martes, 2 de septiembre de 2008

Seguimiento al caso de la UdeG

Aquí les presentamos, las notas periodísticas publicadas en los últimos 4 días sobre la disputa por el control de la Universidad de Guadalajara (UdeG):

Destituyen consejeros al rector de la UdeG; Marco Cortés, interino

Juan G. Partida, Mauricio Ferrer y Raúl Torres (La Jornada Jalisco)
Guadalajara, Jal., 29 de agosto. Los integrantes del Consejo General de la Universidad de Guadalajara (UdeG) afines a Raúl Padilla López destituyeron hoy al rector de esa institución, Carlos Briseño Torres, y en su lugar nombraron interino a Marco Antonio Cortés Guardado, hasta ahora encargado del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades.
La decisión fue tomada aun cuando Briseño Torres tiene un amparo provisional que impide su cese, del cual fue enterado en tiempo y forma al secretario general de la UdeG Alfredo Peña Ramos. El abogado de la institución, Jorge García Domínguez, calificó de “ilegal” la remoción porque previamente el rector dio por clausurada la sesión del Consejo General Universitario (CGU).
La votación se produjo luego que Briseño Torres, seguido de unos 30 consejeros –incluido el vicerrector Gabriel Torres Espinoza, quien también fue destituido–, abandonó el recinto donde se desarrolló la sesión convocada oficialmente por él, en protesta porque la mayoría de los afines al ex rector Padilla López decidió modificar el orden del día de la reunión.
El consejero Roberto López argumentó luego que los dos funcionarios incurrieron en “falta grave” al salir del recinto y propuso su destitución, lo que rápidamente se sometió a votación. Los 140 consejeros que aún estaban ahí votaron en favor.
Amaga con revelar anomalías
Antes de retirarse, Briseño Torres dijo que si los consejeros que están en su contra querían discutir temas que no estaban oficialmente agendados en el orden del día, entonces les tomaba la palabra para que en el apartado de asuntos varios él también ingresara una participación en la que, dijo, daría a conocer un informe pormenorizado de los 19 años de “cacicazgo” de Raúl Padilla.
Anticipó que esas irregularidades incluyen 10 auditorías anuales, hasta ahora no conocidas, de las empresas universitarias que Padilla López ha tenido a su cargo; más detalles sobre la venta de órganos en el programa de trasplantes del Hospital Civil, y una denuncia para que se investigue una herencia de 800 millones de dólares que un particular legó al mismo Hospital Civil y que nunca llegó a su destino porque “un miembro de este consejo firmó una carta de desistimiento”.
Agregó que también daría a conocer anomalías del diputado federal perredista Tonatiuh Bravo Padilla, quien en la pasada administración fungía como rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas. Sus palabras desataron una gritería tanto de los estudiantes como del grupo de consejeros que estaban en su contra.
Tonatiuh Bravo, con la voz descompuesta, advirtió a Briseño Torres que debía someterse simplemente a votación ante el CGU si aprobaba o no la orden del día y “si usted tiene pruebas las debió haber presentado en su momento, cuando se enteró de las irregularidades que menciona”.
Eran cerca de las 13:30 horas cuando el rector y el vicerrector abandonaron el Paraninfo Enrique Díaz de León, donde se realizó la sesión que abrió a las 10 de la mañana. Entonces el secretario general de la UdeG, Alfredo Peña Ramos, tomó el control y sometió a votación el nombramiento de Enrique Solórzano como secretario de Actas y Acuerdos.
Después del cese de los dos funcionarios, el rector del Centro Universitario de los Valles, Miguel Ángel Navarro, propuso como rector interino a Marco Antonio Cortés Guardado, quien en votación secreta obtuvo 134 sufragios en su favor.
Finalmente, la sesión de consejeros padillistas entró en receso, lo que permitió que rápidamente se movilizaran otros funcionarios afines a Raúl Padilla para tomar el control de los edificios de rectoría general y cultural-administrativo, comenzando por las oficinas del rector y vicerrector destituidos y casi a la par las instalaciones de Radio Universidad y de la Dirección de Prensa y Comunicación.
A las 18 horas se reanudó la sesión exclusivamente con consejeros del grupo padillista, en la que se aprobaron dictámenes –entre éstos el presupuesto ampliado y descentralización de funciones–, en una reunión que continuaba a las 21 horas.
La “ilegalidad” de la destitución fue señalada por el abogado general de la UdeG, Jorge García Domínguez, quien dijo que carecen de validez las decisiones tomadas por el CGU luego de que Briseño dio por clausurada la sesión, e incurren en violación flagrante a la garantía federal obsequiada para el funcionario universitario.
“En estos momentos y bajo estas condiciones no vale la sesión que nombró nuevo rector a Marco Antonio Cortés Guardado. Tendría que haber sido convocada en forma legal; además, destituir a una persona al vapor sin haber sido oído ni vencido en juicio, no es procedente. También recordemos que el rector que está amparado ante un posible acto del CGU por si es destituido, así es que si están tomando ese acuerdo están violando hasta una disposición del juez tercero de distrito en materia administrativa”, explicó.
Agregó que lo procedente hubiera sido pedir a Briseño convocar a una nueva reunión y solamente si el rector se negaba a hacerlo entonces ya una tercera parte de los consejeros podría a su vez convocar a otra sesión.
“Aquí está tomando acuerdos un grupo de consejeros una vez que se clausuró la sesión”, explicó, y señaló que cualquier decisión tomada a partir de la sesión ilegal que realizaron por la tarde expone a los consejeros a acciones civiles, penales y administrativas.
“El rector sólo puede ser destituido por causa grave, el CGU es el órgano encargado de eso, pero tienen que respetarse los derechos de audiencia y defensa. Ahorita en cualquier país, del nivel que consideres más bajo, ya no se permiten ese tipo de actos violando la garantía de audiencia y defensa de cualquier persona, además que se estaría violentando la orden de un juez de distrito”, insistió.

