Carlos Avilés
El Universal/27 de marzo de 2009
El ex presidente Luis Echeverría Álvarez quedó libre de toda culpa de la matanza de estudiantes del2 de octubre de 1968.
Un tribunal federal ordenó ayer decretar la libertad absoluta del ex mandatario, quien permanecía en prisión domiciliaria desde noviembre de 2006, luego de que no se encontraron elementos para juzgarlo por el delito de genocidio que le atribuyó la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp).
Se trata del juicio penal más importante de la historia moderna del país, aseguró Juan Velásquez, el abogado del ex mandatario, quien en compañía de su compañero de litigios Heraclio Bonilla, acudió ayer alrededor de las 18:00 horas a la casa del ex mandatario, en San Jerónimo, a darle la sorpresa de que, finalmente, había ganado el juicio.
Un par de años antes, como parte de las acusaciones que formuló en su contra la Fiscalía, Echeverría también fue exonerado del delito de genocidio en torno a la matanza de estudiantes registrada el 10 de junio de 1971, conocida como El Halconazo.
Echeverría estaba emocionado cuando recibió la noticia, dijo Juan Velásquez, “porque lo liberaron de ese cargo infamante que le estaban atribuyendo y porque ya no pasará a la historia con ese cargo”.
Porque, agregó, “quizá haya gente que diga que la historia ya lo enjuició, pero no, quien te enjuicia son los tribunales y si los tribunales ya te absolvieron, así es como este caso debe pasar a la historia”.
Después de revisar su caso durante casi dos años, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal, con sede en la capital del país, ratificó el amparo que le había concedido el magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano en contra del auto de formal prisión que, a su vez, le dictó otro magistrado en noviembre de 2006 para que se le juzgara por el delito de genocidio.
Los magistrados del Quinto Tribunal Colegiado, Manuel Bárcena Villanueva, Rosa Guadalupe Malvina Carmona Roig y María Eugenia Martínez Cardiel, llegaron a la conclusión de que la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado no presentó pruebas que sustentaran la acusación en contra del ex presidente Echeverría.
Dicho tribunal ratificó el amparo que le había concedido Luna Altamirano desde 2007, cuando dicho juzgador llegó a la conclusión de que la matanza del 2 de octubre de 1968 sí fue un acto genocida, en el que se buscó exterminar al “grupo nacional” de estudiantes que protestaba contra el régimen del entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, pero que había “una sola prueba jurídica” en contra de Echeverría Álvarez, quien en el momento de los hechos era secretario de Gobernación.
Y con dicha decisión se le puso punto final al juicio contra Echeverría.
“Quizá nunca más vuelva a haber un juicio por genocidio en contra de un presidente”, de ahí su importancia, aseguró un alegre Juan Velásquez, quien afirma que aunque no se retira de la abogacía, con esta victoria culmina su carrera.
Un tribunal federal ordenó ayer decretar la libertad absoluta del ex mandatario, quien permanecía en prisión domiciliaria desde noviembre de 2006, luego de que no se encontraron elementos para juzgarlo por el delito de genocidio que le atribuyó la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp).
Se trata del juicio penal más importante de la historia moderna del país, aseguró Juan Velásquez, el abogado del ex mandatario, quien en compañía de su compañero de litigios Heraclio Bonilla, acudió ayer alrededor de las 18:00 horas a la casa del ex mandatario, en San Jerónimo, a darle la sorpresa de que, finalmente, había ganado el juicio.
Un par de años antes, como parte de las acusaciones que formuló en su contra la Fiscalía, Echeverría también fue exonerado del delito de genocidio en torno a la matanza de estudiantes registrada el 10 de junio de 1971, conocida como El Halconazo.
Echeverría estaba emocionado cuando recibió la noticia, dijo Juan Velásquez, “porque lo liberaron de ese cargo infamante que le estaban atribuyendo y porque ya no pasará a la historia con ese cargo”.
Porque, agregó, “quizá haya gente que diga que la historia ya lo enjuició, pero no, quien te enjuicia son los tribunales y si los tribunales ya te absolvieron, así es como este caso debe pasar a la historia”.
Después de revisar su caso durante casi dos años, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal, con sede en la capital del país, ratificó el amparo que le había concedido el magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano en contra del auto de formal prisión que, a su vez, le dictó otro magistrado en noviembre de 2006 para que se le juzgara por el delito de genocidio.
Los magistrados del Quinto Tribunal Colegiado, Manuel Bárcena Villanueva, Rosa Guadalupe Malvina Carmona Roig y María Eugenia Martínez Cardiel, llegaron a la conclusión de que la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado no presentó pruebas que sustentaran la acusación en contra del ex presidente Echeverría.
Dicho tribunal ratificó el amparo que le había concedido Luna Altamirano desde 2007, cuando dicho juzgador llegó a la conclusión de que la matanza del 2 de octubre de 1968 sí fue un acto genocida, en el que se buscó exterminar al “grupo nacional” de estudiantes que protestaba contra el régimen del entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, pero que había “una sola prueba jurídica” en contra de Echeverría Álvarez, quien en el momento de los hechos era secretario de Gobernación.
Y con dicha decisión se le puso punto final al juicio contra Echeverría.
“Quizá nunca más vuelva a haber un juicio por genocidio en contra de un presidente”, de ahí su importancia, aseguró un alegre Juan Velásquez, quien afirma que aunque no se retira de la abogacía, con esta victoria culmina su carrera.
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