viernes, 31 de octubre de 2008

¿‘Homo sapiens’ u ‘homo docens’?

José Sarukhán
El Universal/31 de octubre de 2008


Hace poco se publicó un ensayo del Foreign Policy Research Institute (www.fpri.org) sobre cuáles podrían ser las 25 innovaciones más importantes de la historia de la humanidad, entendiendo por innovación al proceso de propiciar cambios por la introducción de modificaciones, ideas o productos valiosos. Se trata de nuevas formas de pensar o hacer cosas que influyen y modifican profundamente el futuro de la sociedad. Las innovaciones han sido ordenadas en el ensayo con el criterio de cuántas personas han sido afectadas (positiva o negativamente) por el impacto de la innovación.
La invención más determinante de cambio en el primer lugar de la lista, según quien la propone (Lawrence A. Husick), es el lenguaje hablado, semántico, sintáctico y fonético que ha sido la base del proceso de socialización y transmisión tanto de conocimiento como de pensamiento abstracto que hizo de la nuestra una especie que se diferenció rápidamente de nuestros ancestros primates. Una consecuencia directa del lenguaje es la transmisión intencional de conocimientos y cultura, que hace pensar que más que homo sapiens, nuestra especie es homo docens, es decir, el hombre que enseña.
En el otro extremo, en el sitio 25 están la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica propuestas por Einstein, que cambiaron radicalmente la forma de percibir a la materia —desde el universo hasta los muones— y permitieron desarrollar los aditamentos y equipos que componen la vida moderna, como computadoras, controladores de vuelo y tráfico aéreo, la televisión y todos los equipos basados en electrónica del estado sólido.
Le sigue la invención del motor eléctrico, basado en la propuesta de la teoría del electromagnetismo. ¿Puede usted, lector, imaginarse la vida actual, eminentemente industrializada, sin corriente eléctrica? ¿Sin baterías? ¿Sin iluminación eléctrica? ¿La conservación de los alimentos?
Husick coloca en segundo lugar de innovación con mayor influencia al control del fuego, a la posibilidad de generar fuego a voluntad, cuando se requiriese ya sea para cocinar o colonizar áreas cada vez más frías, etcétera. Entre las 10 innovaciones más influyentes Husick incluye el plano inclinado, una de cuyas aplicaciones es esa absoluta maravilla de invención, el tornillo (a quien lo inventó le deberían haber dado el Premio Nobel); otra, la palanca; una más, la agricultura que en realidad incluye importantes elementos, desde la domesticación de plantas y animales hasta conceptos como la irrigación o el manejo de suelos y que fue la base de la evolución cultural de nuestra especie.
La teoría de la evolución mediante la selección natural ocupa el lugar 23; es la base de nuestro entendimiento de la vida, de la explicación de toda la biología, la salud humana, la ecología, y el hecho de que la nuestra es nada más que otra especie animal. Sin embargo, pienso que en adición a lo que la idea de Darwin ha representado en la biología, las implicaciones sociales (sobre el lugar de nuestra especie en este planeta) y las derivaciones religiosas de la teoría son de tal magnitud, que rebasan la influencia de cualquier otra propuesta de la ciencia desde que ésta existe.
Pero habrá tiempo de tocar este tema con amplitud, ya que el 2009 verá las celebraciones simultáneas del bicentenario del nacimiento de Darwin y el sesquicentenario de la publicación de El origen de las especies. Recomiendo a los amables lectores consultar la página web donde se publica este ensayo.

jose.sarukhan@hotmail.com
Investigador del Instituto de Ecología de la UNAM

No hay comentarios: