El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal y el escritor uruguayo Eduardo Galeano recibieron el doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad Veracruzana de México, en reconocimiento a sus aportaciones a las letras universales.
El rector de la Universidad Veracruzana (Golfo de México), Raúl Arias Lovillo, aseguró que miles de personas les deben a ambos galardonados la libertad y democracia que hoy se disfruta en Latinoamérica.
"Son unos revolucionarios y humanistas, guerreros de mil batallas, de injusticias y a favor de las soluciones de los pueblos, comprometidos a los más débiles y entregados a sus convicciones", afirmó Arias.
Dijo que no se entendería la historia contemporánea de América Latina sin Cardenal y Galeano, además que muchos jóvenes despertaron su conciencia en su poesía y narrativa.
En su intervención, el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal recordó que la Revolución mexicana (1910-1917) fue el estímulo para que Augusto César Sandino, líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense, iniciara la revolución en su país.
Cardenal recordó que Sandino emuló el lema del caudillo mexicano Emiliano Zapata, "Tierra y Libertad" para su movimiento revolucionario.
El poeta afirmó que México es su segunda patria y no tiene más, pues allí realizó sus estudios universitarios en Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y luego ingresó a la carrera sacerdotal en el monasterio benedictino en Cuernavaca, en el estado mexicano de Morelos.
Cardenal se ordenó sacerdote en Managua en la década de 1960.
Con el triunfo de la Revolución nicaragüense en 1979 fue nombrado Ministro de Cultura y en 1980 recibió el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán.
Por su parte, Galeano agradeció profundamente el doctorado de esta casa de estudios, sobre todo porque lo comparte con Ernesto Cardenal, al que calificó como su hermano.
El escritor uruguayo, de 69 años, aseguró que la idea de la revolución en general sigue viva hoy en día.
"La Revolución, que supo unir la justicia y la libertad, se reconoce en el poeta que en sus palabras y en sus días une la tierra y el cielo", afirmó el autor de "Las venas abiertas de América Latina", entre otras obras traducidas a numerosas lenguas.
Destacó que "el poeta sigue siendo -pese a quien le pese, guste o disguste- el símbolo de esa Revolución y ahora también es profeta de su resurrección".
"Ernesto ha sido y sigue siendo la voz de la Revolución sandinista, que tanto nos ayudó a creer y a querer, cuando era Revolución y era sandinista, y era una esperanza universal", manifestó.
Galeano desarrolló una actividad periodística desde la década de los 60 y participó en diversas publicaciones en su país, aunque debió exiliarse en Argentina tras el golpe militar en 1973.
No obstante, en 1976 también se vio obligado a escapar de ese país y refugiarse en España, donde escribió "Memoria del Fuego".
El rector de la Universidad Veracruzana (Golfo de México), Raúl Arias Lovillo, aseguró que miles de personas les deben a ambos galardonados la libertad y democracia que hoy se disfruta en Latinoamérica.
"Son unos revolucionarios y humanistas, guerreros de mil batallas, de injusticias y a favor de las soluciones de los pueblos, comprometidos a los más débiles y entregados a sus convicciones", afirmó Arias.
Dijo que no se entendería la historia contemporánea de América Latina sin Cardenal y Galeano, además que muchos jóvenes despertaron su conciencia en su poesía y narrativa.
En su intervención, el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal recordó que la Revolución mexicana (1910-1917) fue el estímulo para que Augusto César Sandino, líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense, iniciara la revolución en su país.
Cardenal recordó que Sandino emuló el lema del caudillo mexicano Emiliano Zapata, "Tierra y Libertad" para su movimiento revolucionario.
El poeta afirmó que México es su segunda patria y no tiene más, pues allí realizó sus estudios universitarios en Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y luego ingresó a la carrera sacerdotal en el monasterio benedictino en Cuernavaca, en el estado mexicano de Morelos.
Cardenal se ordenó sacerdote en Managua en la década de 1960.
Con el triunfo de la Revolución nicaragüense en 1979 fue nombrado Ministro de Cultura y en 1980 recibió el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán.
Por su parte, Galeano agradeció profundamente el doctorado de esta casa de estudios, sobre todo porque lo comparte con Ernesto Cardenal, al que calificó como su hermano.
El escritor uruguayo, de 69 años, aseguró que la idea de la revolución en general sigue viva hoy en día.
"La Revolución, que supo unir la justicia y la libertad, se reconoce en el poeta que en sus palabras y en sus días une la tierra y el cielo", afirmó el autor de "Las venas abiertas de América Latina", entre otras obras traducidas a numerosas lenguas.
Destacó que "el poeta sigue siendo -pese a quien le pese, guste o disguste- el símbolo de esa Revolución y ahora también es profeta de su resurrección".
"Ernesto ha sido y sigue siendo la voz de la Revolución sandinista, que tanto nos ayudó a creer y a querer, cuando era Revolución y era sandinista, y era una esperanza universal", manifestó.
Galeano desarrolló una actividad periodística desde la década de los 60 y participó en diversas publicaciones en su país, aunque debió exiliarse en Argentina tras el golpe militar en 1973.
No obstante, en 1976 también se vio obligado a escapar de ese país y refugiarse en España, donde escribió "Memoria del Fuego".
No hay comentarios:
Publicar un comentario