martes, 30 de junio de 2009

Políticos nulos

Arturo Barba
Milenio/30 de junio de 2009

A la hora de emitir el voto el próximo 5 de julio vale la pena tomar en cuenta los resultados de dos reportes presentados la semana pasada por el Foro Económico Mundial (FEM): el de Competitividad de México y el de Tecnologías de la Información 2008–2009.
En ellos se muestra que México ha retrocedido a pasos agigantados en diversos indicadores que tienen que ver con la competitividad de una nación, ubicándolo en el lugar 60 de entre 134 países, cuando en el año 2000 ocupaba el sitio 32.
En menos de una década, se retrocedieron 28 puestos ¡todo un récord que nunca antes había registrado el FEM!
Pero los gobiernos mexicanos (en todos los niveles y de todos los partidos) han demostrado que se puede ser aún peor: en cuanto a eficiencia del mercado laboral estamos en el lugar 110; en eficiencia de las instituciones, en el 97; en educación superior, en el 74; en innovación, en el 90; en salud y educación básica, en el 65; en desarrollo tecnológico, en el 71; y en tecnologías de la información, en el 67.
En vez de avanzar vamos retrocediendo hasta quedar por atrás de países más pobres como Perú, Barbados, Chile, Trinidad y Tobago y Colombia, entre muchos otros.
En los aspectos más importantes para el bienestar y el crecimiento de nuestra nación, como la educación, la ciencia, la tecnología, e innovación, se acumulan los rezagos, defectos y, por lo tanto, los desafíos son aún mayores.
Pero los políticos mexicanos no están a la altura ni tienen la preparación para enfrentarlos y, en realidad, dudo que ni siquiera les interese. Durante la campaña electoral ninguno de los que buscan ser diputados, alcaldes o gobernadores, se comprometió a enfrentar estos retos ni presentó estrategias políticas para mejorar esos indicadores.
Lo único que les interesa son sus beneficios personales, los de su partido o de los poderes fácticos que representan. Sólo hubo estridencias, distribución de favores y compra de votos.
El desempeño de la clase política ha sido claramente reprobado por el Foro Económico Mundial y por indicadores de otros organismos internacionales como la OCDE o la UNESCO. Esa clase que en cada proceso electoral gasta enormes recursos económicos y que cada año recorta los presupuestos a la ciencia, la cultura y las universidades.
Por ello, el próximo domingo en vez de optar por el “menos peor” prefiero anular mi voto. En estos temas sí han demostrado ser todos iguales: políticos nulos.
Aunque dicen: hay peores.
http://www.sapiensideas.com/
abanav@gmail.com

No hay comentarios: