sábado, 14 de junio de 2008

¿Quién le teme a Barack Obama?


Se publicó este sábado 14 de junio en LA CRONICA DE HOY:

¿Quién le teme a Barack Obama?

Por: Federico Sánchez

Muchas veces se ha dicho, mitad en broma y mitad en serio, que en la elección presidencial de Estados Unidos, todos los ciudadanos del mundo entero deberíamos tener derecho a un voto. Después de todo, las acciones del presidente de Estados Unidos, el hombre más poderoso del mundo, tienen repercusiones en prácticamente todos los rincones del planeta, desde el desierto de Sonora hasta el desierto iraquí.
Este año, los habitantes de la última superpotencia podrían elegir a Barack Obama, un candidato cuya fascinante biografía rebasa fronteras, clases, razas, y religiones. Obama se asume como un hombre de raza negra, y sin embargo, su identidad es mucho más compleja. Genéticamente, Obama es mitad blanco y mitad negro, el hijo de una estadunidense blanca de clase media y de un humilde negro de Kenia quien viajó becado a Estados Unidos para realizar sus estudios universitarios. Cuando Obama era apenas un niño, su padre abandonó a la familia y regresó a Kenia. Obama creció con su madre y su abuela blanca en Hawai principalmente, y por algunos años en Indonesia.
Así, Obama pasó la mayor parte de su infancia y toda su adolescencia, con familiares blancos. Por lo tanto, Obama creció alejado de la cultura afroamericana estadunidense, compartida por los millones de negros cuyos antepasados llegaron al país como esclavos, y quienes, siglos después, continúan sufriendo altos niveles de pobreza y marginación.
Tras la preparatoria, Obama dejó Hawai para cursar la licenciatura en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y más tarde, estudió derecho en Harvard, dos de las universidades más elitistas de Estados Unidos, y ambas, con un cuerpo estudiantil mayoritariamente blanco.
Fue hasta después de la universidad que Obama se integró de lleno a la comunidad afroamericana, trabajando en zonas marginadas de Chicago, casándose con Michelle, una mujer negra, y sumándose a la congregación protestante del carismático pastor afro-americano Jeremiah Wright. Así, el hijo de un padre musulmán africano, se sumaba al cristianismo protestante que domina gran parte de la vida social en muchas comunidades negras de Estados Unidos. Y si la transición de Barack Obama de sus orígenes multirraciales a una identidad 100% afroamericana fue exitosa, su identidad religiosa se ha convertido en uno de sus grandes dolores de cabeza —y debilidades políticas— durante su campaña presidencial.
Por un lado, muchos estadunidenses aún creen, erróneamente, que Barack Obama es musulmán, una desventaja considerable en los tiempos de la guerra contra el terrorismo, cuando los grandes enemigos de Estados Unidos, Osama bin Laden y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, se adhieren a una corriente radical del Islam. Por otro lado, Barack Obama ha tenido que renunciar a su iglesia cristiana de Chicago, tras la difusión de una serie de explosivos sermones de su líder espiritual, el pastor Jeremiah Wright. En los sermones, retransmitidos una y otra vez por la televisión estadunidense, Jeremiah Wright sentencia “Que Dios maldiga a Estados Unidos”, habla de los “Estados Unidos del KKK”, en referencia al Ku Klux Klan, y sugiere que Estados Unidos se merecía los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Obama ha hecho todo para distanciarse de Jeremiah Wright, el hombre que ofició su matrimonio y bautizó a sus dos hijas, pero las palabras del controvertido pastor podrían costarle los votos de muchos blancos.
Así, no cabe duda que en la campaña, los republicanos atacarán a Obama como un candidato no suficientemente patriótico, y tratarán de explotar los miedos de la parte más conservadora del electorado blanco. Paradójicamente, la identidad multirracial y multicultural de Obama que causa desconfianza y temor entre muchos blancos, es la misma que le ha valido la admiración de millones en Estados Unidos y el resto del mundo. Así, Obama inspira a todo un continente, África, que lo ve como un hijo pródigo, y a millones de negros en Estados Unidos. Pero también a muchos europeos que lo admiran como un candidato radicalmente opuesto a la beligerante presidencia imperial de George W. Bush, alguien más cercano a la mentalidad europea, alguien que entiende la amenaza del calentamiento global, denuncia la guerra en Irak, y prefiere la diplomacia a las armas.
¿Y los mexicanos? ¿Cómo vemos a Barack Obama? A pesar de ser un pueblo mestizo, o de raza mixta, al igual que Obama, muchos mexicanos y latinos no se identifican con él. Y sin embargo, para derrotar al republicano John McCain en noviembre, Obama necesitará el voto de los latinos. Algunos analistas han señalado que la falta de apoyo latino a la candidatura de Obama podría deberse a un supuesto racismo de la comunidad latina contra los negros. ¿Somos acaso los latinos también, en alguna medida, culpables de un racismo escondido? ¿O será simplemente que Obama, el hijo pródigo de Kenia, el hawaiano, el graduado de Harvard, y el activista de Chicago, aún no ha hecho lo suficiente para acercarse a la comunidad latina, y responder a sus sueños, preocupaciones y problemas?


Federico Sánchez es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Pennsylvania.

federico80@hotmail.com

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