viernes, 9 de mayo de 2008

Los Químicos, el Ritchie y la ley en la Unison


Texto de Domingo Gutiérrez Mendívil, que retomamos de http://toirel.blogspot.com, publicado en marzo de 2006, en el momento más álgido del movimiento en contra de la designación/imposición del Lic. Francisco Javier Ritchie, como Jefe del Departamento de Derecho de la Universidad de Sonora:

UNISON: Qué buenos leguleyos salieron los químicos que usufructúan el presupuesto del Alma Mater

(O, de cómo la interpretación letrista y convenenciera de la Ley 4 sirve perfectamente a los fines de los autócratas “universitarios” de mente cuadrada)

por Domingo Gutiérrez Mendívil
Profesor de Tiempo Completo, Presidente de la Academia de Derecho Constitucional, Garantías y Amparo del Departamento de Derecho de la Universidad de Sonora

Que el “nuevo” plan de estudios de la carrera de Derecho de la Unison se aprobó sin tomar en cuenta la opinión de profesores y estudiantes de esa licenciatura.
¡NO IMPORTA!
Que el “nuevo” plan de estudios de la carrera de Derecho de la Unison lo elaboró un doctor en psicología, que por supuesto desconoce la esencia de la abogacía.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison existen los puestos burocráticos de “Secretario Académico” y “Secretario Administrativo”, para favorecer el control político que ejerce la administración central, a pesar de que la Ley 4 no contempla dichos cargos.
¡NO IMPORTA!
Que los ingresos provenientes de las cuotas que se cobran a los estudiantes del Departamento de Derecho no se emplean para equipar las aulas como lo establece la legislación universitaria, porque ése es el resultado de la incondicionalidad que deben rendir los Jefes de Departamento que son nombrados por “dedazo”.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison se favorece el clientelismo por la directiva de la institución, de manera que no se exige al cuerpo académico el cumplimiento de sus obligaciones mínimas, a cambio de su servilismo ante las determinaciones de la “alta” burocracia.
¡NO IMPORTA!
Que el Departamento de Derecho de la Unidad Regional Centro de la Universidad de Sonora, que supera la cifra de tres mil quinientos alumnos, no tiene más de treinta profesores de tiempo completo, siendo que otros Departamentos, con menos de mil estudiantes, emplean cincuenta o más profesores de tiempo completo.
¡NO IMPORTA!
Que la carrera de Derecho de la Unison perdió los primeros lugares que ocupaba a nivel nacional en los años setenta del siglo pasado, y cayó hasta las posiciones más bajas de la escala.
¡NO IMPORTA!
Que los profesores que daban lustre con su colaboración a la carrera de Derecho de la Unison a fines del siglo pasado hayan preferido retirarse de las aulas ante la lamentable situación institucional.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison se intercambien calificaciones por “favores especiales”.
¡NO IMPORTA!
Que las decisiones que toma el Consejo Divisional de Ciencias Sociales de la Unidad Regional Centro de la Unison y que afectan al Departamento de Derecho se adopten por una inmensa mayoría de personas que ignoran la problemática de esa licenciatura.
¡NO IMPORTA!
Que los jurados a los que se encomienda resolver sobre el ingreso del personal académico en el Departamento de Derecho de la Unison se designan con abierta burla de la legislación universitaria.
¡NO IMPORTA!
Que los alumnos del Departamento de Derecho de la Unison sean evaluados según el antojo del profesor que imparte cada asignatura y que, por ello, no se apliquen los exámenes departamentales que exige la legislación universitaria.
¡NO IMPORTA!
Que para aprobar ciertas materias los alumnos del Departamento de Derecho de la Unison tengan que asistir de traje y corbata a la sesión final del curso y no tanto demostrar los conocimientos supuestamente adquiridos.
¡NO IMPORTA!
Que los profesores del Departamento de Derecho de la Unison impartan los contenidos que personalmente son de su preferencia y no así los indicados institucionalmente para cada asignatura.
¡NO IMPORTA!
Que el “nuevo” plan de estudios de la licenciatura en Derecho ponga énfasis en el aspecto práctico de la profesión y haya sido elaborado por personas que no cuentan con práctica profesional alguna.
¡NO IMPORTA!
Que en el “nuevo” plan de estudios de la licenciatura en Derecho se imponga a los estudiantes la obligación de cursar asignaturas sobre “Práctica Jurídica” sin antes haber adquirido las nociones teóricas respectivas.
¡NO IMPORTA!
Que ninguno de los Coordinadores de Programa del Departamento de Derecho de la Unison ha cumplido con la obligación de vigilar que el profesorado acate la normatividad institucional, en cuanto a los contenidos de cada asignatura, procedimientos de evaluación, duración del curso, etc.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison exista una gran cantidad de profesores que inicia los cursos una semana después de la fecha oficial, no asisten los viernes, faltan entre semana y concluyen un mes antes de la fecha oficial del ciclo escolar.
¡NO IMPORTA!
Que las aulas del Departamento de Derecho ocasionalmente te convierten en muladares, por su desaseo.
