miércoles, 25 de junio de 2008

Un cónclave para definir el futuro de la educación superior y del sindicalismo universitario


Diálogo entre sindicalistas, autoridades universitarias y gubernamentales

Un cónclave para definir el futuro de la educación superior y del sindicalismo universitario

Causa común y objetivos compartidos. Los sindicatos universitarios, las autoridades de las instituciones de educación superior, los gobiernos locales y la federación deben marchar con el mismo paso y con el mismo ritmo, para hacer frente a las inquietudes y problemas que aquejan al sector

Carlos Reyes
cra19762003@yahoo.com.mx

La Contu (Confederación de Trabajadores Universitarios) hizo la invitación y autoridades federales, estatales y varios rectores de las universidades públicas han dicho que están listos. Van a un diálogo abierto y franco. A discutir, a analizar, a comprometerse con la educación superior, con su futuro y con su calidad.

Causa común y objetivos compartidos. Los sindicatos universitarios, las autoridades de las instituciones de educación superior y los gobiernos locales y la federación, deben marchar con el mismo paso y con el mismo ritmo, para hacer frente a las inquietudes y problemas que aquejan al sector.

Juntos dialogarán para apuntalar esa relación. Las universidades lo requieren. Para los sindicatos es de conveniencia. Para las autoridades educativas, un espacio más para perfilar políticas públicas, y ponerse al día.

Será una reunión toral. Al encuentro que se celebrará en la Universidad Veracruzana (UV), el 19 y el 20 de junio, se anuncia que concurrirá la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, el subsecretario Rodolfo Tuirán y un grupo de gobernadores de los diversos partidos, convocados por el del estado anfitrión, Fidel HerreraBeltrán.

En el marco del Tercer Congreso Nacional de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, organismo que agrupa a más de 55 gremios, se van repensar las relaciones laborales y académicas entre sindicatos y autoridades.

Van a un diálogo franco y sin fronteras, como ha escrito el rector de la universidad anfitriona, Raúl Arias Lovillo.

Este hecho muestra el interés de las autoridades federales y estatales en que la educación superior pública se atienda en todos sus renglones de manera conjunta y compartiendo responsabilidades. La calidad, la pertinencia, la vinculación social, están atadas a los problemas de la seguridad social, al financiamiento, a los presupuestos multianaules. Y los problemas son comunes y de todos.

El sindicalismo necesita renovarse

Los dirigentes lo saben. La renovación de las organizaciones sindicales pasa por el diálogo, la colaboración, la concertación y la autocrítica. Así lo asumen y con esa visión llegarán la semana próxima a un encuentro donde van a confluir propuestas y proyectos.

La intransigencia, contar con metas diferenciadas y disímbolas no da para establecer una institución sana, fuerte en su gestión, en sus finanzas y en su gobernabilidad. Ejemplos hay muchos. Por eso, el encuentro insistirá en la búsqueda de estrategias conjuntas.

Si bien existe un respeto muy marcado y hay conciencia plena de las funciones y obligaciones que tiene cada una de las partes, también es un hecho que ambas reconocen que sus tareas y finalidades dependen en gran medida de la actitud y la disposición que asuman.

Los temas están aquí y ocupan a ambas instancias: sindicatos y universidades. El financiamiento, los presupuestos multianuales, el otorgamiento de recursos para la creación de plazas académicas y administrativas es competencia común.

Los sistemas de jubilaciones y pensiones, el reconocimiento de plantilla, nuevos esquemas de estímulos para los trabajadores y la búsqueda de mecanismos que refuercen la cordialidad en las revisiones contractuales marcarán también la agenda en esta reunión.

Los participantes convienen en esa idea: las instituciones públicas de educación superior requieren fortalecerse frente a este contexto y así debe verse la relación sindicato-autoridades. Ambos son herramientas para el desarrollo académico y no obstáculos que frenen el avance de las universidades.

Otro camino es un craso error que impacta siempre en el desempeño académico y administrativo de las instituciones, como se ha visto en varias ocasiones. Los sindicatos quieren responder con dinamismo y evolución.

El planteamiento de las organizaciones sindicales que acudirán a este congreso concurre al establecimiento de nuevas pautas que no deben ser desechadas.

Camino a la modernización

El llamado es para renovarse, para reorganizar los objetivos y ajustarse, amoldarse a los nuevos retos que marca la educación superior en el país. Los sindicatos universitarios deben estar inmersos en esa burbuja y cuanto antes mejor.

José Enrique Levet Gorozpe, secretario general de la Confederación Nacional de Trabadores Universitarios (Contu), comenta que la reunión tiene la tarea principal de consolidar una visión distinta de las organizaciones sindicales.

“Tratamos de construir un sindicalismo nuevo, moderno, donde buscamos establecer acuerdos y puntos de concordancia con las autoridades universitarias”, establece el dirigente.

Es momento, por las circunstancias y las condiciones en que se encuentra el sistema de educación superior, de caminar, autoridades y gremios, de manera conjunta. No son ni enemigos ni buscan objetivos que no puedan empatarse y confluir en beneficio de las instituciones.

