H. Autoridades universitarias:
Agradezco su fina atención de enviar por el correo institucional, dos artículos en los que dos autoridades universitarias, un director de división, Dr. Samuel galaviz, y un jefe de departamento, Dr. Germán Palafox, muestran publicamente serias discrepancias en relación a un artículo de opinión, "La Unison", publicado por el Dr. Alvaro Bracamonte Sierra, en la edición del lunes 22 de abril en EL IMPARCIAL.
Reconozco el hecho de que sean dos autoridades universitarias, las que expresen abiertamente sus opiniones sobre la situación que guarda la Unison, a propósito de la actual coyuntura del conflicto laboral por el que atraviesa nuestra alma mater. En el marco de la actual normatividad universitaria, la Ley Orgánica No.4, resulta sumamente raro,por no decir extraño, que se abran los espacios mediáticos para el debate y la reflexión plural, en lo particular, acerca de la problemática y necesidades que viven cotidianamente los integrantes de la comunidad universitaria. Fijar posiciones, entiendo, es un primer paso para retomar la lucha por la libre expresión de las ideas entre los universitarios, en una ambiente de plena trasparencia y rendición de cuentas sobre las actividades cotidianas que realizamos en el aula, en la administración de los programas, con los proyectos de investigación, y en las tareas de difusión cultural.
Creo que, por un principio elemental de equidad democrática, también debieron haber enviado por la red institucional de correos, el texto íntegro del Dr. Bracamonte Sierra, al menos así tendríamos las dos posiciones que han entrado en debate.
Celebro la invitación del Dr.Galaviz, a sostener un debate público con el Dr. Bracamonte. La actitud a debatir, de confrontar con seriedad y responsabilidad el proyecto de futuro de la Unison, y asumir y reconocer, como una regla de normalidad democrática, la diversidad de ideas y opiniones que se cobijan al interior de la universidad, debieran ser prácticas cotidianas entre académicos, estudiantes, trabajadores, y autoridades; de éstas últimas, en lo particular, es evidente que no ha existido en la actual administración encabezada por el rector Pedro Ortega, la suficiente voluntad de abrir esos espacios a la libre reflexión de las ideas y la elaboración de propuestas de desarrollo de todos los universitarios.
Con la huelga, se ha visto que un problema serio que enfrenta hoy la Unison, es la falta de espacios para el diálogo, encontramos una patética deficiencia en el uso de los canales internos para la comunicación, y se observa el limitado acceso que se tiene a la información básica sobre el cómo opera y se administra a la Unison (la reciente movilización de los estudiantes pone, en el centro de sus principales demandas, el tener acceso a esa información).
Venga, pues, el debate sobre el futuro que queremos de la principal institución pública de educación superior en Sonora, nuestra Universidad de Sonora.
Luis Felipe Larios,
profesor de asignatura,
Departamento de Sociología.
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