Adaptación al español del Observatorio de la Universidad Colombiana del documento “The Intricacies of Academic Remuneration”, de Philip G. Altbach, publicado en la versión de enero de 2009 de International Higher Education. Philip G. Altbach is Monan University Professor and director of the Center for International Higher Education at Boston College. Email: altbach@bc.edu . The research referred to in this article is from Laura E. Rumbley, Iván F. Pacheco, and Philip G. Altbach, International Comparison of Academic Salaries: An Exploratory Study (2008).
¿Cómo podemos entender los salarios de los docentes? ¿El pago mensual que recibe un docente representa la totalidad de su remuneración? La investigación sobre la comparación internacional de los salarios de los docentes muestra grandes variaciones entre países.
Existen diferencias tanto dentro de los países como por rangos, disciplinas y otros factores. En algunos países, los salarios se determinan por la edad de la persona, su antigüedad en el empleo, su rango y, lo más acostumbrado, según las normas que no reconocen el conocimiento, la productividad o los logros académicos. De hecho, en gran parte del mundo a los académicos se les paga sobre la base de su antigüedad en el servicio y su ranking. En otros países, en particular en algunos en los que tienen gran fuerza las nuevas universidades privadas, las estructuras salariales son poco transparentes.
El profesorado de tiempo completo -probablemente una minoría de la profesión académica en general, ya que en muchos países los profesores de tiempo parcial son los que dominan el panorama contractual – está dividido según su rol, tipo de institución, y disciplina. Según la interpretación del sociólogo Burton Clark, la profesión académica está dividida por "pequeños mundos, diferentes mundos". Los académicos también están divididos según salarios. En muchos países, los profesores en las universidades privadas ganan más que sus homólogos en las instituciones públicas. La investigación muestra variaciones significativas por rango. En nuestro estudio de 15 países, se muestra que los salarios más altos son devengados por los profesores senior.
Los empleadores
En la mayoría de profesores de tiempo completo en Norteamérica, Europa Occidental, gran parte de Asia, y Australia, el salario pagado por la universidad es la mayor parte de los ingresos totales obtenidos por dichos académicos. Son pocos los ingresos que obtienen a través de consultorías, enseñanza a tiempo parcial, u otras fuentes de ingreso. En estos casos, y particularmente si hay dos ingresos en la familia, se establece un salario adecuado para el estilo de vida del respectivo país. No obstante los salarios varían considerablemente, en las regiones aquí mencionadas, los profesores de tiempo completo pueden sobrevivir con sus ingresos como docentes.Este no es el caso en América Latina, la mayor parte de África, o algunos de los países de Europa central y oriental y la antigua Unión Soviética. En estos países, los salarios de los académicos de tiempo completo en general no proporcionan ingresos suficientes, por lo que estos profesores deben recurrir a otras fuentes de ingresos. Por ello, se observa que algunos tienen más de un cargo académico, como sucede con profesores mal pagados en el sector público que deben trabajar de forma “clandestina” en el sector privado. Otros, por su parte, trabajan en consultoría, tienen sus propias empresas, y un importante número hacen otras actividades que tocan las fronteras de las prácticas académicas corruptas.
Algunos académicos son menos iguales que otros
En muchos países, la remuneración académica de la universidad no es equivalente al sueldo básico de la universidad. Hay muchas las razones para ello. Frecuentemente, los salarios son establecidos a nivel nacional por las autoridades gubernamentales a través de contrato, y las universidades son incapaces de diferenciar entre disciplinas, pagar algo cercano a que valora el mercado laboral para profesores como profesionales en su disciplina, o dar compensaciones por productividad académica. De esta forma, por ejemplo, profesores que viven en zonas urbanas de alto costo pueden ganar lo mismo que los profesores que vienen en regiones con costos de vida más bajos. En muchas partes del mundo, y en particular en los países en desarrollo, un gran número de profesores universitarios tienen un título de maestría pero no uno de doctorado. Esto se explica, en gran medida, porque para la mayoría de ellos, casi la totalidad de sus ingresos provienen únicamente de su salario como docentes.
Existen diferencias tanto dentro de los países como por rangos, disciplinas y otros factores. En algunos países, los salarios se determinan por la edad de la persona, su antigüedad en el empleo, su rango y, lo más acostumbrado, según las normas que no reconocen el conocimiento, la productividad o los logros académicos. De hecho, en gran parte del mundo a los académicos se les paga sobre la base de su antigüedad en el servicio y su ranking. En otros países, en particular en algunos en los que tienen gran fuerza las nuevas universidades privadas, las estructuras salariales son poco transparentes.