“En la universidad pública debemos caminar juntos, el sindicalismo debe ir al lado de las autoridades para hacer que nuestras instituciones crezcan en términos de financiamiento, de la calidad académica, del desarrollo de programas para que las instituciones atiendan mejor a los estudiantes”, insiste.

Todo ello, puntualiza el también secretario general de la Federación De Sindicatos Asociados del Personal Académico de la Universidad Autónoma Veracruzana (FESAPAUV), en un marco de absoluto respecto de los roles que juega cada instancia en el interior de las instituciones.

En el caso de los sindicatos, explica, éstos si bien no deben perder su papel como actores que cuidan los derechos laborales de sus afiliados, también tienen que convertirse en elementos emprendedores y vigorosos que no se limiten a este tipo de funciones. Deben poner la mira muy por encima.

“El sindicato debe jugar un papel de defensa de los intereses, de los beneficios, pero también debe ser pro activo, que busque consolidar los programas académicos, mejorar los modelos educativos y avanzar en términos de la calidad académica”, comenta.

Del lado de las autoridades, Levet Gorozpe apunta que éstas deben comprometerse a aumentar el número de profesores, mejorar la docencia, construir mejores proyectos de investigación y establecer los programas académicos más pertinentes.

“Es decir, estamos hablando de que las autoridades deben conducir a la universidad a encontrar los mejores caminos para alcanzar la calidad, de adecuar a la institución a los tiempos modernos”, señala.

Por eso, la realización del tercer congreso. Por la necesidad de sentarse en una mesa a dialogar en torno a los temas y los entuertos que atañen a las universidades públicas. Y en ese escenario, adelanta, el punto central será el financiamiento.

“Y de ahí se derivarían los problemas relacionados con la seguridad social, los esquemas de estímulos al desempeño académico y administrativo, reconocimiento de las plantillas, los proyectos que se requieren para mejorar estos aspectos”, afirma.

Levet Gorozpe puntualiza que este tipo de encuentros, como ha quedado demostrado en ediciones anteriores, han arrojado buenos resultados, pero sobre todo, se han convertido en un canal, una vía de comunicación para avanzar en estos temas.

Y no sólo será diálogo y discurso. Habrá propuestas de parte de las organizaciones sindicales. Habrá un compromiso firme que será presentado a las autoridades, a los legisladores y a los propios gobiernos de los estados.

“Desde luego, presentamos un proyecto para que los conozcan los diputados de la Comisión de Educación, de la de Hacienda, para avanzar en los presupuestos multianuales, pero lo más importante es que buscamos un marco más propicio, de mayor cordialidad y concertación en el proceso de las revisiones contractuales y salariales”, acota.

El objetivo de esta iniciativa es buscar que las relaciones se den en términos que permitan siempre continuar el avance educativo, sin necesidad de llegar a conflictos que detengan el propósito fundamental de la universidad.

“Debe haber una participación más comprometida de las partes, elevar el salario ante la carestía de la canasta básica y la respuesta de los trabajadores en la búsqueda de mejorar la educación superior. Una dualidad que debe ser muy bien analizada y trabajar en ello”, considera Levet Gorozpe.

Responden al llamado

Por su parte, Raúl Arias Lovillo, rector de la Universidad Veracruzana (UV), sostiene que este Tercer Congreso demuestra que la educación superior es un objetivo que va más allá de los intereses sectoriales, pues sus problemas requieren la atención y la participación de todos los sectores involucrados.

“Creo que el esfuerzo de diálogo al que convoca la Contu, y que muchos rectores respaldamos, se ciñe a ese objetivo. De este modo, en un plano de respeto y de reconocimiento a las funciones de cada quien, podemos buscar puntos de coincidencia para establecer un piso común de principios sobre el cual hacer descansar un proyecto de educación superior pública de calidad”, asevera.

Arias Lovillo señala que si se logra que la discusión y el diálogo que se tengan en los próximos días se concreta en acciones políticas conjuntas, se dará un gran impulso a la educación superior pública, y eso sí tendrá enormes repercusiones políticas y sociales en beneficio de los jóvenes del país.

“Creo que las autoridades deben considerarla como una oportunidad política; acudir con ánimo constructivo y con la mira puesta en el futuro. Las autoridades gubernamentales, aunque conocen muy bien las posiciones de los sindicatos y de las autoridades universitarias, tendrán ocasión de identificar actitudes y énfasis de las dirigencias nacionales”, dice.

En contrapartida, agrega, las autoridades tendrán ocasión de exponer con amplitud sus argumentos y razones de manera directa y, al mismo tiempo, buscar puntos de acuerdo con el propósito de establecer estrategias conjuntas hacia el futuro y en beneficio de la educación superior pública.

Al referirse a algunos de los temas que se incluirán en la agenda de este encuentro sindical, el rector de la UV enfatiza que, en el caso de la seguridad social y el impacto que ésta ha tenido en la planeación y en las finanzas de las universidades, se trata de un problema grave que requiere de propuestas.

