Se realizó este lunes 14, la movilización estudiantil convocada para exigir la pronta solución al conflicto de huelga que tiene paralizada a la Unison desde el pasado 3 de abril. Un centenar de estudiantes se reunieron en la plaza Emiliana de Zubeldía, y posteriormente le dieron una vuelta al campus de la institución, levantando la bandera de "queremos clases". Dos cosas interesantes mostró la marcha: la primera alude a que la mayoría de los estudiantes universitarios se mantiene a la expectativa de que el conflicto se resuelva entre el sindicato y la rectoría, basta recordar que la cultura de la no participación ha sido uno de los pilares fundamentales de la actual Ley 4, marco legal con el que se gobierna burocráticamente a la institución y que concentra el poder en una suerte de casta divina, que se ubica en las élites que controlan la junta de gobierno, el colegio académico, rector, vicerrectores y directores de divisiones. La segunda, se refiere al escaso conocimiento -por no decir nulo- que los estudiantes tienen acerca de sus representantes que participan en los órganos de gobierno colegiados, tales como los consejos divisionales, los consejos académicos y el colegio académico. Si se revisan las estadísticas de los procesos electorales recientes en los que fueron nombrados los consejeros estudiantiles, se observa un apabullante abstencionismo en muchas unidades académicas,en otras se integra con mucho trabajo una sola planilla de aspirantes, y en algunos de estos últimos casos, los estudiantes postulados reciben patrocinios enmascarados de las jefaturas de los departamentos, o las direcciones de divisiones. Por eso no existe en la universidad, una organización representativa, independiente y democrática de sus estudiantes, que enarbole las demandas más sentidas de este importante sector de la comunidad universitaria.
La debilidad de la movilización y organización de los estudiantes de la Unison, no es de ahora, o de hace 3 o 4 meses, el fenómeno viene desde 1991, cuando con la Ley 4, se prohibió que los estudiantes pudieran darse una forma autogestiva para luchar por sus propios intereses y demandas.
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