para generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza y que forme parte de un esquema institucional que permita que la información sea de utilidad para mejorar la toma de decisiones en la materia”, es decir, en el tema de la pobreza.
Recojamos de paso la observación de un académico, Julio Boltvinik, quien varios lustros antes de que existiera el Coneval ya se dedicaba empeñosamente al tema de la pobreza. Lo escribió el pasado viernes: “la segunda información que se dio a conocer esta semana, proveniente de la Coneval, es una información basada en fuentes inexistentes”. Esto es lo que hace Coneval con su tema, la pobreza. Con la educación superior comete atrocidades desde la ignorancia: desconoce hasta el lenguaje elemental de la educación superior.
En los días siguientes el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, desautorizó el “estudio” de la Coneval y después lo haría institucionalmente la SEP, y también la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Por supuesto, las fuentes de Coneval en materia de educación superior son inexistentes.
Coneval hizo un “estudio” sobre seis fondos especiales adicionales al presupuesto ordinario, sin tener facultades para evaluar universidades públicas ni directamente ni por conducto de de evaluadores “independientes” (como lo hizo), incurriendo, ahí sí, en un dispendio de recursos públicos que podrían servir a dichas instituciones; pero tampoco consultó a la SEP ni a la ANUIES.
Si el Coneval hubiera preguntado a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados o a la SEP, se habría enterado de qué modo se audita anualmente la matrícula de todas las universidades públicas, cómo se controla el gasto de cierre de brechas, etcétera, y de paso algo habría aprendido, junto con sus evaluadores privados, de un manejo conceptual que les es ajeno. Pero ¿será todo ello gansadas como las de Hacienda? Hoy por hoy, en el estado lamentable en que se encuentra la esfera política, es verdad que frecuentemente vale la horrible conseja que dice: “piensa mal y acertarás”.
Señores diputados: qué tal este escenario: Hacienda quiere recortar el presupuesto de las universidades públicas, tal como ha hecho: con la más extrema de las miopías cada vez que esta economía ha estado en crisis. Con este criterio el estado del país, a mediano y largo plazos, se estancará o retrocederá.
En abril pasado, con tendencia promedio histórica ascendente, ahora fue la pequeña economía chilena la que rebasó en ingreso per cápita a México. El país seguirá en picada comparativamente sin suficientes cuadros inteligentemente preparados. Pero como este hecho no cabe en la cabeza de Carstens, nuevamente las universidades públicas pueden ser parte destacada de las víctimas. Todo indica que se trata de deslegitimarlas, diciendo que dilapidan miles de millones a los ojos de la SEP y que ésta se hace de la vista gorda. De este modo, Hacienda pretende que la sociedad acepte sin chistar un irresponsable mandoble a las universidades públicas.
Hacienda ignora que las universidades no sólo se ocupan y preocupan del futuro de la nación, de formar a los cuadros que la dirigirán en todas las esferas, sino que son también uno de las más nobles y eficaces medios para contribuir a mantener la paz política en el presente.
¿Se imagina el gobierno a estudiantes, académicos, autoridades, sindicatos, de las instituciones de educación superior, en pie de lucha por salvar sus cursos, sus posgrados, sus investigaciones?
Confiemos en que la 61 Legislatura en su conjunto entienda de qué se trata la educación superior; la comisión de educación sí sabe de qué se trata.

Juanito (post mórtem)

