miércoles, 6 de agosto de 2008

Generaciones perdidas

Alejandro Gertz Manero
El Universal/06 de agosto de 2008

Más de 200 mil estudiantes acaban de ser rechazados por falta de presupuesto en las universidades públicas de la zona metropolitana del DF, fundamentalmente la UNAM, el Politécnico y la UAM; y sólo un porcentaje mínimo que obtuvo las calificaciones más altas pudo ingresar a esas instituciones, mientras que otros estudiantes de menores niveles de aprovechamiento sí lograron incorporarse en razón del “pase automático”. Lo cual es bastante injusto.

La gran mayoría de esos rechazados no podrá ingresar a las universidades privadas de alta calidad académica por carecer de los recursos indispensables para pagar colegiaturas que fluctúan entre 5 mil y más de 12 mil pesos mensuales. En las universidades públicas los costos por alumno fluctúan entre los 5 mil y 7 mil pesos mensuales, según se acredita en sus presupuestos y así lo ha constatado un sólido estudio del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

Mientras eso ocurre, a muchos de los rechazados no les quedará más remedio que refugiarse en el fraude masivo de las “universidades patito”, que ofrecen estudios y títulos profesionales que de poco o nada les servirán para competir con los egresados de las grandes instituciones públicas y privadas del país. Otros más se irán a la marginalidad, al ambulantaje, y un buen número engrosará a los ejércitos de zombis atrapados por el narcotráfico y por el delito.

No es posible que los mexicanos veamos impasiblemente esta tragedia social que sólo habrá de subsanarse cuando cada estudiante rechazado que demuestre vocación, responsabilidad y compromiso reciba un bono de apoyo económico por una cantidad semejante a la que hoy sólo favorece a quien sí logra un lugar en las universidades públicas, siempre y cuando dicha cantidad se aplique en instituciones públicas o privadas que estén acreditadas por un sistema nacional de evaluación sustentado en las acreditaciones de SEP, Ceneval, CIEES, Copaes y FIMPES.

Este proyecto es de elemental justicia social ya que ese bono, que no permite lucro, habrá de aplicarse en la institución pública o privada en que se inscriba cada estudiante; y sólo así podremos empezar a competir con India, China y el sureste asiático, que han logrado su espectacular desarrollo apoyando a sus mejores estudiantes. Sólo así podremos salvar a nuestras nuevas generaciones antes de que sea demasiado tarde para ellas y para todos nosotros.

editorial2003@terra.com.mx
Doctor en Derecho. Actualmente es rector de la Universidad de las Américas A.C. y presidente de FIMPES.

NOTA: La propuesta de Getz Manero es la que ha cuestionado Axel Didrikkson en reciente colaboración publicada en Excélsior y que también hemos posteado en UN MUNDO RARO.

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