La Jornada/12 de marzo de 2009
Ante las ineficientes políticas en materia de ciencia y tecnología en México, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) solicitará a las autoridades federales un presupuesto de emergencia para subsanar los recursos destinados a becas en el extranjero y compra de equipos, a fin de que la comunidad científica haga frente a la devaluación del peso y pueda seguir impulsando la investigación.
Durante la apertura del Foro regional sobre políticas de ciencia, tecnología e innovación en América Latina y el Caribe, la presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz, criticó que las autoridades desplieguen políticas y recursos públicos en programas que están lejos de reportar resultados favorables, mientras persiste el descuido al urgente fomento del conocimiento.
En respuesta, el director del Conacyt, Juan Carlos Romero Hicks, dio la bienvenida sólo a la crítica libre, plural, informada y propositiva, pues se debe huir del señalamiento sencillo, y en ocasiones superficial, de que todo está mal.
Ruiz refirió que en México, el financiamiento en la materia es inferior al que se considera mínimamente satisfactorio. En comparación con 2008 –dijo–, este año se redujo de 0.34 a 0.33 por ciento del PIB. Además de que nuestro desarrollo tecnológico es casi nulo y el país posee un coeficiente de inventiva de apenas 0.5, abrumadoramente inferior al de países como Japón, que tiene 39.
Señaló que tras ocho años del Programa de Estímulos Fiscales, los resultados han sido desalentadores, pues sobre todo benefició a grandes empresas.
Aunque el Conacyt sustituyó dicho programa por otros proyectos, consideró que las nuevas medidas parecen dar continuidad a una política científica que procura favorecer a las empresas, más que aplicar una estrategia que encare y resuelva de raíz los rezagos generados por el modelo anterior.
Por ello, propuso que a fin de año, los recursos que no se hayan otorgado a empresas mediante dichos programas, se inviertan en ciencia básica y se destinen a universidades públicas.
Al iniciar su intervención en el foro organizado por Conacyt, UNESCO y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Romero Hicks citó a Rubén Darío y a Gabriela Mistral. Aborrecer a los que predicen desgracias eternas, habría dicho el primero; mientras que entre las frases de la chilena escogió: Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú; donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde hay un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú; si tú encuentras una piedra en el camino, sé tú el que la tiene que apartar.
En torno a la propuesta de la AMC para que se solicite un presupuesto de emergencia, indicó que lo que tenemos que hacer es cuidar que todo funcione mejor: mantener las becas, garantizar que la infraestructura se atienda en términos reales del poder adquisitivo y que todos los actores cumplamos.
Durante la apertura del Foro regional sobre políticas de ciencia, tecnología e innovación en América Latina y el Caribe, la presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz, criticó que las autoridades desplieguen políticas y recursos públicos en programas que están lejos de reportar resultados favorables, mientras persiste el descuido al urgente fomento del conocimiento.
En respuesta, el director del Conacyt, Juan Carlos Romero Hicks, dio la bienvenida sólo a la crítica libre, plural, informada y propositiva, pues se debe huir del señalamiento sencillo, y en ocasiones superficial, de que todo está mal.
Ruiz refirió que en México, el financiamiento en la materia es inferior al que se considera mínimamente satisfactorio. En comparación con 2008 –dijo–, este año se redujo de 0.34 a 0.33 por ciento del PIB. Además de que nuestro desarrollo tecnológico es casi nulo y el país posee un coeficiente de inventiva de apenas 0.5, abrumadoramente inferior al de países como Japón, que tiene 39.
Señaló que tras ocho años del Programa de Estímulos Fiscales, los resultados han sido desalentadores, pues sobre todo benefició a grandes empresas.
Aunque el Conacyt sustituyó dicho programa por otros proyectos, consideró que las nuevas medidas parecen dar continuidad a una política científica que procura favorecer a las empresas, más que aplicar una estrategia que encare y resuelva de raíz los rezagos generados por el modelo anterior.
Por ello, propuso que a fin de año, los recursos que no se hayan otorgado a empresas mediante dichos programas, se inviertan en ciencia básica y se destinen a universidades públicas.
Al iniciar su intervención en el foro organizado por Conacyt, UNESCO y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Romero Hicks citó a Rubén Darío y a Gabriela Mistral. Aborrecer a los que predicen desgracias eternas, habría dicho el primero; mientras que entre las frases de la chilena escogió: Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú; donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde hay un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú; si tú encuentras una piedra en el camino, sé tú el que la tiene que apartar.
En torno a la propuesta de la AMC para que se solicite un presupuesto de emergencia, indicó que lo que tenemos que hacer es cuidar que todo funcione mejor: mantener las becas, garantizar que la infraestructura se atienda en términos reales del poder adquisitivo y que todos los actores cumplamos.
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