Dossier Político/10 de junio de 2009
Posiblemente se los haya topado en la calle, en una gasolinera o en el transporte urbano.
O bien, hasta pudo haberse topado con uno de ellos en los cruceros de la ciudad.
Son miembros de un centro para rehabilitar gente con problemas de adicción. Adultos jóvenes en su mayoría que vienen de Mexicali, Ciudad Juárez o de cualquier otro punto del noroeste del país, que se encuentran en proceso de recuperación en un hogar que se encuentra cerca de la guardería ABC.
Allí se encontraban en la construcción del centro, cuando José Luis llegó pidiendo ayuda porque “salía humo de la guardería”.
Eran unos minutos antes de las tres de la tarde de este 5 de junio, cuando se escuchó un fuerte tronido.
Ricardo Peralta que trabaja en la gasolinera que se encuentra por el periférico sur, fue uno de los primeros que se dieron cuenta del incendio. En cuanto se percató que salía humo de la guardería, volteó hacía los galerones que se encuentran enseguida de esta guardería, donde, al decir de las autoridades, se encontraban 123 niños y niñas en las diferentes áreas.
El humo que se propalaba en esos momentos de los almacenes contiguos era mucho mayor del que emanaba del centro infantil. Corrió de inmediato a la puerta del centro y en cuanto la abrió empezaron a salir maestras con niños en los brazos.
No pasaba ni cinco minutos de que se había dado cuenta del siniestro y el interior de la guardería, el humo ya se encontraba por todos los rincones, de tal forma que no permitía distinguir a nadie a un metro y medio de distancia.
Ya se estaba quemando todo. Del techo caía lumbre en el poliuretano que se estaba derritiendo por la intensidad de las llamas.
Ricardo Escalante, hermosillense de 32 años y padre de tres hijos, trabajaba en esos momentos en la gasolinera. En cuanto escuchó un fuerte tronido corrió a la puerta de la guardería.
“Iba a tocar la puerta cuando salieron maestras y niños co9rriendo. Me metí a la guardería y conmigo una señora, pero ya no se veía nada. Escuchaba los gritos de los niño9s y la señora me dirigió a donde estaban los niños y empezamos a sacarlos. Las cosas se dieron tan rápido, pero nos la señora me dijo que en otra aula había más niños. Los seguimos sacando hasta que llegaron los de la PEI (Policía Estatal Investigadora) y nos dijeron que los civiles se salieran y me salí. Pero había muchos niños todavía”.
La gente empezó a llegar, trabajadores de un taller que se encuentra a contra esquina de la guardería pusieron manos a la obra ante la inmensa tragedia.
A la vuelta de la esquina, por donde se encuentra la parte trasera de la guardería, también llegó gente a tratar de auxiliar a los infantes.
José Luis estrada Parra es el director del Centro de Integración de Adictos que se encuentra en la esquina de Vaqueros y ___-, a una cuadra de la guardería.
Se encontraba en esos momentos ahí “porque Dios me puso en ese camino. Cuando vi el humo le hablé a mis compañeros que se están rehabilitando y fuimos corriendo a la guardería. En cuanto llegamos a la esquina nos dimos cuenta que las maestras estaban sacando a los niños. ¡Se está quemando! Nos gritaban mientras corrían a sacar a los niños y fue cuando entramos al auxilio. Los muchachos de un taller también entraron a sacar niños
José Luis recordó que una maestra los dirigió hacia dentro. Sacamos a unos niños de un salón y la maestra nos dijo que la siguiéramos. No veíamos nada, el humo no dejaba distinguir a nadie. Y en cuanto llegó a otra puerta, la abrió y nos encontramos a muchos más niños que ya se estaban quemando. Muchos de ellos se encontraban en medio de la lumbre de los colchones, que eran de plástico. Caían pedazos de lumbre del techo y otros niños ya se encontraban con su fuego en sus cabezas.
Y sin perder tiempo, empezaron a sacar niños y niñas. Se daban cuenta de la inmensidad de la tarea y de las condiciones que había, donde podían perder la vida o sufrir graves quemaduras.
Pero el hecho de pensar que eran niños de uno, dos o tres años, hacía olvidar los temores y reforzaban el trabajo.
En esa tarea se encontraban otras personas del centro de integración. En el apuro decidieron ir por herramientas de trabajo para hacer boquetes en la pared. Fue cuando pasó el muchacho del pick up.
Acomodó su carro y quiso sacar las rejas de una ventana para meterse por ahí a la guardería. Pero no pudo y fue cuando el joven tomó la decisión de chocar su carro contra el centro hasta atravesar la pared de bloques.
