viernes, 19 de junio de 2009

¿Cómo se recordará el 5 de junio?

Ana María Salazar
El Universal/19 de junio de 2009

Crece la indignación. A dos semanas del incendio en la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, que ha resultado, hasta la fecha, en la muerte de 46 niños, no vemos que pase nada.
En lugar de irse perdiendo el interés por el paso del tiempo y las cortinas de humo, surgen más y más voces exigiendo que la trágica muerte de estos niños no quede impune.
Continúa la competencia para ver a quién le van a “tirar la bolita”, como una estrategia de repartir la culpabilidad tanto entre los socios de la guardería, el gobierno federal, el Ejecutivo estatal, así como el municipal, reduciendo las posibilidades de que alguien reciba un castigo ejemplar.
¿Por qué es tan importante identificar los posibles culpables lo más pronto posible? Porque mientras más tiempo pasa, las pruebas se pierden, la nota desaparece de los medios de comunicación y se incrementa la posibilidad de que los responsables, al igual que las pruebas, se desaparezcan.
El buscar repartir culpas literalmente ha paralizado a los gobiernos federal, estatal y municipal, razón por el cual no han tomado los pasos inmediatos que eran obvios: además de asegurar la mejor atención médica adecuada para los pequeños, era indispensable ordenar la revisión o el cierre inmediato y temporal de todas las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hermosillo, o posiblemente en el estado.
Además de estas medidas urgentes, el mismo viernes del incidente debían haber detenido de manera precautoria, mientras se deslindaban las responsabilidades, a todas las personas (particulares y funcionarios públicos) que estuvieran vinculadas con esta tragedia.
Un severo castigo penal serviría de ejemplo para que en el futuro los funcionarios y empresarios asuman con responsabilidad la delicada tarea de cuidar niños, y además para que todos como sociedad tomemos conciencia de la importancia de la prevención.
En lo que se refiere a la investigación penal, yo me pregunto: ¿qué hubiera pasado si las 46 víctimas hubieran provenido de la clase social acomodada de Hermosillo? ¿Los socios de la guardería ya hubieran sido encarcelados si no fueran miembros de la clase dorada de esa ciudad o no tuvieran vínculos con los gobiernos estatal y federal?
¿Entienden el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y el procurador de Justicia del estado de Sonora, Abel Murrieta Gutiérrez, que la investigación de la tragedia en la guardería ABC es la investigación más importante que tienen en sus manos en este momento y definirá la credibilidad de las instituciones que representan? ¿Qué caso puede ser más relevante que la muerte de 46 niños?
Ante la tragedia en Hermosillo, ¿cuántos papás estuvieron estos días más cerca de sus hijos y cuántas madres se acuerdan cada mañana de las imágenes del incendio al dejar a sus pequeños en una guardería?
Hermosillo será recordada de ahora en adelante como la ciudad en donde más niños murieron en un incidente de esta naturaleza. Por esta razón es importante que tomemos los pasos necesarios para asegurar que nunca más muera o se lastime un niño por negligencia en una guardería o escuela de nuestras comunidades.
Mi gran temor es que México pase a la historia como una sociedad que permitió que murieran 46 niños, debido a la negligencia, la avaricia y la incompetencia de pocos, sin que se impusiera un castigo ejemplar.
Qué vergüenza.
anamaria@anamariasalazar.com
www.anamariasalazar.com
Analista política

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