La Jornada/9 de marzo de 2009
En las condiciones de la actual crisis económica, una reforma laboral como la que propone el gobierno de Felipe Calderón a través del secretario del Trabajo, Javier Lozano, sería inoportuna y perjudicial, pues dejaría las relaciones de trabajo a merced de la ley de la selva y voracidad de la libre empresa, lo que generaría un mayor desempleo y ocupación precaria, pero lo más grave: facilitaría la americanización del derecho laboral mexicano.
El presidente de la Unión de Juristas de México, Eduardo Miranda Esquivel, planteó ayer lo anterior durante la conferencia Mujeres y reforma laboral calderonista, que ofrecieron diversas organizaciones sindicales y sociales con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
En este acto, Benito Mirón, encargado de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del gobierno capitalino, señaló que la reforma laboral que pretende la administración federal sólo se maquilló, pero es el mismo proyecto que venía desde varios sexenios atrás, para modificar las condiciones de contratación de los trabajadores en México y destruir la estabilidad en el empleo.
A esta conferencia asistieron líderes de la Alianza de Tranviarios, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y de la organización Diálogo Nacional, entre otros, quienes coincidieron en llamar a que se rechace esta reforma laboral propuesta por la STPS y condenaron la teoría del gobierno de Estados Unidos de que en México hay un Estado fallido, ya que este señalamiento es solamente una punta de lanza para los planes intervencionistas estadunidenses.
Persistentes
Miranda Esquivel expuso que la reforma laboral pretende americanizar el derecho mexicano del trabajo, ya que desde 1988 se ha intentado reiteradamente un cambio con el fin de adecuar la legislación mexicana a los acuerdos generados con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y favorecer las óptimas ganancias de las grandes empresas.
Planteó que en febrero pasado los senadores panistas y luego Javier Lozano anunciaron su propósito de promover en este periodo de sesiones del Congreso una reforma a la Ley Federal del Trabajo, según ellos para enfrentar la crisis y proteger la planta productiva y el empleo, permitiendo mayor flexibilidad a las empresas, y propusieron un documento titulado: Hacia una reforma laboral para la productividad y la previsión social, cuyas propuestas, como incorporar la noción de trabajo decente y modalidades de ocupación como tele-trabajo o trabajo a domicilio, en el fondo lo que buscan es flexibilizar la estabilidad en el empleo.
En este foro, las organizaciones señalaron que la crisis afecta más a los trabajadores que a otras clases sociales; sin embargo, entre éstos la situación económica y la violencia afecta más a las trabajadoras, porque cada vez mayor número de mujeres laboran para sostener a su familia y su hogar. Por ello, en el Día Internacional de la Mujer no hay nada que festejar, sino que es un llamado a retomar y seguir la lucha histórica de este sector social.
El presidente de la Unión de Juristas de México, Eduardo Miranda Esquivel, planteó ayer lo anterior durante la conferencia Mujeres y reforma laboral calderonista, que ofrecieron diversas organizaciones sindicales y sociales con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
En este acto, Benito Mirón, encargado de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del gobierno capitalino, señaló que la reforma laboral que pretende la administración federal sólo se maquilló, pero es el mismo proyecto que venía desde varios sexenios atrás, para modificar las condiciones de contratación de los trabajadores en México y destruir la estabilidad en el empleo.
A esta conferencia asistieron líderes de la Alianza de Tranviarios, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y de la organización Diálogo Nacional, entre otros, quienes coincidieron en llamar a que se rechace esta reforma laboral propuesta por la STPS y condenaron la teoría del gobierno de Estados Unidos de que en México hay un Estado fallido, ya que este señalamiento es solamente una punta de lanza para los planes intervencionistas estadunidenses.
Persistentes
Miranda Esquivel expuso que la reforma laboral pretende americanizar el derecho mexicano del trabajo, ya que desde 1988 se ha intentado reiteradamente un cambio con el fin de adecuar la legislación mexicana a los acuerdos generados con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y favorecer las óptimas ganancias de las grandes empresas.
Planteó que en febrero pasado los senadores panistas y luego Javier Lozano anunciaron su propósito de promover en este periodo de sesiones del Congreso una reforma a la Ley Federal del Trabajo, según ellos para enfrentar la crisis y proteger la planta productiva y el empleo, permitiendo mayor flexibilidad a las empresas, y propusieron un documento titulado: Hacia una reforma laboral para la productividad y la previsión social, cuyas propuestas, como incorporar la noción de trabajo decente y modalidades de ocupación como tele-trabajo o trabajo a domicilio, en el fondo lo que buscan es flexibilizar la estabilidad en el empleo.
En este foro, las organizaciones señalaron que la crisis afecta más a los trabajadores que a otras clases sociales; sin embargo, entre éstos la situación económica y la violencia afecta más a las trabajadoras, porque cada vez mayor número de mujeres laboran para sostener a su familia y su hogar. Por ello, en el Día Internacional de la Mujer no hay nada que festejar, sino que es un llamado a retomar y seguir la lucha histórica de este sector social.
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