jueves, 13 de agosto de 2009

Redes sociales en Internet, un espacio alternativo de información

Elizabeth Cejudo Ramos*

Generalmente las palabras dicen verdades a medias. O, quienes las pronunciamos no dominamos bien a bien el significado que éstas poseen. Cuando hablamos de medios de comunicación, de inmediato nuestro referente va hacia la prensa, la televisión, la radio, en fin, a esos canales que nos hacen llegar las noticias del día.
Si ponemos atención en el concepto de comunicación, será posible ver que lo componen distintos elementos. Es necesario contar, en forma mínima, con un emisor, un receptor, un mensaje, un canal para hacer llegar ese mensaje y, lo más importante, la retroalimentación entre los dos actores. Si alguien habla, alguien escucha y responde. El proceso de comunicación no ocurre cuando la prensa informa, este se da cuando el lector consume la información y le es posible emitir su opinión al respecto al mismo medio, a fin de establecer un diálogo.
Si reconocemos que éstos son dirigidos a millones de consumidores, el asunto de la comunicación se vuelve casi imposible. Algunos teóricos han sugerido que la mejor forma de llamarlos es medios masivos de difusión, puesto que el proceso de información es unidireccional.
Si bien es cierto, existen canales que los medios ofrecen para recibir la opinión de sus consumidores, éstos representan en forma mínima el sentir de la opinión popular, la producida por sus lectores, oyentes o televidentes.
Diversas estaciones de televisión y radio, así como algunas publicaciones periódicas cuentan con portales en Internet, donde ofrecen la posibilidad de comentar las notas y editoriales que se publican en la edición impresa o que se transmiten diariamente en noticieros. Esta opción permite establecer un canal de respuesta entre el emisor y el receptor, pero difícilmente propicia un diálogo entre el autor de la información y su consumidor, más bien plantea debates entre los propios lectores, que no dejan de ser interesantes.
El caso de las redes sociales en Internet nos muestra una posibilidad de establecer la retroalimentación necesaria para que el proceso de comunicación se lleve a cabo de forma completa. El uso de blogs y otras redes sociales de Internet como Myspace y Facebook, en el caso de la información relevante a nivel colectivo, ha demostrado a nivel global que es posible establecer canales de comunicación por fuera de los grandes conglomerados mediáticos, ofreciendo dinámicas distintas que no sólo proveen información, sino que propician el diálogo e incluso son utilizados como medio para la organización de movilizaciones colectivas.
La recordada “Noche de los mensajes cortos” ocurrida en Madrid en 2004, donde a partir de un mensaje de texto telefónico y su proliferación a través de correos electrónicos y blogs se lograron manifestaciones multitudinarias en las principales ciudades de España la noche previa a las elecciones presidenciales, o la influencia que tuvieron los blogs y redes sociales en las revueltas provocadas por jóvenes inmigrantes en París hace algunos años, son muestra del poder que poseen estos medios alternativos que sin contar con la estructura que poseen las grandes cadenas, permiten a sus usuarios producir y compartir información que detona en acciones sociales.
Los ejemplos anteriores se antojan remotos, de primer mundo podría decirse. Quizás lejos de la realidad de un estado enclavado en el desierto, que forma parte de un país amablemente llamado en vías de desarrollo, donde la brecha digital es inmensa. Aún así, es posible detectar, en este Hermosillo nuestro, ejemplos de la utilización de las redes sociales, pensadas en su inicio como espacios de ocio y esparcimiento, en la producción y distribución de información de interés social.
Cuando a un hermosillense se le dice “5 de junio” no hay más que agregar. Ni qué ocurrió, ni cómo ocurrió, ni cuántos niños fallecieron, ni cuántos están graves, no es necesario hablarle de hogares destrozados, de rostros devastados por la tragedia. Tampoco hay que contarle que los reclamos de justicia siguen sin ser escuchados, mucho menos resueltos. El y la hermosillense ya lo saben.
Los medios locales, estatales, nacionales y mundiales informaron con oportunidad del hecho que a todos conmovió. Las imágenes dieron la vuelta al mundo entero. Pero no sólo los grandes medios cubrieron la nota, la representación de la tragedia estuvo presente en diversos espacios de socialización en Internet, los cuales no fueron utilizados únicamente como eco de los medios establecidos, éstos dieron un giro para convertirse en canales de organización para un movimiento social que se estaba gestando.
Semana tras semana, en el sitio Facebook es posible ver invitaciones a marchas de protesta, fotografías y notas que reportan sobre las mismas, enlaces a noticias y sitios con información de interés sobre los hechos ocurridos en la guardería abc, comentarios de los usuarios acerca de lo ocurrido y discusiones entre lectores y autores de dichas notas. Todo ello, entremezclado entre dinámicas propias de un espacio pensado para el entretenimiento.
La creación de un sitio en Internet (http://www.angelesenespera.org/) por parte del movimiento 5 de junio es también un acercamiento mediático muy interesante, pues además de convocar y reportar actividades a favor de su organización, ofrecen el espacio a padres de familia que perdieron a sus hijos en el incendio, para que ofrezcan su testimonio y también la oportunidad a los usuarios de mostrar a través de ese canal su solidaridad. De la misma forma, establecen redes de colaboración con otras organizaciones en el país y el extranjero.
Es verdad que la noticia de la abc sigue presente en los medios tradicionales, también es cierto que la información tiene fecha de caducidad. El diarismo aduce siempre a la temporalidad y eventualmente la información se desvanecerá, aun cuando los resultados de las investigaciones no arrojen resultados satisfactorios. Incluso hay medios que han decidido ignorar por completo la información al respecto.
Dejando de lado las diversas opiniones en torno a la organización colectiva surgida a partir del 5 de junio, la muerte de 49 niños es un agravio a la sociedad mexicana. Como ciudadanos debemos esperar y exigir que los medios no ignoren la información referente al asunto, además de seguir contribuyendo en el aprovechamiento de las redes sociales y diversos sitios en Internet para que la opinión popular traspase el cerco mediático y forme parte de la opinión pública.
*Asistente del Programa de Maestría en Ciencias Sociales de El Colegio de Sonora,

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