Guillermo Sheridan
El Universal/6 de octubre de 2009

Juanito quiso conservar para sí la jefatura de la delegación Iztapalapa y lo proclamó a diestra y siniestra, para zozobra de la patria, vergüenza de su partido y bochorno del Compañero AMLO, quien detenta la patente del invento.
Como se recordará, el Compañero ungió a Juanito sin saber siquiera su nombre durante una asamblea tórrida, de esas que inflaman vigorosamente su espíritu democrático, ante las que suele concluir que “la gente” y él son una y la misma cosa; que la multitud es, si acaso, su propia voluntad multiplicada.
Ya se ha hablado hasta el hartazgo de la forma en que el poder sedujo el alma voluble del pequeño gólem. La lisonja y la fama, así como una premonición de jacuzzis, edecanes y chequeras, derrotaron su amor a la causa revolucionaria, pues le revelaron una causa superior: él mismo. Aún así, la puntillo sa izquierda no lo acusó a él de venderse, sino al “poder” de haberlo comprado. Porque, claro, se suponía que Juanito era “la gente” y, por tanto, incapaz de traicionar por interés personal. Al nombrar a Juanito garante de “la gente”, el compañero AMLO —tan afecto a la simpleza— no presintió que esa alma simple adquiriría los vicios que, en la imaginación de AMLO, ni el pueblo ni él padecen.
Juanito advirtió que si antes abominaba del poder no era por juzgarlo repugnante en sí, sino porque no lo había ejercido. Apenas lo hizo, pasó de representar a “la gente” a encarnar lo peor de la gente. También entendió que abominar del poder es la forma más redituable, en México, de ejercer el poder. Como el de su fabricante AMLO, el poder de Juanito estaba condenado a actuar en sí mismo, como virtud, lo que en todos los demás es un defecto. Y de ahí no pasó esta rana que, como en la fábula de Esopo, ansió ser tan grande como el buey…
Había 4 mil millones de razones anuales para obligar a Juanito a entrar en razón. Una vez que entendió que nunca podría gobernar, se despidió de su trono de hojalata con una rabieta melodramática, aunque preservó la serenidad para “colocar” a la porción de “la gente” cercana a sus afectos. Por lo que a él respecta, le vaticino una carrera promisoria en algún programa televisivo de albures y tetonas. Experiencia de patiño, tiene.
Su renuncia fue lamentable para los espectadores del sainete: Juanito delegado hubiera sido la parodia de AMLITO Presidente. Ignoro si sea una bendición para “la gente”, que deberá cambiar a un hombre que encarnó sus apetitos y sueños más vulgares por una señora que además de ostentarlos, finge no tenerlos.
Pobre Juanito. Consiguió el sueño mexicano de vivir rodeado de guaruras, no por tener el poder, sino para que lo empujaran a la puerta trasera. Como Calígula a su caballo, el camarada AMLO hizo cónsul a Juanito a nombre de “la gente”. A nombre de “la gente”, Juanito puso de cabeza unos días a los administradores de “la gente”. A nombre de “la gente”, AMLO y Ebrard y sus partidos lo metieron en cintura. “La gente”, que veía en Juanito a la encarnación de sus propios sueños, le suplicaba que no renunciase, que fuera su dictador, que enseñara quién manda. En suma, que demostrase en los hechos que sí, que es posible distanciarse, para siempre, de “la gente”.

¿Quién representa a los ciudadanos?