Pero mientras el joven hacía eso, los del CIAD empujaron un aparato de refrigeración de ventana, hasta tumbarlo para abrir la pared. Por ahí se metió uno de los del CIAD y por el agujero del aparato de refrigeración empezó a sacar niños.
Ahí adentro también sufrió quemaduras, pero no se doblegó. No podía respirar bien, pero no cejó en su empeño en sacar los niños que pudo sacar.
Otro de los héroes anónimos en esta tragedia fue Jorge Luis Terán Torres. También es una persona en reintegración. Viene de fuera de la ciudad y en los momentos del incendio, se encontraba en el centro donde reciben clases para su rehabilitación, apoyo sicológico, talleres deportivos y realizan labor social.
Cuando llegamos a la guardería –relató- ya había mucho humo. No podíamos ver a metro y medio. Pero escuchamos los llantos de los niños, parecían muñecos quemados en el suelo y simplemente empezamos a sacar niños. Llegó mucha gente a tratar de ayudar, se metía a buscar niños. Entramos, tiramos el agua de los garrafones para poder seguir. Estábamos adentro de la guardería, soportando el humo y cuando creíamos que hasta nos íbamos a quedar adentro, fue cuando entró el pick up por una pared. Abrió un boquete y por ahí pudimos salir y sacar muchos niños.
Han muerto 44 niños y niñas y se encuentran en peligro más. Los héroes anónimos hicieron lo que pudieron y lograron evitar que la tragedia fuera más grande.
O bien, hasta pudo haberse topado con uno de ellos en los cruceros de la ciudad.
Son miembros de un centro para rehabilitar gente con problemas de adicción. Adultos jóvenes en su mayoría que vienen de Mexicali, Ciudad Juárez o de cualquier otro punto del noroeste del país, que se encuentran en proceso de recuperación en un hogar que se encuentra cerca de la guardería ABC.
Allí se encontraban en la construcción del centro, cuando José Luis llegó pidiendo ayuda porque “salía humo de la guardería”.
Eran unos minutos antes de las tres de la tarde de este 5 de junio, cuando se escuchó un fuerte tronido.
Ricardo Peralta que trabaja en la gasolinera que se encuentra por el periférico sur, fue uno de los primeros que se dieron cuenta del incendio. En cuanto se percató que salía humo de la guardería, volteó hacía los galerones que se encuentran enseguida de esta guardería, donde, al decir de las autoridades, se encontraban 123 niños y niñas en las diferentes áreas.
El humo que se propalaba en esos momentos de los almacenes contiguos era mucho mayor del que emanaba del centro infantil. Corrió de inmediato a la puerta del centro y en cuanto la abrió empezaron a salir maestras con niños en los brazos.
No pasaba ni cinco minutos de que se había dado cuenta del siniestro y el interior de la guardería, el humo ya se encontraba por todos los rincones, de tal forma que no permitía distinguir a nadie a un metro y medio de distancia.
Ya se estaba quemando todo. Del techo caía lumbre en el poliuretano que se estaba derritiendo por la intensidad de las llamas.
Ricardo Escalante, hermosillense de 32 años y padre de tres hijos, trabajaba en esos momentos en la gasolinera. En cuanto escuchó un fuerte tronido corrió a la puerta de la guardería.
“Iba a tocar la puerta cuando salieron maestras y niños co9rriendo. Me metí a la guardería y conmigo una señora, pero ya no se veía nada. Escuchaba los gritos de los niño9s y la señora me dirigió a donde estaban los niños y empezamos a sacarlos. Las cosas se dieron tan rápido, pero nos la señora me dijo que en otra aula había más niños. Los seguimos sacando hasta que llegaron los de la PEI (Policía Estatal Investigadora) y nos dijeron que los civiles se salieran y me salí. Pero había muchos niños todavía”.
La gente empezó a llegar, trabajadores de un taller que se encuentra a contra esquina de la guardería pusieron manos a la obra ante la inmensa tragedia.
A la vuelta de la esquina, por donde se encuentra la parte trasera de la guardería, también llegó gente a tratar de auxiliar a los infantes.
José Luis estrada Parra es el director del Centro de Integración de Adictos que se encuentra en la esquina de Vaqueros y ___-, a una cuadra de la guardería.