Priva tensión en la UdeG; padillistas siguen atrincherados en la rectoría

L. Poy, J. García y R. Torres (Enviada y corresponsales) La Jornada
Guadalajara, Jal., 30 de agosto. Desde la tarde del viernes, seguidores del llamado “líder moral” y ex rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raúl Padilla López, permanecen atrincherados en las oficinas de la rectoría general de esa casa de estudios y en la torre administrativa, donde se concentran los mandos operativos a la espera de las órdenes del “nuevo jefe”.
Tras la destitución de Carlos Briseño Torres, quien fue relevado por Marco Antonio Cortés Guardado –hombre cercano a Padilla López–, las instalaciones del Paraninfo Enrique Díaz de León, símbolo de la universidad y uno de los edificios de mayor valor artístico de Guadalajara, permanecen en “custodia” de simpatizantes padillistas, quienes resguardan los accesos principales, así como los balcones centrales, con más de 30 vigilantes que impiden el acceso a toda persona que “no reciba la autorización” de Cortés Guardado.
Además del sitio oficial http://www.udg.mx/, en el recinto permanece interrumpido el servicio de Internet, al igual que en 14 centros universitarios, por lo que miles de estudiantes, profesores y trabajadores no pueden acceder a la base de datos de la universidad, ni recibir información en sus cuentas de correo electrónico adscritas a la UdeG.
Decenas de improvisados elementos de seguridad, algunos muy jóvenes, resguardan la puerta principal a la oficina del rector general que hasta ayer ocupaba Briseño Torres, en la que se colocaron sellos –fechados el 29 de agosto a las 22:20 horas– para evitar el posible ingreso de briseñistas. Sin embargo, fueron rotos la tarde de este sábado para dar paso a las primeras actividades de despacho de Cortés Guardado.
En tanto, cerca de 50 simpatizantes del depuesto rector Briseño Torres acudieron a un hotel de la capital jalisciense, donde se convocó a la sexta conferencia de prensa de la semana para cobijar al funcionario con porras y consignas de apoyo. Los briseñistas anunciaron que este lunes darán a conocer la sede alterna donde “despachará el rector, en tanto es restituido por los tribunales judiciales”, aunque rechazaron dar a conocer mayores detalles sobre su ubicación.
Los directivos y trabajadores que han permanecido fieles a Briseño afirmaron que “mantendremos la unidad, porque nos asiste la razón”, y anunciaron que este lunes se presentarán a sus lugares de trabajo, para “evitar que se nos finquen falsas acusaciones para un despido injustificado”.
“Nadie quiere hablar”
En un recorrido por las principales instalaciones universitarias, alumnos y docentes afirmaron que “nadie quiere hablar porque hay mucho miedo a las represalias. No sabemos qué pasará”. Estudiantes de medicina en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud –ubicado a unos metros del Hospital Civil de Guadalajara, dependiente de la UdeG, donde en julio pasado estalló un escándalo por el presunto tráfico de órganos que involucra a directivos y especialistas del nocosomio– afirmaron: “Esta mañana nos levantamos sin saber quién es el rector de la UdeG, pues hay uno (Cortés) que dice que destituyó a otro (Briseño), quien no reconoce su caída”.
Tras la sesión del Consejo General Universitario (CGU), convocada la tarde del pasado viernes, donde se aprobó la desti- tución de Briseño Torres por mayoría de los consejeros universitarios asistentes, seguidores de Padilla López tomaron la sede de la rectoría general y las oficinas centrales de la administración universitaria, lo que generó clima de tensión ante los “rumores de que podrían llegar a los centros universitarios”, amenaza que finalmente no se cumplió, pues a excepción del Centro Universitario de Ciencias Sociales, las instalaciones educativas permanecieron abiertas y siguen en poder de los padillistas el paraninfo Enrique Díaz de León y el edificio donde se ubican la mayoría de las oficinas administrativas.
