martes, 6 de mayo de 2008

Universidad: ¡Abre los ojos!









Algo de lo que se abordó en el I Congreso Nacional sobre la Corrupción en la Universidad Pública Española, lo presentamos a continuación:

Universidad: ¡Abre los ojos!

Eugenio Degroote Herraznz. "elmundouniversidad", 3 de diciembre de 2002.

Abre los ojos es el título de una película de Alejandro Amenábar, en la que se describe cómo un chico guapo vive en un mundo virtual del que no es consciente. La mayor parte del tiempo vive feliz, ignorando su situación real. De vez en cuando, incluso su realidad virtual rechina y le produce un profundo malestar: en distintos momentos, su novia presenta de, forma sucesiva, dos caras distintas, una suave y agradable, y otra no tan reconfortante.

La situación se resuelve (como siempre) al final, cuando el chico guapo se da cuenta de que ha vivido en un coma profundo, en un mundo imaginario diseñado por el equipo médico que le trataba, con objeto de que no sufriera, aunque la realidad fuera dolorosa.

Algo parecido ocurre con la Universidad pública española y con aquellos que participan en su actividad. Casi siempre, la Universidad aparece ante nosotros como algo idílico, un mundo de docencia e investigación en el que no hay maldades, ni intereses particulares, ni familiares, ni políticos. Un lugar donde todo es ciencia y justicia.

Esa imagen, sin embargo, a veces también nos rechina. Por ejemplo, cuando observamos que un eminente filósofo español —Agapito Maestre— ve cómo, sin haber hecho absolutamente nada, es retirado de su cátedra en la Universidad de Almería, seis años después de haber tomado posesión de ella, por un supuesto defecto de forma (que no resulta ser tal), que más bien parece un mero pretexto para poner a un brillante pensador independiente de patitas en la calle, quizá por el mero hecho de ser eso mismo: pensador, brillante e independiente. O cuando algún alto responsable de la administración universitaria, utilizando una ley franquista, decide abrir un expediente a un alumno que ejerce su derecho a la libertad de expresión. O cuando, de manera repentina, se observa cómo, de forma absolutamente legal, un candidato a profesor con un currículo investigador pobre obtiene una plaza en la universidad, frente a candidatos con méritos mucho mayores, pero que no tuvieron la suerte de tener un padrino dentro de la universidad. O cuando una universidad decide perseguir a un profesor (o a un alumno) díscolo que se decanta por ser independiente. O, lo que es lo mismo, se decanta por ser social y académicamente molesto, eso que ahora llamamos todos mobbing.

Según las estimaciones más optimistas realizadas por Iñaki Piñuel, se calcula que se dan unos 20.000 casos de acoso en el trabajo en el ámbito universitario; de éstos, 12.000 se dan entre los profesores y 8.000 se producen entre el Personal de Administración y Servicios; el 70% se da en mujeres y el 30%, en hombres.

Esta es la cara de la novia del chico guapo cuando no es tan amable. Es, en resumidas cuentas, la molesta cara de la realidad.

Hace bien poco, un grupo de profesores de reconocido prestigio, objetividad e independencia, se reunió en Madrid, para exponer su visión de la realidad universitaria española (http://www2.uah.es/vivatacademia/congreso.htm).

No tuvieron el camino fácil. Recibieron amenazas, pero finalmente obtuvieron un enorme éxito de participación. En este caso no eran los rectores los que hablaban de la Universidad, ni tampoco los representantes de la Administración, ni siquiera los políticos. Fue un grupo de profesores el que, a título personal, pero en representación de muchos otros, expuso, aproximadamente, 30 casos de actuaciones irregulares. Casos que abarcan un amplio espectro pero, como bien se señaló en el congreso, no constituyen más que la punta del iceberg de la corrupción en la Universidad que, precisamente, es el símbolo de este congreso.

Además, 15 conferenciantes hicieron un análisis en profundidad de la situación de la educación superior y se abrieron cuatro mesas redondas para debatir una realidad que a todos afecta. Fue tal el éxito de la reunión, que ya se está preparando el siguiente congreso.

El mensaje principal se resume en tres palabras: ¡abre los ojos! El final de esta película está por escribir, pero no tiene por qué ser desastroso. En todo caso, la solución pasa, irremediablemente, por abrir los ojos, ver la realidad tal y como es, y buscarle soluciones concretas a cada problema. Todas ellas tienen que pasar, necesariamente, por la desaparición de las prácticas de acoso, por adjudicar las plazas de profesor a quien más méritos tiene. En definitiva, todo pasa por cambiar las reglas del juego.

Pensar en una Universidad pública transparente democrática y participativa, que no fuera el cortijo de nadie, no debería asustar. Y es que más que un problema es la solución, en beneficio de todos.

Esperemos que, como en la película, el equipo médico responsable de la supervivencia del paciente, haga lo que debe, y aplique, con los ojos bien abiertos, el tratamiento necesario para su recuperación.

Eugenio Degroote Herranz es Presidente del I Congreso sobre Corrupción en la Universidad Pública Española.

2 comentarios:

Miguel A Morales dijo...

Estimado amigo Felipe: No es poco común que EL MIEDO de los mismos docentes a anfrentar de manera heterodoxa los problemas sin asustarse de que la pandilla dominante lo vaya a desprogramar, tenga algo que ver de manera determinante para que haya cambios de fondo. Esa Corrupción danza de lo Académico social a lo individual... ¿Qué tan corrupto es cada uno de los docentes (incluyéndome, claro), como para no tener la valentía (o ser tan cobarde) como para aparentar ser sumiso, ser un lambiscón sin escrúpulos "leal" a autoridades corruptas? En esa medida damos el ejemplo a nuestros estudiantes, quienes prefieren ser acríticos incondicionales de un status quo que a todos, irremediablemente nos afecta. Dar esos dramáticos ejemplos de sumarnos a pandilleros mafiosos o a gruposcorruptos que prefieren la comodidad de ser aceptados a ser diferentes, originales, creativos, productivos y finalmente competitivos, es un gran reto que requiere de valentía, de mucho trabajo y de proyectos de vida que regularmente no se construyen por cada uno de nosotrso. NOS LIMITAMOS A VIVIR CÓMODAMENTE, reclamando cada vez más derechos pero sin obligaciones de trabajar más, de producir más, de dar buenos ejemplos.

Anónimo dijo...

De ese tamaño es el reto !!
Y por él creo que vale la pena enfrentar a los mediocres que detentan el poder en la unversidad pública.