Se encontraba en esos momentos ahí “porque Dios me puso en ese camino. Cuando vi el humo le hablé a mis compañeros que se están rehabilitando y fuimos corriendo a la guardería. En cuanto llegamos a la esquina nos dimos cuenta que las maestras estaban sacando a los niños. ¡Se está quemando! Nos gritaban mientras corrían a sacar a los niños y fue cuando entramos al auxilio. Los muchachos de un taller también entraron a sacar niños
José Luis recordó que una maestra los dirigió hacia dentro. Sacamos a unos niños de un salón y la maestra nos dijo que la siguiéramos. No veíamos nada, el humo no dejaba distinguir a nadie. Y en cuanto llegó a otra puerta, la abrió y nos encontramos a muchos más niños que ya se estaban quemando. Muchos de ellos se encontraban en medio de la lumbre de los colchones, que eran de plástico. Caían pedazos de lumbre del techo y otros niños ya se encontraban con su fuego en sus cabezas.
Y sin perder tiempo, empezaron a sacar niños y niñas. Se daban cuenta de la inmensidad de la tarea y de las condiciones que había, donde podían perder la vida o sufrir graves quemaduras.
Pero el hecho de pensar que eran niños de uno, dos o tres años, hacía olvidar los temores y reforzaban el trabajo.
En esa tarea se encontraban otras personas del centro de integración. En el apuro decidieron ir por herramientas de trabajo para hacer boquetes en la pared. Fue cuando pasó el muchacho del pick up.
Acomodó su carro y quiso sacar las rejas de una ventana para meterse por ahí a la guardería. Pero no pudo y fue cuando el joven tomó la decisión de chocar su carro contra el centro hasta atravesar la pared de bloques.
Pero mientras el joven hacía eso, los del CIAD empujaron un aparato de refrigeración de ventana, hasta tumbarlo para abrir la pared. Por ahí se metió uno de los del CIAD y por el agujero del aparato de refrigeración empezó a sacar niños.
Ahí adentro también sufrió quemaduras, pero no se doblegó. No podía respirar bien, pero no cejó en su empeño en sacar los niños que pudo sacar.
Otro de los héroes anónimos en esta tragedia fue Jorge Luis Terán Torres. También es una persona en reintegración. Viene de fuera de la ciudad y en los momentos del incendio, se encontraba en el centro donde reciben clases para su rehabilitación, apoyo sicológico, talleres deportivos y realizan labor social.
Cuando llegamos a la guardería –relató- ya había mucho humo. No podíamos ver a metro y medio. Pero escuchamos los llantos de los niños, parecían muñecos quemados en el suelo y simplemente empezamos a sacar niños. Llegó mucha gente a tratar de ayudar, se metía a buscar niños. Entramos, tiramos el agua de los garrafones para poder seguir. Estábamos adentro de la guardería, soportando el humo y cuando creíamos que hasta nos íbamos a quedar adentro, fue cuando entró el pick up por una pared. Abrió un boquete y por ahí pudimos salir y sacar muchos niños.
Han muerto 44 niños y niñas y se encuentran en peligro más. Los héroes anónimos hicieron lo que pudieron y lograron evitar que la tragedia fuera más grande.
1 comentario:
Estoy seguro que hay muchas mas preguntas que respuestas, y aqui enlisto algunas, si alguien me las puede alcarar.
-POr que se les confio la concesion de estas guarderias a esos personajes con tan "flamantes" apellidos y parentezcos?
-Que experiencia previa tienen o por que a ellos se les entrego este negociazo de a mil doscientos pesos por bebe?
-Cuanto le invirtieron en adaptar una bodega industrial en guarderia y por que pasaron las "inspecciones"?
-Quienes inspeccionaban las guarderias con tal benebolencia y cada cuanto lo hacian?
-Por que apesar de estar identificados nos basta con que renuncien a sus cargos, que no seria justo encarcelarlos y procesarlos por responsabilidad civil?
-Se pueden imaginar que alguien atropella y mata a otra persona y nos bastara con identificarlo?
-De quien es o son esas bodegas donde estaba la guarderia y de paso el material de hacienda?
La respuestas son obvias, menos en Un Mundo Raro pues estas gentes adaptaron a base de corruptelas una bodega que evidentemente fue edificada para albergar alguna industria o taller, pero alguien con toda seguridad se valio de alguna relacion y su respectiva "mordida/mochada" para que se habilitara como guarderia, pero por Dios que los bebes no merecen unas instalaciones dignas? Que la primera dama y la esposa de Eduardo Bours no se averguenzan de encabezar el DIF y no hacer nada para que las estancias infantiles sean lugares puntualmente estructurados para que los bebitos sean bien cuidados? QUE VERGUENZA ME DA!
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