■ Presenta la ANUIES fundación para estrechar vínculos entre instituciones educativas y la IP
■ La mayoría de los 430 mil que terminan sus estudios cada año tienen dificultades para hallar ocupación
■ La mayoría de los 430 mil que terminan sus estudios cada año tienen dificultades para hallar ocupación
Emir Olivares Alonso
La Jornada/11 de febrero de 2009
Una semana después de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoció que las cifras de desocupación entre profesionistas son “desalentadoras” en el país, la titular de la dependencia, Josefina Vázquez Mota, aseguró ayer que la administración federal “está construyendo respuestas responsables y serias” para enfrentar la crisis financiera mundial y el desempleo.
Sin embargo, el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, resaltó que la mayoría de los más de 430 mil que egresan cada año de las instituciones de educación superior enfrentarán dificultades para obtener trabajos bien remunerados.
Durante la presentación de la Fundación Educación Superior Empresa (FESE) –con la que se pretende generar mayor vínculo entre universidades y el sector privado—, el funcionario subrayó que el desempleo entre los recién egresados asciende a 11 por ciento, casi el triple de la tasa general y dos puntos arriba de la específica de los profesionistas.
Aceptó que la desvinculación de la industria con universidades y centros de investigación refleja en la práctica una amplia variedad de problemas, siendo el más preocupante “el profundo desequilibrio entre la oferta y la demanda de profesionistas en el mercado laboral, lo cual afecta sobre todo a quienes recién concluyen sus estudios”.
Estimó que este año egresarán 432 mil jóvenes de las instituciones de enseñanza superior, y si el gobierno, la academia y la industria no emprenden esfuerzos significativos pare revertir la tendencia de desocupación, “a una proporción considerable le espera severas penurias y dificultades en el mercado laboral”.
Tuirán señaló que las percepciones mensuales de más de 52.2 por ciento de quienes apenas concluyen sus carreras son muy precarias, equivalentes a tres salarios mínimos, o menos, además de que 27.8 carece de prestaciones sociales y 24.7 trabaja sin contrato.
Las cifras demuestran que prácticamente 60 por ciento de los que lograron obtener un empleo lo hicieron por medio de redes familiares o sociales, con 46 y 11 por ciento, respectivamente, en tanto que el resto lo hizo sin apoyo alguno.
Explicó que el propósito de la FESE será precisamente impulsar programas dirigidos a promover una inserción más favorable de los jóvenes egresados en la actividad económica, estimular las prácticas profesionales de los estudiantes en las empresas, apoyar la gestión de contratos de investigación entre universidades y compañías, alentar –con el apoyo de las instituciones de enseñanza– el tránsito de las micro, pequeñas y medianas empresas a unidades con mayor contenido tecnológico y fomentar el arraigo de una cultura emprendedora, entre otros.
En ese sentido, Vázquez Mota destacó la creación de la FESE como un espacio de diálogo y concurrencia, pues en el actual contexto mundial –señaló– “es lo que México requiere urgentemente”.
Consideró que el establecimiento de este proyecto –a propuesta de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y con la aprobación de presupuesto en la Cámara de Diputados– es una acción valiosa, porque se trata de “una apuesta importante para la creación de empleos” mediante el apoyo a la educación.
Por su parte, el secretario general de la ANUIES, Rafael López Castañares, señaló que aun cuando el gobierno federal ha emprendido estrategias importantes para la vinculación entre ambos sectores, aún existen obstáculos, como financiamiento insuficiente, falta de estímulos fiscales y poca claridad normativa, entre otros, por lo que confió en que la fundación se convierta en una opción para tal fin.
Sin embargo, el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, resaltó que la mayoría de los más de 430 mil que egresan cada año de las instituciones de educación superior enfrentarán dificultades para obtener trabajos bien remunerados.
Durante la presentación de la Fundación Educación Superior Empresa (FESE) –con la que se pretende generar mayor vínculo entre universidades y el sector privado—, el funcionario subrayó que el desempleo entre los recién egresados asciende a 11 por ciento, casi el triple de la tasa general y dos puntos arriba de la específica de los profesionistas.
Aceptó que la desvinculación de la industria con universidades y centros de investigación refleja en la práctica una amplia variedad de problemas, siendo el más preocupante “el profundo desequilibrio entre la oferta y la demanda de profesionistas en el mercado laboral, lo cual afecta sobre todo a quienes recién concluyen sus estudios”.
Estimó que este año egresarán 432 mil jóvenes de las instituciones de enseñanza superior, y si el gobierno, la academia y la industria no emprenden esfuerzos significativos pare revertir la tendencia de desocupación, “a una proporción considerable le espera severas penurias y dificultades en el mercado laboral”.
Tuirán señaló que las percepciones mensuales de más de 52.2 por ciento de quienes apenas concluyen sus carreras son muy precarias, equivalentes a tres salarios mínimos, o menos, además de que 27.8 carece de prestaciones sociales y 24.7 trabaja sin contrato.
Las cifras demuestran que prácticamente 60 por ciento de los que lograron obtener un empleo lo hicieron por medio de redes familiares o sociales, con 46 y 11 por ciento, respectivamente, en tanto que el resto lo hizo sin apoyo alguno.
Explicó que el propósito de la FESE será precisamente impulsar programas dirigidos a promover una inserción más favorable de los jóvenes egresados en la actividad económica, estimular las prácticas profesionales de los estudiantes en las empresas, apoyar la gestión de contratos de investigación entre universidades y compañías, alentar –con el apoyo de las instituciones de enseñanza– el tránsito de las micro, pequeñas y medianas empresas a unidades con mayor contenido tecnológico y fomentar el arraigo de una cultura emprendedora, entre otros.
En ese sentido, Vázquez Mota destacó la creación de la FESE como un espacio de diálogo y concurrencia, pues en el actual contexto mundial –señaló– “es lo que México requiere urgentemente”.
Consideró que el establecimiento de este proyecto –a propuesta de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y con la aprobación de presupuesto en la Cámara de Diputados– es una acción valiosa, porque se trata de “una apuesta importante para la creación de empleos” mediante el apoyo a la educación.
Por su parte, el secretario general de la ANUIES, Rafael López Castañares, señaló que aun cuando el gobierno federal ha emprendido estrategias importantes para la vinculación entre ambos sectores, aún existen obstáculos, como financiamiento insuficiente, falta de estímulos fiscales y poca claridad normativa, entre otros, por lo que confió en que la fundación se convierta en una opción para tal fin.
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