domingo, 29 de junio de 2008

Notas desde la contingencia


De la pluma de Carlos Monsiváis, se publicó este domingo 29 de junio en EL UNIVERSAL:

La meta deseable

Se afirma siempre en casos de una investigación extraordinaria: “Llegaremos hasta sus últimas consecuencias”, y luego casi nunca pasa nada. ¿No es hora de cambiar la frase y prometer: “Llegaremos hasta las primeras consecuencias”. Si esto se logra, a lo mejor algo se consigue.

De la victimización de los jóvenes

Al presidente Felipe Calderón las noticias le llegan a modo de frases o conceptos de moda. De repente, y sin reflexión previa que se conozca, por mínima que sea, se pronuncia contra “la criminalización de los jóvenes”. Al hacerlo, se olvida de las represiones incesantes en los estados y municipios gobernados por su partido, del olvido en que hasta el día de ayer mantenía al tema, de la devastación que han traído consigo sus políticas del (des)empleo abierto y no tan subterráneo, del neoliberalismo que tan afanosamente suscribe y su destrucción de ecosistemas y sociedades…

La carencia de autoridad moral en el asunto de los jóvenes no quiere decir que, tratándose de los operativos en la ciudad de México, el término “criminalización de los jóvenes” no sea justo. Así ha sido, y habrá que examinar a fondo la estrategia “educativa” detrás de las redadas. La investigación de la tragedia del antro o discoteca New’s Divine deberá rendir y muy pronto resultados muy claros, pero se requiere también el examen del fracaso y la crueldad de los operativos que no necesitaban de 12 muertos para no haberse intentado nunca.

Del tratado del rumor (máximas infiltradas)

—Se afirma que de aquí en adelante, y debido a la inconfiabilidad de los rumores, que suelen ser muy contradictorios, ya sólo habrá hechos (esta noticia no fue creída).

—Si se quiere acreditar al rumor, es preciso darle validez jurídica a la expresión: “Lo supe de muy buena fuente”.

—El rumor es la distancia más corta entre dos hechos que, por lo demás, tampoco han ocurrido.

—Antes, una corazonada mataba un rumor. Pero llegaron las encuestas y al ratito el 69.7% ya no creía en las corazonadas.

—Rumores que resultan ciertos son chistes mal paridos.

—Ya conviene promover noticiarios que consistan únicamente en rumores. El rating será suyo.

—Nunca dejes un rumor tirado a mitad de la calle. Recógelo, atiéndelo médicamente, llévatelo a una pensión donde restañe sus heridas. Nunca sabes si te va a ayudar andando el tiempo.

—El rumor es un chisme que todavía no crea jurisprudencia.

—“Pérez, sigue muy insistente el rumor. Verifíquenlo, y si no hay, olvida, ya no lo circulen”.

—Estaba tan contenta con lo que había pasado que ni siquiera se dio cuenta de que había sido víctima de un rumor.

—Que nadie se proponga envenenar el agua de las Fuentes Generalmente Bien Informadas.

—Los rumores a punto de triunfar atraviesan por el purgatorio de los desmentidos.

—Esparcir un rumor es echarle agua al molino de la superioridad instantánea (“Te dije que no podía durar en el cargo”).

—Un hecho es un rumor que no quiere que lo tomen en serio.

Escritor

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