Catedráticos e investigadores, con más de 20 años de experiencia docente en la UdeG, afirmaron que “vivimos no sólo una parodia, por no decir tragedia, de lo ocurrido hace casi 20 años, cuando el mismo Padilla López enfrentó el embate de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) –agrupación que más tarde debilitaría hasta casi extinguirla, para integrar la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU)–, por una disputa caciquil por el poder en el interior de la universidad”.
Afirmaron que es “lamentable que hayamos llegado al exceso de dar un verdadero golpe de Estado, al más puro estilo caciquil de principios del siglo XX, ante una guerra del todo por el todo y hasta donde tope, por mantener bajo un dominio personal, ya sea de Padilla López o de Briseño Torres, que deteriora y desgasta a una de las instituciones educativas más importantes en México”.
Historia de cacicazgo
Considerada la segunda universidad del país, por número de alumnos, con un presupuesto superior a 7 mil millones de pesos, y cerca de 200 mil estudiantes de bachillerato y licenciatura, la UdeG arrastra una larga historia de cacicazgo desde su refundación, en las primeras décadas del siglo pasado, donde personajes como José Guadalupe Zuno y Margarito Ramírez Miranda tuvieron una participación central, que “más tarde heredaron a sus hijos, lo que generó una nueva generación de caciques”, afirmaron docentes de la institución.
Advirtieron que en la universidad no sólo se vive una fractura, “se avecina una cruenta cacería de brujas para todos aquellos que no tomemos partido, ya sea por (Carlos) Briseño o por el bando encabezado por el ex rector (Raúl) Padilla López, pues el fondo del problema es la grave impunidad en que se mueven unos cuantos personajes de la institución, quienes se dan el lujo de ponernos la bota en el cuello y definir, en camarillas, el destino de la universidad”.
Investigadores de esta casa de estudios, que solicitaron anonimato por temor a represalias, afirmaron que “hay un sentir generalizado de temor e incertidumbre, pues aquí quienes estamos secuestrados somos los académicos que trabajamos en el laboratorio o en el aula, ante grupos verdaderamente porriles que se pelean entre ellos por alcanzar el poder absoluto en la UdeG, sin importar que a quien lesionan gravemente no son sus intereses personales, sino a una de las instituciones educativas más importantes del país, pues vivimos un viejo sistema de cacicazgo que se remonta a 60 años”.
Lágrimas y giras
En tanto, Briseño Torres, a quien se vinculó hasta hace unos meses con el grupo de poder de Padilla López, y que en opinión de académicos e investigadores “es de la misma camada política que forjó a Padilla, y sus más leales seguidores, entre ellos Cortés Guardado”, convocó, en su sexta conferencia de prensa de la semana, a “rescatar a la UdeG del cacicazgo porril” de Padilla López.
Llamó a la sociedad jalisciense a sumarse a la “defensa de la universidad”, tarea que afirmó “no sólo corresponde al rector”. Informó que realizará una gira “dependencia por dependencia, y municipio por municipio, para hablar con la comunidad universitaria”.
El rector destituido, quien había evitado convocar al gobernador panista, Emilio González Márquez, a intervenir en la crisis, dijo que “hoy mismo” le exigiría la presencia de los cuerpos policiacos en las afueras de escuelas y centros universitarios, y le haría un “llamado enérgico para que haga respetar la legalidad”.
Agregó que también contactó al subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, quien “me confirmó que estarán muy atentos a las circunstancias”, y le pidió que todos los recursos federales destinados a la UdeG, “sean canalizados a través de las cuentas del gobierno de Jalisco.
En entrevista por separado, Marco Antonio Cortés Guardado afirmó que los llamados del ex rector “son sólo una cortina de humo para tener mayor cobertura mediática”, y aseguró que “estamos felices, porque lo que queríamos era destituirlo, y eso ya lo logramos”.

