La importancia de Honduras

Leopoldo Santos Ramírez

Dossier Político/11 de agosto de 2009

En el mes de febrero de este año presenté, como integrante de una delegación de El Colegio de Sonora, una ponencia titulada “Crisis mundial y transmigración centroamericana” en la bella ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dentro de un congreso de antropología centroamericana y en una mesa armada especialmente sobre el tema migratorio.
En mi trabajo advertía sobre cómo la crisis económica estaba deteriorando rápidamente a Latinoamérica; y en el marco de una serie de hipótesis sobre los efectos de la crisis en la migración centroamericana, advertí que ante el debilitamiento económico de los Estados progresistas de la región, la derecha intentaría por medios ilegales hacerse del poder en esas naciones. Solamente transcurrieron algunos meses para que mi predicción basada en un análisis científico de las condiciones, empezara a cumplirse. El primer intento se produjo en Guatemala donde a raíz del asesinato de un abogado, se intentó derrocar al presidente Álvaro Colom. La derecha, sin pruebas, quiso inculpar al mismo presidente, pero éste, en una hábil jugada abrió las investigaciones a una comisión exterior de la OEA y algunos de los pormenores del crimen se aclararon. Pero con el pretexto del asesinato, la derecha guatemalteca armó un escándalo y una confusión que traspasó las fronteras. De cualquier forma, en el fondo el intento de derrocamiento tenía sus motivos en la cercanía de Álvaro Colom con las clases populares, algo que sus antecesores evitaron.
Ahora, hace ya más de un mes, al sacar por la madrugada de su propia casa a Manuel Zelaya, presidente de Honduras, y trasladarlo a Costa Rica, los militares golpistas enseñaron el cobre de una derecha latinoamericana que quiere utilizar la fuerza para no perder sus privilegios establecidos en la constitución de ese país desde la época de las dictaduras. Zelaya solamente quería preguntar, mediante un referéndum, si en el próximo mes de noviembre, fecha para las elecciones presidenciales, los hondureños querían ser interrogados sobre un posible cambio de la constitución.
Eso encrespó a la derecha terrateniente, a los sectores de productos de exportación y a los militares. Ahora que se conocen los detalles de cómo se fraguó el golpe, se tiene la certeza de que cuando menos algunos sectores del gobierno estadunidense tuvieron noticias anticipadas del golpe.
Además, Estados Unidos tiene allí mismo una base militar, y hay una vieja demanda del pueblo para que se desmantele y se restituya la soberanía de la nación sobre el área que ocupa. Una probable pregunta de la consulta constitucional a los hondureños quizá hubiera incluido el tema de la base.
Pero con el golpe los militares están revirtiendo muchos esfuerzos por lograr cambios democráticos en la región a través de métodos pacíficos. Apenas en 1999 se firmaron los acuerdos de paz en Guatemala y años después se produjeron los acuerdos de El Salvador. La presencia norteamericana y su influencia en la región son más que evidentes, haciéndole segunda la presencia de las inversiones europeas y en la década pasada el comercio chino que desplazó a los productos mexicanos de algunos países de la región.
Al mismo tiempo Centroamérica es una área donde el sector militar, salvo Costa Rica, mantiene muchos puntos de control y casi todos esos países han formado a los cuadros de la élite castrense en los fuertes y academias militares norteamericanas.
Por las noticias que veo en internet hoy domingo 09, el presidente Calderón no ha logrado poner abiertamente el tema del golpe en Honduras en la agenda de la reunión de la ciudad de Guadalajara con los presidentes de Estados Unidos y Canadá. Al contrario, los primeros informes que vienen de allá hablan de que no habrá reforma migratoria en Estados Unidos. Ambos temas, la reforma que el presidente Obama pretendía impulsar en el congreso este año está perfectamente ligada con el golpe de Estado. Con el golpe, la posibilidad de tal reforma que beneficiaría a algunos sectores de indocumentados en Estados Unidos se viene abajo por la posibilidad de que al incrementarse el conflicto, paralelamente podría incrementarse el movimiento migratorio de los centroamericanos.
Así, Obama ha quedado desprovisto de argumentos fuertes para la reforma frente a los republicanos y el sector de los demócratas antinmigrantes. Pero hay algo más, de alguna manera, que no detallaré en esta colaboración, Estados Unidos ha podido disminuir la migración y ahora está mejor preparado para capturar más indocumentados. Si como parece ser el conflicto de Honduras llegara a agravarse y entraran en guerra los países centroamericanos, la presión migratoria entraría por la frontera sur mexicana, compuesta por todos aquellos que huirían de la guerra, y como en 1981, cuando la persecución sanguinaria de los militares sobre las poblaciones indígenas y campesinas guatemaltecas, podría tratarse esta vez también, de miles de migrantes huyendo. Por estas razones es de la mayor importancia que el poder constitucional de Manuel Zelaya sea restablecido en Honduras y que se ejerza la ley contra los golpistas. Por éstas y muchas más razones Honduras y toda Centroamérica son importantísimos para México. En los próximos días sabremos si el presidente Calderón fue suficientemente hábil para defender los intereses mexicanos en la cumbre de Guadalajara.