viernes, 6 de noviembre de 2009

Agresión a la educación superior

Enrique del Val Blanco
El Universal/6 de noviembre de 2009
Una de las situaciones más sorprendentes del proyecto de Presupuesto que envió el Ejecutivo a la Cámara de Diputados para el año 2010 es el referente al capítulo de la educación, concretamente el caso de la educación superior. Hasta la fecha, ninguno de los funcionarios de Educación o Hacienda ha podido explicar por qué se agrede a las instituciones de educación superior (IES) en la forma en la que lo proponen.
Es la primera vez que se pide un decremento de más de 6 mil 500 millones de pesos para estas instituciones, con respecto a este año.
¿De qué sirven los discursos, las felicitaciones y todo el demás rollo que hace este gobierno cuando menciona a las IES, si en los hechos concretos no lo demuestra? Hasta el día de hoy, nadie entiende por qué a la educación básica y a la media superior se les incrementa el presupuesto en términos reales —lo cual está muy bien, porque lo necesitan— y, en cambio, a la superior se le reduce.
El gobierno se ufana de la cantidad de planteles de todo tipo que ha construido y está construyendo para este sector, así como de un fondo específico para el incremento a la matrícula, que para este año ascendió a mil millones de pesos y fue distribuido entre las universidades estatales; sin embargo, en el proyecto para 2010 se le otorga la fabulosa cantidad de cero pesos. ¿Alguien en este gobierno puede aclarar tamaño despropósito?
Lo mismo sucede en otros rubros del presupuesto para la educación: se reduce o de plano se les cancela. El subsecretario responsable del área demostró orgullosamente, en la pasada reunión de la ANUIES sostenida en Tampico, lo valiosos que han sido los fondos para las instituciones estatales. Si es verdad lo anterior: ¿por qué el gobierno presentó este presupuesto castigado como nunca en la historia de la educación superior?
Decía el gobierno que aspiraba a llegar a la vergonzosa cifra de 30% de jóvenes en la educación superior para el año 2012, pero con los recursos que está asignando ni a esa cifra se llegará. Si el presupuesto se aprueba tal y como lo mandó el Ejecutivo, la participación del sector en el PIB bajará de 0.66% a 0.59%, es decir, como el cangrejo, para atrás.
Una vez más, los rectores tendrán que ir a la Cámara de Diputados para sensibilizarlos, no de la importancia de la educación superior, que estamos seguros conocen y defienden, sino de la insensibilidad del Ejecutivo y la necesidad de otorgar recursos adicionales.
En momentos tan difíciles en nuestro país, en los que el empleo escasea para los jóvenes y la educación superior puede abrir un camino para su superación, no se entiende el motivo de este proyecto presupuestal. Parece como si hubiera venido de Marte y nadie quiere responsabilizarse de él, lo cual también demuestra la calidad de funcionarios que hoy nos gobiernan.
Esperemos que al final, de nueva cuenta, haya un incremento aceptable para que se pueda seguir atendiendo a los millones de jóvenes que hoy están en el sistema educativo o que pretenden entrar a él, por el bien y la tranquilidad social de nuestro país que tanto lo necesita.
Analista político y economista

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