domingo, 9 de noviembre de 2008

‘Casting’ para Bucareli

Jorge Zepeda Patterson
El Universal/9 de noviembre de 2008


Los Pinos requiere un operador capaz de hacer control de daños e impulsar una agenda estratégica
La suerte del resto del sexenio dependerá en gran medida de la decisión que tome Felipe Calderón al designar al sucesor de Juan Camilo Mouriño.
Con una Presidencia atrincherada, una economía en retroceso, la inseguridad galopante, comicios adversos en 2009 y un gabinete sin liderazgo sobre la sociedad, Los Pinos requiere un operador capaz de hacer control de daños e impulsar una agenda estratégica. El problema está encontrarlo. A mi juicio, habría cuatro criterios para orientar la búsqueda:
1. Peritaje del avionazo. Si Calderón considera que detrás de la muerte de Mouriño hubo un atentado, tendrá que optar por un secretario de perfil “duro”, militar quizá o con experiencia en áreas de seguridad. Tendrá que enviar un mensaje firme a los adversarios, a tono con su frase del martes pasado: “No nos doblegarán”. Pero si el Presidente termina convencido de que fue un accidente, su designación tendría que responder a criterios más convencionales y buscar a un operador político.
2. Gran pasado, nulo futuro. Los presidentes priístas sabían que el candidato idóneo para secretario de Gobernación es un político con un “gran pasado” que carezca de un “gran futuro”. En otras palabras, su oficio político debe ser reconocido por tirios y troyanos y, a la vez , debe carecer de aspiraciones y/o posibilidades para una candidatura presidencial.
3. Consensos con la oposición. Los primeros dos años Calderón requirió de una estrecha alianza con el PRI para sacar adelante las reformas y enfrentar el embate postelectoral del PRD. Pero la factura a pagar ha sido altísima. El PRI amenaza con apropiarse del Congreso en 2009 y de la Presidencia en 2012. Calderón necesita pactar ahora con el ala moderada del PRD.
El voto favorable de los perredistas en la reforma petrolera constituyó oro molido para Los Pinos y siembra la posibilidad de nuevos acuerdos en el futuro. Pero eso obliga a optar por un secretario de Gobernación “digerible” para estas corrientes. Javier Lozano (actual secretario del Trabajo) y Germán Martínez (presidente del PAN) no serían las mejores opciones. Ambos han sido los más rijosos; los voceros oficiosos escogidos por Los Pinos para criticar a los lopezobradoristas y al propio Marcelo Ebrard. Por razones similares, Diódoro Carrasco, ex gobernador de Oaxaca y tránsfuga del PRI, sería rechazado por el tricolor.
4. Salir del grupo compacto. El Presidente ha intentado gobernar al país con su círculo de confianza; una estrategia que lo ha aislado. De porfiar por esa línea tendría tres opciones: César Nava, Molinar Horcasitas o Josefina Vázquez Mota. El primer caso tiene el inconveniente de su juventud e inexperiencia. Una especie de Mouriño II. Molinar y Vázquez Mota no serían una mala opción, aunque el director del IMSS ha sido también un “fajador” controvertido. Por su parte, Vázquez Mota, la de mayor oficio político en el gabinete, tendría que enviar señales de que no aspira a una candidatura presidencial.
Reclutar un candidato de prestigio no calderonista permitiría al Presidente dar un nuevo impulso a su sexenio. Requeriría una especie de Luis H. Álvarez 20 años más joven. No hay un panista así, pero tendrían que crearlo (¿Jorge Zermeño, Ricardo García Cervantes, Carlos Medina Plascencia?). Siempre cabe la posibilidad de optar por algún “notable” no panista, capaz de inspirar respeto generalizado. Sería quizá la mejor opción para relanzar a un gobierno de “alternancia” que parece condenado a entregar el poder en 2012. Pero tal designación carece de probabilidades. No lo tiene fácil el Presidente, atrapado en su proverbial desconfianza y la triste realidad de una flaca caballada.

No hay comentarios: