jueves, 18 de septiembre de 2008

Pobre educación superior


Enrique del Val Blanco
El Universal/18 de septiembre de 2008

Una vez más, en los hechos se comprueba la poca capacidad del actual régimen para entender y proponer soluciones a los grandes problemas nacionales. Ahora queda manifiesta en su envío del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2009 a la Cámara de Diputados. Sin duda el combate a la violencia desatada por las bandas del narcotráfico debe ser un objetivo prioritario pero no único, como al parecer expresa la confección del gasto público para 2009.

Entre las situaciones que deberían sorprender, pero que en realidad no lo hacen, es el caso del presupuesto para la educación superior pública, en el que una vez más el Ejecutivo no sólo le niega, sino que le reduce, respecto al presente este año, los recursos que requiere, sobre todo tomando en cuenta las necesidades y demanda crecientes del país y que son conocidas y documentadas por las autoridades. Asimismo, la meta de llegar a 1% del PIB en educación superior cada vez se ve más inalcanzable, pues en lugar de acercarnos, con el presupuesto propuesto nos alejamos de ella, porque pasaremos de un estimado de 0.59% para el cierre de 2008, a 0.54% del PIB para 2009.

También se comprueba que el discurso sin sustancia impera en las autoridades responsables ya que, por un lado, anuncian pomposamente la creación de decenas de universidades, mientras que a las que existen les otorgan en conjunto un menor presupuesto real. ¿Cómo quieren que se atienda la demanda creciente si no se dan los recursos necesarios? ¿Cómo le van a hacer para poner en funcionamiento estas nuevas universidades públicas; con qué dinero las van a construir; con qué recursos van a financiar su equipamiento y con qué dinero van a pagar a los maestros, si a las universidades establecidas en realidad se les están recortando los presupuestos?

Por otro lado, no se vale suponer cifras de inflación tan ilusorias como la que proponen, sin tomar en cuenta su fracaso en el presente año, cuando del 3% estimado va a pasar a más de 5%, y de ahí concluir que con los aumentos nominales propuestos para 2009, y sólo en algunos casos, habrá incrementos supuestamente reales para las universidades públicas en un año tan incierto como el que se avecina. Una vez más las instituciones de educación superior públicas tendrán que recurrir a los diputados para lograr las reasignaciones necesarias y eso solamente para poder subsistir. Afortunadamente, las diversas fracciones en la Cámara de Diputados han manifestado su apoyo decidido. Por cierto, sería harto conveniente que una vez que los diputados aprueben el presupuesto para 2009 con los incrementos otorgados por ellos, el Ejecutivo federal no se adorne, como acostumbra en los discursos, mencionando cifras que ellos ni otorgaron ni buscaron.

Lástima y gran error de este Ejecutivo federal panista que, como el anterior, desprecia la educación superior pública, sin entender que es uno de los elementos más importantes —hecho demostrado— para que cualquier nación, y más la nuestra en las condiciones en que se encuentra, pueda salir de la desigualdad, del atraso y sobre todo reducir la violencia desatada que tenemos.

Desde luego, más recursos para la represión de los que generan y participan en hechos delictuosos de las bandas; pero también más, muchos más recursos para la educación. No sólo las universidades públicas, sino la sociedad entera lo agradecerían.

Analista político y economista

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