jueves, 11 de junio de 2009

Otro logro de la UNAM; obtiene el Premio Príncipe de Asturias

Armando G. Tejeda
La Jornada/11 de junio de 2009

Madrid, 10 de junio. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue reconocida hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, con lo que se rinde un homenaje a su permanente labor de impulsar “corrientes de pensamiento humanístico, liberal y democrático en América”. La institución se convierte así en la primera universidad pública en recibir este prestigioso galardón, cuya candidatura concitó numerosos apoyos de México y de España –más de mil 500–, que permitieron su elección en lugar del diario estadunidense The New York Times, su rival en las últimas votaciones.
La UNAM, con más de 300 mil estudiantes y de 34 mil profesores, es la más grande e influyente de Iberoamérica. Sus casi 100 años de historia –desde su fundación en 1910– han sido cruciales para valorar su importancia no sólo para nuestro país, sino para el conjunto de América Latina. El jurado, integrado por una variopinta selección de intelectuales, académicos y representantes de la cultura, otorgó un valor extraordinario a la impronta que ha dejado la UNAM en distintos periodos históricos, como la forma en que recibió a los exiliados republicanos españoles, refiriéndose a los catedráticos e investigadores, que se unieron de inmediato a las filas de su plantilla de profesores.
El acta del jurado, leída en Oviedo, destaca que la UNAM “ha sido el modelo académico y formativo para muchas generaciones de estudiantes y ha nutrido el ámbito iberoamericano de valiosísimos intelectuales y científicos”. Añade que esta institución “acogió con generosidad a ilustres personalidades del exilio español de la posguerra”, al tiempo que “ha impulsado poderosas corrientes de pensamiento humanístico, liberal y democrático en América y ha extendido su decisivo influjo creando una extraordinaria variedad de instituciones que amplían el mundo académico y lo entroncan en la sociedad a la que sirven”.
La larga y prolífica historia de la UNAM –que se remonta a 1551, cuando se fundó la Real y Pontificia Universidad de México– fue un argumento incontestable para el jurado. La candidatura la presentó el embajador de España en México, Carmelo Angulo Barturen, y contó con el apoyo inmediato de numerosas personalidades de este país, entre ellos los ministros de Relaciones Exteriores y de Educación, Miguel Ángel Moratinos y Ángel Gabilondo, rector de la Universidad Autónoma de Madrid. La propuesta también recibió el apoyo de otros galardonados con este premio en versiones anteriores, como el Nobel colombiano Gabriel García Márquez, Francisco Bolívar Zapata, Marcos Moshinsky, Ricardo Miledi, Antonio García Bellido, Pablo Rudomín, Carlos Fuentes y El Colegio de México.
Uno de los aspectos que más valoró el jurado fue la capacidad de la universidad para aportar análisis y alternativas en la solución de graves problemas que aquejan a México.
En 2007, la UNAM obtuvo otro reconocimiento al ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y año con año crece en el escalafón de los centros universitarios de mayor prestigio en el mundo. La encuesta más reciente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas situó a la UNAM en el lugar 44 a escala internacional, con lo que es la institución docente de más prestigio de Iberoamérica. Asimismo, el jurado valoró otro dato incontestable: los tres premios Nobel de México pertenecieron a la UNAM, Octavio Paz, (Literatura) Arturo García Robles (Paz) y Mario Molina (Química).
Entre las reacciones al galardón destacó la del propio príncipe de Asturias, Felipe, quien no suele valorar el dictamen del jurado el mismo día de su publicación. En esta ocasión reconoció su satisfacción por esta decisión, y recordó la generosidad de la UNAM con los intelectuales españoles “en tiempos difíciles”, además de exaltar la “excelencia de su tradición académica, su influencia y compromiso solidarios con el desarrollo cultural del continente iberoamericano”.
El canciller español, Moratinos, insistió en que el galardón es “muy merecido”. Mientras el ministro Gabilondo señaló que la UNAM “es centro de irradiación que ha contribuido al desarrollo de las humanidades, donde el destierro se convirtió en transtierro para los exiliados en México”.
Hogar de exiliados
El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Álvaro Marchesi, dijo que “es una gran noticia para todos que se reconozca a una institución que lleva décadas formando profesionales útiles para la sociedad”, y recordó que la UNAM abrió sus puertas a los perseguidos políticos que huyeron de las dictaduras que asolaron América Latina en el siglo pasado.
Antonio Suárez, empresario asturiano afincado en México y miembro de la Fundación Príncipe de Asturias, se felicitó por el galardón, al sostener que la UNAM representa “el alma de México, es la casa mater que va más allá de una casa de estudios; es el universo donde se confrontan ideas y cuna de grandes pensadores”. Añadió que este premio “elevará la moral de los mexicanos”.
El presidente de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación, Carlos Fernández Collado, consideró que esto traerá “esperanza, en el sentido de revalorizar el pensamiento iberoamericano”.
El catedrático de literatura de la Universidad de Salamanca Ricardo Senabre, presidente del jurado, señaló que la UNAM ha “derramado su sabor y el amor a la libertad por toda América”.
Otro miembro del jurado, el prestigioso editor alemán Han Meinke, afirmó que la UNAM “es un fenómeno único en el mundo hispánico, tanto por su labor académica como por su implicación en la vida social y cultural”.
El galardón, dotado de 50 mil euros (70 mil dólares) y una escultura de Joan Miró, se entregará en Oviedo, capital de Asturias. La UNAM compartirá escenario con los otros galardonados este año, entre ellos el arquitecto Norman Foster, la Organización Mundial de la Salud y el naturalista británico David Attenborough.

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