Laura Poy SolanoLa Jornada/20 de junio de 2009
El rector de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), Aureliano Peña Lomelí, aseguró que esa casa de estudios “no está en condiciones de hacer recorte alguno a sus finanzas; por el contrario, necesitamos más recursos para afrontar las tareas docentes, pues en nuestra institución es una práctica común el uso racional y la austeridad presupuestal”.
Agregó que tras la notificación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de que se le aplicaría un recorte de 103.4 millones de pesos a la inversión en servicios y gastos de operación, “hemos buscando un acercamiento con autoridades del sector, y de las secretarías de Educación y Hacienda para demandar un trato igualitario con el resto de las universidades públicas del país”.
En Chapingo “sabemos que no es mucho lo que tenemos y que tampoco nos sobra, por eso hemos hecho un uso racional de la energía eléctrica, del combustible y de los gastos destinados a viajes, pues somos una institución presente en 11 estados de la República”.
Además, indicó, “es una de las pocas universidades públicas en México con el mayor porcentaje de su matrícula integrada por estudiantes indígenas, pues 22 por ciento provienen de 40 etnias, con un perfil de ingreso de jóvenes de escasos recursos. Sin considerar que el modelo educativo en Chapingo incluye becas, además de dormitorios, comedores y servicios de asistencia para nuestros alumnos”.
En entrevista, Peña Lomelí destacó que esta casa de estudios tiene 22 licenciaturas acreditadas por organismos de calidad, así como 18 programas de posgrado reconocidos por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y un bachillerato agrícola, “considerado como uno de los tres mejores, de acuerdo con las autoridades de la SEP”.
La UACh ha dado resultados en el avance de su calidad académica, afirmó, “y como cualquier universidad pública requerimos del apoyo financiero para seguir creciendo, además de que también mantenemos un perfil estratégico en la formación de cuadros de especialistas agrícolas, que en un momento de crisis económica pueden aportar su conocimiento para el desarrollo de alternativas en la producción de alimentos”.
En entrevista por separado, Lenin Guajardo Hernández, secretario general del Sindicato Independiente de Académicos del Colegio de Posgraduados (Siacop), destacó que de aplicarse el recorte anunciado por Sagarpa para esa casa de estudios, “sería un duro golpe para la institución, que se sumaría a muchas otras arbitrariedades que han llegado al exceso de que los propios investigadores deben pagar de su salario por las semillas y el diesel de tractores que se usan en los campos de experimentación”.
Institución de excelencia
Al igual que en la UACh, indicó, en el Colegio de Posgraduados “enfrentamos una crisis de recursos financieros, pues anualmente cada profesor-investigador recibe, en el mejor de los casos, 8 mil pesos para costear sus gastos de investigación que van desde comprar hojas, tóner, focos, hasta viáticos para asistir a congresos nacionales e internacionales”.
Por ello, Guajardo Hernández exhortó a las autoridades de esa casa de estudios a “emprender la defensa del presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados y que no supera los 850 millones de pesos, a pesar de que en América Latina somos considerados una institución de excelencia académica”.
Agregó que tras la notificación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de que se le aplicaría un recorte de 103.4 millones de pesos a la inversión en servicios y gastos de operación, “hemos buscando un acercamiento con autoridades del sector, y de las secretarías de Educación y Hacienda para demandar un trato igualitario con el resto de las universidades públicas del país”.
En Chapingo “sabemos que no es mucho lo que tenemos y que tampoco nos sobra, por eso hemos hecho un uso racional de la energía eléctrica, del combustible y de los gastos destinados a viajes, pues somos una institución presente en 11 estados de la República”.
Además, indicó, “es una de las pocas universidades públicas en México con el mayor porcentaje de su matrícula integrada por estudiantes indígenas, pues 22 por ciento provienen de 40 etnias, con un perfil de ingreso de jóvenes de escasos recursos. Sin considerar que el modelo educativo en Chapingo incluye becas, además de dormitorios, comedores y servicios de asistencia para nuestros alumnos”.
En entrevista, Peña Lomelí destacó que esta casa de estudios tiene 22 licenciaturas acreditadas por organismos de calidad, así como 18 programas de posgrado reconocidos por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y un bachillerato agrícola, “considerado como uno de los tres mejores, de acuerdo con las autoridades de la SEP”.
La UACh ha dado resultados en el avance de su calidad académica, afirmó, “y como cualquier universidad pública requerimos del apoyo financiero para seguir creciendo, además de que también mantenemos un perfil estratégico en la formación de cuadros de especialistas agrícolas, que en un momento de crisis económica pueden aportar su conocimiento para el desarrollo de alternativas en la producción de alimentos”.
En entrevista por separado, Lenin Guajardo Hernández, secretario general del Sindicato Independiente de Académicos del Colegio de Posgraduados (Siacop), destacó que de aplicarse el recorte anunciado por Sagarpa para esa casa de estudios, “sería un duro golpe para la institución, que se sumaría a muchas otras arbitrariedades que han llegado al exceso de que los propios investigadores deben pagar de su salario por las semillas y el diesel de tractores que se usan en los campos de experimentación”.
Institución de excelencia
Al igual que en la UACh, indicó, en el Colegio de Posgraduados “enfrentamos una crisis de recursos financieros, pues anualmente cada profesor-investigador recibe, en el mejor de los casos, 8 mil pesos para costear sus gastos de investigación que van desde comprar hojas, tóner, focos, hasta viáticos para asistir a congresos nacionales e internacionales”.
Por ello, Guajardo Hernández exhortó a las autoridades de esa casa de estudios a “emprender la defensa del presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados y que no supera los 850 millones de pesos, a pesar de que en América Latina somos considerados una institución de excelencia académica”.
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