“Justamente, este encuentro con los sindicatos nos permitirá a los rectores exponer las repercusiones que puede tener la seguridad social, no sólo sobre la situación financiera, sino sobre la viabilidad de las universidades. No tengo duda que en una estrategia de desarrollo de corto y mediano plazo de las universidades, deben estar consideradas una serie de acciones conjuntas en las cuales se garantice la seguridad social de los trabajadores, pero también la estabilidad futura de la educación pública”, sostiene.

Y aunque la situación es muy heterogénea y diferenciada en las instituciones de educación superior, ninguna está al margen de enfrentar dificultades económicas provocadas por los actuales regímenes de pensiones y jubilaciones.

“Estoy claro que en algunos casos la evolución ha sido más rápida y su efecto ha sido más resonante que en otros; pero lo cierto es que nadie, a la larga, está excluido de los efectos distorsionadores que puede llegar a tener la atención a la seguridad social en las finanzas universitarias”, apunta.

Con respecto del establecimiento de nuevos esquemas de estímulos para los trabajadores académicos y administrativos de las universidades, el rector de la UV considera que si bien éstos han venido a complementar los bajos salarios, también han creado distorsiones en el papel de los trabajadores universitarios.

“Los criterios para generarlos deben ser muy bien estudiados. Hay muchas técnicas motivacionales para incrementar la productividad de la fuerza laboral pero, sin duda, un nuevo programa de estímulos en el ámbito federal deberá ser más flexible y menos burocrático, para decirlo claramente”, argumenta.

Y, sin duda, coincide con los dirigentes sindicales entrevistados, la parte central del encuentro debe estar en la conformación de mecanismos en las revisiones salariales que eludan a toda costa acciones que vayan en detrimento de las instituciones.

Si las huelgas universitarias son la negación de la inteligencia y el fracaso del diálogo, el resultado de la intolerancia de las partes o de alguna y, por ende, el efecto contra la educación pública es devastador, hay que revisar otros cauces.

“Hoy tenemos que empezar a discutir si las razones políticas, morales, sociales e inclusive jurídicas de una huelga en alguna universidad pública son justas, y en un momento dado, analizar cuándo han de ser utilizadas en última instancia como un recurso legal de los trabajadores”, puntualiza.

Sin daño a las instituciones

Entre los sindicatos universitarios que acudirán al encuentro está muy bien definido: el intercambio de ideas entre gremios y autoridades universitarias puede generar, además de propuestas, acuerdos y compromisos sólidos para construir políticas públicas y de nuevos esquemas de interacción.

Miguel Ángel Esteban Valdez, secretario técnico de la Asociación Nacional de Sindicatos Administrativos Universitarios (ANSAU), la cual agrupa a 22 organizaciones, señala que el foro servirá para establecer un vínculo directo con las autoridades en el tratamiento de las inquietudes de ambas partes.

“Es una reunión donde habrá comentarios entre los sindicatos universitarios, tanto académicos como administrativos, con los rectores, afortunadamente hay universidades que tienen contacto directo, pero otras no tanto, y ésta es una buena ocasión para establecerlo de manera formal”, comenta.

La expectativa es grande, en virtud de que los congresos realizados en años anteriores han generado muchos acuerdos. Las autoridades que han participado en ediciones anteriores se han comprometido con las exigencias surgidas de esas reuniones.

Por eso, enfatiza el dirigente, los sindicatos han extendido el llamado a los gobiernos estatales y a los legisladores porque en ambos casos juegan un papel central en el otorgamiento de recursos a la educación superior.

“Es importante que las partes pueden intervenir porque son ellos quienes determinan y asignan el presupuesto a las universidades y las instituciones de educación superior. Es importante que se logre un compromiso en beneficio de todos”, señala.

Esteban Valdez agrega que habrá puntos a discutir que son trascendentes en el desarrollo académico y administrativo de las instituciones, como es el caso de las pensiones y jubilaciones, la pertinencia de esquemas adecuados de seguridad social, recursos para investigaciones, entre otros.

Incluso, adelanta que los sindicatos van con una propuesta muy fuerte para constituir el servicio de carrera para los trabajadores administrativos de las universidades, pero la inquietud que no debe perderse de vista es la conformación de vías alternas para las negociaciones salariales. Una reconstitución de las relaciones laborales.

“Lo mejor que se tiene es el diálogo y la concertación en beneficio de los trabajadores, con las huelgas se logra lo mismo o hasta menos de lo que hemos logrado con la discusión abierta y armónica, ésa es la dinámica que debe seguirse; las huelgas dañan a las universidades, a los trabajadores, y sobre todo a la sociedad, hay que ir en otra dirección”, apunta.

Ésa será la propuesta y la convicción con la que llegarán los sindicatos al Tercer Congreso Nacional. Hay muchas posibilidades de confluir, de parte de las autoridades, con esa visión.

Tomado de: http://campusmilenio.com.mx

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