Raymundo Carmona y Maira F. PavónEl Universal/8 de mayo de 2010
La Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) cumple dos años pese a las críticas que han acompañado su desarrollo desde aquel 15 de mayo de 2008 cuando la suscribieron Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo. Fue el primero de ellos quien en su oportunidad la definió como el eje de su política educativa pero quedó sólo como un acuerdo bilateral que se encuentra lejos de resolver por sí sola los grandes problemas educativos y cuyos resultados han sido pobres.
Mientras las autoridades sostuvieron que la ACE no daría marcha atrás por considerarla un acuerdo histórico que englobaba evaluación, equidad y calidad, algunos gobiernos estatales como Oaxaca, Michoacán, Baja California Sur, Zacatecas y Durango no firmaron el acuerdo por considerar que realmente no se potenciaría la calidad educativa y en términos de plazas, recursos financieros e infraestructura todo quedaría igual.
De los cinco ejes definidos en su origen el que tuvo mayor repercusión mediática fue el de profesionalización de los maestros y directivos que contempló el ingreso y promoción de todas las nuevas plazas docentes y todas las vacantes definitivas por la vía de concurso nacional público de oposición convocado y dictaminado de manera independiente.
Jorge Santibáñez Romellón, entonces titular de la Unidad de Planeación y Evaluación de la SEP, fue el encargado de negociar con el SNTE la reforma del Programa de Carrera Magisterial y la creación del Programa de Estímulos al Desempeño Docente, pactados por la Alianza, sin obtener resultados; además fue el responsable de negociar las convocatorias para la asignación de plazas docentes correspondientes a 2008 y 2009, sin que hubiesen sido asignadas al cien por ciento las del segundo concurso al momento de su remoción en el cargo.
Fue sustituido por Francisco Ciscomani, a quien se le encomendó restablecer las negociaciones con el SNTE para sacar adelante los compromisos pactados, la creación del padrón único de maestros, la difusión de la lista de maestros comisionados del SNTE, además de atender el tercer Concurso Nacional de Asignación de Plazas Docentes, que este año cuenta con 750 millones de pesos.
Sin embargo, en la práctica algunas corrientes magisteriales han evidenciado la improvisación del examen, la no erradicación de la corrupción en el manejo de plazas (venta y herencia), el control del SNTE del escalafón, así como la falta de información a la sociedad.
Por ejemplo, las convocatorias al concurso de plazas intermedias fueron colocadas, sin mayor publicidad, en los anexos técnicos de la página del Concurso Nacional de Asignación de Plazas 2009-2010; y entre otras irregularidades se han conocido casos como el de un dirigente del sindicato en Hidalgo acusado y recluido por el delito de fraude en contra de profesores y egresados normalistas por prometer plazas a cambio de una cantidad monetaria.
Otro aspecto de la ACE que ha generado controversia es la medición de los niveles de aprovechamiento y aprendizaje del sistema educativo nacional mediante la aplicación de la prueba ENLACE. De manera reciente, la SEP anunció que otorgará 900 millones de pesos del programa de estímulos a la calidad docente a profesores cuyos alumnos alcanzaron los puntajes más altos en ENLACE de 2006 a 2009.
El problema es que se desvirtúa el propósito de la prueba porque muchos maestros pasan las respuestas a sus alumnos para mejorar el puntaje, los enseñan a resolverla o de plano, según han hecho público algunos medios de comunicación, los directores retiran de la prueba a los estudiantes más atrasados.
Si la aplicación de los recursos públicos no apoya realmente el mejoramiento de la calidad educativa, seguiremos enfrentando vacíos en la formación de los alumnos. En aras de cambiar el rumbo educativo es necesario un consenso generalizado que permita realmente contar con una política de Estado en la materia.
http://www.observatorio.org/
Integrantes del Observatorio Ciudadano de la Educación
No hay comentarios:
Publicar un comentario