El profesorado de tiempo completo -probablemente una minoría de la profesión académica en general, ya que en muchos países los profesores de tiempo parcial son los que dominan el panorama contractual – está dividido según su rol, tipo de institución, y disciplina. Según la interpretación del sociólogo Burton Clark, la profesión académica está dividida por "pequeños mundos, diferentes mundos". Los académicos también están divididos según salarios. En muchos países, los profesores en las universidades privadas ganan más que sus homólogos en las instituciones públicas. La investigación muestra variaciones significativas por rango. En nuestro estudio de 15 países, se muestra que los salarios más altos son devengados por los profesores senior.
Los empleadores
En la mayoría de profesores de tiempo completo en Norteamérica, Europa Occidental, gran parte de Asia, y Australia, el salario pagado por la universidad es la mayor parte de los ingresos totales obtenidos por dichos académicos. Son pocos los ingresos que obtienen a través de consultorías, enseñanza a tiempo parcial, u otras fuentes de ingreso. En estos casos, y particularmente si hay dos ingresos en la familia, se establece un salario adecuado para el estilo de vida del respectivo país. No obstante los salarios varían considerablemente, en las regiones aquí mencionadas, los profesores de tiempo completo pueden sobrevivir con sus ingresos como docentes.Este no es el caso en América Latina, la mayor parte de África, o algunos de los países de Europa central y oriental y la antigua Unión Soviética. En estos países, los salarios de los académicos de tiempo completo en general no proporcionan ingresos suficientes, por lo que estos profesores deben recurrir a otras fuentes de ingresos. Por ello, se observa que algunos tienen más de un cargo académico, como sucede con profesores mal pagados en el sector público que deben trabajar de forma “clandestina” en el sector privado. Otros, por su parte, trabajan en consultoría, tienen sus propias empresas, y un importante número hacen otras actividades que tocan las fronteras de las prácticas académicas corruptas.
Algunos académicos son menos iguales que otros
En muchos países, la remuneración académica de la universidad no es equivalente al sueldo básico de la universidad. Hay muchas las razones para ello. Frecuentemente, los salarios son establecidos a nivel nacional por las autoridades gubernamentales a través de contrato, y las universidades son incapaces de diferenciar entre disciplinas, pagar algo cercano a que valora el mercado laboral para profesores como profesionales en su disciplina, o dar compensaciones por productividad académica. De esta forma, por ejemplo, profesores que viven en zonas urbanas de alto costo pueden ganar lo mismo que los profesores que vienen en regiones con costos de vida más bajos. En muchas partes del mundo, y en particular en los países en desarrollo, un gran número de profesores universitarios tienen un título de maestría pero no uno de doctorado. Esto se explica, en gran medida, porque para la mayoría de ellos, casi la totalidad de sus ingresos provienen únicamente de su salario como docentes.
Para otros profesores, se requiere más
Para una parte relativamente pequeña de profesionales de la academia, los sueldos ofrecidos por la mayoría de las universidades no son suficientes para mantenerlos o retenerlos dentro del mundo académico o, en algunos casos, incluso dentro de su país de origen. Estos académicos generalmente son investigadores activos, más en el campo de las ciencias que en las humanidades, y en áreas como gestión, tecnología de la información, o biotecnología, en los que los salarios por fuera de las universidades son muy altos. Estos académicos "estrellas" son una pequeña proporción de los académicos de cualquier país (entre el 2 y el 10 por ciento del total del profesorado nacional). De hecho, sin estos investigadores sería mínima la investigación que se llevaría a cabo y sin ellos las universidades tienen muy poca o ninguna posibilidad de tener éxito en el ranking internacional.
"Progresión de los sueldos", es decir, la diferencia salarial entre los jóvenes y los profesores de más alto nivel, se presenta como modesta en comparación con lo que pasa fuera de la academia. Según la investigación, para la mayoría de los 15 países en los que se realizó el estudio, los salarios apenas se duplican entre los profesores jóvenes y quienes tienen mayor experiencia. La falta de posibilidades para mejorar los salarios es un problema para la profesión en general, pero es especialmente perjudicial para los académicos más productivos. Estos últimos son los más propensos a abandonar el mundo académico para ir a trabajar a países con salarios más altos.
