Rosario Ibarra De Piedra*Esta mañana viajé de mi casa en Monterrey a la Ciudad de México para poder estar en la marcha de solidaridad con los padres, familiares y niños de la Guardería ABC que se ha realizado acá.
Como siempre, me ha sorprendido, como norteña que soy, la solidaridad del entrañable pueblo de la Ciudad de México que sabe expresarse a pesar de las adversas condiciones de vida que enfrentamos. Estoy segura que, si nos lo proponemos, el pueblo de otras ciudades del país también quiere unirse en su protesta.
Pero también me ha conmovido, casi hasta las lágrimas que acostumbro reprimir en actos públicos, escuchar, rodeada entre la gente, los dolorosos testimonios de lo ocurrido allá por voz de los padres y por el pronunciamiento de Catalina Soto.
Me he sentido hermanada con el dolor de estas madres y padres ante la pérdida de sus queridos y pequeños hijos. Ya se imaginan cómo me remueve todo esto nuestro propio dolor de madres con nuestros hijos desaparecidos. Mi hijo detenido-desaparecido desde 1975 y el dolor de otras madres con hijos desaparecidos agrupadas en el Comité Eureka. Pero además del dolor, me siento hermanada con ustedes, madres y padres de Hermosillo, por la rabia y el coraje de la criminal actitud y la responsabilidad que le cabe en esta tragedia a las autoridades de todos los colores. No necesito saber quiénes. ¡De todos los colores! Porque ponen por encima el interés privado, los negocios particulares, sobre las necesidades y los derechos de la gente. Y cuando son descuibiertos o evidenciados en una tragedia como la actual, buscan garantizar la impunidad para los responsables aun si tienen que sacrificar a algunos chivos expiatorios.
Además de mandarles mi apoyo y cariño, si algo creo poder compartir de nuestra experiencia como madres dolidas con la detención-desaparición de nuestros hijos es decirles a ustedes, madres y padres de la Guardería ABC, que lo que aprendimos nosotras fue pasar del dolor individual a la organización y protesta colectiva. No basta con llorar y rezar, también es necesario luchar. Salir a la calle,como ustedes han hecho ya en más de 4 ocasiones, para reclamar, para luchar. No quedarnos encerradas con el dolor, sino exigir que haya justicia. De otra manera nunca la conseguiremos. Respetuosa pero cariñosamente se los digo. Exigir que todo mundo se pronuncie por la justicia. Estoy segura que pueden consegurilo.
Sé que en las marchas de estos días les han seguido muchos amigos y compañeros de lucha que conozco desde hace mucho. Les pido no dejar solas a las madres y padres de la Guardería. Apoyarlas como ustedes nos han apoyado a las madres de los detenidos-desaparecidos. Unirse en un solo contignete, en una sola fuerza. La unidad es muy importante. Para no hacer caso a los que por intereses particulares quieren llevar agua a su molino o a los que aun en nombre de la lucha contra la represión en realidad dividen. Todos hay que estar aquí con las madres y padres de nuestros hijos reclamando unidos por justicia. No hago un grupo separado sino unido con esta causa.
Porque así como decimos entre las madres del Comité Eureka: tu hijo es mi hijo. Y lucho no solamente por mi hijo, sino por el de todas. Todos estos niños víctimas de la irresponsabilidad gubernamental son nuestros hijos.
Luchamos por justicia paa nuestros hijos.
Como siempre, me ha sorprendido, como norteña que soy, la solidaridad del entrañable pueblo de la Ciudad de México que sabe expresarse a pesar de las adversas condiciones de vida que enfrentamos. Estoy segura que, si nos lo proponemos, el pueblo de otras ciudades del país también quiere unirse en su protesta.
Pero también me ha conmovido, casi hasta las lágrimas que acostumbro reprimir en actos públicos, escuchar, rodeada entre la gente, los dolorosos testimonios de lo ocurrido allá por voz de los padres y por el pronunciamiento de Catalina Soto.
Me he sentido hermanada con el dolor de estas madres y padres ante la pérdida de sus queridos y pequeños hijos. Ya se imaginan cómo me remueve todo esto nuestro propio dolor de madres con nuestros hijos desaparecidos. Mi hijo detenido-desaparecido desde 1975 y el dolor de otras madres con hijos desaparecidos agrupadas en el Comité Eureka. Pero además del dolor, me siento hermanada con ustedes, madres y padres de Hermosillo, por la rabia y el coraje de la criminal actitud y la responsabilidad que le cabe en esta tragedia a las autoridades de todos los colores. No necesito saber quiénes. ¡De todos los colores! Porque ponen por encima el interés privado, los negocios particulares, sobre las necesidades y los derechos de la gente. Y cuando son descuibiertos o evidenciados en una tragedia como la actual, buscan garantizar la impunidad para los responsables aun si tienen que sacrificar a algunos chivos expiatorios.
Además de mandarles mi apoyo y cariño, si algo creo poder compartir de nuestra experiencia como madres dolidas con la detención-desaparición de nuestros hijos es decirles a ustedes, madres y padres de la Guardería ABC, que lo que aprendimos nosotras fue pasar del dolor individual a la organización y protesta colectiva. No basta con llorar y rezar, también es necesario luchar. Salir a la calle,como ustedes han hecho ya en más de 4 ocasiones, para reclamar, para luchar. No quedarnos encerradas con el dolor, sino exigir que haya justicia. De otra manera nunca la conseguiremos. Respetuosa pero cariñosamente se los digo. Exigir que todo mundo se pronuncie por la justicia. Estoy segura que pueden consegurilo.
Sé que en las marchas de estos días les han seguido muchos amigos y compañeros de lucha que conozco desde hace mucho. Les pido no dejar solas a las madres y padres de la Guardería. Apoyarlas como ustedes nos han apoyado a las madres de los detenidos-desaparecidos. Unirse en un solo contignete, en una sola fuerza. La unidad es muy importante. Para no hacer caso a los que por intereses particulares quieren llevar agua a su molino o a los que aun en nombre de la lucha contra la represión en realidad dividen. Todos hay que estar aquí con las madres y padres de nuestros hijos reclamando unidos por justicia. No hago un grupo separado sino unido con esta causa.
Porque así como decimos entre las madres del Comité Eureka: tu hijo es mi hijo. Y lucho no solamente por mi hijo, sino por el de todas. Todos estos niños víctimas de la irresponsabilidad gubernamental son nuestros hijos.
Luchamos por justicia paa nuestros hijos.
* MENSAJE DE ROSARIO IBARRA A LA MARCHA Y MITIN DE HERMOSILLO.
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