sábado, 22 de mayo de 2010

5 de junio: acalambrando a Bours

Carlos Puig
Milenio/22 de mayo de 2010

¿Qué trae entre manos el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont?

Faltan dos sábados para que se cumpla un año de la tragedia en Hermosillo, en la que murieron 49 niños y otros 79 resultaron heridos. Murieron en un lugar en el que el Estado les había prometido cuidarlos.

A un año del incendio, el gobierno federal, en este caso el Instituto Mexicano del Seguro Social, no ha informado con precisión y claridad qué sucedió en la guardería ABC y cuáles, puntualmente, cree que son las responsabilidades, por negligencia o deliberadas, de cada uno de los actores políticos involucrados en el suceso. Como se empieza a hacer costumbre, el informe más completo lo hizo la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Informe que aún tiene que debatirse en la Corte para asignar responsabilidades.

En medio de esto, sin coyuntura ni aviso, Fernando Gómez Mont fue a Hermosillo y dijo:

“Vemos con preocupación aquellas investigaciones que inclusive inducen la presencia de aceleradores en la zona del incendio, en la bodega, que inclusive pudieran generar o consolidar la hipótesis de actos intencionales respecto a esta tragedia”.

¿Actos intencionales?

¿Qué insinúa el secretario? ¿Será esa la defensa ante la Corte? ¿Hay averiguación previa?

Lorenzo Ramos, abogado de un grupo de familiares de los niños muertos, me dijo:

“Fue una declaración sin sustento. El secretario de Gobernación es abogado, es el responsable de la política interior y supuestamente es el segundo hombre mejor informado en el país y sin embargo no fue capaz de señalar a un responsable. Cuando señala que hay intencionalidad en un evento, pues obviamente se señala a un responsable y además se dice la mecánica y las pruebas que se tienen, pero sobre todo como abogado el señor Gómez Mont debió haberlas aportado al Ministerio Público y no a la prensa, es decir aquí quedo la percepción que en realidad el secretario de Gobernación vino a como se dice coloquialmente acá, a acalambrar a Bours, a nosotros nos queda claro que Eduardo Bours tiene la responsabilidad jurídica y política en lo que hizo en la guardería, pero para eso están las instancias competentes.

“Nadie puede decir yo tengo un peritaje. Que lo exhiba. Son pruebas muy delicadas, ahora cuando tú haces un señalamiento tienes que sustentarlo, no es posible que simplemente lo digas al aire y te vayas como lo hizo el secretario de Gobernación, tan campante. Y como se dice aquí en Sonora ‘deje la víbora chillando ¿no?’”

¿Tiene otro peritaje Gómez Mont? ¿Uno que culpa al gobierno de Sonora, arrendador de la bodega donde empezó el incendio?

La Suprema Corte nunca lo vio, según su informe preliminar, del que entresaco párrafos relevantes:

“Los peritos extranjeros explican el punto relativo al cortocircuito de la siguiente manera: La evidencia no indica que un incendio desde el exterior de la unidad (de enfriamiento) podría haber causado el perlado que se encontró sobre la tapa de aluminio del arrollamiento del motor que podrían haber provenido de la tapa derretida durante el incendio provocado por el cortocircuito en el motor. No había evidencia que se hubiera activado un disyuntor en la unidad o en el receptáculo empleado para enchufarlo. Por lo tanto, dicha fuente de corriente eléctrica habría seguido alimentando al motor hasta que éste prendiera fuego…

“Bajo las circunstancias descritas, puede afirmarse que lo que ocurrió fue que al desencadenarse el incendio derivado del cortocircuito se generó un calor intenso y llamas abiertas que invadieron la superficie interior del techo metálico que cubría la zona de documentos de la bodega; es decir, el incendio migró hacia arriba de la bodega, a través de las cajas que guardaban papelería llegando hasta el techo cubierto en su interior por el material aislante de espuma de poliuretano…

“Así, el incendio se propagó en la medida que migró hacia las salidas naturales y menos resistentes que encontraba a su paso, por lo que es comprensible que si arriba estaba la lámina galvanizada, ésta obstruía considerablemente la salida del humo hacia el exterior de la bodega; sin embargo, debido a las aperturas o boquetes que tenía el muro divisor entre la bodega y la guardería, aunado a la canaleta de lámina que servía como desagüe para aguas de lluvia que se encontraba entre estos espacios y las charolas para instalación eléctrica, es lógico deducir que constituyeron una ruta de fácil salida para la gran cantidad de humo que se estaba generando en la bodega rumbo a la parte superior de la nave ocupada por la Guardería ABC…”

Ni intencional ni deliberado, según la Corte.

Una curiosidad que podría llegar a ser más. En W Radio dimos a conocer esta semana que la bodega de la Secretaría de Finanzas del Estado estaba a un lado de la guardería porque se había quemado la anterior. Siete años antes. También al final de un sexenio. Y las llamas se llevaron todos los documentos financieros de un sexenio. Hasta ahí la coincidencia.

masalla@gmail.com

No hay comentarios: