miércoles, 21 de enero de 2009

Obama y la educación

Axel Didriksson

El balance de los últimos años en materia educativa en Estados Unidos es bastante crítico. La caída de los indicadores de desempeño en su educación básica, en el avance de la ciencia, en el número de sus graduados, en su competitividad tecnológica, en su liderazgo en la educación superior, ha sido profusamente documentada y analizada.
Barack Obama enfiló sus baterías en contra de estos pobres resultados del gobierno de George W. Bush y de los gobiernos republicanos y, por lo que se ve, la respuesta de la sociedad estuvo a favor de las propuestas del candidato demócrata de iniciar un cambio fundamental en la educación de ese país. Desde su trabajo como senador impulsó la creación de un consejo de educación inicial en el estado de Illinois y puso el acento en una educación universitaria económicamente más accesible, impulsó distintas iniciativas a favor de la transparencia en el financiamiento del gobierno hacia la educación y una mayor representación de las minorías y las mujeres en la investigación científica.
Obama buscará redefinir el programa No child left behind, tan promocionado durante el gobierno de Bush, para impulsar una mayor inversión en la educación inicial y apoyar financieramente a los infantes y a sus padres, con el fin de alcanzar una educación preescolar universal; una educación superior universal accesible a todos; el impulso a un crédito que pueda ser pagado con un servicio a la comunidad; las matemáticas y el aprendizaje de las ciencias como prioridad nacional en todos los grados y niveles; evitar la deserción estudiantil; un sistema de becas para profesores que pueda cubrir hasta cuatro años de licenciatura y dos de posgrado; un sistema nacional de evaluación de profesores y el pago de incentivos de manera extensa con el fin de alcanzar su mejoramiento laboral.
En relación con la ciencia y la tecnología, tema clave para mejorar la competitividad económica, Obama ha propuesto impulsar la investigación que realizan las universidades, proteger la apertura de internet y otras redes; la expansión de una infraestructura comunicativa moderna; mejorar la inversión en las nuevas áreas de la ciencia; sostener el financiamiento a los jóvenes investigadores más destacados y salvaguardar el derecho a la privacidad de los ciudadanos en la era informática.
En materia de gobierno digital, se ha propuesto reformar las prácticas de la administración federal a través de la tecnología, del intercambio de información entre el gobierno y los ciudadanos y nombrar un alto funcionario en materia de tecnología para certificar la seguridad de las redes y las prácticas más adecuadas.
Además, ha postulado la necesidad de ayudar económicamente a los estudiantes de ciencias y matemáticas e incrementar el número de graduados en estas áreas y en ingeniería; aumentar la participación de mujeres y minorías en la ciencia; garantizar el aprendizaje permanente y la educación flexible para los trabajadores, aprovechar el avance de la energía amigable con el medio ambiente y garantizar la resolución de los problemas ambientales y energéticos en el largo plazo.
El que Barack Obama haya puesto en el centro el tema del cambio ha tenido mucho que ver con el enfoque hacia una educación que recupere el terreno perdido y que haga posible mantener el liderazgo de ese país en los conocimientos y en los nuevos aprendizajes. En ello, y no en la guerra, estará la posibilidad de que Estados Unidos tenga una nueva imagen en la sociedad global.


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