Arturo BarbaMilenio/7 de julio de 2009
Luego de la borrachera electoral que le costó al país más de 12 mil millones de pesos, regresamos a la cruda y crítica realidad. ¿Mejorará el país con el triunfo priísta? Lo dudo.
Si bien la ciencia y la tecnología, han sufrido retrocesos importantes en los gobiernos panistas de Fox y Calderón, históricamente con los gobiernos priístas la situación no ha sido muy distinta.
Sin embargo, los nuevos legisladores podrían tener una buena oportunidad de incidir en la creación de verdaderas políticas, el problema es que los diputados que llegan, al igual que los que se van, son analfabetos científicos.
Aunque consumen productos del conocimiento como computadoras, teléfonos celulares, trajes, autos híbridos y alimentos nutracéuticos, ignoran lo que es la ciencia, para qué sirve y el papel que tiene en la sociedad.
Hay todo por hacer en materia de ciencia e innovación, hay muchos pendientes, pero retomo las cinco propuestas que los científicos Octavio Paredes, Rafael Loyola y René Drucker, hicieron al director general del Conacyt y que deberían ser retomados por los integrantes de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la próxima legislatura federal:
1. Reactivar el Programa de Repatriación y Retención de Científicos Mexicanos, promoviendo simultáneamente la creación de las plazas en los distintos organismos públicos del país.
2. Reequilibrar la atención y los recursos otorgados a la ciencia lo cual implica recuperar los fondos a los proyectos de ciencia básica.
3. Impulsar incentivos fiscales con cualquier esquema que el Conacyt considere conveniente; sin embargo, es fundamental que esos incentivos se vigilen de manera apropiada dado su origen de fondo público. Además, que los apoyos a la innovación de ninguna manera se deben hacer a expensas de reducir el apoyo a la ciencia básica.
4. Fortalecer los Centros Públicos de Investigación a través del otorgamiento de plazas y fondos para que puedan funcionar y crecer apropiadamente. Apoyar los mecanismos para crear el Sistema Nacional de Centros Públicos de Investigación.
5. En un país de inequidades es importante fortalecer y financiar las investigaciones en humanidades y ciencias sociales.
Sólo agregaría la necesidad de cumplir con la ley que obliga al Estado mexicano a invertir 1% del PIB a estos rubros. Pero la verdad no confío en los diputados y seguramente harán lo mismo que la Legislatura que termina: nada.
Si bien la ciencia y la tecnología, han sufrido retrocesos importantes en los gobiernos panistas de Fox y Calderón, históricamente con los gobiernos priístas la situación no ha sido muy distinta.
Sin embargo, los nuevos legisladores podrían tener una buena oportunidad de incidir en la creación de verdaderas políticas, el problema es que los diputados que llegan, al igual que los que se van, son analfabetos científicos.
Aunque consumen productos del conocimiento como computadoras, teléfonos celulares, trajes, autos híbridos y alimentos nutracéuticos, ignoran lo que es la ciencia, para qué sirve y el papel que tiene en la sociedad.
Hay todo por hacer en materia de ciencia e innovación, hay muchos pendientes, pero retomo las cinco propuestas que los científicos Octavio Paredes, Rafael Loyola y René Drucker, hicieron al director general del Conacyt y que deberían ser retomados por los integrantes de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la próxima legislatura federal:
1. Reactivar el Programa de Repatriación y Retención de Científicos Mexicanos, promoviendo simultáneamente la creación de las plazas en los distintos organismos públicos del país.
2. Reequilibrar la atención y los recursos otorgados a la ciencia lo cual implica recuperar los fondos a los proyectos de ciencia básica.
3. Impulsar incentivos fiscales con cualquier esquema que el Conacyt considere conveniente; sin embargo, es fundamental que esos incentivos se vigilen de manera apropiada dado su origen de fondo público. Además, que los apoyos a la innovación de ninguna manera se deben hacer a expensas de reducir el apoyo a la ciencia básica.
4. Fortalecer los Centros Públicos de Investigación a través del otorgamiento de plazas y fondos para que puedan funcionar y crecer apropiadamente. Apoyar los mecanismos para crear el Sistema Nacional de Centros Públicos de Investigación.
5. En un país de inequidades es importante fortalecer y financiar las investigaciones en humanidades y ciencias sociales.
Sólo agregaría la necesidad de cumplir con la ley que obliga al Estado mexicano a invertir 1% del PIB a estos rubros. Pero la verdad no confío en los diputados y seguramente harán lo mismo que la Legislatura que termina: nada.
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