Niega rector sustituto de la UdeG ingobernabilidad en la institución

Laura Poy, Raúl Torres y Juan Carlos G. Partida (Enviada y corresponsales) La Jornada
Guadalajara, Jal., 31 de agosto. Marco Antonio Cortés Guardado, rector sustituto de la Universidad de Guadalajara (UdeG), reconoció que la forma en que se destituyó a Carlos Briseño Torres el viernes pasado “tendrá un costo muy alto” para la institución, pero “ni modo. Lo que nos interesaba era restablecer la seguridad y la integridad”.
Añadió que, a pesar de la tensión en la casa de estudios, “no hay ingobernabilidad. La había con él (Briseño). Se restableció la relación entre el rector y los órganos de gobierno de la UdeG”.
Cortés, considerado uno de los operadores más cercanos al llamado “líder moral” de la UdeG, Raúl Padilla López –a quien el actual rector llamó “uno de los personajes que más le han dado a Jalisco” y de quien rechazó deslindarse porque “tampoco voy a abominar de él”–, destacó que existe preocupación por la posibilidad de que se deteriore la imagen de la UdeG. “Por eso nunca tuvimos agendado el tema de la destitución, pero la otra era mantener a Briseño Torres, que estaba amenazando con entregar la universidad a (el grupo de ultraderecha) El Yunque”.
Padres de familia y profesionales dijeron temer que “regrese el pasado” en la segunda universidad del país, en referencia a las décadas de violencia tras la creación de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) a finales de la década de 1940. Este grupo fue desplazado por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), fundada en 1991, durante la rectoría de Padilla López (1989-1995).
Desde la creación del FEU, destacó una pareja de profesionistas, “quedó claro que era lo mismo que la FEG, porque detrás están quienes eran parte de la otra federación. Cuando se dio la destitución de Briseño hubo revuelo, y todos hablaban de la universidad, pero algunos padres de familia ya han comenzado a preocuparse, porque con la crisis ya no se puede pagar una universidad privada, y enviaron a sus hijos a la UdeG, pero con la destitución ya hay quien dice que a ver cómo le hacen, pero los sacan, por seguridad”.
Patrimonio de caciques
Con más 3 mil 300 edificios universitarios, entre aulas, laboratorios, bibliotecas, áreas deportivas, instalaciones culturales y centros de cómputo, la UdeG es la institución con mayor oferta educativa en la entidad: tiene inscritos 77 mil 316 alumnos de licenciatura y 117 mil 800 de bachillerato, distribuidos en 14 centros universitarios, 51 escuelas de educación media superior y 70 módulos universitarios (67 regionales y tres metropolitanos) para cursar bachillerato.
Académicos e investigadores aseguraron que los recursos materiales de la institución han estado al servicio de “los caciques en turno”, quienes disponen qué se hace y en beneficio de quién.
Uno de los entrevistados dice que existe miedo a disentir porque cualquier opinión en contra del grupo padillista “te puede sacar de la nómina”.
Este lunes, cientos de trabajadores acudirán a laborar sin saber si podrán ingresar a sus oficinas, ya que el Paraninfo Enrique Díaz de León –sede de la rectoría–, así como el edificio administrativo, siguen ocupados por padillistas para impedir que grupos afines a Carlos Briseño intenten recuperarlas.
Nada ilegal: primo de Padilla
La forma en que se destituyó a Carlos Briseño y a Gabriel Torres Espinoza de la rectoría y la vicerrectoría de la UdeG no violó sus derechos, aseguró el consejero universitario y regidor priísta de Guadalajara Leobardo Alcalá Padilla, primo de Raúl Padilla.
Aseguró que no se les dio derecho de audiencia porque al abandonar el recinto ellos incurrieron en desacato e hicieron caso omiso de los llamados del secretario general para regresar.
“¿Audiencia? Si le pedimos (a Briseño) durante tres horas que sometiera a la consideración del pleno del consejo el orden del día. ¿Audiencia? ¿Cuándo la pidió? Él se retiró, nos insultó, insultó al propio consejo”, señaló el regidor.
Insistió en que el problema de Briseño es su grupo de asesores, que le han dado “malos consejos” y lo orillaron a cometer “un grave error. Por desgracia, todo esto se irá a tribunales. En tanto, la universidad seguirá trabajando de la misma forma”, señaló.
El consejero responsabilizó a Briseño del posible ingreso de grupos de porros a las escuelas. “Ya lo están haciendo. Yo le pediría prudencia para que esto no llegue a la violencia”, afirmó.