Alberto Aziz Nassif
El Universal/6 de octubre de 2009

Ahora que los estragos de la crisis generan un incremento en la producción masiva de ciudadanos pobres —6 millones más de miserables—, es cuando la política social de combate a la pobreza debe ser analizada a fondo. Los programas sociales sólo son un factor de contención, pero son tan vulnerables que no alcanzan para darle la vuelta al problema de fondo, el cual sólo tendrá solución mediante una redistribución del ingreso. Sin embargo, para propiciar esa transformación se necesita que los ciudadanos tengan representación real en los poderes del Estado. Uno de los principales obstáculos es que la representación de los ciudadanos es cada vez más débil. La reciente integración de las comisiones en la Cámara de Diputados deja ver el predominio de los intereses y la ausencia del componente ciudadano.
Los nuevos diputados se tardaron un mes para hacer el reparto de las comisiones, un mes de salario para repartirse las 44 comisiones. Se completó el ritual de reproducción de las élites: lo que se decidió entre unos cuantos, sólo uno de cada 10 candidatos fue elegido por el voto directo de militantes o simpatizantes (Proyecto Por un Congreso con Rostro), llegó ahora a las comisiones de la 61 Legislatura.
Este reparto es el caso más emblemático de las cuotas entre partidos. Los partidos con más votos se llevan el mayor número de presidencias de comisión y las más importantes.
Las estrategias partidistas representan en muchos casos los intereses de siempre: los poderes fácticos, principalmente los concesionarios de los medios con su telebancada que se ubica en las filas del Partido Verde, se quedaron con la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía (Juan Gerardo Flores). Los intereses corporativos de los viejos sectores del PRI, como la CTM, se quedan con la Comisión de Trabajo (Tereso Medina, líder de la CTM de Coahuila). Los intereses de los gobernadores están a salvo; entre ellos destaca, sobre todo, Enrique Peña Nieto, que tiene el grupo más grande (entre 40 y 45 diputados), y se quedó con varias comisiones muy importantes como la de Presupuesto (Luis Videgaray) y la de Seguridad Pública (Humberto Benítez). En el mismo esquema están Fidel Herrera, Mario Marín y Ulises Ruiz, expresiones del ¡nuevo PRI!
Los intereses empresariales estarán representados por el presidente de la Comisión de Hacienda, que se quedó el PAN en manos de Mario Alberto Becerra Pocoroba, un fiscalista defensor de grandes empresas. Ya se dice que puede repetir los modos de Diego Fernández o de Fauzi Hamdan, que en muchos litigios traían doble cachucha (eran representantes populares, pero litigaban en contra del Estado). También hay otros intereses, como los de Elba Esther, que ahora se quedó con la Comisión de Ciencia y Tecnología en manos del ex secretario foxista de Educación, Reyes Tamez. Pero, ¿quién representa a los ciudadanos? ¿Quién representará lo ciudadano, la regulación de los bienes públicos y las políticas de Estado?
Los gobiernos unificados de la época del PRI sacaban adelante el proyecto del presidente en turno, que era una síntesis de múltiples grupos y sectores. Los gobiernos divididos han pasado por la parálisis y por la negociación de reformas posibles, pero no han llegado a las reformas necesarias. Hoy en día existe un dominio numérico del PRI y del Verde, pero hay una fragmentación importante en manos de los gobernadores. Peña Nieto es el gobernador que más diputados tiene en el PRI; lo mismo sucede con el PAN y el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, que incluso tiene más diputados que el mismo Felipe Calderón. En suma, tenemos un poder fragmentado entre los intereses fácticos, los sectores corporativos y los grupos empresariales. Un conjunto plural de intereses en el que el factor ciudadano está debilitado. ¿Cómo se puede exigir cuentas a estos representantes populares si no hay ningún mecanismo efectivo para hacerlo?
Con un Estado capturado, con un Congreso que responde a intereses particulares, ¿quién representa a los ciudadanos? Ese es uno de los graves problemas de nuestra democracia, que no ha logrado pasar del voto efectivo a una representación ciudadana. En los próximos días habrá que observar cómo se desarrolla esta selva de intereses. Veremos qué sucede con el paquete fiscal, y luego llegarán otras iniciativas, como la que pretende usar los fondos de pensiones para obras de infraestructura. Habrá que vigilar que no suceda otra vez una historia de ganancias privadas y rescates públicos. Habrá que vigilar al vigilante…
Cuando se habla de que el Estado mexicano está capturado por intereses particulares, sólo hay que ver el reparto en San Lázaro. Estos intereses creados son y seguirán siendo el principal obstáculo para las reformas. Estos intereses, con estos operadores, serán los cancerberos de los intereses en lo fiscal, lo educativo, la seguridad, los medios, las telecomunicaciones. Aquí es donde nuestra democracia está vulnerada. Las elecciones competidas, que supuestamente han servido para empoderar a los ciudadanos, se topan con pared a la hora de hacer valer la representación democrática.
En el espacio legislativo tenemos a políticos voceros, políticos operadores de intereses fácticos, pero ¿dónde están los políticos representantes de intereses ciudadanos?
Investigador del CIESAS