martes, 7 de julio de 2009

Burocracia y desconfianza en científicos jóvenes retrasa su avance y consolidación

Isaac Torres y Verónica Uriega
La Crónica de Hoy/7 de julio de 2009

Las oportunidades para que científicos jóvenes ocupen una plaza como investigadores en alguna institución pública son escasas, aunque una vez logrado el sitio las dificultades no terminan: burocracia, misoginia, falta de recursos y desconocimiento de la comunidad establecida, entre otros, entorpecen y pueden propiciar que la consolidación de su labor tome varios años. Investigadores de diferentes ramas relatan su experiencia a Crónica, con lo que queda expuesto uno más de los problemas del quehacer científico en el país.

La falta de recursos para los investigadores es una constante en cualquier ramo, no obstante se vuelve más complicado para los jóvenes que se incorporan al gremio, más aún si su especialidad exige instrumentación para estudios metalo-neuroquímicos o de física experimental.

“Primero debemos demostrar que podemos llevar a cabo proyectos importantes, pero no nos brindan lo necesario para instrumentar un laboratorio. Algunos tienen que comenzar desde cero bajo exigencia de rendimientos en plazos cortos”, mencionó Liliana Quintanar, investigadora del Departamento de Química del Centro de Investigación y Estudios Superiores (Cinvestav), del IPN.

Refirió que, por ejemplo, en países como EU y Canadá se contratan científicos jóvenes bajo regímenes muy estrictos, pero se les brindan los recursos necesarios. “México necesita dar más oportunidades a los investigadores jóvenes y cambiar las perspectivas de apoyo desde el arranque de su trabajo, sin condicionantes: es una apuesta y algunas veces se perderá, pero las ganadas tendrán gran valor”, añadió la científica del laboratorio de metalo-neuroquímica del Cinvestav y ganadora de la Beca Mujeres en la Ciencia L’oreal-UNESCO-AMC.

Por su parte, Álvaro López, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, aseguró que el principal problema que deben enfrentar los investigadores es obtener recursos económicos para el desarrollo de proyectos. “En el caso de México es muy burocratizado y son sistemas muy complejos”.

Comentó que los requisitos para obtener apoyo financiero del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) son “una carrera de resistencia” por los trámites burocráticos, “desgastantes y poco conocidos”, que se deben cubrir.

“En términos generales todo está articulado, armado para que se dificulten las cosas. Creo que las instituciones ponen muchos candados para cerciorarse de que los recursos otorgados se usen adecuadamente”, añadió.

El ganador del Premio de Investigación para Jóvenes Científicos 2008 de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) indicó que la mejor herramienta para abrirse paso es la vinculación con personas consolidadas en el ramo de interés, pues con ello se facilita la obtención de recursos. “Una vez que te has hecho de un nombre, que creo es la fase en la que me encuentro, puedes invitar a gente que tal vez esté empezando. Los reportes investigativos, los productos generados, la gente titulada a través de tus trabajos, las prácticas de campo realizadas y los artículos publicados ya son un soporte para en un futuro solicitar otros proyectos. Ya tienes un aval”, dijo. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el mismo gremio dificulta el trabajo del investigador joven, más aún si se está en una carrera contra reloj por conservar el empleo?
DOCTORES MISÓGINOS
El Instituto de Física de la UNAM cuenta con un departamento de investigación experimental, que necesita de recursos importantes para llevar a cabo estudios de frontera; los científicos recién incorporados a él trabajan asociados a otros con mayor trayectoria y que guiarán a los primeros, quienes tendrán cinco años para lograr la cuota de su titularidad: Publicación de diez artículos en revistas internacionales, otros más de divulgación, dirigir tesis, impartir clases y obtener un proyecto de investigación aprobado por el Conacyt.

Este tiempo se considera adecuado para que los investigadores avancen en sus estudios y mantengan su trabajo dentro de la institución, no obstante Alejandra López llevó a cabo ese proceso en la mitad del tiempo, en una odiséica labor donde se topó con misoginia y burocracia, que en algún sentido mermó el brío y ánimo de la científica.

La especialista ingresó al instituto universitario gracias a un programa para ofrecer espacios a investigadoras jóvenes, en ramas como las matemáticas, ingeniería y física, impulsado por Rosaura Ruiz y el entonces rector Juan Ramón de la Fuente.

“Fueron años muy complicados desde el inicio, un grupo de científicos criticó el programa aduciendo que nos estaban regalando el trabajo; en mi caso, y después de cumplir los requisitos en poco más de dos años, logré la titularidad, no obstante ahora su argumento fue que no pude hacer tanto sola y que me hicieron el trabajo”, refirió.

Sin embargo, el proceso administrativo para que se reconozca finalmente su titularidad como investigadora no había concluido después del tiempo estimado, aunque sus proyectos de investigación continúan y ha tenido tiempo para obtener avances importantes y comenzar un nuevo camino junto con un equipo interdisciplinario.

Después de cerca de 15 años de formación, ante diversas trabas, varios científicos optan por migrar a otros países a realizar investigación, dijo, y los que se quedan están sujetos a una gran presión por obtener y permanecer en la titularidad.

“Cuando uno es joven debe concentrar sus energías en innovar y buscar nuevas alternativas, no en picar piedra por cosas que en algunos casos deben ser inmediatas. Perdemos tiempo y energía”, señaló por su parte la investigadora del Cinvestav, Liliana Quintanar.
Investigaciones
Experta en química bioinorgánica
Liliana Quintanar VeraCinvestav-Departamento de Química
La científica, que ganó la Beca Mujeres en la Ciencia L’oreal-UNESCO-AMC, encabeza un grupo de investigadores que llevan a cabo estudios en química bioinorgánica para conocer los procesos químicos que ocurren entre los metales y las proteínas que provocan enfermedades como Alzheimer, Parkinson y la encefalopatía espongiforme bovina (mal de las vacas locas). El entendimiento de estos procedimientos facilitarán el desarrollo de fármacos para el tratamiento de éstas.
Especialista en Geografía del turismo
Álvaro López LópezUNAM-Instituto de Geografía
Es especialista en geografía del turismo y ganador del Premio de Investigación 2008, en el área de Ciencias Sociales, de la AMC. Otra línea de interés del investigador de 38 años es la geografía de la sexualidad masculina, la cual se inserta dentro de la geografía del género. En 2005, realizó un estudio sobre turismo sexual en México, para analizar la dinámica de la prostitución masculina en el contexto turístico.

No hay comentarios: