martes, 29 de abril de 2008

Huelga Unison: ¿ensayo electoral ?


Texto publicado en el portal de Dosssier Político:
Huelga Unison: ¿ensayo electoral?
Por Redacción / Dossier Politico
Dia de publicación: 2008-04-25

¿De quién es la Universidad de Sonora?

Si decimos que del pueblo, de inmediato los paterfamilias que tienen hijos a punto de perder un semestre en la máxima casa de estudios, seguro nos la mentarían.

Del gobierno tampoco es, porque si así fuera nunca habría huelgas… menos las que se declaran inexistentes.

Debemos aceptarlo: La UNISON siempre ha sido rehén de los intereses políticos, los cuales están representados actualmente por los trabajadores manuales.

Entonces, si los trabajadores son los dueños de la institución, bueno sería que en su próximo pliego petitorio incluyeran reparto de utilidades y asientos en el consejo de administración de la empresa Universidad de Sonora, SA de CV.

Esta huelga estallada por un sindicato mayoritariamente controlado por el PRD, aunque STEUS y STAUS están bien definidos en el terreno ideológico, pareciera ser un ensayo ordenado por fuerzas externas que acondicionan un laboratorio donde se prepararían fórmulas explosivas que serían utilizadas en pleno proceso electoral, como en 1967, cuando desde el campus universitario intentaron tumbar al entonces gobernador, Luis Encinas, bajo el método de la huelga y violencia callejera.

En esta huelga aparentemente liderada por dirigentes bisoños, los objetivos son a mediano plazo. Hoy buscan adquirir experiencia para el año entrante utilizar todos los medios al alcance, legales e ilegales. Y habría que recordar que los intereses políticos no se encajonan en un partido.

Aquí no hay necesidad de imitar a Nostradamus. Simplemente recurramos a la historia, la mejor de las consejeras. En su libro La Sucesión Política en Sonora, 1917-1985, el maestro Carlos Moncada Ochoa reseña:

El 26 de marzo (de 1967), Faustino Félix Serna otorgó la protesta de rigor ante los líderes nacionales de su partido. Al mismo tiempo, la Universidad se declaró en huelga. El movimiento se extendió a todas las escuelas primarias y secundarias oficiales de la entidad. Menudearon las renuncias de funcionarios. Quienes se atrevieron a colocar en sus automóviles el logotipo del PRI o el nombre del candidato, eran agredidos. Un clima de terror predominaba en Hermosillo, Nogales, Navojoa, Cananea, Ures, Santa Ana y otras ciudades.

El 17 de abril el secretario de Gobernación, Luis Echeverría, recibió una comisión de estudiantes y les dijo con absoluta claridad que no caería el gobernador Encinas ni cambiaría el PRI de candidato.

Sin embargo, los periódicos comprometidos con el acostismo, que lo estaban casi todos, modificaron los elementos de la noticia para insinuar que Echeverría había alentado a los estudiantes. El 24, el presidente Gustavo Díaz Ordaz recibió en Mexicali a los estudiantes Hilario Valenzuela Corrales, Jorge Lebrún Almada y Alberto Castro Salido, y a los dirigentes de la oposición en San Luis Río Colorado Jorge Flores Valdés y José Cruz Bedolla, y les dijo terminantemente que volvieran a clases porque el gobierno no daría marcha atrás.

El 17 de mayo, a pedido expreso del Gobierno del Estado, la Federación envió al Ejército cuyas fuerzas desalojaron la Universidad y abrieron las escuelas cerradas. Se hicieron aprehensiones y se impuso el orden a la fuerza. El primer domingo de julio las elecciones se llevaron al cabo en un ambiente de relativa tranquilidad.

Según el gobernador Encinas, el conflicto de 1967 fue ocasionado por fallas del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en la forma y fecha del lanzamiento del candidato, pues se dio tiempo a sus dos rivales para que hicieran campaña abierta y alentaran, por tanto, las esperanzas de miles de sonorenses; fue lógico que cundieran la desilusión y el rencor cuando, inesperadamente y por los medios tradicionales – desplegados de prensa y millares de telegramas--, se destapó a Félix Serna.

Hasta allí el extracto del libro de Moncada.

En 1967 fueron estudiantes.

En 2009 pueden ser trabajadores… y estudiantes, ¿por qué no?

Las fuerzas políticas externas estarían bien identificadas. ¿Para qué mencionarlas?

En la huelga de la minera de Cananea las condiciones son diferentes, pero los objetivos podrían ser similares. Ese conflicto, con una poquita de ayuda, desestabiliza a todo el estado de Sonora.

Los trabajadores universitarios carecen de un buen fondo de resistencia y no podrían alargar el paro demasiado tiempo. Esa es la mejor arma del rector, Pedro Ortega Romero: que la crisis entre por puertas y ventanas de los hogares de trabajadores, donde la señora nada sabe de movimientos políticos. Pero un conflicto similar en 2009, en pleno proceso electoral y de sucesión gubernamental, ya estaría debidamente financiado. Así que cuidado. Más vale prevenir.

Caso contrario el de Cananea. En el sindicato minero hay lana para lo que se pueda ofrecer en este año, ya no se diga para el 2009. Y hay que tener presente que las relaciones entre el gobernador Bours y Napoleón Gómez Urrutia no son de lo mejor.

Por ahorita, en el horizonte, son dos escenarios sindicales que podrían estallar conflictos en el proceso electoral. Pero seguramente se abrirán más frentes, muchos más. Al tiempo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Compañeros de la Universidad de Sonora

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