En unos pocos países y con frecuencia en la enseñanza superior privada, las estructuras salariales son relativamente flexibles, y es posible pagar a los profesores con mayor experiencia sueldos significativamente mayores a los del promedio. Las universidades privadas de América son los ejemplos más dramáticos, en donde profesores altamente productivos, en los campos tales como el derecho o la gestión, pueden obtener cátedras dotadas de sueldos posiblemente del doble o más que el que pueden ganar otros altos académicos ganar. En estas instituciones y en algunas de los Estados Unidos, las universidades son capaces de compensar a los profesores a partir de los estándares del mercado laboral para personas de alta competitividad.
En otra situación, algunos profesores son compensados con más tiempo para hacer investigación, en vez de dictar cátedra. En algunos lugares, los profesores son pagados por su universidad o una agencia del gobierno por cada uno de los artículos que publiquen en una prestigiosa revista. Cuando los profesores son capaces de obtener becas de investigación de fuentes externas a menudo se les paga una parte de la subvención ingresos. La actividad investigadora del profesorado en algunos países puede ser compensada por los organismos gubernamentales creados para aumentar sus ingresos, a menudo como miembros de organizaciones de los investigadores. Por ejemplo, en México, el Sistema Nacional de Investigadores. Si bien éstas y otras disposiciones crean desigualdades en la remuneración entre los profesores y las universidades dentro de un sistema académico, se vuelven necesarias para compensar la investigación activa.
"Progresión de los sueldos", es decir, la diferencia salarial entre los jóvenes y los profesores de más alto nivel, se presenta como modesta en comparación con lo que pasa fuera de la academia. Según la investigación, para la mayoría de los 15 países en los que se realizó el estudio, los salarios apenas se duplican entre los profesores jóvenes y quienes tienen mayor experiencia. La falta de posibilidades para mejorar los salarios es un problema para la profesión en general, pero es especialmente perjudicial para los académicos más productivos. Estos últimos son los más propensos a abandonar el mundo académico para ir a trabajar a países con salarios más altos.
En unos pocos países y con frecuencia en la enseñanza superior privada, las estructuras salariales son relativamente flexibles, y es posible pagar a los profesores con mayor experiencia sueldos significativamente mayores a los del promedio. Las universidades privadas de América son los ejemplos más dramáticos, en donde profesores altamente productivos, en los campos tales como el derecho o la gestión, pueden obtener cátedras dotadas de sueldos posiblemente del doble o más que el que pueden ganar otros altos académicos ganar. En estas instituciones y en algunas de los Estados Unidos, las universidades son capaces de compensar a los profesores a partir de los estándares del mercado laboral para personas de alta competitividad.
En otra situación, algunos profesores son compensados con más tiempo para hacer investigación, en vez de dictar cátedra. En algunos lugares, los profesores son pagados por su universidad o una agencia del gobierno por cada uno de los artículos que publiquen en una prestigiosa revista. Cuando los profesores son capaces de obtener becas de investigación de fuentes externas a menudo se les paga una parte de la subvención ingresos. La actividad investigadora del profesorado en algunos países puede ser compensada por los organismos gubernamentales creados para aumentar sus ingresos, a menudo como miembros de organizaciones de los investigadores. Por ejemplo, en México, el Sistema Nacional de Investigadores. Si bien éstas y otras disposiciones crean desigualdades en la remuneración entre los profesores y las universidades dentro de un sistema académico, se vuelven necesarias para compensar la investigación activa.
El salario no siempre es remuneración
Por muchas razones, los ingresos obtenidos por los académicos no siempre coinciden con su sueldo en la universidad. A veces las instituciones tratan de aumentar la compensación para responder al alto costo de la vida urbana y evitar la deserción de sus profesores hacia el mercado profesional. Algunas instituciones, como la Universidad de Makerere en Uganda, han establecido programas académicos extras para que los estudiantes paguen a sus profesores por consultas directas. Muchos académicos ganan dinero extra a través de la consultoría, la cátedra en más de una universidad, o con otros esquemas. A menudo es difícil de medir los ingresos no derivados del salario. Las universidades tienen pocos medios de seguimiento de las fuentes de ingresos. Los universitarios, especialmente aquellos con formas creativas de impulsar sus ingresos, tienen pocos incentivos para aumentarlos realmente. Ciertas formas actuales de compensación pueden conducir a la corrupción, a la obtención de ventajas indebidas, u otros problemas, porque los sueldos, con frecuencia, son insuficientes para atraer o retener a los mejores académicos y científicos, y definitivamente una atractiva remuneración es absolutamente necesaria para compensar la productividad académica en un complejo y globalizado universidad.
Tomado de: El Observatorio de la Universidad Colombiana. http://www.universidad.edu.co/
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