martes, 6 de octubre de 2009

Es el momento de actuar

Tarja Halonen, Ellen Johnson-Sirleaf, Margot Wallström, Benita Ferrero-Waldner
El Universal/5 de octubre de 2009

Durante décadas, los intentos por vincular la violencia contra las mujeres a cuestiones de seguridad se solían rechazar con una sonrisa en la mayoría de los círculos diplomáticos. Por suerte, las cosas han cambiado. Hoy no se puede hablar de seguridad dejando al margen el análisis de los derechos de la mujer.
Este cambio fundamental se ha logrado gracias a la ONU. En su Resolución 1325, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconoce el vínculo entre la violencia contra las mujeres en los conflictos armados y el papel de la mujer en la instauración de la paz, mientras que la Resolución 1820 establece formalmente que la violencia contra las mujeres puede constituir una amenaza contra la paz y para la seguridad internacionales.
Y, sin embargo, queda mucho por hacer. Hasta ahora no hemos conseguido traducir todo ello en un avance suficiente sobre el terreno. En los más de 10 años de conflicto en la República Democrática del Congo, más de 200 mil mujeres y niños han sido violados. Se estima que entre 20 mil y 50 mil mujeres fueron violadas durante la guerra de Bosnia, en la década de los 90.
La violencia sexual se ha convertido en una plaga que afecta a toda la humanidad, independientemente del género.
Todos estos hechos apuntan en la misma dirección: se ha hecho mucho para implementar las resoluciones 1325 y 1820. Sin embargo, es tiempo de una salida real. Nos enfrentamos aún a múltiples deficiencias, como son la falta de justicia y coordinación, y de un mecanismo que garantice la imputación de responsabilidades y la reparación de las víctimas.
Instamos a los Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a mejorar la situación cuando se reúnan el 30 de octubre para deliberar sobre la violencia contra las mujeres. La Resolución 1820 del Consejo de Seguridad sobre la Violencia Sexual en los Conflictos ya ha servido de trampolín para la protección, la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad ha sentado las bases de la asunción de responsabilidades y la participación y la Resolución 1612 del Consejo de Seguridad sobre los Niños en los Conflictos Armados ha proporcionado todos los precedentes logísticos. Ahora, es el momento de avanzar con la ayuda de estas resoluciones complementarias. Ha llegado el momento de que el Consejo de Seguridad establezca una Comisión de alto nivel sobre la mujer, la paz y la seguridad encargada del seguimiento y elaboración de informes.
Además, ha de establecerse la figura de un representante especial del secretario general de la ONU con un mandato global sobre la violencia contra las mujeres y la participación de la mujer en la instauración de la paz. Estos nuevos mecanismos deben complementar las actividades de la estructura de protección de género de la ONU, esperemos que pronto reformada, y abordarán cuestiones cruciales, como:
— Mejorar la aplicación de las Resoluciones 1325 y 1820 a nivel nacional. Hasta ahora, muy pocos Estados parte de la ONU han elaborado planes de acción sobre la mujer, la paz y la seguridad.
— Velar por la participación de las mujeres como mediadoras en las negociaciones. Con frecuencia, el punto de vista femenino sobre las víctimas está ausente de la mesa. Por ejemplo, dado que el porcentaje de mujeres en las operaciones de mantenimiento de la paz es de sólo entre 10 y 16 %, su aportación personal simplemente no se tiene en cuenta.
— Presionar a los sistemas judiciales en los que la impunidad es la norma.
— Establecer las necesidades concretas de asistencia a las víctimas y la procedencia posible y obligada de la misma.
— Crear unidades policiales de protección a las mujeres e inclusión de mujeres policía en las fuerzas de seguridad.
Tras diez años de espera, es el momento de tomar conciencia de que las mujeres no son el problema, sino la solución. En octubre de 2010 la comunidad internacional celebrará el 10 aniversario de la Resolución 1325 de la ONU. El año pasado, a sugerencia nuestra, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, aceptó celebrar una conferencia de revisión ministerial sobre esta Resolución para destacar la ocasión. Es hora de intensificar los esfuerzos para proteger mejor a las mujeres en situaciones de conflicto y garantizar su participación en la instauración de la paz. Ya es hora de armonizar las actuaciones y establecer un paquete único de objetivos en una Comisión unida de alto nivel.
Trabajaremos intensamente para preparar este aniversario e instamos a la ONU y a todos los países del mundo a situar en el centro de sus actividades el tema de la mujer, la paz y la seguridad.
Halonen es presidenta de Finlandia Johnson-Sirleaf es presidenta de LiberiaWallström es vicepresidenta de la Comisión Europea y presidenta de la Iniciativa Ministerial del Consejo de Mujeres Líderes del Mundo Ferrero-Waldner es comisaria de la UE responsable de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad

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