miércoles, 16 de noviembre de 2011

La miel del Panal

Carlos Ornelas*
Aunque es temprano para analizar el papel del Panal en las elecciones de Michoacán, parece que es ficticia la fuerza que muchos le atribuyen al Partido Nueva Alianza por su simbiosis con el SNTE. Cierto, en Michoacán los seguidores de Elba Esther Gordillo no hacen mayoría y la violencia campea en la entidad, por lo que era previsible que su legendaria "ingeniería electoral" no funcionaría con el empuje acostumbrado. Al final la señora Gordillo le falló al PAN y a la hermana del Presidente; no hubo tanta miel en el Panal.
La pregunta hoy es si todavía hay un partido o un candidato que acepte de aliada a la señora Gordillo a cambio de la Secretaría de Educación Pública, el ISSSTE y al menos 32 diputaciones federales, además de las otras dependencias que ya controla, como la Lotería Nacional.
El presidente Calderón está pagando los costos por haber confiado en ella y en su palabra; ella no cumple, recibe todos los bienes a cambio de muy poco. Es posible que el candidato presidencial que ahora apunta como favorito, Enrique Peña Nieto, esté repensando hacer un pacto con ella y el Panal. Quizá no la quiera de enemiga, pero dudo que ansíe pagar el precio que ella pide.
Tal vez en la cabeza de los estrategas del PRI (si es que tiene cuadros que se puedan catalogar como tales) naveguen ciertas ideas. Por ejemplo, si bien el Panal y el SNTE le pueden acarrear votos a los candidatos de ese partido; también lo pueden hacer en contra. El desprestigio pesa. Si la lleva como compañera, no sólo los maestros disidentes, que son enemigos jurados de la señora Gordillo, votarían en contra del PRI, también lo harían los segmentos sociales que se interesan por la educación.
No me refiero nada más al voto intuitivo, el de la ciudadanía descontenta, la que dice que ya basta de tanta corrupción y mala educación, que puede estar aislada y desorganizada. Pienso en el "círculo rojo" contra el SNTE y la señora Gordillo. La semana pasada, por ejemplo, durante el XI Congreso Nacional de Investigación Educativa, en muchas mesas se criticaba el hacer y deshacer del SNTE en la SEP y se hablaba de organizar el descontento. En algunas mesas se dio la bienvenida a la iniciativa que propuso Pedro Flores Crespo hace algunas semanas de promover un voto de castigo contra el Panal y quien se concuerde con él.
Más allá de ese círculo, la Coalición Ciudadana por la Educación, compuesta por intelectuales y activistas con experiencia en la movilización política, algunos provenientes de la Alianza Cívica, organizan una campaña de alcance nacional para elevar el costo político de quien busque a la señora Gordillo como aliada.
Sin embargo, puede ser que la ceguera o las ganas de seguir creyendo en el poder de manipulación de la señora Gordillo se afiance en las filas del PRI. Y, si gana las elecciones, la camarilla hegemónica del SNTE acaso apriete su control sobre la educación, al menos la básica. ¡Sería una desgracia nacional!Hay quienes piensan en el regreso del PRI a Los Pinos como si fuera a implantar una reacción termidoriana (porque -dicen- en el segmento de educación básica reina el terror) cuya misión principal sería vengar los agravios de que fue objeto desde el año 2000. El mundo no es tan sencillo, pienso. Los juegos del poder son complejos y los grupos e individuos buscan fortalecer sus intereses mas, con el fin de alcanzar ciertos fines, tienen que hacer pactos con otros grupos o personas, algunos hasta con el diablo.
Sostengo que hay materia suficiente para desplegar un programa político, de cara a las elecciones de 2012, que tenga como piedra angular recuperar la educación para beneficio de la nación. Hay que hacer pública a la educación pública, que ha sido privatizada por la camarilla hegemónica del SNTE.
Frente a los intereses de esa cuadrilla, habrá que imponer los principios de la nación. Hay que hacer saber a todos que la miel del Panal es amarga.
Retazos
Espero que el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, recupere pronto su salud y despache con normalidad en su puesto.
En mi artículo del 26 de octubre aseguré que Claudio X. González, presidente de Mexicanos Primero, lo era también de la Fundación Televisa. Pido disculpas por la mención, pero no tenía conocimiento de que ya había abandonado la Fundación.
*Académico de la UAM

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