En la edición de este domingo 6 de abril, EL IMPARCIAL publica una entrevista con Dorotea Rascón, dirigente del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Unison (STEUS):
Exige Steus respetarlegitimidad de huelga
Asegura Dorotea Rascón que su principal petición no es un 35% de aumento salarial, sino la rezonificación
Por Denisse Coronado
dcoronado@elimparcial.com
Físicamente agotada, pero con muy buen “ánimo”, así aseguró sentirse Dorotea Rascón Gámez, secretaria general del Steus al cumplir casi cuatro meses desde el emplazamiento a huelga y más de 48 horas de guardias con las banderas rojinegras en la Universidad de Sonora.
Sin ningún ofrecimiento formal por parte de las autoridades y el primer intento de archivar el expediente que avala el derecho a huelga de los trabajadores, la líder sindical confía en que las autoridades respetarán la legitimidad de su movimiento.
En una entrevista en exclusiva con EL IMPARCIAL la dirigente sindical expresó las principales inquietudes del Steus, así mismo priorizó el diálogo con las autoridades para no perjudicar a los estudiantes.
Reportero: ¿Cuáles son las principales peticiones del Steus en este momento, sigue siendo el 35% de aumento salarial una petición que si no se cumple la situación seguirá su curso?
Dorotea Rascón Gámez: No, no es ahorita el 35% de aumento en el salario lo que estamos pidiendo, porque sabemos que hay un tope a nivel nacional en los aumentos que es muy difícil de romper y aunque no lo creemos justo, no hemos sido inflexibles con eso.
Las peticiones fundamentales del Steus son la rezonificación, que aún es un asunto discutible porque se trata de considerar que los trabajadores de Hermosillo y Navojoa, sí vivimos en un lugar de vida cara y que eso nos daría derecho a un incremento en nuestro salario como ya lo gozan los compañeros del Staus. Sobre esto ya se hizo un estudio avalado por la Escuela de Economía y Hermosillo y Navojoa sí están consideradas como ciudades caras.
La basificación de más de 70 plazas es otro de los puntos, pero la forma en la que lo está planteando la Universidad de Sonora no está bien porque práctica mente nos piden una solución que violaría la cláusula.
También pedimos que atiendan las cláusulas violadas.
Reportero: ¿Qué les ofrece la Universidad de Sonora?
Dorotea Rascón Gámez: Nos ofrece cosas que no son importantes para nosotros los sindicalizados o que no tienen impacto en la mejora de la vida de los trabajadores.
La administración da 200 mil pesos más para el servicio de gastos médicos mayores, pero este servicio no beneficia a todos los trabajadores porque no todos cuentan con el dinero necesario para comprarlo.
También nos dan para gastos funerarios y un aumento a fondo para gastos urgentes que finalmente es un préstamo que el trabajador tiene que pagar.
Reportero: ¿Por qué anteriormente no se le inyectaba recurso a la cláusula 85 de la despensa y ahora es una de las partes importantes del pliego petitorio?
Dorotea Rascón Gámez: Anteriormente estábamos engañados por el ex líder sindical y nos hacían creer que la despensa era parte de las cláusulas de monto fijo y no era así, nos engañó.
Ahora cuando llegué a la secretaría general me topé con que sí le podíamos agregar dinero a la cláusula.
Moreno Calles ahorita dice que todos votamos para que no se fuera dinero para esa cláusula, pero la verdad es que nunca votamos, cuando él venía ya tenía todo firmado y acordado con la Universidad.
Reportero: ¿Qué pasó con la huelga, la autoridad está actuando de forma coherente?
Dorotea Rascón Gámez: Fue un error de dedo lo que nos hizo tener problemas, pero lo corregimos y la Junta de Conciliación y Arbitraje no nos atendió la petición de audiencia para aclarar la situación.
Lo que hicieron fue guardar el expediente y sacarlo hasta el día en el que estalló la huelga, pero nosotros tenemos las pruebas que demuestran que lo que hicieron no es lo debido.
El 15 de enero tuvimos nuestra asamblea general y realizamos nuestra convocatoria, orden del día y todo lo necesario para emplazar a huelga a la Universidad.
Ese mismo día en el que notamos que al final del documento se firmó con el nombre de Congreso General y no de Asamblea General mandamos un Incidente a la Junta de Conciliación y Arbitraje y lo que seguía era que nos citaran a audiencia para arreglar el error, cosa que nunca hicieron y error que aprovecharon de forma inadecuada hasta el final, cuando ya habíamos colgado nuestras banderas.
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