Ordena un juez restituir a Carlos Briseño en la rectoría de la UdeG

Laura Poy, Raúl Torres y Juan Carlos G. Partida (Enviada y corresponsales) La Jornada
Guadalajara, Jal., 1º de septiembre. El juez tercero de distrito en materia administrativa de Jalisco, Héctor Martínez Flores, ordenó hoy al Consejo General Universitario (CGU) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) restituir inmediatamente en la rectoría a Carlos Briseño Torres –destituido por ese órgano el viernes pasado–, en tanto se resuelve la suspensión definitiva.
Sin embargo, también reconoció la validez del nombramiento de Marco Antonio Cortés Guardado como rector sustituto.
El juez fijó un plazo de 72 horas para convocar a las partes a una audiencia en la que podrán exponer sus argumentos.
Martínez Flores aclaró en conferencia de prensa que con esta resolución apenas se inicia el proceso jurídico para analizar el caso y las partes aún deberán presentar pruebas. “Esta situación aún no está definida”, advirtió.
El funcionario señala en el documento que, debido a la importancia de la UdeG y de los servicios que ésta ofrece, las autoridades de la institución deben cumplir “a cabalidad las leyes y procedimientos que la rigen”, en particular las garantías de legalidad y seguridad jurídica consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales.
Explicó que el nombramiento de Cortés Guardado fue sólo “una medida provisional” y que un tribunal colegiado de distrito definirá la situación de la UdeG.
Informó que se notificó como tercero afectado a Cortés Guardado, quien fue designado por la mayoría del CGU rector sustituto en lugar de Briseño Torres.
Héctor Martínez insistió en que “las cosas están como las conocemos” y agregó que el actual rector es “quien hoy se ostenta con ese cargo”, en referencia a Marco Antonio Cortés Guardado.
Luego de la conferencia de prensa, el juzgador solicitó a los reporteros ir “más a fondo en la información, porque nos interesa el impacto en la sociedad, en los padres de familia, alumnos y trabajadores de la universidad. No queremos crear más confusión”, y agregó: “Debe quedar claro que hay un rector en la UdeG y que sus actos son legales, y lo seguirán siendo en tanto se resuelva de manera definitiva el amparo”.
Al enterarse de la resolución, el rector sustituto, Antonio Cortés Guardado convocó por la noche a una rueda de prensa en la que anunció que impugnará la decisión este martes y aseguró que sigue siendo el rector de la UdeG, por mandato legal del CGU.
Mientras, en conferencia de prensa, Briseño Torres hizo un reconocimiento al Poder Judicial por hacer de México “un país de leyes, de estado de derecho para quienes apostamos por la legalidad”. Asimismo aseguró a sus adversarios que “no hay odio ni venganza” y llamó a la sociedad jalisciense a una “manifestación por la unidad universitaria” el viernes a las 11 horas, frente al palacio de gobierno estatal.
La jornada comenzó con decenas de trabajadores apostados en los accesos del paraninfo Enrique Díaz de León, sede de la rectoría general y de la vicerrectoría de la (UdeG), y en la torre administrativa de la institución, ante la incertidumbre sobre su situación laboral.
Desde las primeras del día había tensión, particularmente en las oficinas administrativas, donde se concentraron simpatizantes del ex rector Raúl Padilla López y de Cortés Guardado, en previsión de la posible llegada de contingentes leales a Briseño.
Desde el mediodía hubo una serie de manifestaciones en favor de Cortés Guardado, entre ellas las del secretario de Gobierno del estado, Fernando Guzmán Pérez Peláez, quien dijo: “Hay rector en este momento en la persona de Marco Antonio Cortés Guardado. La decisión la tomó, dentro del marco de la autonomía universitaria, el órgano superior de la UdeG, y en tanto el Poder Judicial no diga otra cosa estaremos trabajando con el rector”.
Horas después se sumó a esta postura el Congreso estatal, que aprobó por unanimidad un punto de acuerdo para reconocer las decisiones del CGU, a pesar de que se informó que el juez daría a conocer su resolución por la tarde.
Los vaivenes del Ejecutivo estatal comenzaron al mediodía, cuando una comisión del CGU acudió a Casa Jalisco para informar oficialmente del nombramiento de Cortés Guardado como rector sustituto y el secretario de Gobierno, Guzmán Pérez, lo reconoció como tal.
Poco después de las 18 horas se informó que el propio gobernador, Emilio González Márquez, se reunió en la residencia oficial con Cortés Guardado, a quien expresó su reconocimiento por la designación del CGU, a pesar de que el juez aún no hacía pública su resolución, lo que ocurrió a las 19 horas.
Más tarde, la oficina de comunicación social del gobierno del estado informó que este martes por la mañana el mandatario panista recibirá a Briseño Torres, luego de suspender la emisión de un mensaje sobre la situación que atraviesa la UdeG.

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