En la resurrección del “carisma”

Carlos Monsiváis
El Universal/03 de agosto de 2008

Los medios tienen que pensar en su cliente, en el que paga. Es al que tienen que atender y es al que tienen que servir

Epígrafe para entrar en materia (o salir de ella)
(Al justificar el haber pronunciado en España
el nombre de José Luis Borgues)
Yo les pregunto a los que escriben o a los que comentan,
¿jamás han metido una pata en su vida, jamás han tenido un lapsus bilingüe?
Presidente Vicente Fox, en la entrevista con Pedro Ferriz de Con, 7 de noviembre de 2001. Las citas de este artículo provienen de los servicios de la Presidencia de la República, página ‘web’).

El Partido Acción Nacional intenta, sabemos que en vano, sabemos que lo hace por amor a las exhumaciones políticas perdidas, recuperar el prestigio de Vicente Fox, el que hubiese tenido.
Lo necesitan, como bien expresó el dirigente histórico del PAN, Germán Martínez, para guanajuatizar el país, tarea urgente sí la hay, y tan entendible que nadie duda de qué se trata aunque los panistas no logren acercarse a la sombra de una definición. Guanajuatizar el país. ¿Qué periodista serio negaría su apoyo a esta causa? Todos, serios o frívolos, hemos tenido lapsus bilingües (este sic va por mi cuenta), y todos hemos tratado de disculparnos colocándole un gentilicio a la realidad. Por eso, para avalar el regreso teórico, dialéctico, intelectual y analítico de don Vicente Fox, cito con el agregado de algunas dudas. Estoy convencido: el carisma siempre ha estado, la brillantez verbal también, la lucidez conceptual ni se diga. Recuerden con envidia al Mago de la Palabra.

Lo que dijo VFQ antes
de que le dijeran que sí,
en efecto, lo había dicho

3 de noviembre de 2001. En su programa Fox en vivo. Fox contigo, el presidente pone en su sitio a los medios informativos, en especial los impresos: “Distorsionan la noticia, calumnian, engañan y mienten… Ya dejé de leer una buena cantidad de periódicos, porque francamente me amargaban un poco el día”…
No es insólito, ni mucho menos, que un presidente, o cualquier persona, se atenga al “se dice el pecado, pero no el pecador”. El problema es la descripción del pecado. Según el resucitable, don Vicente, el que lanzan ahora para ganar en 2009, el periodismo de México estaba resentido y explicó a Ferriz el porqué: “Nunca (los medios) habían gozado de la libertad tan absoluta, tan total que se tiene ahora, ni estaban inmersos en un proceso de transición democrática, también los medios tendrán que encontrar su nuevo equilibrio, empezando por lo monetario, porque ahora ya no le damos a ningún periódico ni a ningún escritor ni a ninguna pluma las gratificaciones o los dineros para que hablaran bien del gobierno”. Luego de exhibir al sol sus trapitos, el presidente le fija a los medios su deber. Ferriz le señala: “Van a quebrar algunos periódicos” (se le olvidó mencionar algunas estaciones de radio) y Fox se da vuelo: “… pues es ahí donde me refiero que tienen que ajustarse, tienen que pensar en su cliente, en el que paga por comprar ese periódico y es el que tienen que atender y es al que tienen que servir”.

Ya no hay lectores sino clientes. Ese mensaje fue parte de su carisma, que informativamente no incluyó el modo en que, por ejemplo, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, repartían gratificaciones y lo que pensaban obtener con ello, o la manera en que el gobierno actual recompensa a los medios electrónicos. Pero carisma de Fox a mares, y eso no inhibía en gran parte de los medios el júbilo que representaba su mera presencia.