jueves, 4 de diciembre de 2008

Gustavo Díaz Ordaz revive en Michoacán

Humberto Musacchio
Excélsior/4 de diciembre de 2008


Hace unos días, estudiantes de las normales rurales de varias partes del país, sobre todo de la Escuela Vasco de Quiroga, de Tiripetío, donde se reunieron, decidieron realizar una manifestación en la ciudad de Morelia, ocasión en la que recordarían la represión de que fueron objeto en 2002 y reiterarían viejas demandas. El “gobernador” perredista Leonel Godoy decidió que los derechos constitucionales no son para los jóvenes y envió sobre ellos una hueste brutal de policías que a 11 kilómetros de la capital michoacana cerraron el paso y lanzaron sobre los muchachos gases lacrimógenos.
La agresión policiaca enardeció a los normalistas, que se defendieron con palos, piedras y bombas molotov, lo que desató una mayor brutalidad de los genízaros. En la refriega resultaron destruidas tres patrullas y bienes de particulares y fueron detenidos 139 estudiantes, de los cuales a 130 mujeres las liberaron al día siguiente, en tanto que a nueve varones se les consignó por robo, lesiones, daño en bienes y motín, además de que se prepara otra acusación porque uno de los policías agresores fue detenido por los muchachos y entregado horas después a las autoridades, junto con algunas armas que portaban los uniformados.
El asunto de las armas exhibe en forma descarnada la proverbial incapacidad de los cuerpos policiacos, pues con toda alevosía agredieron a los jóvenes y aún así fueron despojados de pistolas y ametralladoras a manos de un grupo en el que las mujeres eran mayoría. ¿En manos de quiénes está la seguridad de los michoacanos?
Entre los normalistas hay testigos de que dos de sus compañeros fueron heridos de bala y trasladados a la Cruz Roja, donde permanecen incomunicados, en tanto que se halla seriamente lesionada María Jarquín, de la Normal Rural de Tamazulapan, a quien un grupo de valientes policías golpeó con puños, macanas y le dio patadas cuando la muchacha estaba en el suelo.
El domingo 30 de noviembre, tres días después de la refriega, en el mejor estilo del viejo PRI, el PRD michoacano publicó un desplegado con las firmas de los integrantes de la dirección estatal, de los senadores, alcaldes, diputados federales y locales de ese partido y por supuesto de los líderes de comités locales. En ese documento afirman que los estudiantes “secuestraron” camiones pese a que el generoso gobierno de Leonel Godoy proporciona a los jóvenes cuantos autobuses le piden y llaman a la chamacada a dialogar “sobre las formas de convivencia política que permitan al gobierno del estado cumplir sus compromisos con el pueblo”. Sí, después de que las autoridades provocaron la trifulca, ahora sí los priistas… ¡perdón!, los perredistas, llaman a dialogar y hasta piden a los estudiantes que le digan a su inepto gobernador cómo cumplir sus compromisos.
Por supuesto, el diputado panista Eduardo Sánchez Martínez no negó la cruz (gamada) de su parroquia, condenó “los actos vandálicos disfrazados de protesta social” y reprobó enérgicamente que se pusiera en libertad a los muchachos, aunque sobre nueve de ellos pesan gravísimas acusaciones levantadas por los tinterillos de Leonel Godoy.
No menos patético es el desplegado del “gobierno” de Michoacán (1/XII/08), en el que éste se autonombra “democrático, respetuoso y garante de los derechos de libre manifestación y expresión de los ciudadanos” (sí, Chucha, dicen por allá) y hasta afirma que “considera la educación pública como un derecho social que el estado está obligado a garantizar”, para lo cual enumera su beatífica actitud ante los estudiantes, su generosidad con los profesores y dizque su compromiso de otorgar plazas a los normalistas.
Luego sigue una perla que exhibe el porqué de los problemas de Leonel Godoy con los estudiantes. Dice el desplegado: “No entendemos la actitud de los estudiantes de la Normal Rural Vasco de Quiroga, quienes vienen realizando acciones que ponen cotidianamente en riesgo la relación franca y abierta que ha venido ejerciendo el gobierno estatal”.
Lo de “relación franca y abierta que ha venido ejerciendo el gobierno estatal” no pasa de ser una broma macabra, pero lo que pinta de cuerpo entero al pequeño sátrapa michoacano es confesar que las “acciones” estudiantiles ya tienen su historia y que todavía no ha sido capaz de entender sus razones, pese a que las normales rurales están olvidadas, disponen de inmuebles a punto de caerse, el mobiliario es una ruina y resulta indignante que el futuro de los muchachos sea el desempleo.
Tanto lo dicho como lo ocurrido delatan la añoranza diazordacista de algunos gobernantes perredistas: poner oídos sordos a las demandas sociales y cuando los problemas estallan sencillamente se echa mano de los toletes. Y así como en tiempos de Díaz Ordaz se hablaba de manos extrañas e intereses exóticos en los conflictos, hoy el “gobierno” de Leonel Godoy, haciendo gala de su analfabetismo xenófobo, destaca la participación en el enfrentamiento de estudiantes “foráneos”, como si se tratara de “un extraño enemigo” y no de jóvenes mexicanos que tienen todo el derecho de manifestar su inconformidad en cualquier punto de la República.

hum_mus@hotmail.com

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