Milenio/26 de junio de 2009
No hay duda, el mundo debe disminuir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) para evitar un caos climático, porque la actividad humana está calentando el planeta y eso cambiará el clima en todos los rincones de la Tierra.
Entre los estudiosos del fenómeno hay quiénes dicen que ya no hay remedio, que el daño está hecho y el clima cambiará, existe en general un consenso optimista, que aún podemos detener el deterioro causado por los humanos.
Es necesario que se reduzcan las emisiones de CO2 a la atmósfera, ¿cuánto?, por completo.
Lo malo es que la principal fuente de emisiones es la generación de energía debido a la quema de combustibles; detener las emisiones sería equivalente a no producir energía y eso ocasionaría un problema en la vida de las ciudades tal como la conocemos, paralizando el desarrollo de las naciones.
Por esta razón el camino que se plantea es reducir poco a poco el CO2, de forma que cada vez se queme menos combustible, mientras se hacemos una transición hacia el uso de energías limpias como la solar o eólica, al mismo tiempo que regeneramos los mecanismos de captura de carbono como los bosques y los mares.
Para esto, se realizará una gran conferencia internacional sobre el clima el próximo diciembre, en Copenhague, Dinamarca, para hacer un acuerdo mundial.
Como reducción es igual a menos desarrollo, la discusión es cuánto debe reducir cada país según lo que contamina.
Para ello se hacen foros como el de Jiutepec, donde se intenta avanzar en las negociaciones. De igual forma se harán foros en Italia, Bonn, Bangkok y Barcelona.
Es necesario que se alcance un acuerdo este año porque las catástrofes tocan a la puerta y amenazan la vida de millones.
Cuenta James Lovelock, el científico británico fundador de la Hipótesis Gaia, que describe al planeta como un organismo viviente, que cuando era pequeño en tiempos de entreguerras en su país, “nadie hizo nada hasta que empezaron a caer las bombas.
“No nos damos cuenta de lo que ocurre, para la mayor parte de nosotros, se trata de algo meramente teórico. Cuando el primer gran desastre climático tenga lugar, espero que reaccionemos como una sola nación”.
Quisiera pensar que sí reaccionaremos antes del bombardeo.
Entre los estudiosos del fenómeno hay quiénes dicen que ya no hay remedio, que el daño está hecho y el clima cambiará, existe en general un consenso optimista, que aún podemos detener el deterioro causado por los humanos.
Es necesario que se reduzcan las emisiones de CO2 a la atmósfera, ¿cuánto?, por completo.
Lo malo es que la principal fuente de emisiones es la generación de energía debido a la quema de combustibles; detener las emisiones sería equivalente a no producir energía y eso ocasionaría un problema en la vida de las ciudades tal como la conocemos, paralizando el desarrollo de las naciones.
Por esta razón el camino que se plantea es reducir poco a poco el CO2, de forma que cada vez se queme menos combustible, mientras se hacemos una transición hacia el uso de energías limpias como la solar o eólica, al mismo tiempo que regeneramos los mecanismos de captura de carbono como los bosques y los mares.
Para esto, se realizará una gran conferencia internacional sobre el clima el próximo diciembre, en Copenhague, Dinamarca, para hacer un acuerdo mundial.
Como reducción es igual a menos desarrollo, la discusión es cuánto debe reducir cada país según lo que contamina.
Para ello se hacen foros como el de Jiutepec, donde se intenta avanzar en las negociaciones. De igual forma se harán foros en Italia, Bonn, Bangkok y Barcelona.
Es necesario que se alcance un acuerdo este año porque las catástrofes tocan a la puerta y amenazan la vida de millones.
Cuenta James Lovelock, el científico británico fundador de la Hipótesis Gaia, que describe al planeta como un organismo viviente, que cuando era pequeño en tiempos de entreguerras en su país, “nadie hizo nada hasta que empezaron a caer las bombas.
“No nos damos cuenta de lo que ocurre, para la mayor parte de nosotros, se trata de algo meramente teórico. Cuando el primer gran desastre climático tenga lugar, espero que reaccionemos como una sola nación”.
Quisiera pensar que sí reaccionaremos antes del bombardeo.
agonzalez@milenio.com
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