Por razones académicas, asistir a una reunión de trabajo de la Asociación Binacional de Escuelas de Comunicación (BINACOM) en la IBERO, fuimos a Tijuana el pasado fin de semana. Días de calor en la frontera, territorio "caliente" que acapara los titulares de los medios de comunicación. Tijuana es violenta; Tijuana es amorosa; Tijuana es apasionante; Tijuana es la cuna de la migración nacional y global. El sábado 17, por la tarde, 4 camiones de la migra gringa se alineaban en la "border", y de sus puertas, salían expulsados los deportados del día, rostros sin esperanza, mexicanos que habían sido seducidos por "el sueño americano", que habían cruzado sin papeles al otro lado, y que por un golpe de mala suerte, la border patrol los había detenido en algún lugar del país de las barras y las estrellas. Ahora,estaban de vuelta, frustados, pero no derrotados, planeando de nuevo el próximo cruce hacia "gringolandia", hacia la conquista del "american way of life".
Y mientras eso sucede,mientras eso llega, a vivir de algo, a chambear en lo que sea; a juntar la lana necesaria, para pegar, por enésima vez, la corrida con los gueros: ¡Sí se puede! ¡Sí se puede!, parece ser la consigna que unifica la obsesión colectiva, la terca necesidad de buscar en otro lado, lo que tu país no te ha dado.
Mientras, la gente de Tijuana, esa masa migrante de todos lados y a la vez de ninguno, vive intensamente este fin de semana. La revo, la coahuila, la plaza del zapato, con el Gume en la Bodega, en donde sea, cualquier lugar es un buen pretexto para tomarse unas heladas, pasar el rato alegres, ver como pasan las horas (y nos dieron las 10, las 11 y....), para el otro día, curar la cruda y reposar la trsnochada, y el próximo lunes, como todos los lunes, a seguir con la rutina de todos los días: la escuela, la oficina, la maquiladora, la delincuencia, la narcopolítica. Welcome to Tijuana !!
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