¡NO IMPORTA!
Que debido a los errores de programación, atribuibles al Coordinador de Programa, en el Departamento de Derecho de la Unison siempre hay más alumnos en los pasillos que en las aulas, ocasionando la algarabía de aquéllos la imposibilidad de trabajar en los salones de clase.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison existen docentes que desde el inicio de cursos anuncian a los alumnos que se les calificará con un mínimo de ochenta, “pase lo que pase”, o sea, si asisten a clases o no, o si aprueban o reprueban los exámenes. Se entiende que la libertad de cátedra no alcanza para tanto, pero el hecho concreto es que los profesores que pedimos a los estudiantes el cumplimiento básico de sus responsabilidades se nos califica negativamente, respecto de dichos profesores “mas comprensivos”.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison se reprocha y se reprueba casi institucionalmente que diez o quince profesores asistamos a dar clases los viernes, porque ponemos en evidencia a los restantes académicos que no lo hacen, de una planta superior a los ciento veinte docentes.
¡NO IMPORTA!
Que los representantes de los alumnos y profesores del Departamento de Derecho ante el Consejo Divisional de Ciencias Sociales de la Unidad Regional Centro de la Unison se designan según las instrucciones y conveniencia de las autoridades “superiores” de la institución.
¡NO IMPORTA!
Que el respaldo a los proyectos de investigación en el Departamento de Derecho de la Unison se aprueban según el mayor ángulo de inclinación de la cerviz de sus autores ante las autoridades de la administración central de la Universidad.
¡NO IMPORTA!
Que en el Departamento de Derecho de la Unison no se respetan las facultades que la Ley 4 confiere a los presidentes de Academia, en cuanto a la consulta que debe realizarse por el Jefe del Departamento sobre la programación de profesores.
¡NO IMPORTA!
Que la designación del anterior Jefe del Departamento de Derecho de la Unison se realizó con abierta violación de la Ley 4, puesto que debió nombrársele para concluir el período que correspondía al licenciado Francisco Javier Mejía Cisneros (que ya llevaba más de un año antes de ser “renunciado”) y no así por el término de cuatro años, como ocurrió.
¡NO IMPORTA!
Que un profesor del Departamento de Derecho de la Unison (designado unilateralmente por el anterior Jefe de la Unidad y sin observar el procedimiento de ingreso que prevé la legislación universitaria), se haya enfrentado a golpes en el aula con un alumno, por haber cambiado arbitrariamente la fecha de un examen.
¡NO IMPORTA!
Que en cierta asignatura del Departamento de Derecho de la Unison se establezca como requisito de acreditación el ser invitado por los alumnos a cenar una o dos veces durante el semestre.
¡NO IMPORTA!
Que los estudiantes del Departamento de Derecho que tienen que hacer la invitación a cenar a su “enseñante” hayan malcomido una vez al día durante la última semana y deban limitarse a observar cómo su comensal engulle las ricas viandas porque, obviamente, su pobre peculio no les permite pedir un platillo propio.
¡NO IMPORTA!
Que las famosas tutorías a los estudiantes son de mentiritas en el Departamento de Derecho de la Unison y sólo sirven para que acumulen puntos simulados los peticionarios de las “tortibecas”.
¡NO IMPORTA!
Que los estudiantes del Departamento de Derecho de la Unison no son tomados en cuenta en las decisiones que les afectan, a pesar de que el artículo tercero constitucional les otorga el derecho de autogobernarse, puesto que el supuesto representante alumno ante el Consejo Divisional de Ciencias Sociales nunca ha reclamado las violaciones legales mencionadas con anterioridad.
¡NO IMPORTA!
Que el Rector de la Universidad jamás ha dado la cara frente a la comunidad estudiantil del Departamento de Derecho para explicar o responder a las irregularidades señaladas con anterioridad.
¡NO IMPORTA!
¡AH¡, PERO ESO SÍ
Cuando un “pequeño grupito” de estudiantes se inconforma con la designación del nuevo Jefe del Departamento de Derecho, encabezados por dos valerosos y dignos alumnos que la irracionalidad y la cerrazón de la directiva universitaria los obligó a declararse en huelga de hambre, como plañideras, los burócratas que usufructúan los mas elevados ingresos en el presupuesto universitario, se desgarran las vestiduras y señalan que están siendo presionados para apartarse de una legalidad que jamás han observado y que han manipulado a su conveniencia, como si desconocieran la debacle que han provocado con su conducta negligente en el Departamento de Derecho.
En realidad, el estudiantado del Departamento de Derecho ni siquiera se ha dado cuenta de la verdadera magnitud del daño que se les está ocasionado, al destruir su proyecto de vida.
Ojalá que los burócratas de la Unison no se empecinen en dar una solución diazordacista al problema del Departamento de Derecho. Sería bueno que entendieran que el respeto a la autoridad formal sólo puede basarse en el consenso de las mayorías. Como lo ha enseñado la historia, tantas veces.

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