sábado, 14 de junio de 2008

Estadounidenses y americanos

José Baig/BBCMundo.Com/3/06/2008

Cuando voy a Caracas suelo caminar en la zona de Valle Arriba. Aparte de ser un buen ejercicio, por las subidas y bajadas, es un paseo muy agradable, en medio de casas elegantes y una vista hermosa de la ciudad y de El Ávila.

Aparte de quemar algunas calorías, también aprovecho la caminata matutina para servir de guía turístico a los que se pierden en los laberintos de los cerros caraqueños buscando la embajada americana.

Así me preguntan: "¿Dónde está la embajada americana?". Se refieren, claro, a la representación diplomática de Estados Unidos. Es decir, la embajada estadounidense.

Pero por alguna razón, la gente dice la embajada americana.

Lo mismo aquí en Miami, la gente se refiere a los descendientes de los inmigrantes cubanos como cubanoamericanos y dicen que a Fulano ya le salió la ciudadanía americana.

Claro, eso es colonialismo y la clásica manipulación imperialista a la que se dejan someter los "mayameros", reaccionan enseguida los que se proclaman latinoamericanistas y enemigos del imperio.

Sin embargo, ellos mismos gritan "qué tiene Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él". Más bien gritaban. Americanos, dicen los menos sospechosos de haberse dejado manipular por la propaganda "gringa".

Mi punto es que tal vez el hecho de que a veces utilicemos "americano" y otras veces "estadounidense" debe tener más que ver con razones prácticas que con las posiciones ideológicas.

Claro, la Academia proclama que es un error utilizar americano por estadounidense. Pero ni los académicos en su inmenso saber dejan de decirle "americana" a la chaqueta que se usa en ocasiones semi-formales, al mejor estilo estadounidense.

Para horror de los entogados, el diario El País y la agencia EFE -los dos pilares del periodismo español- utilizan expresiones como "El piloto americano de Kawasaki...", "...agencias de fármacovigilancia americanas y europeas...", "...crianza en roble francés y americano..." y así.

Insisto, no estoy haciendo una denuncia de la falta de pureza en el léxico de mis colegas ibéricos, sino tratando de mostrar que a veces suena mejor utilizar americano en vez de estadounidense.

Además, hay ocasiones en las que el adjetivo americano ayuda a expresar un concepto. Fútbol americano, por ejemplo. Cuando se utiliza, está claro que nos referimos al deporte de las enormes hombreras y el balón ovalado.

Está también el café americano. No importa dónde nos lo tomemos. Lo claro es que cuando se pide, sabemos que nos van a dar un café bastante más diluido en agua que un espresso, por ejemplo.

De hecho, cualquiera que se haya tomado un café en una gasolinera de Estados Unidos sabe que hay diferencias importantes entre un café americano y un café estadounidense. Aunque el estadounidense normalmente sea café americano.

Hasta la razón de que tanta gente venga a vivir a este país es, precisamente, el "sueño americano". Nadie habla del sueño estadounidense. De hecho, lo digo en voz alta y me suena mal.

Quería hacer estas reflexiones porque el tema ha aparecido varias veces en los comentarios de los lectores de este blog.

Para decirles que, a pesar de que soy muy cuidadoso en la elección de las palabras, puede ser que alguna vez diga americano donde alguien creería que lo correcto es estadounidense.

Y también que, a veces, decir americano está plenamente justificado. Aunque algunos se molesten.

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